Los habitantes de este corregimiento, ubicado al norte de Valledupar, indicaron que las autoridades ambientales no los han escuchados.
El arroyo La Malena de Patillal llegó a tener abundante corriente de agua que arrastraba diferentes especies, convirtiéndolo así en un sitio no solo de inspiración del maestro Rafael Escalona y Freddy Molina para escribir sus majestuosas composiciones, sino también útil para la pesca, la agricultura, ganadería y uso doméstico cuando en este pueblo aún no existía el acueducto que en la actualidad capta el vital líquido desde el río Patillal.
Esta fuente hídrica que representa para los patillaleros un lugar especial, hoy se encuentra en total abandono y deterioro a causa del inadecuado uso de los propios habitantes de esta población; sin embargo, hay otras personas que en unísono piden a las autoridades competentes en temas ambientales que no la dejen morir.
A lo largo de este arroyo una de las principales afectaciones que está teniendo son los criaderos de cerdos sin ningún tipo de control ambiental, cuyos desechos son arrojados a La Malena sin ningún tipo de consideración.
Aparte del daño ambiental que se está generando, también está siendo un problema de salud pública para las personas que viven en cercanías a dichos criaderos debido a que el olor putrefacto los tiene agobiado, incluso hay algunos que han optado por mudarse de lugar.
De acuerdo con César Maestre, presidente de la Junta de Acción Comunal de Patillal, esta es una situación que han denunciado en distintas ocasiones y en diferentes entidades, pero no han sido escuchados.
“Las porquerizas nos están causando un grave problema de contaminación ambiental en La Malena y nadie hace nada por eso; Corpocesar ha hecho caso omiso a las quejas que hemos presentado. Para nosotros La Malena es un referente, un arroyo que depende del río Patillal, que además se ha secado por efectos del cambio climático, ya no queda nada, pero debemos hacer algo por rescatarla porque ha llegado al exterminio total a causa de la contaminación ambiental”, manifestó Maestre.
A través de la denuncia de los habitantes de Patillal, se conoció que son al menos 50 criaderos de cerdos los ubicados alrededor de La Malena sin ningún tipo de control sanitario, por lo que hacen un llamado a la Oficina de Medio Ambiente municipal, Corpocesar y Planeación.
En diciembre de 2020, la Secretaría de Salud de Valledupar realizó un recorrido en este cuerpo de agua, posterior a una denuncia realizada por líderes y habitantes de Patillal.
En ese momento encontraron que había un manjol rebozado, que por escorrentía los residuos del mismo caían al arroyo, así como viviendas y edificaciones construidas dentro de la ronda hídrica del arroyo respetando los 30 metros reglamentados en el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente.
También evidenciaron “un sinnúmero de vertimientos provenientes del desarrollo de actividades agropecuarias, más exactamente crías de cerdo y de pollo. Dicho vertimiento se realiza sobre el cuerpo de agua sin ningún tipo de tratamiento o control, afectando las características fisicoquímicas y microbiológicas del agua“, se lee en el informe de la Secretaría de Salud municipal.
-Oficiar a Corpocesar para que como autoridad ambiental iniciara una investigación y adoptara las medidas que haya a lugar.
-Implementar por parte de la administración municipal acciones de mantenimiento de la red de alcantarillado del corregimiento de Patillal.
– Conformar un equipo interinstitucional que vele por darle solución a la problemática.
-Informar esta situación a la Oficina de Planeación y realizar jornadas de sensibilización sobre el cuidado ambiental y protección de cuerpos de agua dirigidos a la comunidad en este corregimiento.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN
Los habitantes de este corregimiento, ubicado al norte de Valledupar, indicaron que las autoridades ambientales no los han escuchados.
El arroyo La Malena de Patillal llegó a tener abundante corriente de agua que arrastraba diferentes especies, convirtiéndolo así en un sitio no solo de inspiración del maestro Rafael Escalona y Freddy Molina para escribir sus majestuosas composiciones, sino también útil para la pesca, la agricultura, ganadería y uso doméstico cuando en este pueblo aún no existía el acueducto que en la actualidad capta el vital líquido desde el río Patillal.
Esta fuente hídrica que representa para los patillaleros un lugar especial, hoy se encuentra en total abandono y deterioro a causa del inadecuado uso de los propios habitantes de esta población; sin embargo, hay otras personas que en unísono piden a las autoridades competentes en temas ambientales que no la dejen morir.
A lo largo de este arroyo una de las principales afectaciones que está teniendo son los criaderos de cerdos sin ningún tipo de control ambiental, cuyos desechos son arrojados a La Malena sin ningún tipo de consideración.
Aparte del daño ambiental que se está generando, también está siendo un problema de salud pública para las personas que viven en cercanías a dichos criaderos debido a que el olor putrefacto los tiene agobiado, incluso hay algunos que han optado por mudarse de lugar.
De acuerdo con César Maestre, presidente de la Junta de Acción Comunal de Patillal, esta es una situación que han denunciado en distintas ocasiones y en diferentes entidades, pero no han sido escuchados.
“Las porquerizas nos están causando un grave problema de contaminación ambiental en La Malena y nadie hace nada por eso; Corpocesar ha hecho caso omiso a las quejas que hemos presentado. Para nosotros La Malena es un referente, un arroyo que depende del río Patillal, que además se ha secado por efectos del cambio climático, ya no queda nada, pero debemos hacer algo por rescatarla porque ha llegado al exterminio total a causa de la contaminación ambiental”, manifestó Maestre.
A través de la denuncia de los habitantes de Patillal, se conoció que son al menos 50 criaderos de cerdos los ubicados alrededor de La Malena sin ningún tipo de control sanitario, por lo que hacen un llamado a la Oficina de Medio Ambiente municipal, Corpocesar y Planeación.
En diciembre de 2020, la Secretaría de Salud de Valledupar realizó un recorrido en este cuerpo de agua, posterior a una denuncia realizada por líderes y habitantes de Patillal.
En ese momento encontraron que había un manjol rebozado, que por escorrentía los residuos del mismo caían al arroyo, así como viviendas y edificaciones construidas dentro de la ronda hídrica del arroyo respetando los 30 metros reglamentados en el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente.
También evidenciaron “un sinnúmero de vertimientos provenientes del desarrollo de actividades agropecuarias, más exactamente crías de cerdo y de pollo. Dicho vertimiento se realiza sobre el cuerpo de agua sin ningún tipo de tratamiento o control, afectando las características fisicoquímicas y microbiológicas del agua“, se lee en el informe de la Secretaría de Salud municipal.
-Oficiar a Corpocesar para que como autoridad ambiental iniciara una investigación y adoptara las medidas que haya a lugar.
-Implementar por parte de la administración municipal acciones de mantenimiento de la red de alcantarillado del corregimiento de Patillal.
– Conformar un equipo interinstitucional que vele por darle solución a la problemática.
-Informar esta situación a la Oficina de Planeación y realizar jornadas de sensibilización sobre el cuidado ambiental y protección de cuerpos de agua dirigidos a la comunidad en este corregimiento.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN