En Valledupar la discriminación y el desempleo son dos flagelos que están afectando en gran medida a la población LGBTI, lo cual se evidenció en una caracterización poblacional realizada en el 2019, que desde el inicio de la pandemia se ha agudizado. 

De acuerdo con la Corporación Mucá de Valledupar, la cual está conformada por un grupo de mujeres jóvenes entre estudiantes, profesionales de ciencias sociales y artísticas para trabajar mancomunadamente en el desarrollo de iniciativas sociales, estéticas y culturales que permitan el avance en derechos de las mujeres y personas LGBTI, el documento de la caracterización revela una serie de circunstancias y problemáticas de falta de garantías de derechos y servicios sociales básicos para esta población en la ciudad. 

Sofía Olano, miembro de Mucá, indicó que el hallazgo fundamental de la caracterización es que hay un contexto de discriminación social por la orientación sexual e identidad de género, que se vuelve más recalcante para la población LGTBI. 

“En el marco de la pandemia por el covid-19 vemos que la falta de acceso al empleo  es por los altos índices de desempleo que existe en la ciudad. Esta población se encuentra empobrecida, sobre todo para las mujeres trans, quienes tienen menor acceso a la educación y por tal motivo unos altos índices de discriminación social, entonces eso las más margina mucho más de gozar de una vida digna”, sostuvo Olano. 

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Añadió que la discriminación es un dispositivo que recrudece a toda la población, que se suma al desempleo desorbitante y no tener una renta básica que permita a las personas empobrecidas vivir con dignidad en el marco de la pandemia, además de las restricciones de movilidad conllevan a que la economía de los vallenatos se desmejore significativamente. 

“A toda esta situación estructural que vive la población de Valledupar, se agrega una población que vive discriminada y además sufre la estigmatización social. Creemos que esas dos prácticas sociales discriminatorias, que son sistemáticas, hacen más difícil la situación de los derechos de la población LGBTI”, expresó Olano. 

Por tanto como organización de mujeres diversas y feministas se han sumado a iniciativas nacionales que quieren visibilizar temas de salud pública, por ejemplo los feminicidios y los trans feminicidios, que es otra de las problemáticas que viven. 

“Los entes territoriales están llamados a ventilar y crear políticas públicas que permitan salir de esta situación adversas a las personas LGBTI, entendiendo que hay una matriz interseccional que hace que se vean más afectados por nuestros problemas contemporáneos de nuestra sociedad”, manifestó. 

Igualmente se refirió a la situación social y económica que atraviesa el país por el paro nacional. 

“Si analizamos la situación del paro es porque la sociedad colombiana no soporta una carga tributaria desproporcionada y la no existencia de una renta básica, que lleva a las personas a vivir  con desesperanza e incertidumbre y salgan a las calles a reclamar sus derechos. Nosotros apoyamos esas demandas a través de manifestaciones pacíficas, pero sí hacemos un llamado a las organizaciones de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que pongan sus ojos sobre la población que está siendo violentada y los graves problemas de derechos que sufren las personas LGBTI en Colombia y específicamente en Valledupar, al igual que los entes territoriales municipales y departamentales”, puntualizó la integrante de Mucá

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Respecto a la discriminación, la organización Caribe Afirmativo se refirió a la sentencia de tutela T-068 de 2021 de la Corte Constitucional, la cual señala que existe un patrón de discriminación que tiene como objeto a las personas del mismo sexo que realizan manifestaciones de afecto en espacios públicos y semipúblicos. 

Dicho fallo de tutela es la respuesta de la Corte Constitucional al caso de una pareja de mujeres lesbianas, pertenecientes a la colectiva Raras no tan Raras, que se encargaron de documentar su propio caso debido a que sufrieron discriminación por parte del personal de seguridad de un centro comercial en Barranquilla por haber manifestado públicamente su afecto en el lugar.

Frente a ello, Caribe Afirmativo advierte que la invisibilización es una forma de discriminación que implica que las personas LGBTI se vean obligadas a pasar desapercibidas, limitando la expresión de sus sentimientos y su identidad al ámbito privado. 

“Desde nuestro trabajo hemos identificado como las personas LGBTI se han visto obligadas a ocultar sus identidades como un mecanismo para evitar la discriminación e, incluso, para sobrevivir. Por eso, nos parece fundamental que la Corte llame la atención sobre los impactos que la invisibilización tiene en vida de las personas LGBTI y la reproducción de prejuicios, más en un caso de una pareja de mujeres, quienes por este solo hecho sufren estas violencias de manera diferenciada”, concluyó Caribe Afirmativo. 

FESTIVAL CULTURAL DE MUJERES LGBT 

Este domingo  y el pasado martes en Valledupar se llevó a cabo el primer Festival Cultural de Mujeres LGTB, el cual involucró al público en general y a mujeres con diferencias sexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales de toda la región Caribe. 

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“Es un festival organizado por la Corporación Mucá, que lleva trabajando dos años en la ciudad, y lo venimos desarrollando con otros colectivos feministas del Caribe como la Corporación Caribeña”, explicó Vanessa García Bonilla, coordinadora del proyecto y miembro de la Corporación Mucá. 

Dijo que el objetivo del evento es promover las expresiones artísticas, musicales, fotográficas y culturales de las mujeres LGTB del Caribe, con diferentes exponentes de cada una de estas áreas de la cultura, con expresiones,  performance, teatro, danza, artes visuales y escénicas.  

Estos espacios fueron transmitidos por el canal de YouTube del Festival Cultural de Mujeres LGBT del Caribe y por las redes sociales de Corporación Mucá. 

El espacio contó con el apoyo financiero del Fondo Feminista Nacional Lunares y con Alcaldía de Valledupar, a través de la Oficina de Gestión Social, la Fundación Matices y Casa Cabaret.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN