Demandas del personal médico, incumplimiento de los pagos a las EPS, retraso en la cancelación de pasivos laborales, entre otros, son algunas de las deudas que tienen al Hospital de Tamalameque al borde de la quiebra.
El Hospital de Tamalameque está atravesando una crisis financiera que ha desencadenado que el servicio de atención a los pacientes decaiga, que los insumos no sean suficientes y que su deuda, de $5.500 a $6.000 millones (por concepto de demandas laborales, pago a los proveedores, intereses moratorios, entre otros aspectos) aumente cada mes, poniendo en riesgo el sostenimiento del único hospital de ese territorio.
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De acuerdo con la secretaria de Salud de Tamalameque, Mayecsi Maestre, solo hasta el año pasado se pudo terminar de estructurar un Plan de Saneamiento Fiscal para subsanar las deudas del hospital. Inicialmente, dentro de dicha estrategia, el municipio se comprometió aportar $400 millones, pero actualmente está en proceso de estudio la posibilidad de aumentar el recurso debido a que se requieren mínimo $2.000 millones para comenzar el saneamiento.
Explicó que anteriormente la Gobernación del Cesar pasó un certificado por un monto de $200 millones y el municipio de Tamalameque por $400 millones. Estos recursos fueron el borrador del plan que se le envió al Ministerio de Hacienda y que posteriormente devolvió haciendo la observación que se necesitaban más recursos porque el hospital tendría que aportar aproximadamente $4.000 millones, recursos que, por supuesto, no tiene.
“El gerente del Hospital de Tamalameque, el alcalde del municipio y representantes de la Secretaría de Salud Departamental se reunieron para revisar los fondos presupuestales del hospital, así como el de Pelaya, La Gloria, entre otros, para viabilizar de qué manera se podían aportar más recursos”, manifestó Maestre.
Comentó que dentro del Plan de Saneamiento Fiscal se les solicitó a todas las personas que el hospital les debía algún tipo de pago que reportaran una cuenta de cobro; también se verificó en los juzgados los procesos en contra del centro médico, donde mayoritariamente las deudas son de temas laborales y suministros.
Agregó que el total de la deuda es de tal magnitud porque se acumularon los intereses de los compromisos que adquirió el hospital con los servicios públicos, el cese del pago de los parafiscales y los aportes patronales.
Maestre aseveró que el hospital cuenta con todos los insumos necesarios para atender a la población del municipio debido a que hace compromisos presupuestales para poder seguir brindando la atención médica. Sin embargo, se le dificulta cumplir compromisos actuales como adaptarse a una nueva guía o norma de pensión.
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Por otro lado, el presidente del Concejo Municipal, Oscar Castro, manifestó que por los embargos que tiene el hospital no puede hacer uso eficiente de los recursos para comprar los medicamentos, jeringas, soluciones salinas, entre otros implementos.
“El centro de salud no puede trabajar de la mejor manera con los proveedores porque se adeudan demasiados recursos. Las mismas dificultades económicas también han generado que a los empleados no se les pueda pagar de manera oportuna, lo cual afecta la forma en la que el personal atiende al usuario, porque los empleados no están motivados a pesar de que quieren seguir cumpliendo con su trabajo”, argumentó Castro.
Agregó que aunque el hospital rápidamente se queda sin insumos, vuelve abastecerse con los proveedores, lo que ha provocado que se siga incrementando la deuda porque el centro médico no cuenta con los recursos necesarios para comprar los medicamentos.
El Hospital de Tamalameque es el único centro de salud del municipio. Según cálculos, atiende alrededor de 13.000 habitantes del régimen subsidiado de las EPS Asmet Salud, Nuevas EPS y Barrios Unidos. De acuerdo con la secretaria de Salud de esta localidad, al número estimado de usuarios, 13.000, se le suman los traslados que se están generando y los que son atendidos en el área de urgencias que no hacen parte de los convenios.
Añadió que como el hospital solo cuenta con médicos generales y rurales, no hay especialistas que le puedan brindar a la población una atención de alta complejidad, por ello los usuarios que necesitan de ese tipo de consultas son remitidos a los hospitales del municipio de Valledupar, Chiriguaná, Aguachica y El Banco, Magdalena.
Los tamalaqueros son los más afectados por la crisis que atraviesa el hospital, principalmente los habitantes de la zona corregimental, que a veces no cuentan con los recursos económicos para trasladarse hasta la cabecera municipal. Así lo dio a conocer Nubia Rodríguez, líder comunitaria del corregimiento de Pueblo Nuevo.
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De acuerdo con Rodríguez, la atención médica ha decaído casi en un 70 % debido a que la mayoría de veces hacen falta insumos, y si se tiene una afección que debe ser vista por un especialista, entonces deben ser remitidos porque no hay especialistas.
“Duele mucho ver al hospital en las condiciones actuales. La gente anda asustada ante un posible cierre porque la deuda es muy grande y el centro médico está colapsando tratando de sobrevivir de compromisos con los proveedores”, comentó Rodríguez.
El diario El PILÓN intentó comunicarse con Yuri Castro, gerente del Hospital de Tamalameque, para conocer su punto de vista sobre el estado del centro médico, pero resultó infructuoso porque no contestó las llamadas ni mensajes.
Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.
Demandas del personal médico, incumplimiento de los pagos a las EPS, retraso en la cancelación de pasivos laborales, entre otros, son algunas de las deudas que tienen al Hospital de Tamalameque al borde de la quiebra.
El Hospital de Tamalameque está atravesando una crisis financiera que ha desencadenado que el servicio de atención a los pacientes decaiga, que los insumos no sean suficientes y que su deuda, de $5.500 a $6.000 millones (por concepto de demandas laborales, pago a los proveedores, intereses moratorios, entre otros aspectos) aumente cada mes, poniendo en riesgo el sostenimiento del único hospital de ese territorio.
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De acuerdo con la secretaria de Salud de Tamalameque, Mayecsi Maestre, solo hasta el año pasado se pudo terminar de estructurar un Plan de Saneamiento Fiscal para subsanar las deudas del hospital. Inicialmente, dentro de dicha estrategia, el municipio se comprometió aportar $400 millones, pero actualmente está en proceso de estudio la posibilidad de aumentar el recurso debido a que se requieren mínimo $2.000 millones para comenzar el saneamiento.
Explicó que anteriormente la Gobernación del Cesar pasó un certificado por un monto de $200 millones y el municipio de Tamalameque por $400 millones. Estos recursos fueron el borrador del plan que se le envió al Ministerio de Hacienda y que posteriormente devolvió haciendo la observación que se necesitaban más recursos porque el hospital tendría que aportar aproximadamente $4.000 millones, recursos que, por supuesto, no tiene.
“El gerente del Hospital de Tamalameque, el alcalde del municipio y representantes de la Secretaría de Salud Departamental se reunieron para revisar los fondos presupuestales del hospital, así como el de Pelaya, La Gloria, entre otros, para viabilizar de qué manera se podían aportar más recursos”, manifestó Maestre.
Comentó que dentro del Plan de Saneamiento Fiscal se les solicitó a todas las personas que el hospital les debía algún tipo de pago que reportaran una cuenta de cobro; también se verificó en los juzgados los procesos en contra del centro médico, donde mayoritariamente las deudas son de temas laborales y suministros.
Agregó que el total de la deuda es de tal magnitud porque se acumularon los intereses de los compromisos que adquirió el hospital con los servicios públicos, el cese del pago de los parafiscales y los aportes patronales.
Maestre aseveró que el hospital cuenta con todos los insumos necesarios para atender a la población del municipio debido a que hace compromisos presupuestales para poder seguir brindando la atención médica. Sin embargo, se le dificulta cumplir compromisos actuales como adaptarse a una nueva guía o norma de pensión.
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Por otro lado, el presidente del Concejo Municipal, Oscar Castro, manifestó que por los embargos que tiene el hospital no puede hacer uso eficiente de los recursos para comprar los medicamentos, jeringas, soluciones salinas, entre otros implementos.
“El centro de salud no puede trabajar de la mejor manera con los proveedores porque se adeudan demasiados recursos. Las mismas dificultades económicas también han generado que a los empleados no se les pueda pagar de manera oportuna, lo cual afecta la forma en la que el personal atiende al usuario, porque los empleados no están motivados a pesar de que quieren seguir cumpliendo con su trabajo”, argumentó Castro.
Agregó que aunque el hospital rápidamente se queda sin insumos, vuelve abastecerse con los proveedores, lo que ha provocado que se siga incrementando la deuda porque el centro médico no cuenta con los recursos necesarios para comprar los medicamentos.
El Hospital de Tamalameque es el único centro de salud del municipio. Según cálculos, atiende alrededor de 13.000 habitantes del régimen subsidiado de las EPS Asmet Salud, Nuevas EPS y Barrios Unidos. De acuerdo con la secretaria de Salud de esta localidad, al número estimado de usuarios, 13.000, se le suman los traslados que se están generando y los que son atendidos en el área de urgencias que no hacen parte de los convenios.
Añadió que como el hospital solo cuenta con médicos generales y rurales, no hay especialistas que le puedan brindar a la población una atención de alta complejidad, por ello los usuarios que necesitan de ese tipo de consultas son remitidos a los hospitales del municipio de Valledupar, Chiriguaná, Aguachica y El Banco, Magdalena.
Los tamalaqueros son los más afectados por la crisis que atraviesa el hospital, principalmente los habitantes de la zona corregimental, que a veces no cuentan con los recursos económicos para trasladarse hasta la cabecera municipal. Así lo dio a conocer Nubia Rodríguez, líder comunitaria del corregimiento de Pueblo Nuevo.
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“Duele mucho ver al hospital en las condiciones actuales. La gente anda asustada ante un posible cierre porque la deuda es muy grande y el centro médico está colapsando tratando de sobrevivir de compromisos con los proveedores”, comentó Rodríguez.
El diario El PILÓN intentó comunicarse con Yuri Castro, gerente del Hospital de Tamalameque, para conocer su punto de vista sobre el estado del centro médico, pero resultó infructuoso porque no contestó las llamadas ni mensajes.
Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.