A raíz de la ausencia del comandante del Departamento de Policía Cesar, coronel Douglas Restrepo, en el reciente debate sobre seguridad que hizo el Concejo Municipal, EL PILÓN entrevistó al oficial para conocer sus planes con la región, quien aclaró que no estuvo en el debate porque “no lo invitaron”.
Con más de 27 años de recorrido por la Policía Nacional, el coronel Douglas Alejandro Restrepo Murillo llegó a comandar a los uniformados del departamento del Cesar, una región con diversos problemas en materia de seguridad, sobre todo en su ciudad capital donde la ciudadanía ha mostrado preocupación por el hurto a mano armada.
Al respecto, EL PILÓN entrevistó al nuevo oficial, nacido en Bogotá, para conocer de antemano las proyecciones y expectativas que tiene en el plan de seguridad. Como experiencia posee que ha trabajado en la Dirección de Investigación Criminal, en la Escuela de investigación Criminal, participó en una misión de paz de Naciones Unidas en Haití y ha sido jefe de la Seccional de Investigación Criminal de Cali y Bogotá, además fue comandante operativo y subcomandante del Departamento de Policía Boyacá.
En cuanto a la criminalidad tenemos claro que el delito base es el microtráfico, ahí confluyen todos los delitos como homicidios, hurtos, desplazamientos, amenazas, el consumo y distribución. Entonces, es allí donde se han enfocado todas las estrategias.
El tema del microtráfico es un asunto que hay que manejar de manera estructural porque yo puedo coger al ‘jíbaro’, que es el expendedor de la sustancia, y presentarlo al fiscal, pero ¿si no tiene la cantidad suficiente porque se dedica al narcomenudeo? El trabajo investigativo es importante para ir materializando todas las actividades criminales y así sumar todo para presentarlo ante el juez y finalmente vaya a la cárcel.
Necesariamente allí tiene que haber crimen organizado. Eso tiene una cabeza, que es a lo que se ha apuntado en los trabajos estructurales que se vienen haciendo con investigación criminal e inteligencia; la idea es hacer visible a estos delincuentes que mandan a los otros. Cuando se hace una operación y se deja fuera de circulación una banda de este tipo, llega otra a apoderarse de la zona porque ahí está el dinero.
Ya tenemos ubicados esos sitios y estamos haciendo un trabajo para visibilizar las cabezas y colocarlas en un contexto de organización criminal. Es un proceso largo que se hace de la mano con un fiscal, quien es el coordinador de la investigación.
Aquí nos encontramos con casos de intolerancia muy fuertes, de hechos de violencia intrafamiliar muy marcados y otros de sicariato, producto de esa vendetta o venganza por el microtráfico para desplazar a otros delincuentes. Aun así esto no ha sido el pico más alto, sino el tema de intolerancia, de rencillas, venganzas y unos temas sociales, que se está tratando con la administración municipal.
No hemos llegado a ese estadio de ‘fronteras invisibles’ como se ven en otras ciudades donde no se puede cruzar de una comuna a otra porque lo matan, si fuera así aquí sería casi que imposible la convivencia. Pero sí hay unos grupos delincuenciales y unas pandillas insipientes, en la que debe intervenir el Estado en todo su componente para lograr la educación ciudadana y la cultura de la legalidad. Hay que inducir a esos muchachos en el deporte, actividad en la que el departamento es potencia, ya que tiene deportistas olímpicos y campeones nacionales. A eso hay que apuntar con la juventud, la cual aquí todavía es sana y buena.
Sí es cierto es el delito que más afecta a todos los ciudadanos y el que más molestia causa. Pero en Valledupar tenemos una reducción del 42 % en hurto a residencia, del 85 % de hurto a comercio, del 85 % de hurto a persona, del 16 % de hurto a automotores y del 62 % de hurto a moto; y hay un 10 % de incremento en el abigeato.
Lo que estamos haciendo y la orden que se ha dado es capturar a todos los ‘ladronzuelos’ que se hurtan los elementos, pero acá necesariamente tiene que haber un cabecilla criminal que es quien los manda a ellos y están en la sombra, entonces hay que visibilizarlos. Cuando se capturan a estos cabecillas, se desacomoda la estructura criminal, que es lo importante.
La percepción es un tema subjetivo que está más relacionado al “voz a voz” y el malestar general ciudadano que quiere y aspira muchas cosas de su ciudad, pero que la realidad es otra.
Debemos apuntar a los cabecillas, a eliminar las estructuras del hurto que son organizadas porque un ladrón no roba en un área que no sea de su confort. Si la comunidad nos informa y da datos puntuales hacemos un trabajo estratégico de ubicar las horas, sitios con mapas de calor y hacer irrupción del delito. Estamos estructurando todas esas bandas en un organigrama y así poderlos llevar a la Fiscalía General de la Nación.
Tenemos una injerencia fuerte del ELN y de las disidencias de las Farc, que han sido contenidas por la brigada Décima del Ejército Nacional, que es una fortaleza que tenemos en el departamento. Hemos trabajado con ellos, nosotros ponemos la inteligencia y ellos la parte operativa, en ese sentido se han tenido contenidos a los delincuentes.
Están en los municipios cercanos a la Serranía del Perijá, los que están sobre la zona de la Sierra Nevada y la zona del Catatumbo con Norte de Santander.
Hemos visto algunas falencias en cuanto a la cobertura porque el Cesar es muy grande; en las fincas también se presenta, pero ahí debe haber un tema de corresponsabilidad. No es simplemente tener las vacas en el potrero y que venga el Ejército y Policía a cuidarlas para que no se las roben; no, también hay que propender por la propia seguridad.
Pero estoy seguro que con los frentes de seguridad rurales que se están fortaleciendo e implementando van ayudar mucho en tiempo real. Por eso, el gobernador nos ha dotado de unos elementos importantes de movilidad para lograr contrarrestar el actuar criminal y llegar a tiempo a atender los casos.
Por: Marllelys Salinas / EL PILÓN.
[email protected]
A raíz de la ausencia del comandante del Departamento de Policía Cesar, coronel Douglas Restrepo, en el reciente debate sobre seguridad que hizo el Concejo Municipal, EL PILÓN entrevistó al oficial para conocer sus planes con la región, quien aclaró que no estuvo en el debate porque “no lo invitaron”.
Con más de 27 años de recorrido por la Policía Nacional, el coronel Douglas Alejandro Restrepo Murillo llegó a comandar a los uniformados del departamento del Cesar, una región con diversos problemas en materia de seguridad, sobre todo en su ciudad capital donde la ciudadanía ha mostrado preocupación por el hurto a mano armada.
Al respecto, EL PILÓN entrevistó al nuevo oficial, nacido en Bogotá, para conocer de antemano las proyecciones y expectativas que tiene en el plan de seguridad. Como experiencia posee que ha trabajado en la Dirección de Investigación Criminal, en la Escuela de investigación Criminal, participó en una misión de paz de Naciones Unidas en Haití y ha sido jefe de la Seccional de Investigación Criminal de Cali y Bogotá, además fue comandante operativo y subcomandante del Departamento de Policía Boyacá.
En cuanto a la criminalidad tenemos claro que el delito base es el microtráfico, ahí confluyen todos los delitos como homicidios, hurtos, desplazamientos, amenazas, el consumo y distribución. Entonces, es allí donde se han enfocado todas las estrategias.
El tema del microtráfico es un asunto que hay que manejar de manera estructural porque yo puedo coger al ‘jíbaro’, que es el expendedor de la sustancia, y presentarlo al fiscal, pero ¿si no tiene la cantidad suficiente porque se dedica al narcomenudeo? El trabajo investigativo es importante para ir materializando todas las actividades criminales y así sumar todo para presentarlo ante el juez y finalmente vaya a la cárcel.
Necesariamente allí tiene que haber crimen organizado. Eso tiene una cabeza, que es a lo que se ha apuntado en los trabajos estructurales que se vienen haciendo con investigación criminal e inteligencia; la idea es hacer visible a estos delincuentes que mandan a los otros. Cuando se hace una operación y se deja fuera de circulación una banda de este tipo, llega otra a apoderarse de la zona porque ahí está el dinero.
Ya tenemos ubicados esos sitios y estamos haciendo un trabajo para visibilizar las cabezas y colocarlas en un contexto de organización criminal. Es un proceso largo que se hace de la mano con un fiscal, quien es el coordinador de la investigación.
Aquí nos encontramos con casos de intolerancia muy fuertes, de hechos de violencia intrafamiliar muy marcados y otros de sicariato, producto de esa vendetta o venganza por el microtráfico para desplazar a otros delincuentes. Aun así esto no ha sido el pico más alto, sino el tema de intolerancia, de rencillas, venganzas y unos temas sociales, que se está tratando con la administración municipal.
No hemos llegado a ese estadio de ‘fronteras invisibles’ como se ven en otras ciudades donde no se puede cruzar de una comuna a otra porque lo matan, si fuera así aquí sería casi que imposible la convivencia. Pero sí hay unos grupos delincuenciales y unas pandillas insipientes, en la que debe intervenir el Estado en todo su componente para lograr la educación ciudadana y la cultura de la legalidad. Hay que inducir a esos muchachos en el deporte, actividad en la que el departamento es potencia, ya que tiene deportistas olímpicos y campeones nacionales. A eso hay que apuntar con la juventud, la cual aquí todavía es sana y buena.
Sí es cierto es el delito que más afecta a todos los ciudadanos y el que más molestia causa. Pero en Valledupar tenemos una reducción del 42 % en hurto a residencia, del 85 % de hurto a comercio, del 85 % de hurto a persona, del 16 % de hurto a automotores y del 62 % de hurto a moto; y hay un 10 % de incremento en el abigeato.
Lo que estamos haciendo y la orden que se ha dado es capturar a todos los ‘ladronzuelos’ que se hurtan los elementos, pero acá necesariamente tiene que haber un cabecilla criminal que es quien los manda a ellos y están en la sombra, entonces hay que visibilizarlos. Cuando se capturan a estos cabecillas, se desacomoda la estructura criminal, que es lo importante.
La percepción es un tema subjetivo que está más relacionado al “voz a voz” y el malestar general ciudadano que quiere y aspira muchas cosas de su ciudad, pero que la realidad es otra.
Debemos apuntar a los cabecillas, a eliminar las estructuras del hurto que son organizadas porque un ladrón no roba en un área que no sea de su confort. Si la comunidad nos informa y da datos puntuales hacemos un trabajo estratégico de ubicar las horas, sitios con mapas de calor y hacer irrupción del delito. Estamos estructurando todas esas bandas en un organigrama y así poderlos llevar a la Fiscalía General de la Nación.
Tenemos una injerencia fuerte del ELN y de las disidencias de las Farc, que han sido contenidas por la brigada Décima del Ejército Nacional, que es una fortaleza que tenemos en el departamento. Hemos trabajado con ellos, nosotros ponemos la inteligencia y ellos la parte operativa, en ese sentido se han tenido contenidos a los delincuentes.
Están en los municipios cercanos a la Serranía del Perijá, los que están sobre la zona de la Sierra Nevada y la zona del Catatumbo con Norte de Santander.
Hemos visto algunas falencias en cuanto a la cobertura porque el Cesar es muy grande; en las fincas también se presenta, pero ahí debe haber un tema de corresponsabilidad. No es simplemente tener las vacas en el potrero y que venga el Ejército y Policía a cuidarlas para que no se las roben; no, también hay que propender por la propia seguridad.
Pero estoy seguro que con los frentes de seguridad rurales que se están fortaleciendo e implementando van ayudar mucho en tiempo real. Por eso, el gobernador nos ha dotado de unos elementos importantes de movilidad para lograr contrarrestar el actuar criminal y llegar a tiempo a atender los casos.
Por: Marllelys Salinas / EL PILÓN.
[email protected]