Wilson Peña cuenta con un gran recorrido. Integró las agrupaciones musicales más importantes de la época, destacándose las de Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Binomio de Oro, Iván Villazón, entre otras.
Wilson Peña es el personaje que conoceremos hoy. Conguero de profesión, aunque asegura que sus conocimientos en la interpretación de este instrumento se los debe al talento innato, pues no cuenta con estudios en academias, ni documentos que lo certifiquen como un profesional en su arte. Es empírico de nacimiento y dice con mucha emoción que todo lo que sabe lo aprendió viendo.
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Cuenta con un gran recorrido. Integró las agrupaciones musicales más importantes de la época, destacándose las de Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Binomio de Oro, Iván Villazón, entre otras.
“Me fui a la edad de 19 años a buscar suerte en Medellín. Allá me hospedé en casa de un colega mientras despegaba. En ese entonces yo tocaba el cencerro y mi amigo las tumbadoras. Recuerdo que en las mañanas practicábamos nuestros instrumentos y me llamaba mucho la atención el sonido de las congas”, cuenta. Peña se emociona al contar que aprendió a tocar tumbadoras viendo a su compañero hacerlo.
Entre anécdotas y vivencias, el conguero cuenta, de manera pintoresca y haciendo sonidos con su boca, la forma cómo introdujo nuevos golpes al ritmo del vallenato, tanto en el paseo como en el merengue.
“Cuando practicaba con las tumbadoras siempre me equivocaba en los golpes de paseo y paseíto, sin saber que estaba innovando en el vallenato con estos nuevos golpes”. Como si se tratara de una equivocación acertada, Wilson Peña se convirtió en el primer conguero en crear un nuevo estilo en el vallenato raizal.
El ‘Sonero Mayor’ fue el apodo con el que lo bautizó Jorge Oñate, cuenta Peña, en un estudio de grabación, cuando grabando un LP, al Jilguero de América, de manera espontánea, le salió la expresión: “Toca, sonero, toca”. Desde entonces todos los colegas del gremio musical y cantantes lo llamaron así.
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El sonero también expresó, con voz ávida y emocionada, que cuando integraba la agrupación de Diomedes Díaz vivió una gran experiencia al lado de su entonces jefe.
“Eso fue en el año de 1983, Diomedes se iba a presentar por primera vez en el Festival de Orquestas. Íbamos en el bus rumbo a Barranquilla, y Diomedes iba tarareando una canción que improvisó en el transcurso del viaje, mientras él cantaba su recién creada obra, yo desde mi puesto lo escuché y empecé a hacer sonidos con mi boca, imitando el sonido de las congas. Recuerdo que Diomedes me miró, mandó a detener el bus, y como si se tratara de una urgencia dijo que sacara las tumbadoras del maletero. Cuando subí con el instrumento sentí que Diomedes se emocionó, y cuando empecé a ejecutar las congas, tanto a Diomedes como a mí, nos invadió la emoción porque él terminó de componer su canción y yo le puse el sabor a las congas. Al final me abrazó diciendo: con mucho gusto”, relata.
Actualmente, Wilson Peña, el ‘Sonero mayor’, tiene 74 años. Afiliado a la Asociación Colombiana de Intérpretes y Productores Fonográficos, el Sonero se desempeña como profesor de percusión en la Casa de la Cultura, es integrante de los Juglares del Vallenato y en ocasiones viaja con algunas agrupaciones.
Por Katherine Yojana Sarmiento.
Wilson Peña cuenta con un gran recorrido. Integró las agrupaciones musicales más importantes de la época, destacándose las de Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Binomio de Oro, Iván Villazón, entre otras.
Wilson Peña es el personaje que conoceremos hoy. Conguero de profesión, aunque asegura que sus conocimientos en la interpretación de este instrumento se los debe al talento innato, pues no cuenta con estudios en academias, ni documentos que lo certifiquen como un profesional en su arte. Es empírico de nacimiento y dice con mucha emoción que todo lo que sabe lo aprendió viendo.
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Cuenta con un gran recorrido. Integró las agrupaciones musicales más importantes de la época, destacándose las de Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Binomio de Oro, Iván Villazón, entre otras.
“Me fui a la edad de 19 años a buscar suerte en Medellín. Allá me hospedé en casa de un colega mientras despegaba. En ese entonces yo tocaba el cencerro y mi amigo las tumbadoras. Recuerdo que en las mañanas practicábamos nuestros instrumentos y me llamaba mucho la atención el sonido de las congas”, cuenta. Peña se emociona al contar que aprendió a tocar tumbadoras viendo a su compañero hacerlo.
Entre anécdotas y vivencias, el conguero cuenta, de manera pintoresca y haciendo sonidos con su boca, la forma cómo introdujo nuevos golpes al ritmo del vallenato, tanto en el paseo como en el merengue.
“Cuando practicaba con las tumbadoras siempre me equivocaba en los golpes de paseo y paseíto, sin saber que estaba innovando en el vallenato con estos nuevos golpes”. Como si se tratara de una equivocación acertada, Wilson Peña se convirtió en el primer conguero en crear un nuevo estilo en el vallenato raizal.
El ‘Sonero Mayor’ fue el apodo con el que lo bautizó Jorge Oñate, cuenta Peña, en un estudio de grabación, cuando grabando un LP, al Jilguero de América, de manera espontánea, le salió la expresión: “Toca, sonero, toca”. Desde entonces todos los colegas del gremio musical y cantantes lo llamaron así.
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El sonero también expresó, con voz ávida y emocionada, que cuando integraba la agrupación de Diomedes Díaz vivió una gran experiencia al lado de su entonces jefe.
“Eso fue en el año de 1983, Diomedes se iba a presentar por primera vez en el Festival de Orquestas. Íbamos en el bus rumbo a Barranquilla, y Diomedes iba tarareando una canción que improvisó en el transcurso del viaje, mientras él cantaba su recién creada obra, yo desde mi puesto lo escuché y empecé a hacer sonidos con mi boca, imitando el sonido de las congas. Recuerdo que Diomedes me miró, mandó a detener el bus, y como si se tratara de una urgencia dijo que sacara las tumbadoras del maletero. Cuando subí con el instrumento sentí que Diomedes se emocionó, y cuando empecé a ejecutar las congas, tanto a Diomedes como a mí, nos invadió la emoción porque él terminó de componer su canción y yo le puse el sabor a las congas. Al final me abrazó diciendo: con mucho gusto”, relata.
Actualmente, Wilson Peña, el ‘Sonero mayor’, tiene 74 años. Afiliado a la Asociación Colombiana de Intérpretes y Productores Fonográficos, el Sonero se desempeña como profesor de percusión en la Casa de la Cultura, es integrante de los Juglares del Vallenato y en ocasiones viaja con algunas agrupaciones.
Por Katherine Yojana Sarmiento.