Esta es la historia de un técnico en refrigeración que perdió la vida a manos de la delincuencia. Por su muerte se generó un largo proceso en el que fueron sentenciados dos personas, de las cuales la familia de una de ellas insiste en que hay un inocente.
Dos sonidos que se mezclaron como uno anunciaron la tragedia: el primero provenía de Edwin Sierra Argote, quien cerró con fuerza la puerta de su casa en busca de protección, y el segundo de un disparo que accionó un delincuente que estaba justo frente de él tras haberle cometido un atraco en el barrio Nueva Esperanza de Valledupar.
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El reloj marcaba las 3:00 de la madrugada, anunciando el amanecer del 20 de mayo de 2018. Sierra Argote departía afuera de su apartamento con su hermano, Sixto Sierra, y su compañera sentimental, Jojaina Sequeda, momentos en que fueron abordados por cuatro asaltantes que se movilizaban en dos motocicletas.
Los parrilleros armados se bajaron apuntando contra ellos en el inmueble ubicado en la calle 7A con número 24 -57 del sector, estando dentro de la vivienda, uno de los sujetos se acercó a Sixto Sierra para despojarlo de un reloj y un celular, además de golpearlo en la cabeza. Mientras que a Edwin Sierra le quitaron la billetera con dinero, un celular y las llaves con el control de su carro.
“Golpean a los dos hombres (los hermanos), diciéndoles que no miren, procediendo a salir, en ese momento realizan un disparo hacia el apartamento sin impactar en ninguna persona, solo en la pared de una habitación; los asaltantes salen de la vivienda”, reza el expediente. Es en ese instante que el técnico en refrigeración cerró de un tajo la puerta, se escucha el segundo disparo que pega en el portón metálico e impacta sobre su humanidad en el abdomen.
A pesar de la herida, la inconformidad lo impulsó a perseguir a los atracadores, pero en el intento se desmayó en la mitad de la vía pública. Lo llevaron a la Clínica Erasmo donde confirmaron la muerte.
El hombre de 33 años fue víctima de una noche de ‘ruletazo’, un neologismo creado en la jerga delincuencial usado para describir las salidas a las calles de la ciudad a robar. Por lo menos así lo explicó a las autoridades, Jhonatan Ospino Mendoza, uno de los condenados por este caso. Él de 28 años de edad fue capturado por orden judicial en su lugar de residencia en el barrio Bella Vista, el 22 de junio de 2018.
Horas antes también aprehendieron a José Luis Batista Palomino, de 24 años, en la Clínica de Fracturas donde estaba por un accidente.
El 22 de octubre de 2018, la Fiscalía 9 seccional en audiencia acusó a Jhonatan Ospino y José Luis Batista de los delitos de homicidio agravado, hurto calificado agravado y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
El 15 de agosto de 2019 en un interrogatorio ordenado por Fiscalía 16 seccional, Jhonatan Ospino contó la manera en que presuntamente ocurrió el asesinato y dio a conocer que José Luis Ospino no tenía nada que ver con este.
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Manifestó que ese día departió con unos amigos en un establecimiento comercial, ubicado por el sector de ‘Los tres postes’, y que posteriormente se marchó en moto con ‘Kei’. Agregó que cuando estaban en un local comercial de La Nevada se encontró con ‘Lucho’ y ‘Keiner’.
“Lucho me dice vamos hacer un ‘ruletazo’ y le dije esa ‘maricá’ a mí no me gusta, pero me dice Kei, el que venía conmigo: ‘te acuerdas del man ese que cuando veníamos estaba compartiendo en una casa’. Yo dije ‘Lucho vamos y te das cuenta’. Y aclaro que no voy a ‘ruletear’”, relató en la diligencia.
Continuó diciendo que salieron las dos motos por la parte de atrás de la casa de la justicia de La Nevada, que pasaron por La Ceiba, Altagracia y Nueva Esperanza.
“Voy enfocado al punto que iba por la misma calle, pero más allá del Pompi, esta es una tienda en la esquina de la calle. Paso por donde unas personas que están recogiendo unas sillas, iba como a 50 metros de distancia de la moto de donde venía ‘Lucho’ y Keiner, escucho el ruido de la moto que venía detrás y freno en la esquina después donde pasan los hechos. Veo cuando ‘Lucho’ se baja de la moto y comienza a atracar a esas personas que están allí, afuera de la casa había un carro Chevrolet Aveo, color negro y una moto, están parqueadas ahí”, aseveró.
Precisó, además, que vio cuando ‘Lucho’ entró a alguien a la casa y que al montarse a la moto, detrás de él venían como tres personas corriendo, escucha el disparo y un hombre cae.
Durante las indagaciones preliminares los señalados por Ospino Mendoza fueron identificados como Luis Ángel Bejarano Torres, alias ‘Lucho’; Keiner Carrillo y Keiner Orozco. Los tres tienen un proceso preliminar que cursa en la Fiscalía 9 seccional.
EL PILÓN conoció que Luis Bejarano tiene anotaciones como indiciado por hurto y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego. Además en el mes de agosto de 2019 lo capturaron tras ser golpeado por la comunidad por un presunto robo en el barrio Arizona de Valledupar. Después salió en libertad y en el mes de noviembre de 2020 nuevamente fue capturado por hurto en Aguachica.
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La familia de José Luis Batista insiste en que él es inocente de los cargos endilgado por el organismo investigador. “Él (Jhonatan Ospino) me dijo ‘estese tranquila que su hijo no tiene nada que ver, me dijo en su debido tiempo le voy a decir a la Fiscalía quiénes fueron los verdaderos responsables’, pero en ese entonces tenía un abogado que le decía que no dijera nada. Lo hizo en un interrogatorio y ha venido expresando desde el mismo instante que mi hijo no tiene nada que ver, entonces por qué no hacerle caso si acepta que estuvo en el sitio y no lo ha negado”, precisó Luis Marina Palomino, madre del procesado.
La Fiscalía 16 seccional llevó a juicio a Jhonatan Ospino y José Luis Batista con más de cinco elementos materiales probatorios. Uno de los de mayor peso fue el testimonio de Sixto Sierra, hermano de la víctima, quien en álbum fotográfico y en juicio reconoció a los detenidos como los dos atracadores que se bajaron de la moto.
En ese sentido, el Juzgado Primero Penal del Circuito con función de Conocimiento los condenó a 586 meses de prisión (48 años). En la sentencia la juez Rosario Villalobos consideró que no había razones para declarar que el hermano de la víctima señaló falsamente a los responsables. Al respecto, de las declaraciones de Ospino aseguró que eran incoherentes y contradictorias.
“Esperábamos que la juez pudiera entender jurídicamente que Juan Bautista no participó en los hechos y que con respecto a la condena de Jhonatan Ospino por haber incitado a dar un ‘ruletazo’ tuviera una pena menor por la participación. Frente a los hechos consideramos que hay dos injusticias: la primera haber condenado a José Luis Batista Palomino en algo que no cometió y dos haberle colocado una pena tan alta a quién colaboró con la justicia para que vincularan a los que participaron”, manifestó Luis Alfonso Freite Mendoza, abogado defensor de Jhonatan Ospino.
La defensa representada por Luis Alfonso Freite y Freddy Gutiérrez Nieves interpuso recurso de apelación contra la sentencia. El 12 de agosto de 2020 el Tribunal Superior del Distrito Judicial de la ciudad confirmó la sentencia en primera instancia bajo el argumento que la defensa no demostró lo referenciado.
“Si en este caso en particular el procesado Jhonatan Ospino Mendoza había manifestado en un interrogatorio que la persona que le causó la muerte a Edwin Rafael Sierra Argote fue Luis Alberto Bejarano Torres, tal afirmación no obligaba a la Fiscalía a realizar un despliegue investigativo para confirmar tal aseveración, cuando para entonces ya se había logrado averiguar que los coautores de las conductas punibles investigadas respondían a los nombres de Jhonatan Ospino Mendoza y José Luís Batista Palomino; se habían recaudado elementos probatorios que así lo indicaban, especialmente la exposición previa del testigo presencial de los hechos, Sixto Rafael Sierra Argote”, reza la providencia del tribunal cuyo magistrado ponente fue Edwar Martínez Pérez.
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Reprochó el hecho de que la defensa no incorporara en el juicio la entrevista de Jhonatan Ospino y solo optara por ofrecer su testimonio.
Ahora los abogados están en proceso de un recurso de casación en la Corte Suprema y en el último caso imponer una acción de demanda de revisión.
Por: Marllelys Salinas / EL PILÓN.
[email protected]
Esta es la historia de un técnico en refrigeración que perdió la vida a manos de la delincuencia. Por su muerte se generó un largo proceso en el que fueron sentenciados dos personas, de las cuales la familia de una de ellas insiste en que hay un inocente.
Dos sonidos que se mezclaron como uno anunciaron la tragedia: el primero provenía de Edwin Sierra Argote, quien cerró con fuerza la puerta de su casa en busca de protección, y el segundo de un disparo que accionó un delincuente que estaba justo frente de él tras haberle cometido un atraco en el barrio Nueva Esperanza de Valledupar.
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El reloj marcaba las 3:00 de la madrugada, anunciando el amanecer del 20 de mayo de 2018. Sierra Argote departía afuera de su apartamento con su hermano, Sixto Sierra, y su compañera sentimental, Jojaina Sequeda, momentos en que fueron abordados por cuatro asaltantes que se movilizaban en dos motocicletas.
Los parrilleros armados se bajaron apuntando contra ellos en el inmueble ubicado en la calle 7A con número 24 -57 del sector, estando dentro de la vivienda, uno de los sujetos se acercó a Sixto Sierra para despojarlo de un reloj y un celular, además de golpearlo en la cabeza. Mientras que a Edwin Sierra le quitaron la billetera con dinero, un celular y las llaves con el control de su carro.
“Golpean a los dos hombres (los hermanos), diciéndoles que no miren, procediendo a salir, en ese momento realizan un disparo hacia el apartamento sin impactar en ninguna persona, solo en la pared de una habitación; los asaltantes salen de la vivienda”, reza el expediente. Es en ese instante que el técnico en refrigeración cerró de un tajo la puerta, se escucha el segundo disparo que pega en el portón metálico e impacta sobre su humanidad en el abdomen.
A pesar de la herida, la inconformidad lo impulsó a perseguir a los atracadores, pero en el intento se desmayó en la mitad de la vía pública. Lo llevaron a la Clínica Erasmo donde confirmaron la muerte.
El hombre de 33 años fue víctima de una noche de ‘ruletazo’, un neologismo creado en la jerga delincuencial usado para describir las salidas a las calles de la ciudad a robar. Por lo menos así lo explicó a las autoridades, Jhonatan Ospino Mendoza, uno de los condenados por este caso. Él de 28 años de edad fue capturado por orden judicial en su lugar de residencia en el barrio Bella Vista, el 22 de junio de 2018.
Horas antes también aprehendieron a José Luis Batista Palomino, de 24 años, en la Clínica de Fracturas donde estaba por un accidente.
El 22 de octubre de 2018, la Fiscalía 9 seccional en audiencia acusó a Jhonatan Ospino y José Luis Batista de los delitos de homicidio agravado, hurto calificado agravado y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
El 15 de agosto de 2019 en un interrogatorio ordenado por Fiscalía 16 seccional, Jhonatan Ospino contó la manera en que presuntamente ocurrió el asesinato y dio a conocer que José Luis Ospino no tenía nada que ver con este.
No dejes de leer: La condenaron por desviar recursos a campaña política de Oneida Pinto
Manifestó que ese día departió con unos amigos en un establecimiento comercial, ubicado por el sector de ‘Los tres postes’, y que posteriormente se marchó en moto con ‘Kei’. Agregó que cuando estaban en un local comercial de La Nevada se encontró con ‘Lucho’ y ‘Keiner’.
“Lucho me dice vamos hacer un ‘ruletazo’ y le dije esa ‘maricá’ a mí no me gusta, pero me dice Kei, el que venía conmigo: ‘te acuerdas del man ese que cuando veníamos estaba compartiendo en una casa’. Yo dije ‘Lucho vamos y te das cuenta’. Y aclaro que no voy a ‘ruletear’”, relató en la diligencia.
Continuó diciendo que salieron las dos motos por la parte de atrás de la casa de la justicia de La Nevada, que pasaron por La Ceiba, Altagracia y Nueva Esperanza.
“Voy enfocado al punto que iba por la misma calle, pero más allá del Pompi, esta es una tienda en la esquina de la calle. Paso por donde unas personas que están recogiendo unas sillas, iba como a 50 metros de distancia de la moto de donde venía ‘Lucho’ y Keiner, escucho el ruido de la moto que venía detrás y freno en la esquina después donde pasan los hechos. Veo cuando ‘Lucho’ se baja de la moto y comienza a atracar a esas personas que están allí, afuera de la casa había un carro Chevrolet Aveo, color negro y una moto, están parqueadas ahí”, aseveró.
Precisó, además, que vio cuando ‘Lucho’ entró a alguien a la casa y que al montarse a la moto, detrás de él venían como tres personas corriendo, escucha el disparo y un hombre cae.
Durante las indagaciones preliminares los señalados por Ospino Mendoza fueron identificados como Luis Ángel Bejarano Torres, alias ‘Lucho’; Keiner Carrillo y Keiner Orozco. Los tres tienen un proceso preliminar que cursa en la Fiscalía 9 seccional.
EL PILÓN conoció que Luis Bejarano tiene anotaciones como indiciado por hurto y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego. Además en el mes de agosto de 2019 lo capturaron tras ser golpeado por la comunidad por un presunto robo en el barrio Arizona de Valledupar. Después salió en libertad y en el mes de noviembre de 2020 nuevamente fue capturado por hurto en Aguachica.
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La familia de José Luis Batista insiste en que él es inocente de los cargos endilgado por el organismo investigador. “Él (Jhonatan Ospino) me dijo ‘estese tranquila que su hijo no tiene nada que ver, me dijo en su debido tiempo le voy a decir a la Fiscalía quiénes fueron los verdaderos responsables’, pero en ese entonces tenía un abogado que le decía que no dijera nada. Lo hizo en un interrogatorio y ha venido expresando desde el mismo instante que mi hijo no tiene nada que ver, entonces por qué no hacerle caso si acepta que estuvo en el sitio y no lo ha negado”, precisó Luis Marina Palomino, madre del procesado.
La Fiscalía 16 seccional llevó a juicio a Jhonatan Ospino y José Luis Batista con más de cinco elementos materiales probatorios. Uno de los de mayor peso fue el testimonio de Sixto Sierra, hermano de la víctima, quien en álbum fotográfico y en juicio reconoció a los detenidos como los dos atracadores que se bajaron de la moto.
En ese sentido, el Juzgado Primero Penal del Circuito con función de Conocimiento los condenó a 586 meses de prisión (48 años). En la sentencia la juez Rosario Villalobos consideró que no había razones para declarar que el hermano de la víctima señaló falsamente a los responsables. Al respecto, de las declaraciones de Ospino aseguró que eran incoherentes y contradictorias.
“Esperábamos que la juez pudiera entender jurídicamente que Juan Bautista no participó en los hechos y que con respecto a la condena de Jhonatan Ospino por haber incitado a dar un ‘ruletazo’ tuviera una pena menor por la participación. Frente a los hechos consideramos que hay dos injusticias: la primera haber condenado a José Luis Batista Palomino en algo que no cometió y dos haberle colocado una pena tan alta a quién colaboró con la justicia para que vincularan a los que participaron”, manifestó Luis Alfonso Freite Mendoza, abogado defensor de Jhonatan Ospino.
La defensa representada por Luis Alfonso Freite y Freddy Gutiérrez Nieves interpuso recurso de apelación contra la sentencia. El 12 de agosto de 2020 el Tribunal Superior del Distrito Judicial de la ciudad confirmó la sentencia en primera instancia bajo el argumento que la defensa no demostró lo referenciado.
“Si en este caso en particular el procesado Jhonatan Ospino Mendoza había manifestado en un interrogatorio que la persona que le causó la muerte a Edwin Rafael Sierra Argote fue Luis Alberto Bejarano Torres, tal afirmación no obligaba a la Fiscalía a realizar un despliegue investigativo para confirmar tal aseveración, cuando para entonces ya se había logrado averiguar que los coautores de las conductas punibles investigadas respondían a los nombres de Jhonatan Ospino Mendoza y José Luís Batista Palomino; se habían recaudado elementos probatorios que así lo indicaban, especialmente la exposición previa del testigo presencial de los hechos, Sixto Rafael Sierra Argote”, reza la providencia del tribunal cuyo magistrado ponente fue Edwar Martínez Pérez.
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Reprochó el hecho de que la defensa no incorporara en el juicio la entrevista de Jhonatan Ospino y solo optara por ofrecer su testimonio.
Ahora los abogados están en proceso de un recurso de casación en la Corte Suprema y en el último caso imponer una acción de demanda de revisión.
Por: Marllelys Salinas / EL PILÓN.
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