Después de la publicación del diario EL Espectador en la que algunas familias mostraron inconformidad por no tener los restos de sus seres queridos presentados como posibles ‘falsos positivos’ del Ejército y que fueron enterrados en una fosa común de Jardines del Ecce Homo, el delegado episcopal para los cementerios arquidiocesanos de Valledupar comunicó que están abiertos para cualquier investigación que requieran adelantar en el campo santo.

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Así lo indicó el sacerdote Iver De la Cruz, quien ostenta ese cargo, en una declaración a los medios de comunicación desde la Catedral Santo Ecce Homo de la ciudad.

“Evidentemente es a la Fiscalía a quien tendrán que acudir y si tienen que hacer algún proceso de investigación en nuestro cementerio, ciertamente tenemos las puertas abiertas pero no nos corresponde a nosotros abrir una bóveda sin el debido permiso y proceso correspondiente”, acotó el religioso.

Explicó además que solamente hasta el 2007 en el cementerio Central los cuerpos no identificados (N.N.) eran pasados a fosas comunes, puesto que, el Estado colombiano a partir de la fecha dispuso que esa práctica no se aplicara a estos. Situación que ocasionó que este tenga una bóveda especial para los N.N. donde actualmente hay entre 90 a 100 cuerpos.

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Los que aseguran tener a sus seres queridos en fosas comunes son las familias de Orlando Villareal Cortés, Carlos Alberto Castro Aguirre, Edgar Beltrán Hurtado, entre otros, quienes fueron asesinados y presuntamente presentados como dados de baja en combate por el Batallón de Artillería N°2 La Popa de la Décima Brigada del Ejército Nacional.

De acuerdo a lo manifestado al medio nacional, ellos mediante varias acciones legales han tratado de buscar justicia y honrar la memoria de sus parientes pero que hasta el momento no exhuman los restos.

Particularmente la familia Villarreal Cortés aseguró que tiempo atrás en el cementerio Jardines del Ecce Homo le confirmaron que Orlando Villarreal se encontraba en la bóveda 617 y que posteriormente fue pasado a la fosa común número siete.

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Al respecto, el padre Iver De la Cruz aclaró que por el cementerio han pasado muchas personas fallecidas y que las bóvedas son usadas por contrato de arrendamiento.

“Evidentemente que estos cuerpos tienen que pasar a fosas comunes según lo contratado o pactado desde el principio al momento de usar la bóveda. Por tanto en estas fosas reposan restos de personas que son ciertamente identificadas y sepultadas de manera normal”, dijo De la Cruz.