Eneida Epiayú fue atacada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta.
En medio de un acto sicarial ocurrido en la tarde de ayer, fue ultimada a tiros la conocida líder indígena wayuu Eneida Epiayú, cuando almorzaba en un restaurante del municipio de Riohacha, La Guajira.
El hecho se presentó en un establecimiento comercial situado en la carrera 15 con calle 12, sobre la conocida ‘avenida de los estudiantes’, a pocos metros de la Institución Educativa Almirante Padilla.
Según lo indicado por testigos del hecho, la fémina fue abordada intempestivamente por un sujeto que llegó al lugar en una motocicleta, acompañado de otro hombre, y tras descender del vehículo abrió fuego contra los comensales del recinto y rápidamente subió al rodante para darse a la huida con su secuaz, dirigiéndose hacia el sur de esa capital.
Las heridas que le dejaron los disparos le causaron la muerte inmediata a la indígena oriunda del municipio de Manaure (La Guajira), mientras que dos personas identificadas como Jeison Enrique Peña Brito y Jorgelis González Redondo, y un menor de edad que es nieto de la propietaria del local, terminaron lesionados por el ataque.
Poco después del hecho, uniformados de la Policía Nacional hicieron presencia en ese sitio para tomar control de la situación y realizar las indagaciones preliminares, en tanto que los afectados fueron trasladados de urgencia a diferentes centros asistenciales de Riohacha, para recibir la atención medica que requerían.
Algunos de los presentes manifestaron que, aparentemente, el atentado criminal iba dirigido a la hoy occisa, dado que el sicario se situó justo frente a ella y le propinó los disparos a una corta distancia. Sin embargo, dicha información es materia de investigación para las autoridades.
Funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía, también hicieron presencia en el lugar donde ocurrió el crimen, con el propósito de realizar la inspección técnica al cadáver de la mujer.
No obstante, dicho procedimiento no pudo efectuarse dado que parientes de la víctima no les permitieron hacer la dirigencia, y ciñéndose a sus tradiciones, recogieron el cuerpo y se lo llevaron para su comunidad.
Eneida Epiayú fue atacada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta.
En medio de un acto sicarial ocurrido en la tarde de ayer, fue ultimada a tiros la conocida líder indígena wayuu Eneida Epiayú, cuando almorzaba en un restaurante del municipio de Riohacha, La Guajira.
El hecho se presentó en un establecimiento comercial situado en la carrera 15 con calle 12, sobre la conocida ‘avenida de los estudiantes’, a pocos metros de la Institución Educativa Almirante Padilla.
Según lo indicado por testigos del hecho, la fémina fue abordada intempestivamente por un sujeto que llegó al lugar en una motocicleta, acompañado de otro hombre, y tras descender del vehículo abrió fuego contra los comensales del recinto y rápidamente subió al rodante para darse a la huida con su secuaz, dirigiéndose hacia el sur de esa capital.
Las heridas que le dejaron los disparos le causaron la muerte inmediata a la indígena oriunda del municipio de Manaure (La Guajira), mientras que dos personas identificadas como Jeison Enrique Peña Brito y Jorgelis González Redondo, y un menor de edad que es nieto de la propietaria del local, terminaron lesionados por el ataque.
Poco después del hecho, uniformados de la Policía Nacional hicieron presencia en ese sitio para tomar control de la situación y realizar las indagaciones preliminares, en tanto que los afectados fueron trasladados de urgencia a diferentes centros asistenciales de Riohacha, para recibir la atención medica que requerían.
Algunos de los presentes manifestaron que, aparentemente, el atentado criminal iba dirigido a la hoy occisa, dado que el sicario se situó justo frente a ella y le propinó los disparos a una corta distancia. Sin embargo, dicha información es materia de investigación para las autoridades.
Funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía, también hicieron presencia en el lugar donde ocurrió el crimen, con el propósito de realizar la inspección técnica al cadáver de la mujer.
No obstante, dicho procedimiento no pudo efectuarse dado que parientes de la víctima no les permitieron hacer la dirigencia, y ciñéndose a sus tradiciones, recogieron el cuerpo y se lo llevaron para su comunidad.