Agentes de la Policía Judicial y forenses del CTI de la Fiscalía intentan desde hace cinco días desbloquear los dos celulares iPhone que hallaron en la celda donde se encontraba recluida la excongresista fugitiva Aida Merlano, en la cárcel El Buen Pastor en Bogotá, y también de la decena de celulares que fueron decomisados en la inspección realizada a la residencia de Merlano donde se encontraba la hija el día que fue capturada.

La requisa se dio después que se conociera el video en el que la atractiva mujer descendiera por una soga desde el centro médico de la Sabana en el norte de la capital de la República, del cual se fugó en una motocileta.

En las investigaciones está relacionada una reclusa identificada como Jazmín Becerra, quien es condenada por el fraude a la Dian, reveló que una expareja de Merlano ingresó al penal sin estar autorizado y, con la excusa de visitar a otra privada de la libertad de nombre Margarita Díaz Martínez, se llevó las pertenencias de la fugitiva.

Agregó que oyó a la reclusa Tatiana Oliveros hablar por teléfono y decir que ya le habían consignado 10 millones de pesos a una guardiana por llevar la soga usada en la fuga. De hecho, dijo que el motociclista con el que huyó Merlano tiene la misma contextura de Jacob, el hombre que la visitó.
Pero hay testigos que dicen que el jefe de seguridad de la cárcel de mujeres, David Álvarez, fue quien presionó para que Merlano fuera trasladada a su última sesión de diseño de sonrisa. Por eso fue suspendido y está en la mira de la Fiscalía.

Por lo que se espera para este lunes nuevas órdenes de captura y la definición de la situación de otras personas que acompañaron a Merlano el día y semanas antes de su escape.