En un pueblo lejano, un joven pintor ganó un premio muy famoso en un torneo de pintores con su pintura flor carmesí que es un campo de flores que crecían cerca del pueblo donde vivía, con esa pintura ganó fama debido a las buenas críticas sobre ella, todo el mundo esperaba por su siguiente obra pero el pintor tenía miedo de que la próxima no esté a la altura de lo esperado, esa idea le llenó de mucho estrés impidiéndole encontrar una fuente de inspiración, así que decidió volver a su pueblo natal ya que ahí él consiguió la musa para terminar su primera pintura, así que él se dirigió hacia su pueblo a buscar ideas para la siguiente, una vez allí el noto que en la entrada del pueblo había un campo de girasoles que miraban en dirección hacia el sol, una vez llegado al pueblo toda la gente lo felicito por su pintura y le dijeron que estaban ansiosos por una nueva, él asintió y se dirigió hacia su casa y pensó que podría pintar algo que superara la anterior pero el pintor no estaba para nada inspirado todo lo contrario él estaba estresado por la idea de decepcionar a la gente del pueblo con su nueva pintura y así siguió 3 días sin pintar nada hasta una noche que no podía dormir, recordó el campo de girasoles en la entrada del pueblo, pensó que tal vez podría ser la inspiración que buscaba, así que se dirigió hacia allá y una vez ahí encontró a una niña paseándose por ese lugar.

Curioso se acerca para preguntarle quién era y que hacia allí pero ella se giró y le pregunta primero, entonces le respondió, soy un pintor que ha perdido la inspiración, así que este le devuelve la pregunta ¿Quién eres? la niña respondió soy un girasol que viene del espacio exterior, entonces ella corrió hacia la montaña y el pintor la siguió por tal afirmación, cuando terminó la persecución él se encontraba en un campo, donde podía ver todas las estrellas en el cielo, fascinado por el paisaje ante sus ojos empieza a pintar como si su vida dependiera de ello, olvidándose de la ella.

El pintor terminó su obra la cual superó a la anterior pero todavía se preguntaba sobre aquella niña que le mostró el campo estrellado esa noche ¿era real o una ilusión? nunca lo supo, pero lo que si sabía era que su nueva pintura era un éxito la cual se titula: la niña girasol y el campo estrellado.

Por: Jesús Rodrigo Toro Navarro – Colegio Joaquín Ochoa Maestre.