La exministra de Cultura y también del Relaciones Exteriores, actual gerente de Transmilenio, dialogó con EL PILÓN sobre la importancia del transporte y la movilidad planificados y su relación con el desarrollo de las ciudades.
De la gestión de la vallenata, la exministra María Consuelo Araújo, junto con su equipo de trabajo, dependen millones de personas al día que se desplazan en el transporte público de la inmensa Bogotá, una ciudad que habitan ciudadanos de toda Colombia y no pocos extranjeros.
Está al frente de Transmilenio, que mueve los largos buses rojos de carril exclusivo y los buses del Sitp, sistema integrado que se desplaza por las calles y barrios próximos y lejanos; ahora, también opera el recién inaugurado Transmicable, cable aéreo que transporta en el sur de la metrópoli.
Un cargo de alta complejidad, estrés, decisiones difíciles, gran responsabilidad, expuesto a la permanente opinión y evaluación ciudadana. La sola renovación del parque de los buses rojos el año pasado representó una inversión de varios billones de pesos.
EL PILON llegó hasta ella, con ocasión de que se hizo aún más visible al firmar un acuerdo con los operadores que permite la sostenibilidad del Sitp y el ingreso al servicio de la primera gran flota de buses bi-articulados a gas y con tecnología diésel de mínima emisión, y con el fin de poner de presente la importancia de la movilidad en todas nuestras ciudades.
Como en nuestro Valledupar, en donde la nación, municipio y departamento vienen construyendo infraestructura vial y en la que ya se pregunta la gente sobre cuándo se verán rodar los prometidos nuevos buses.
Con la amabilidad que la caracteriza, nos dice ‘no olvido a mi Valledupar’, atendió 10 preguntas de EL PILÓN:
¿Cómo ve el desempeño del sistema Transmilenio, como ejemplo que se expone a nivel internacional?
Transmilenio fue creado hace 20 años y ha servido de inspiración a más de 300 ciudades en el mundo. Es el sistema de buses de tránsito rápido más grande del planeta, moviendo más de 2.5 millones de viajes todos los días. En encuentros especializados de transporte, permanentemente Transmilenio es ejemplo de eficiencia y capacidad operacional.
Su experiencia en cultura y en protección social en el distrito capital, antes de llegar al actual cargo, ¿cómo la ha ayudado a sortear un sistema del que se sirven millones de ciudadanos pero cuyo umbral de satisfacción siempre es bajo. ¿Cómo lograr una tranquila y feliz ‘cultura transmilenio’?
He tenido el privilegio de trabajar en la administración distrital de Bogota durante mas de ocho años en distintos sectores; el ambiental, el cultural, el social y ahora en el sector transporte. Esto me ha dado la oportunidad de conocer y entender los retos complejos que tiene administrar una ciudad como la capital de Colombia.
Considero esencial equilibrar una clara visión estratégica de ciudad que permita alcanzar la equidad entre localidades, mientras se gestionan las metas de corto plazo de la mano de la ciudadanía. En el caso de Transmilenio es indispensable valerse de una capacidad de respuesta casi inmediata a las solicitudes de los usuarios. Hemos generado un equipo de más de 500 colaboradores que desde las estaciones y portales nos permiten reaccionar muy rápidamente al dialogo con la ciudadanía.
La vimos contenta en televisión observando los nuevos buses en las calles. ¿Un esfuerzo que da frutos?
La renovación de la flota de buses del sistema troncal fue un proyecto difícil en su estructuración, licitación e implementación. La tarea tenía que haberse adelantado hacía ocho años y no haberlo hecho castigó mucho la percepción de los usuarios con respecto al servicio que prestamos.
La fase de estructuración planteaba el reto de superar la necesidad de financiar una operación de más de 7 billones de pesos sin la participación de la banca colombiana, teníamos que comprar 1.441 buses de tecnologías limpias y garantizar su operación durante 10 años. Se construyó un modelo innovador que garantizó los cierres financieros antes de la firma de contratos.
La implementación ha consistido en renovar la infraestructura de patios e ir reemplazando 1.160 buses que serán chatarrizados por los nuevos que deberán entrar en un plazo de un año, sin suspender un solo día el servicio público esencial del transporte.
Haber tenido la oportunidad de pasar de diseñar el proyecto a ver los buses rodando por las troncales solo me puede dar una inmensa ale gría y especial gratitud por la confianza depositada en mí por el alcalde Enrique Peñalosa.
¿Cómo es la estrategia de comunicación para mostrar resultados, orientar al usuario y tramitar las quejas?
La empresa cuenta con una subgerencia de comunicaciones y servicio al usuario del más alto nivel jerárquico en la organización que posiciona en el equipo la necesidad de priorizar en la atención a usuarios y comunicación pública.
En Transmilenio estas son tareas estratégicas que se miden periódicamente y a las cuales se les asignan presupuestos importantes. Nuestro empeño es reposicionar a Transmilenio como patrimonio de los bogotanos que genere nuevamente sentido de pertenencia y orgullo de los usuarios y así garantizar la sostenibilidad del sistema.
Avanza la incorporación de buses a gas y eléctricos. Recientemente la ley obliga a que por lo menos la décima parte de los buses de servicio público de transporte urbano sean eléctricos. ¿Cómo se hace más sostenible el transporte?
Esta semana empezaron a rodar 140 buses a gas natural de 741 que se adquirieron en la licitación de renovación de flota. El 51 % de la nueva flota es de esta tecnología y estándar Euro VI. Ya anunciamos la licitación para comprar 600 buses eléctricos para el SITP zonal. Tendremos la flota eléctrica más grande de Latinoamérica. El ascenso tecnológico y el compromiso con la calidad del aire de Transmilenio en la era Peñalosa no es retórico, es comprobable a través de los resultados.
¿Es cierto que más bogotanos andan a pie, en bicicleta, en patinetas y hasta en motos y que Transmilenio bajaría relativamente su participación en el transporte de la gente?
La visión que tenemos en esta administración es la de un sistema de transporte intermoSi bien Transmilenio fue pionero y modelo para los que vinieron después, también ha recogido las experiencias valiosas de sistemas más jóvenes”. dal y sostenible, que integra 2.200 buses en carriles exclusivos, más de 6.000 buses del Sitp zonal, transmicable, viajes en bicicleta y el Metro que ya se encuentra en licitación.
Los distintos modos no compiten, se complementan para garantizar distintas alternativas que lleven a los ciudadanos en viajes eficientes y seguros. Las bicicletas, por ejemplo, se integran al sistema con más de 5.000 bici-parqueaderos cuyo costo está incluido en el valor de pasaje y esas bicicletas también sirven de “alimentadores” a las estaciones y portales. En total hablamos de más de 4 millones de viajes al día.
Los sistemas de tarifas del transporte masivo son deficitarios contra costos operacionales. De hecho la nación contribuye a paliar el déficit en las principales ciudades cubriendo en parte la financiación de infraestructura. ¿Cómo cubre Bogotá la brecha entre el costo de operación y la remuneración efectiva de la tarifa? ¿Nos podría explicar?
La diferencia entre lo que pagan los usuarios por concepto de pasaje y lo que realmente cuesta moverlos lo paga el distrito mediante el Fondo de Estabilización Tarifaria -FET. Este fondo se nutre de recursos propios de Bogota, como impuestos, y nuevas fuentes que se crearon en la ley del Plan de Desarrollo del presidente Ivan Duque como el cobro de parqueo en vía, el 60 % de las multas de tránsito y la compensación por pico y placa , entre otros.
¿Qué enseñanzas da Bogotá a los otros sistemas de Cali, Medellín, Barranquilla o Cartagena, de carril exclusivo y separado, y cuáles recibe de ellos?
Contamos con un mecanismo de diálogo permanente liderado por el Ministerio de Transporte en el que confluyen todos los sistemas de transporte masivo del país- SIMUS. Los aprendizajes son muchos y de doble vía. Si bien Transmilenio fue pionero y modelo para los que vinieron después, también ha recogido las experiencias valiosas de sistemas más jóvenes. Cito dos ejemplos.
La cultura ciudadana del sistema Transcaribe en Cartagena es realmente inspiradora, los usuarios hacen filas y prácticamente no existe evasión de pago de pasajes. El caso del Mío en Cali para resolver las controversias con el acompañamiento de la Procuraduría General nos dio muchos aprendizajes que luego capitalizamos en el proceso de salvamento del SITP.
En las ciudades intermedias, y de clima cálido, como Valledupar, Santa Marta o Montería, o Neiva en el interior, se implementan buses pero sin carril exclusivo y separado, se afectan por el mototaxismo, ¿cómo piensa que se puede competir en comodidad y tarifa?
Los carriles exclusivos son las únicas herramientas que permiten garantizar tiempos predecibles de viajes a bajo costo. El llamado BRT, de rápido tránsito, es eficiente y flexible .Mi recomendación es considerar alternativas de intermodalidad que garanticen sistemas sostenibles en términos económicos y ambientales.
Su experiencia con el Sitp indica que esos buses que se mueven sin carriles exclusivos son de empresas que mu chas veces no aseguran sus finanzas y sostenibilidad, y le toca al municipio a salir a resolver, ¿qué se puede esperar para ciudades pequeñas como Valledupar?
La infraestructura de movilidad y transporte es parte esencial del ordenamiento territorial urbano y debe diseñarse de manera prospectiva. No podemos dejar llegar el problema del exceso de tráfico para pensar en soluciones.
Hay que diseñar planes maestros, dejar los trazados, planear las inversiones y garantizar su ejecución mas allá de las banderas políticas y el periodo de ejercicio de los gobernantes. Estos son procesos de largo plazo y deben contar con compromiso ciudadano. La movilidad es la columna vertebral de la productividad en las ciudades.
La exministra de Cultura y también del Relaciones Exteriores, actual gerente de Transmilenio, dialogó con EL PILÓN sobre la importancia del transporte y la movilidad planificados y su relación con el desarrollo de las ciudades.
De la gestión de la vallenata, la exministra María Consuelo Araújo, junto con su equipo de trabajo, dependen millones de personas al día que se desplazan en el transporte público de la inmensa Bogotá, una ciudad que habitan ciudadanos de toda Colombia y no pocos extranjeros.
Está al frente de Transmilenio, que mueve los largos buses rojos de carril exclusivo y los buses del Sitp, sistema integrado que se desplaza por las calles y barrios próximos y lejanos; ahora, también opera el recién inaugurado Transmicable, cable aéreo que transporta en el sur de la metrópoli.
Un cargo de alta complejidad, estrés, decisiones difíciles, gran responsabilidad, expuesto a la permanente opinión y evaluación ciudadana. La sola renovación del parque de los buses rojos el año pasado representó una inversión de varios billones de pesos.
EL PILON llegó hasta ella, con ocasión de que se hizo aún más visible al firmar un acuerdo con los operadores que permite la sostenibilidad del Sitp y el ingreso al servicio de la primera gran flota de buses bi-articulados a gas y con tecnología diésel de mínima emisión, y con el fin de poner de presente la importancia de la movilidad en todas nuestras ciudades.
Como en nuestro Valledupar, en donde la nación, municipio y departamento vienen construyendo infraestructura vial y en la que ya se pregunta la gente sobre cuándo se verán rodar los prometidos nuevos buses.
Con la amabilidad que la caracteriza, nos dice ‘no olvido a mi Valledupar’, atendió 10 preguntas de EL PILÓN:
¿Cómo ve el desempeño del sistema Transmilenio, como ejemplo que se expone a nivel internacional?
Transmilenio fue creado hace 20 años y ha servido de inspiración a más de 300 ciudades en el mundo. Es el sistema de buses de tránsito rápido más grande del planeta, moviendo más de 2.5 millones de viajes todos los días. En encuentros especializados de transporte, permanentemente Transmilenio es ejemplo de eficiencia y capacidad operacional.
Su experiencia en cultura y en protección social en el distrito capital, antes de llegar al actual cargo, ¿cómo la ha ayudado a sortear un sistema del que se sirven millones de ciudadanos pero cuyo umbral de satisfacción siempre es bajo. ¿Cómo lograr una tranquila y feliz ‘cultura transmilenio’?
He tenido el privilegio de trabajar en la administración distrital de Bogota durante mas de ocho años en distintos sectores; el ambiental, el cultural, el social y ahora en el sector transporte. Esto me ha dado la oportunidad de conocer y entender los retos complejos que tiene administrar una ciudad como la capital de Colombia.
Considero esencial equilibrar una clara visión estratégica de ciudad que permita alcanzar la equidad entre localidades, mientras se gestionan las metas de corto plazo de la mano de la ciudadanía. En el caso de Transmilenio es indispensable valerse de una capacidad de respuesta casi inmediata a las solicitudes de los usuarios. Hemos generado un equipo de más de 500 colaboradores que desde las estaciones y portales nos permiten reaccionar muy rápidamente al dialogo con la ciudadanía.
La vimos contenta en televisión observando los nuevos buses en las calles. ¿Un esfuerzo que da frutos?
La renovación de la flota de buses del sistema troncal fue un proyecto difícil en su estructuración, licitación e implementación. La tarea tenía que haberse adelantado hacía ocho años y no haberlo hecho castigó mucho la percepción de los usuarios con respecto al servicio que prestamos.
La fase de estructuración planteaba el reto de superar la necesidad de financiar una operación de más de 7 billones de pesos sin la participación de la banca colombiana, teníamos que comprar 1.441 buses de tecnologías limpias y garantizar su operación durante 10 años. Se construyó un modelo innovador que garantizó los cierres financieros antes de la firma de contratos.
La implementación ha consistido en renovar la infraestructura de patios e ir reemplazando 1.160 buses que serán chatarrizados por los nuevos que deberán entrar en un plazo de un año, sin suspender un solo día el servicio público esencial del transporte.
Haber tenido la oportunidad de pasar de diseñar el proyecto a ver los buses rodando por las troncales solo me puede dar una inmensa ale gría y especial gratitud por la confianza depositada en mí por el alcalde Enrique Peñalosa.
¿Cómo es la estrategia de comunicación para mostrar resultados, orientar al usuario y tramitar las quejas?
La empresa cuenta con una subgerencia de comunicaciones y servicio al usuario del más alto nivel jerárquico en la organización que posiciona en el equipo la necesidad de priorizar en la atención a usuarios y comunicación pública.
En Transmilenio estas son tareas estratégicas que se miden periódicamente y a las cuales se les asignan presupuestos importantes. Nuestro empeño es reposicionar a Transmilenio como patrimonio de los bogotanos que genere nuevamente sentido de pertenencia y orgullo de los usuarios y así garantizar la sostenibilidad del sistema.
Avanza la incorporación de buses a gas y eléctricos. Recientemente la ley obliga a que por lo menos la décima parte de los buses de servicio público de transporte urbano sean eléctricos. ¿Cómo se hace más sostenible el transporte?
Esta semana empezaron a rodar 140 buses a gas natural de 741 que se adquirieron en la licitación de renovación de flota. El 51 % de la nueva flota es de esta tecnología y estándar Euro VI. Ya anunciamos la licitación para comprar 600 buses eléctricos para el SITP zonal. Tendremos la flota eléctrica más grande de Latinoamérica. El ascenso tecnológico y el compromiso con la calidad del aire de Transmilenio en la era Peñalosa no es retórico, es comprobable a través de los resultados.
¿Es cierto que más bogotanos andan a pie, en bicicleta, en patinetas y hasta en motos y que Transmilenio bajaría relativamente su participación en el transporte de la gente?
La visión que tenemos en esta administración es la de un sistema de transporte intermoSi bien Transmilenio fue pionero y modelo para los que vinieron después, también ha recogido las experiencias valiosas de sistemas más jóvenes”. dal y sostenible, que integra 2.200 buses en carriles exclusivos, más de 6.000 buses del Sitp zonal, transmicable, viajes en bicicleta y el Metro que ya se encuentra en licitación.
Los distintos modos no compiten, se complementan para garantizar distintas alternativas que lleven a los ciudadanos en viajes eficientes y seguros. Las bicicletas, por ejemplo, se integran al sistema con más de 5.000 bici-parqueaderos cuyo costo está incluido en el valor de pasaje y esas bicicletas también sirven de “alimentadores” a las estaciones y portales. En total hablamos de más de 4 millones de viajes al día.
Los sistemas de tarifas del transporte masivo son deficitarios contra costos operacionales. De hecho la nación contribuye a paliar el déficit en las principales ciudades cubriendo en parte la financiación de infraestructura. ¿Cómo cubre Bogotá la brecha entre el costo de operación y la remuneración efectiva de la tarifa? ¿Nos podría explicar?
La diferencia entre lo que pagan los usuarios por concepto de pasaje y lo que realmente cuesta moverlos lo paga el distrito mediante el Fondo de Estabilización Tarifaria -FET. Este fondo se nutre de recursos propios de Bogota, como impuestos, y nuevas fuentes que se crearon en la ley del Plan de Desarrollo del presidente Ivan Duque como el cobro de parqueo en vía, el 60 % de las multas de tránsito y la compensación por pico y placa , entre otros.
¿Qué enseñanzas da Bogotá a los otros sistemas de Cali, Medellín, Barranquilla o Cartagena, de carril exclusivo y separado, y cuáles recibe de ellos?
Contamos con un mecanismo de diálogo permanente liderado por el Ministerio de Transporte en el que confluyen todos los sistemas de transporte masivo del país- SIMUS. Los aprendizajes son muchos y de doble vía. Si bien Transmilenio fue pionero y modelo para los que vinieron después, también ha recogido las experiencias valiosas de sistemas más jóvenes. Cito dos ejemplos.
La cultura ciudadana del sistema Transcaribe en Cartagena es realmente inspiradora, los usuarios hacen filas y prácticamente no existe evasión de pago de pasajes. El caso del Mío en Cali para resolver las controversias con el acompañamiento de la Procuraduría General nos dio muchos aprendizajes que luego capitalizamos en el proceso de salvamento del SITP.
En las ciudades intermedias, y de clima cálido, como Valledupar, Santa Marta o Montería, o Neiva en el interior, se implementan buses pero sin carril exclusivo y separado, se afectan por el mototaxismo, ¿cómo piensa que se puede competir en comodidad y tarifa?
Los carriles exclusivos son las únicas herramientas que permiten garantizar tiempos predecibles de viajes a bajo costo. El llamado BRT, de rápido tránsito, es eficiente y flexible .Mi recomendación es considerar alternativas de intermodalidad que garanticen sistemas sostenibles en términos económicos y ambientales.
Su experiencia con el Sitp indica que esos buses que se mueven sin carriles exclusivos son de empresas que mu chas veces no aseguran sus finanzas y sostenibilidad, y le toca al municipio a salir a resolver, ¿qué se puede esperar para ciudades pequeñas como Valledupar?
La infraestructura de movilidad y transporte es parte esencial del ordenamiento territorial urbano y debe diseñarse de manera prospectiva. No podemos dejar llegar el problema del exceso de tráfico para pensar en soluciones.
Hay que diseñar planes maestros, dejar los trazados, planear las inversiones y garantizar su ejecución mas allá de las banderas políticas y el periodo de ejercicio de los gobernantes. Estos son procesos de largo plazo y deben contar con compromiso ciudadano. La movilidad es la columna vertebral de la productividad en las ciudades.