De los resultados de las socializaciones depende el futuro de los comerciantes del centro histórico de Valledupar, quienes aportan diversidad a este sector. El municipio se comprometió en la implementación de soluciones para reducir las afectaciones durante la obra.
Un duro enfrentamiento se vivió este martes por la mañana entre los comerciantes del centro histórico y la Alcaldía de Valledupar durante la primera socialización de las obras de renovación de redes húmedas que se realizarán en el sector más antiguo de la ciudad.
Bajo el argumento de que sus negocios morirían por la duración y el cierre de las vías, los comerciantes exigen a la administración municipal un apoyo que solvente la crisis que ocasionaría el rompimiento de las vías durante los doce meses que se proyecta dure el cambio de redes pluviales y la rehabilitación de las vías, teniendo en cuenta que acaban de salir de un periodo de cierre por las obras de la plaza Alfonso López que, naturalmente, les golpeó.
“Nosotros los comerciantes nos tendríamos que ir porque no aguantaríamos tanto tiempo cerrados pagando arriendos, impuestos, a los empleados. Entonces después llegan aquellos quienes no han aguantado las duras y montan sus negocios en el centro y nosotros que sufrimos nos tuvimos que ir”, aseguró Yasser Rafael Orozco, propietario de Palenke Bar.
En el sector fundacional de Valledupar la oferta es variada. Además de la afable experiencia de las casas coloniales, las cafeterías, bares, tiendas, artesanías, centros culturales, un teatro, y parques y plazas, se conjugan como atractivos turísticos durante todo el año, pero principalmente en Festival Vallenato y Semana Santa.
A lo anterior, en los últimos cuatro años se han sumado festivales y eventos como el Festival de la Quinta, Pa’ la calle, entre otros, que por varios días reúnen miles de personas en las coloniales calles del centro histórico. Y son los administradores de esos establecimientos que atraen turistas con los que la Alcaldía de Valledupar deberá seguir negociando una salida que impida que por culpa de la reposición de las redes húmedas se registre el cierre de negocios y la cancelación de festivales.
“Nosotros creemos que debemos seguir sentándonos y ver cuál es la mejor posibilidad. No queremos que nos mantengan nuestros negocios, lo que queremos es unos mecanismos pertinentes donde podamos coexistir las actividades comerciales y las obras”, señaló Guillermo Silva, administrador de Tlón, bar de la calle 15, del sector fundacional.
“Nosotros le apostamos a invertir al centro histórico aun cuando nos decían que estábamos locos, cuando nadie creía en este espacio”, agrega Yasser Rafael Orozco.
El asesor de despacho, Juan Pablo Morón, fue el encargado de dirigir el proceso como vocero de la administración municipal. El funcionario aseguró que “las socializaciones se realizan para conocer las inquietudes de las personas y tenerlas en cuenta”. “El centro histórico ha recibido la inversión más grande en la historia de cualquier administración de Valledupar. Esa inversión hay que cuidarla”, aseveró el funcionario.
¿QUÉ SE HARÁ EN EL CENTRO HISTÓRICO?
El proyecto general de la administración municipal encierra tres contratos que van relacionados, uno de ellos ya fue ejecutado, que consistió en la renovación de la plaza Alfonso López, proyecto que se extendió dos meses más de lo planeado y que aún no ha concluido. Ahora se está socializando la ejecución de dos obras armonizadas.
La primera obra por un valor de $13.469 millones consiste cambiar el alcantarillado pluvial, que es el colector grande de agua lluvia, por toda la calle 16 empezando desde la carrera 12, por el Colegio Loperena, hasta el río Guatapurí donde se descargan las aguas lluvias. Además de eso se harán unas instalaciones de recolectores independientes que son los que llevan el agua al colector principal. Esos colectores alternos se harán por las carreras quinta, sexta, séptima y octava por la calle 14 y calle 16.
“El colector de aguas lluvias comprende unas tuberías. Además de la tubería principal habrá unos colectores que irán descargando al colector principal. Se ejecutarán actividades como las demoliciones de pavimento, los cortes de calzadas, las instalaciones de redes y alcantarillados sanitarios”, aseguró Layonel Arenas, quien está a cargo de la interventora ‘Inter-redes centro’.
En el contrato quedó determinado un tiempo de diez meses para la ejecución del contrato. Sin embargo, por el antecedente de la plaza que se extendió de diez a doce meses, los comerciantes manifestaron la preocupación de una adición de tiempo considerable.
Detrás de las instalaciones de las redes pluviales irá el Sistema Integrado de Transporte Valledupar, Siva, realizando las rehabilitaciones y construcciones de las vías intervenidas en el centro histórico. Este contrato tiene un valor de $20.300 millones y su plazo es de un año. Lo planeado de la Alcaldía y el Siva es ir trabajando juntos para que una vez termine el contrato de redes pluviales dos meses después termine la reparación de las vías a cargo del Siva y se reabra en su totalidad el centro histórico.
Sin embargo, uno de los comentarios más fuertes de los comerciantes a la administración durante la socialización fue que el contrato del Siva no está adjudicado. “¿Y si se declara desierta la contratación de la rehabilitación de vías y quedan los huecos abiertos en las calles?”, preguntó uno de los comerciantes.
NO RESISTIMOS OTRO AÑO MÁS CERRADOS
Durante el año que duró la remodelación de la plaza Alfonso López el número de turistas se redujo y los negocios registraron pérdidas, aseguraron los comerciantes. Darío Ariza, administrador de Café Plaza Mayor, acusa, sufrió daños directos.
“Invertí un billete porque se dañaron los congeladores, el sonido, se dañó un poco de cosas y ahora voy a cerrar otra vez. ¿Un año? No es mi bien particular porque todos estamos así. Entonces ustedes (administración) tienen que pensar cómo ayudamos a esta gente, y hay cómo, solo es la voluntad”, fueron las palabras de un exaltado Darío Ariza durante la socialización.
Por esas pérdidas sobre las infraestructuras de los negocios fue que el presidente de la Sociedad de Ingenieros Cesar, Nancio Galván, criticó la no exposición del Plan de Manejo Ambiental del proyecto de la red pluvial.
“Resulta que se cree que el Plan de Manejo Ambiental solamente es cómo afectamos los árboles, la biodiversidad, pero resulta que nosotros los seres humanos somos parte del ambiente, entonces toca determinar cómo se afecta al señor y a la señora en su negocio. Debemos buscar las formas de mitigar esos daños. Me quedo con el sinsabor que está siendo muy superficial la presentación”, determinó el ingeniero, quien además criticó el proceso contractual.
“NO QUEREMOS PAÑITOS DE AGUA TIBIA”
En el punto más candente de la socialización del martes, uno de los comerciantes abrió la posibilidad de parar la obra por medio de acciones judiciales como la tutela. El secretario de Obras argumentó que “en virtud de que hay un contrato firmado y que hay que darle cumplimiento, la obra va”, por eso los comerciantes aseguraron que perdían el tiempo discutiendo algo que ya está determinado.
No obstante, el funcionario de Obras manifestó lo contrario: “Estamos abriendo este espacio para escucharlos a ustedes y nos llevamos muchísimas inquietudes en las que vamos a trabajar desde ya”.
Durante la socialización los comerciantes hicieron referencia al caso del juez administrativo de Cali que determinó que la administración les causó un “daño emergente” a diferentes comerciantes afectados directamente con las obras de adecuación del Sistema de Transporte Masivo Integrado de Occidente (MIO). En ese caso la demanda inicial fue de 645.000 millones de pesos, pero al final se dio por $24.000 millones a favor de cinco de los más de 1.000 comerciantes que presentaron la demanda.
Con el antecedente de Cali y las pérdidas que acusan los comerciantes durante la renovación de la plaza Alfonso López, impera que la administración municipal y los comerciantes encuentren una salida para que no surjan perjuicios colaterales. Está en juego un proyecto indispensable y el futuro comercial del centro histórico.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
De los resultados de las socializaciones depende el futuro de los comerciantes del centro histórico de Valledupar, quienes aportan diversidad a este sector. El municipio se comprometió en la implementación de soluciones para reducir las afectaciones durante la obra.
Un duro enfrentamiento se vivió este martes por la mañana entre los comerciantes del centro histórico y la Alcaldía de Valledupar durante la primera socialización de las obras de renovación de redes húmedas que se realizarán en el sector más antiguo de la ciudad.
Bajo el argumento de que sus negocios morirían por la duración y el cierre de las vías, los comerciantes exigen a la administración municipal un apoyo que solvente la crisis que ocasionaría el rompimiento de las vías durante los doce meses que se proyecta dure el cambio de redes pluviales y la rehabilitación de las vías, teniendo en cuenta que acaban de salir de un periodo de cierre por las obras de la plaza Alfonso López que, naturalmente, les golpeó.
“Nosotros los comerciantes nos tendríamos que ir porque no aguantaríamos tanto tiempo cerrados pagando arriendos, impuestos, a los empleados. Entonces después llegan aquellos quienes no han aguantado las duras y montan sus negocios en el centro y nosotros que sufrimos nos tuvimos que ir”, aseguró Yasser Rafael Orozco, propietario de Palenke Bar.
En el sector fundacional de Valledupar la oferta es variada. Además de la afable experiencia de las casas coloniales, las cafeterías, bares, tiendas, artesanías, centros culturales, un teatro, y parques y plazas, se conjugan como atractivos turísticos durante todo el año, pero principalmente en Festival Vallenato y Semana Santa.
A lo anterior, en los últimos cuatro años se han sumado festivales y eventos como el Festival de la Quinta, Pa’ la calle, entre otros, que por varios días reúnen miles de personas en las coloniales calles del centro histórico. Y son los administradores de esos establecimientos que atraen turistas con los que la Alcaldía de Valledupar deberá seguir negociando una salida que impida que por culpa de la reposición de las redes húmedas se registre el cierre de negocios y la cancelación de festivales.
“Nosotros creemos que debemos seguir sentándonos y ver cuál es la mejor posibilidad. No queremos que nos mantengan nuestros negocios, lo que queremos es unos mecanismos pertinentes donde podamos coexistir las actividades comerciales y las obras”, señaló Guillermo Silva, administrador de Tlón, bar de la calle 15, del sector fundacional.
“Nosotros le apostamos a invertir al centro histórico aun cuando nos decían que estábamos locos, cuando nadie creía en este espacio”, agrega Yasser Rafael Orozco.
El asesor de despacho, Juan Pablo Morón, fue el encargado de dirigir el proceso como vocero de la administración municipal. El funcionario aseguró que “las socializaciones se realizan para conocer las inquietudes de las personas y tenerlas en cuenta”. “El centro histórico ha recibido la inversión más grande en la historia de cualquier administración de Valledupar. Esa inversión hay que cuidarla”, aseveró el funcionario.
¿QUÉ SE HARÁ EN EL CENTRO HISTÓRICO?
El proyecto general de la administración municipal encierra tres contratos que van relacionados, uno de ellos ya fue ejecutado, que consistió en la renovación de la plaza Alfonso López, proyecto que se extendió dos meses más de lo planeado y que aún no ha concluido. Ahora se está socializando la ejecución de dos obras armonizadas.
La primera obra por un valor de $13.469 millones consiste cambiar el alcantarillado pluvial, que es el colector grande de agua lluvia, por toda la calle 16 empezando desde la carrera 12, por el Colegio Loperena, hasta el río Guatapurí donde se descargan las aguas lluvias. Además de eso se harán unas instalaciones de recolectores independientes que son los que llevan el agua al colector principal. Esos colectores alternos se harán por las carreras quinta, sexta, séptima y octava por la calle 14 y calle 16.
“El colector de aguas lluvias comprende unas tuberías. Además de la tubería principal habrá unos colectores que irán descargando al colector principal. Se ejecutarán actividades como las demoliciones de pavimento, los cortes de calzadas, las instalaciones de redes y alcantarillados sanitarios”, aseguró Layonel Arenas, quien está a cargo de la interventora ‘Inter-redes centro’.
En el contrato quedó determinado un tiempo de diez meses para la ejecución del contrato. Sin embargo, por el antecedente de la plaza que se extendió de diez a doce meses, los comerciantes manifestaron la preocupación de una adición de tiempo considerable.
Detrás de las instalaciones de las redes pluviales irá el Sistema Integrado de Transporte Valledupar, Siva, realizando las rehabilitaciones y construcciones de las vías intervenidas en el centro histórico. Este contrato tiene un valor de $20.300 millones y su plazo es de un año. Lo planeado de la Alcaldía y el Siva es ir trabajando juntos para que una vez termine el contrato de redes pluviales dos meses después termine la reparación de las vías a cargo del Siva y se reabra en su totalidad el centro histórico.
Sin embargo, uno de los comentarios más fuertes de los comerciantes a la administración durante la socialización fue que el contrato del Siva no está adjudicado. “¿Y si se declara desierta la contratación de la rehabilitación de vías y quedan los huecos abiertos en las calles?”, preguntó uno de los comerciantes.
NO RESISTIMOS OTRO AÑO MÁS CERRADOS
Durante el año que duró la remodelación de la plaza Alfonso López el número de turistas se redujo y los negocios registraron pérdidas, aseguraron los comerciantes. Darío Ariza, administrador de Café Plaza Mayor, acusa, sufrió daños directos.
“Invertí un billete porque se dañaron los congeladores, el sonido, se dañó un poco de cosas y ahora voy a cerrar otra vez. ¿Un año? No es mi bien particular porque todos estamos así. Entonces ustedes (administración) tienen que pensar cómo ayudamos a esta gente, y hay cómo, solo es la voluntad”, fueron las palabras de un exaltado Darío Ariza durante la socialización.
Por esas pérdidas sobre las infraestructuras de los negocios fue que el presidente de la Sociedad de Ingenieros Cesar, Nancio Galván, criticó la no exposición del Plan de Manejo Ambiental del proyecto de la red pluvial.
“Resulta que se cree que el Plan de Manejo Ambiental solamente es cómo afectamos los árboles, la biodiversidad, pero resulta que nosotros los seres humanos somos parte del ambiente, entonces toca determinar cómo se afecta al señor y a la señora en su negocio. Debemos buscar las formas de mitigar esos daños. Me quedo con el sinsabor que está siendo muy superficial la presentación”, determinó el ingeniero, quien además criticó el proceso contractual.
“NO QUEREMOS PAÑITOS DE AGUA TIBIA”
En el punto más candente de la socialización del martes, uno de los comerciantes abrió la posibilidad de parar la obra por medio de acciones judiciales como la tutela. El secretario de Obras argumentó que “en virtud de que hay un contrato firmado y que hay que darle cumplimiento, la obra va”, por eso los comerciantes aseguraron que perdían el tiempo discutiendo algo que ya está determinado.
No obstante, el funcionario de Obras manifestó lo contrario: “Estamos abriendo este espacio para escucharlos a ustedes y nos llevamos muchísimas inquietudes en las que vamos a trabajar desde ya”.
Durante la socialización los comerciantes hicieron referencia al caso del juez administrativo de Cali que determinó que la administración les causó un “daño emergente” a diferentes comerciantes afectados directamente con las obras de adecuación del Sistema de Transporte Masivo Integrado de Occidente (MIO). En ese caso la demanda inicial fue de 645.000 millones de pesos, pero al final se dio por $24.000 millones a favor de cinco de los más de 1.000 comerciantes que presentaron la demanda.
Con el antecedente de Cali y las pérdidas que acusan los comerciantes durante la renovación de la plaza Alfonso López, impera que la administración municipal y los comerciantes encuentren una salida para que no surjan perjuicios colaterales. Está en juego un proyecto indispensable y el futuro comercial del centro histórico.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]