Mientras que algunos compositores temen que el vallenato tradicional esté en riesgo por los cambios en la letra y la melodía, otros aseguran que se trata de una evolución que toda música debe tener.
¿No existe garantía de la continuidad de la composición vallenata tradicional? Este será uno de los interrogantes que se aclararán en el foro de EL PILÓN: ‘La Musa de Ayer y Hoy en el Vallenato’, que se realizará mañana de 8:00 a.m., a 12:30 p.m., en la Casa de la Cultura de la capital del Cesar.
De acuerdo con el director de este medio de comunicación, Martín Elías Mendoza, esta iniciativa busca crear un espacio sano de discusión sobre el presente y futuro de la composición de música vallenata. “Para ello contaremos en escena con los compositores tradicionales y con representantes de las nuevas generaciones de la composición, quienes darán a conocer sus diferentes puntos de vista. Se trata de un espacio para reflexionar, ayudar a construir y fortalecer la música de caja, guacharaca y acordeón, a la cual han llegado nuevos elementos. Pretendemos ayudar a entender los matices de la creación literaria y musical que constituyen una de las más importantes manifestaciones de nuestra tradición cultural”, acotó.
Agregó: “Defendemos la esencia del vallenato y esto se refleja en nuestros contenidos. Preservar y promover son palabras claves en esta discusión, pero sin atacar a los innovadores del género, por el contrario es el espacio para escucharlos y entenderlos. La discusión sobre la innovación en el vallenato siempre ha estado en la mesa. Los juglares de hoy también fueron cuestionados en su momento por las innovaciones en su forma de hacer vallenato. ¿Pueden estas innovaciones enriquecer el folclor o restarle cómo consideran muchos ortodoxos? Es una de las preguntas que analizaremos en el foro”.
“LOS COMPOSITORES SON COMO LA VERDOLAGA”: ‘EL MONO’ QUINTERO
Para el coordinador del concurso de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata, Efraín ‘El Mono’ Quintero Molina, los compositores nacen de las fibras del alma: “Es algo que no se aprende en la escuela. El compositor es difícil que se haga, debe tener esa virtud. Se le puede enseñar los elementos, pero el compositor es como la verdolaga, nace de manera silvestre y en la medida que va ejerciendo se va puliendo, así lo dice Leandro Díaz en una canción”. Pese a que piensa que la composición es algo espontáneo en el artista, ve con buenos ojos los talleres de formación, donde se pueden pulir y enriquecer más el espectro creativo, tarea que puede promover la academia.
“La canción vallenata inédita es como la columna vertebral de la música porque sin compositores no habría nada; ellos hacen melodía y hacen la parte literaria, sin esto no habría música por lo que es el concurso más importante que tenemos en el Festival de la Leyenda Vallenata”, sustentó.
Al analizar las composiciones de antes y las de ahora, Quintero Molina considera que se trata de escenarios diferentes: “En las de antes el espacio era más rural, aspiro que algún día aparezcan los compositores urbanos, con mensajes trascendentes y no banales. Hay factores que propician nuevas tendencias, pero todavía no los he visto; están demasiado light, que no marcan lo que podría marcar una canción vallenata clásica como ‘Mírame fijamente hasta cegarme/ mírame con amor, no con enojo/ pero nunca dejes de mirarme/ que yo quiero es morir bajo tus ojos’; donde aflora la melodía, hay cuatro versos que hacen una estrofa, se combina la primera con la segunda y la segunda con la cuarta”, indicó.
POCA INNOVACIÓN EN EL CONCURSO DE CANCIÓN INÉDITA
Los parámetros que tiene la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata frente al concurso de Canción Inédita es recibir todas las composiciones y hacer una preselección con un jurado integrado por conocedores de la composición vallenata o muy ligados a la música tradicional vallenata. Allí se escoge melodía, la parte literaria, que tenga rima, que no exista plagio en cuanto a la letra o en la melodía, que tengan la cadencia de música tradicional vallenata en sus cuatro aires. “De esta manera este año seleccionamos 62 canciones, de esas vamos a abrir el concurso que empezará el viernes 26. En cuanto a la innovación hicimos un ‘espulgue’ para mejorar la calidad y la transparencia en el manejo del concurso de Canción Vallenata Inédita”, explicó.
En cuanto a la letra y melodía analiza que existe poca innovación. Al respecto, argumentó: “Hay compositores que se han vuelto muy festivaleros (que hacen canciones solo para Festival Vallenato); creo, sin temor a equivocarme, que esa es una de las fallas del concurso. El compositor de oficio no participa porque ellos en esos días están trabajando y es muy difícil que se perfilen al concurso. Estamos hablando con Deimer Marín para ambientar lo que son los premios, donde en cada ronda se les pague a los participantes, de tal manera que sea un incentivo, que ojalá nos dé resultado en futuros concursos”, dijo.
El coordinador del concurso de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata mencionó que anteriormente había homenajeados, el único tema de las canciones era centrado en éstos. Ante ello manifestó: “Creo que el compositor debe escribirle a elementos de la naturaleza como el río, los paisajes y los animales; la mujer, el entorno y tantas cosas bonitas que se pueden hacer en torno a la composición porque la estructura de la canción tradicional vallenata es la misma: estrofa, coro y estribillo. Se ha olvidado la forma de componer tradicionalmente la música vallenata. En esta oportunidad se presentaron 238 canciones, donde había personas jóvenes, gente que nunca había participado ni le han grabado; muchos de ellos era la primera vez que hacen una composición y desgastan al jurado; se debe hacer un preselección antes porque nos mandan mucha basura (que la cantan desafinado, que no tienen rima, o en sus letras no hay poesía)”.
“NO HAY RELEVO GENERACIONAL”: ROSENDO ROMERO
A muchos compositores les preocupa que cuando no estén en la tierra no exista relevo generacional. Uno de ellos es Rosendo Romero Ospino, quien asegura: “Lo más triste que nos está ocurriendo es que no tenemos quién nos reemplace; no vemos gente que se parezca a nosotros en la composición. No vemos a nadie detrás de nosotros o alguno que transite el camino de la tradición; el único que se nos ha unido es Rafa Pérez, por lo que es nuestro ‘pechichón’. Se necesitan escuelas para enseñar las estructuras literarias del paseo, merengue, puya y son, y hay que orientar a los muchachos en orientar en la esencia melódica de los cuatro ritmos; no le vamos a enseñar a componer, sino a entregarle las herramientas necesarias”.
Para Romero Ospino existe una diferencia marcada en la composición de antes y en la de ahora en cuanto a la narrativa, la poesía y el contexto histórico, puesto que son momentos diferentes que establecen comportamientos distintos. “El compositor de hoy obedece al comercio de la música, no obedece al sentimiento como nosotros. El canto es distinto a raíz de la comercialización y la tecnología, que ha modificado los gustos de la sociedad. Yo soy un cantor campesino, ellos son citadinos. Básicamente la diferencia está en la lírica, en la narrativa de las canciones de ayer; las de hoy no tienen eso, son mucho más orientadas a la parte comercial de la música, en el sentido que el artista o el compositor de hoy busca es cuántos contratos puede conseguir con sus canciones. Ya la gente no expresa un sentimiento, sino que es más orientada al desorden, es más de tarima. A la juventud le gusta la ‘recocha y el brincoleo’. Antes en la canción había mensaje, lírica, poesía, sentimiento, a la gente le interesaba más el contacto con la naturaleza, llegar más al corazón de la gante que al bolsillo”, subrayó.
Al indagarle sobre qué futuro le ve a las composiciones, afirmó: “Ya estamos viendo que no va más de ahí. Una canción que demore un mes por mucho en la radio, en contraste con las de antes que han durado 40 o 50 de estar sonando y siguen; si una canción no demora un mes sonando en la radio, ¿qué se puede esperar? No se necesita ser premonitorio para predecir el futuro del vallenato porque lo estamos viendo en la actualidad”.
Frente a lo anterior considera clave hacer lo establecido en el Plan de Salvaguarda de la Música Vallenata como la transmisión de saberes.
“Cuando la indígena wayuu le empieza a crecer el pecho, la mamá le enseña todo lo concerniente de los tejidos ancestrales, con la historiografía de la etnia en el tiempo; en el vallenato se deben transmitir los saberes que tenemos nosotros. No puedo enseñarle a cualquiera a componer canciones, pero si hay un muchacho que tiene talento y sabe tocar los instrumentos, lo puedo orientar”, manifestó.
Frente al concurso de la Canción Vallenata Inédita dijo: “Hace rato lo percibo mal porque el concurso nos están negando un derecho por razones económicas, pero pienso que la Gobernación, Alcaldía o cualquier entidad podría financiar lo que falta del concurso para que podamos hacer uso de ese derecho, que es que debería existir categoría profesional y categoría aficionada como los acordeoneros. A los compositores profesionales los mezclan con los aficionados, por lo que no hacen el trayecto de ir de la categoría aficionada a la profesional y se queman allí porque un aficionado si no busca la manera de hacer ‘tramoya’ no llega a la final”.
Según su criterio, estos concursos no logran preservar la canción vallenata inédita, prueba de ello es que las canciones que ganan a los artistas no les interesa grabarlas, lo que significa que no tiene la calidad suficiente para ser llevada al gusto general de un público. “Anteriormente toda canción que ganaba en este concurso era grabada. El consejo que le doy a los nuevos compositores es conocer más las figuras literarias, la medida del verso, de las estrofas, cuáles son los géneros en los que se debe componer el vallenato porque así se ha compuesto tradicionalmente. La gente piensa que estamos defendiendo una música que pasó de moda, pero lo que estamos defendiendo es un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, enfatizó.
“APOYO A LOS COMPOSITORES JOVENES”: FÉLIX CARRILLO
Otro punto de vista muestra el compositor Felix Carrillo Hinojosa al decir: “El tiempo de antes no es el tiempo de hoy, puesto que todo ha cambiado en la lingüística y en la rítmica. Todo es diferente al pasado y es mucho mejor que sea así; yo apoyo a los jóvenes compositores porque no tiene sentido repetir formatos. Lo que produjo por ejemplo Alberto Fernández con Bovea y sus Vallenatos, Calixto Ochoa, Lisandro Meza, Alejo Durán, Pacho Rada, Abel Antonio Villa, entre otros, son diversos formatos respetados. Luego viene una generación de Jorge Oñate con los hermanos López, Los Hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, ‘Beto’ Zabaleta, Rafael Orozco, entre otros, hay que respetarlas porque obedecen a un tiempo de la música y eso trae consigo unos elementos económicos, sociales, políticos, antropológicos que no son los de hoy”.
Concluyó que “lo que existe hoy en día es un relevo generacional impulsado por dos elementos fundamentales: las nuevas tecnologías y las plataformas digitales, que van a seguir cambiando. Cuando la música vallenata surgió en los años 35, donde fue la primera grabación por Francisco Rada Batista, luego sigue una serie de personajes, que competían con artistas locales y ciertas influencias del cine mexicano; hoy en día se compite con más de 50 formatos musicales y el vallenato está ahí, sigue vivo”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
Mientras que algunos compositores temen que el vallenato tradicional esté en riesgo por los cambios en la letra y la melodía, otros aseguran que se trata de una evolución que toda música debe tener.
¿No existe garantía de la continuidad de la composición vallenata tradicional? Este será uno de los interrogantes que se aclararán en el foro de EL PILÓN: ‘La Musa de Ayer y Hoy en el Vallenato’, que se realizará mañana de 8:00 a.m., a 12:30 p.m., en la Casa de la Cultura de la capital del Cesar.
De acuerdo con el director de este medio de comunicación, Martín Elías Mendoza, esta iniciativa busca crear un espacio sano de discusión sobre el presente y futuro de la composición de música vallenata. “Para ello contaremos en escena con los compositores tradicionales y con representantes de las nuevas generaciones de la composición, quienes darán a conocer sus diferentes puntos de vista. Se trata de un espacio para reflexionar, ayudar a construir y fortalecer la música de caja, guacharaca y acordeón, a la cual han llegado nuevos elementos. Pretendemos ayudar a entender los matices de la creación literaria y musical que constituyen una de las más importantes manifestaciones de nuestra tradición cultural”, acotó.
Agregó: “Defendemos la esencia del vallenato y esto se refleja en nuestros contenidos. Preservar y promover son palabras claves en esta discusión, pero sin atacar a los innovadores del género, por el contrario es el espacio para escucharlos y entenderlos. La discusión sobre la innovación en el vallenato siempre ha estado en la mesa. Los juglares de hoy también fueron cuestionados en su momento por las innovaciones en su forma de hacer vallenato. ¿Pueden estas innovaciones enriquecer el folclor o restarle cómo consideran muchos ortodoxos? Es una de las preguntas que analizaremos en el foro”.
“LOS COMPOSITORES SON COMO LA VERDOLAGA”: ‘EL MONO’ QUINTERO
Para el coordinador del concurso de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata, Efraín ‘El Mono’ Quintero Molina, los compositores nacen de las fibras del alma: “Es algo que no se aprende en la escuela. El compositor es difícil que se haga, debe tener esa virtud. Se le puede enseñar los elementos, pero el compositor es como la verdolaga, nace de manera silvestre y en la medida que va ejerciendo se va puliendo, así lo dice Leandro Díaz en una canción”. Pese a que piensa que la composición es algo espontáneo en el artista, ve con buenos ojos los talleres de formación, donde se pueden pulir y enriquecer más el espectro creativo, tarea que puede promover la academia.
“La canción vallenata inédita es como la columna vertebral de la música porque sin compositores no habría nada; ellos hacen melodía y hacen la parte literaria, sin esto no habría música por lo que es el concurso más importante que tenemos en el Festival de la Leyenda Vallenata”, sustentó.
Al analizar las composiciones de antes y las de ahora, Quintero Molina considera que se trata de escenarios diferentes: “En las de antes el espacio era más rural, aspiro que algún día aparezcan los compositores urbanos, con mensajes trascendentes y no banales. Hay factores que propician nuevas tendencias, pero todavía no los he visto; están demasiado light, que no marcan lo que podría marcar una canción vallenata clásica como ‘Mírame fijamente hasta cegarme/ mírame con amor, no con enojo/ pero nunca dejes de mirarme/ que yo quiero es morir bajo tus ojos’; donde aflora la melodía, hay cuatro versos que hacen una estrofa, se combina la primera con la segunda y la segunda con la cuarta”, indicó.
POCA INNOVACIÓN EN EL CONCURSO DE CANCIÓN INÉDITA
Los parámetros que tiene la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata frente al concurso de Canción Inédita es recibir todas las composiciones y hacer una preselección con un jurado integrado por conocedores de la composición vallenata o muy ligados a la música tradicional vallenata. Allí se escoge melodía, la parte literaria, que tenga rima, que no exista plagio en cuanto a la letra o en la melodía, que tengan la cadencia de música tradicional vallenata en sus cuatro aires. “De esta manera este año seleccionamos 62 canciones, de esas vamos a abrir el concurso que empezará el viernes 26. En cuanto a la innovación hicimos un ‘espulgue’ para mejorar la calidad y la transparencia en el manejo del concurso de Canción Vallenata Inédita”, explicó.
En cuanto a la letra y melodía analiza que existe poca innovación. Al respecto, argumentó: “Hay compositores que se han vuelto muy festivaleros (que hacen canciones solo para Festival Vallenato); creo, sin temor a equivocarme, que esa es una de las fallas del concurso. El compositor de oficio no participa porque ellos en esos días están trabajando y es muy difícil que se perfilen al concurso. Estamos hablando con Deimer Marín para ambientar lo que son los premios, donde en cada ronda se les pague a los participantes, de tal manera que sea un incentivo, que ojalá nos dé resultado en futuros concursos”, dijo.
El coordinador del concurso de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata mencionó que anteriormente había homenajeados, el único tema de las canciones era centrado en éstos. Ante ello manifestó: “Creo que el compositor debe escribirle a elementos de la naturaleza como el río, los paisajes y los animales; la mujer, el entorno y tantas cosas bonitas que se pueden hacer en torno a la composición porque la estructura de la canción tradicional vallenata es la misma: estrofa, coro y estribillo. Se ha olvidado la forma de componer tradicionalmente la música vallenata. En esta oportunidad se presentaron 238 canciones, donde había personas jóvenes, gente que nunca había participado ni le han grabado; muchos de ellos era la primera vez que hacen una composición y desgastan al jurado; se debe hacer un preselección antes porque nos mandan mucha basura (que la cantan desafinado, que no tienen rima, o en sus letras no hay poesía)”.
“NO HAY RELEVO GENERACIONAL”: ROSENDO ROMERO
A muchos compositores les preocupa que cuando no estén en la tierra no exista relevo generacional. Uno de ellos es Rosendo Romero Ospino, quien asegura: “Lo más triste que nos está ocurriendo es que no tenemos quién nos reemplace; no vemos gente que se parezca a nosotros en la composición. No vemos a nadie detrás de nosotros o alguno que transite el camino de la tradición; el único que se nos ha unido es Rafa Pérez, por lo que es nuestro ‘pechichón’. Se necesitan escuelas para enseñar las estructuras literarias del paseo, merengue, puya y son, y hay que orientar a los muchachos en orientar en la esencia melódica de los cuatro ritmos; no le vamos a enseñar a componer, sino a entregarle las herramientas necesarias”.
Para Romero Ospino existe una diferencia marcada en la composición de antes y en la de ahora en cuanto a la narrativa, la poesía y el contexto histórico, puesto que son momentos diferentes que establecen comportamientos distintos. “El compositor de hoy obedece al comercio de la música, no obedece al sentimiento como nosotros. El canto es distinto a raíz de la comercialización y la tecnología, que ha modificado los gustos de la sociedad. Yo soy un cantor campesino, ellos son citadinos. Básicamente la diferencia está en la lírica, en la narrativa de las canciones de ayer; las de hoy no tienen eso, son mucho más orientadas a la parte comercial de la música, en el sentido que el artista o el compositor de hoy busca es cuántos contratos puede conseguir con sus canciones. Ya la gente no expresa un sentimiento, sino que es más orientada al desorden, es más de tarima. A la juventud le gusta la ‘recocha y el brincoleo’. Antes en la canción había mensaje, lírica, poesía, sentimiento, a la gente le interesaba más el contacto con la naturaleza, llegar más al corazón de la gante que al bolsillo”, subrayó.
Al indagarle sobre qué futuro le ve a las composiciones, afirmó: “Ya estamos viendo que no va más de ahí. Una canción que demore un mes por mucho en la radio, en contraste con las de antes que han durado 40 o 50 de estar sonando y siguen; si una canción no demora un mes sonando en la radio, ¿qué se puede esperar? No se necesita ser premonitorio para predecir el futuro del vallenato porque lo estamos viendo en la actualidad”.
Frente a lo anterior considera clave hacer lo establecido en el Plan de Salvaguarda de la Música Vallenata como la transmisión de saberes.
“Cuando la indígena wayuu le empieza a crecer el pecho, la mamá le enseña todo lo concerniente de los tejidos ancestrales, con la historiografía de la etnia en el tiempo; en el vallenato se deben transmitir los saberes que tenemos nosotros. No puedo enseñarle a cualquiera a componer canciones, pero si hay un muchacho que tiene talento y sabe tocar los instrumentos, lo puedo orientar”, manifestó.
Frente al concurso de la Canción Vallenata Inédita dijo: “Hace rato lo percibo mal porque el concurso nos están negando un derecho por razones económicas, pero pienso que la Gobernación, Alcaldía o cualquier entidad podría financiar lo que falta del concurso para que podamos hacer uso de ese derecho, que es que debería existir categoría profesional y categoría aficionada como los acordeoneros. A los compositores profesionales los mezclan con los aficionados, por lo que no hacen el trayecto de ir de la categoría aficionada a la profesional y se queman allí porque un aficionado si no busca la manera de hacer ‘tramoya’ no llega a la final”.
Según su criterio, estos concursos no logran preservar la canción vallenata inédita, prueba de ello es que las canciones que ganan a los artistas no les interesa grabarlas, lo que significa que no tiene la calidad suficiente para ser llevada al gusto general de un público. “Anteriormente toda canción que ganaba en este concurso era grabada. El consejo que le doy a los nuevos compositores es conocer más las figuras literarias, la medida del verso, de las estrofas, cuáles son los géneros en los que se debe componer el vallenato porque así se ha compuesto tradicionalmente. La gente piensa que estamos defendiendo una música que pasó de moda, pero lo que estamos defendiendo es un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, enfatizó.
“APOYO A LOS COMPOSITORES JOVENES”: FÉLIX CARRILLO
Otro punto de vista muestra el compositor Felix Carrillo Hinojosa al decir: “El tiempo de antes no es el tiempo de hoy, puesto que todo ha cambiado en la lingüística y en la rítmica. Todo es diferente al pasado y es mucho mejor que sea así; yo apoyo a los jóvenes compositores porque no tiene sentido repetir formatos. Lo que produjo por ejemplo Alberto Fernández con Bovea y sus Vallenatos, Calixto Ochoa, Lisandro Meza, Alejo Durán, Pacho Rada, Abel Antonio Villa, entre otros, son diversos formatos respetados. Luego viene una generación de Jorge Oñate con los hermanos López, Los Hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, ‘Beto’ Zabaleta, Rafael Orozco, entre otros, hay que respetarlas porque obedecen a un tiempo de la música y eso trae consigo unos elementos económicos, sociales, políticos, antropológicos que no son los de hoy”.
Concluyó que “lo que existe hoy en día es un relevo generacional impulsado por dos elementos fundamentales: las nuevas tecnologías y las plataformas digitales, que van a seguir cambiando. Cuando la música vallenata surgió en los años 35, donde fue la primera grabación por Francisco Rada Batista, luego sigue una serie de personajes, que competían con artistas locales y ciertas influencias del cine mexicano; hoy en día se compite con más de 50 formatos musicales y el vallenato está ahí, sigue vivo”.
Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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