El proyecto está ubicado en el corregimiento de Azúcar Buena-La Mesa y cuenta con licencia ambiental otorgada por la Anla.
En Valledupar se construirá el primer complejo para la generación de energía fotovoltaica, el cual quedará ubicado en el corregimiento de Azúcar Buena – La Mesa.
Para lograr este objetivo la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) aprobó la primera licencia ambiental que permitirá la generación de energía fotovoltaica -transformación directa de la radiación solar en energía eléctrica.
Según la Anla, el proyecto contempla la construcción de un complejo solar conformado por cinco plantas solares, instaladas sucesivamente hasta sumar 100 megavatios en corriente alterna total, con una producción estimada de 41.667 MWh/año durante 30 años de operación.
El proyecto está previsto para un área de 156.61 hectáreas, pero los paneles tendrán una zona de intervención máxima de 105.62 hectáreas, que representan aproximadamente 284.310 módulos fotovoltaicos.
La iniciativa que hace parte de la política del gobierno del presidente Iván Duque de promover el uso de las energías limpias bajo los principios del desarrollo sostenible, busca elevar a por lo menos el 10 por ciento la participación de Energías Renovables No Convencionales sobre el total de generación eléctrica.
EL PROYECTO
Según el Anla, el proyecto es el más grande del país y si bien hay otros en marcha, este marca la ruta de emprendimientos de gran envergadura en la materia.
Debido a que el proyecto está ubicado en zona indígena fue necesario hacer consulta previa con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta (arhuaco, kankuamo, kogui y wiwa), por lo que se realizó una protocolización de acuerdos que fue suministrada a la Anla, y se integró al Plan de Manejo Ambiental (PMA).
Es así como el plan contempla medidas de manejo, información, participación y educación a la población vinculada al proyecto, así como un programa de manejo de infraestructura vial y social acordada con la comunidad.
También se incluyeron acciones de protección, compensación y manejo forestal, apoyo y fortalecimiento al uso cultural del espacio sagrado UmYriwYn, con el fin de salvaguardar los sitios sagrados identificados, valorarlos y compensar su afectación.
Acciones de manejo paisajístico, de materiales de construcción, de residuos líquidos y sólidos, de suelos, de remoción de cobertura vegetal y descapote, manejo de fauna, revegetalización de áreas intervenidas y manejo del recurso hídrico, son otros de los aspectos contemplados en la iniciativa.
Los beneficios en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del proyecto equivalen en su momento de operación máxima a aproximadamente 150 mil toneladas de CO2 al año, prácticamente el mismo CO2 que podrían capturar 9 mil hectáreas de bosque húmedo en un año.
NO LOS BENEFICIA
Mientras que la Anla hizo consulta previa con los indígenas, campesinos como Iván Hinojosa dicen que el proyecto no los beneficia en nada, toda vez que no los tiene en cuenta, además les hicieron unas exigencias sobre las cuales no tuvieron respuesta.
“En los puntos de exigencias no se ha dado ningún compromiso, los únicos que sacaron partido son los indígenas y un aporte de 400 kits escolares que dieron para las veredas. Nosotros hicimos unas exigencias en las que hablamos de vías, de electrificación rural, de la posibilidad de subsidio al consumo, energía rural para pagar una tarifa preferencial, pero de eso no tenemos ninguna respuesta”, dijo Hinojosa.
CONCERTACIÓN CON INDÍGENA
El líder indígena Gelver Zapata explicó que para lograr un acuerdo con el Ministerio del Interior se hizo una larga discusión a nivel interno con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Este proyecto se deriva de una larga discusión a nivel interna de los pueblos kogui, arhuaco, kogui y kankuamo, la orientación para la aplicación en terreno del proyecto fotovoltaico priorizado por el Ministerio del Interior”, dijo Zapata.
Explicó que se integraron las visiones de desarrollo que tenían ambos (indígenas y empresa). Después de un acercamiento para conocerse, se propuso una metodología para el proceso de consulta, y luego de un año de reuniones, de que la empresa conociera la visión que ellos tienen del desarrollo, la protección de los sitios sagrados, se hizo la metodología.
“Conscientes de la necesidad y el aporte que hacen los pueblos al desarrollo y pensando en la posibilidad de unos acuerdos del Gobierno Nacional, pensamos en una posibilidad de acuerdo con el gobierno para quitar la minería de la Sierra y reemplazarla con un proyecto amigable con el ambiente”, aseguró.
Manifestó que se dieron unos acuerdos importantes de la empresa que debe colaborar para recuperar espacios de gran importancia cultural o sitios sagrados para los cuatro pueblos, entre otros.
El proyecto está dentro de la Línea Negra que es de gran importancia para los indígenas, sin embargo, aseguró que no es que no se puedan hacer proyectos, sino que se deben hacer los proceso de consulta: “Lo que hemos tenido es una mala interpretación que no le han dado la dimensión necesaria a este derecho, no es que estemos en contra del desarrollo sino de los procesos que afecten de manera negativa a la cultura y desarrollo de la Sierra”.
BENEFICIOS A VALLEDUPAR
El jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Jorge Maestre, dijo que entre los principales beneficios de este proyecto está la generación de 60 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
“El principal beneficio es la generación de energías limpias para abaratar costos”, dijo Maestre quien explicó que esta energía va a la red nacional lo que al final termina abaratando el costo, porque se reducen los gastos en transporte y producción, debido a que actualmente la energía que se consume es la de las hidroeléctricas, y aseguró que se estima que el proyecto esté listo para finales de año.
Por: Sandra Santiago / EL PILÓN
El proyecto está ubicado en el corregimiento de Azúcar Buena-La Mesa y cuenta con licencia ambiental otorgada por la Anla.
En Valledupar se construirá el primer complejo para la generación de energía fotovoltaica, el cual quedará ubicado en el corregimiento de Azúcar Buena – La Mesa.
Para lograr este objetivo la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) aprobó la primera licencia ambiental que permitirá la generación de energía fotovoltaica -transformación directa de la radiación solar en energía eléctrica.
Según la Anla, el proyecto contempla la construcción de un complejo solar conformado por cinco plantas solares, instaladas sucesivamente hasta sumar 100 megavatios en corriente alterna total, con una producción estimada de 41.667 MWh/año durante 30 años de operación.
El proyecto está previsto para un área de 156.61 hectáreas, pero los paneles tendrán una zona de intervención máxima de 105.62 hectáreas, que representan aproximadamente 284.310 módulos fotovoltaicos.
La iniciativa que hace parte de la política del gobierno del presidente Iván Duque de promover el uso de las energías limpias bajo los principios del desarrollo sostenible, busca elevar a por lo menos el 10 por ciento la participación de Energías Renovables No Convencionales sobre el total de generación eléctrica.
EL PROYECTO
Según el Anla, el proyecto es el más grande del país y si bien hay otros en marcha, este marca la ruta de emprendimientos de gran envergadura en la materia.
Debido a que el proyecto está ubicado en zona indígena fue necesario hacer consulta previa con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta (arhuaco, kankuamo, kogui y wiwa), por lo que se realizó una protocolización de acuerdos que fue suministrada a la Anla, y se integró al Plan de Manejo Ambiental (PMA).
Es así como el plan contempla medidas de manejo, información, participación y educación a la población vinculada al proyecto, así como un programa de manejo de infraestructura vial y social acordada con la comunidad.
También se incluyeron acciones de protección, compensación y manejo forestal, apoyo y fortalecimiento al uso cultural del espacio sagrado UmYriwYn, con el fin de salvaguardar los sitios sagrados identificados, valorarlos y compensar su afectación.
Acciones de manejo paisajístico, de materiales de construcción, de residuos líquidos y sólidos, de suelos, de remoción de cobertura vegetal y descapote, manejo de fauna, revegetalización de áreas intervenidas y manejo del recurso hídrico, son otros de los aspectos contemplados en la iniciativa.
Los beneficios en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del proyecto equivalen en su momento de operación máxima a aproximadamente 150 mil toneladas de CO2 al año, prácticamente el mismo CO2 que podrían capturar 9 mil hectáreas de bosque húmedo en un año.
NO LOS BENEFICIA
Mientras que la Anla hizo consulta previa con los indígenas, campesinos como Iván Hinojosa dicen que el proyecto no los beneficia en nada, toda vez que no los tiene en cuenta, además les hicieron unas exigencias sobre las cuales no tuvieron respuesta.
“En los puntos de exigencias no se ha dado ningún compromiso, los únicos que sacaron partido son los indígenas y un aporte de 400 kits escolares que dieron para las veredas. Nosotros hicimos unas exigencias en las que hablamos de vías, de electrificación rural, de la posibilidad de subsidio al consumo, energía rural para pagar una tarifa preferencial, pero de eso no tenemos ninguna respuesta”, dijo Hinojosa.
CONCERTACIÓN CON INDÍGENA
El líder indígena Gelver Zapata explicó que para lograr un acuerdo con el Ministerio del Interior se hizo una larga discusión a nivel interno con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Este proyecto se deriva de una larga discusión a nivel interna de los pueblos kogui, arhuaco, kogui y kankuamo, la orientación para la aplicación en terreno del proyecto fotovoltaico priorizado por el Ministerio del Interior”, dijo Zapata.
Explicó que se integraron las visiones de desarrollo que tenían ambos (indígenas y empresa). Después de un acercamiento para conocerse, se propuso una metodología para el proceso de consulta, y luego de un año de reuniones, de que la empresa conociera la visión que ellos tienen del desarrollo, la protección de los sitios sagrados, se hizo la metodología.
“Conscientes de la necesidad y el aporte que hacen los pueblos al desarrollo y pensando en la posibilidad de unos acuerdos del Gobierno Nacional, pensamos en una posibilidad de acuerdo con el gobierno para quitar la minería de la Sierra y reemplazarla con un proyecto amigable con el ambiente”, aseguró.
Manifestó que se dieron unos acuerdos importantes de la empresa que debe colaborar para recuperar espacios de gran importancia cultural o sitios sagrados para los cuatro pueblos, entre otros.
El proyecto está dentro de la Línea Negra que es de gran importancia para los indígenas, sin embargo, aseguró que no es que no se puedan hacer proyectos, sino que se deben hacer los proceso de consulta: “Lo que hemos tenido es una mala interpretación que no le han dado la dimensión necesaria a este derecho, no es que estemos en contra del desarrollo sino de los procesos que afecten de manera negativa a la cultura y desarrollo de la Sierra”.
BENEFICIOS A VALLEDUPAR
El jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Jorge Maestre, dijo que entre los principales beneficios de este proyecto está la generación de 60 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
“El principal beneficio es la generación de energías limpias para abaratar costos”, dijo Maestre quien explicó que esta energía va a la red nacional lo que al final termina abaratando el costo, porque se reducen los gastos en transporte y producción, debido a que actualmente la energía que se consume es la de las hidroeléctricas, y aseguró que se estima que el proyecto esté listo para finales de año.
Por: Sandra Santiago / EL PILÓN