Policías se rebelan en Ecuador QUITO. AP. El presidente Rafael Correa denunció un intento de golpe de estado desde un hospital donde fue internado tras haber sido agredido por policías que se tomaron ayer, el principal cuartel policial capitalino en protesta por reformas laborales. El gobierno decretó el estado de excepción, según anunció el ministro […]
Policías se rebelan en Ecuador
QUITO. AP. El presidente Rafael Correa denunció un intento de golpe de estado desde un hospital donde fue internado tras haber sido agredido por policías que se tomaron ayer, el principal cuartel policial capitalino en protesta por reformas laborales.
El gobierno decretó el estado de excepción, según anunció el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, que informó que “este tema de la insubordinación de la policía es de algunos sectores”.
“Tienen prácticamente secuestrado al presidente”, dijo Correa a la prensa en el hospital y denunció que agentes rebeldes rodearon el recinto al que fue conducido tras resultar intoxicado por una bomba de gas lacrimógeno lanzada por los sublevados.
Afirmó que algunos policías intentaron ingresar por la fuerza a su habitación. Correa consideró la revuelta policial como “un intento de golpe de Estado” y denunció que grupos rebeldes y opositores venían preparando la “conspiración” desde “hace mucho tiempo”.
“Me quitaron la máscara para que me asfixie… Entonces me trajeron (a la clínica). En verdad que no podía respirar”, aseguró el mandatario. “Me tuvieron que ingresar al hospital… ¡Es impresionante nuestra fuerza pública: atacaron al Presidente!”, añadió.
El ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, informó que se declaró el estado de excepción y que las fuerzas armadas y las unidades de la policía garantizan el orden público.
“No toda la policía está en una situación de insubordinación. Este tema de la insubordinación de la policía es de algunos sectores, y nosotros estamos tomando las medidas para garantizar la seguridad pública”, agregó.
El canciller Ricardo Patiño dijo tener información que “hay gente que está intentando meterse por los techos (del hospital) para atentar contra su integridad personal (de Correa)”.
“Están tratando de consolidar un golpe de Estado”, denunció Patiño desde un balcón del palacio de gobierno, ante cientos de seguidores del gobierno. Los instó a marchar hasta el hospital para “rescatar” al mandatario.
El jefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas, general Ernesto González, dijo ella son “una institución organizada, jerarquizada, subordinada al interés nacional, y también subordinada a la autoridad legal, legítimamente constituida …”. “El motivo que origina esta crisis … es la probable promulgación de la Ley Orgánica de servicio público, para la cual solicitamos sea revisada o dejada sin efecto para que el personal de servidores públicos, militares y policías no se vean afectados en sus derechos”, afirmó en rueda de prensa.
La mayor parte de los comercios cerraron o atendieron parcialmente en Quito, escenario de dos manifestaciones callejeras, de unas 3.000 personas cada una, a favor de Correa, frente al Palacio de Gobierno, y otra frente al hospital de la policía, donde se encuentra el mandatario.
Ante la ausencia de policías en algunas ciudades, se reportaron saqueos de comercios.
El ejecutivo del aeropuerto, Philippe Baril, dijo que alrededor de 300 militares cerraron las pistas del lugar, y que unos 700 pasajeros se han visto afectados por dicha medida, añadió. Tropas militares mantienen cerrado el aeropuerto para proteger las instalaciones.
Los policías rebelados rechazan la nueva Ley de Servicios Públicos que les extiende de 5 a 7 años el tiempo para ser ascendidos y les quita algunos beneficios económicos.
Antes ingresar al hospital, Correa calificó a los rebelados de “unos ingratos, bandidos, nadie ha apoyado tanto a la policía como este gobierno”.
“Si quieren matar al presidente, mátenme… pero este presidente seguirá haciendo lo que tiene que hacer”, gritó exhibiendo su pecho a los manifestantes.
Los sublevados se tomaron cuarteles policiales en Quito, Guayaquil y otras ciudades, quemaron llantas, lanzaron gases lacrimógenos y cerraron las carreteras de acceso a la capital, según reportes de las radios y canales de televisión, que mostraron imágenes de los incidentes.
El Coronel Joel Loaiza, jefe del comando de Guayas, al sur de Quito, afirmó que “acá estamos en un caos… a pesar de que ya no hay mando ni control … los policías están tratando de dar seguridad a la ciudadanía” .
Policías se rebelan en Ecuador QUITO. AP. El presidente Rafael Correa denunció un intento de golpe de estado desde un hospital donde fue internado tras haber sido agredido por policías que se tomaron ayer, el principal cuartel policial capitalino en protesta por reformas laborales. El gobierno decretó el estado de excepción, según anunció el ministro […]
Policías se rebelan en Ecuador
QUITO. AP. El presidente Rafael Correa denunció un intento de golpe de estado desde un hospital donde fue internado tras haber sido agredido por policías que se tomaron ayer, el principal cuartel policial capitalino en protesta por reformas laborales.
El gobierno decretó el estado de excepción, según anunció el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, que informó que “este tema de la insubordinación de la policía es de algunos sectores”.
“Tienen prácticamente secuestrado al presidente”, dijo Correa a la prensa en el hospital y denunció que agentes rebeldes rodearon el recinto al que fue conducido tras resultar intoxicado por una bomba de gas lacrimógeno lanzada por los sublevados.
Afirmó que algunos policías intentaron ingresar por la fuerza a su habitación. Correa consideró la revuelta policial como “un intento de golpe de Estado” y denunció que grupos rebeldes y opositores venían preparando la “conspiración” desde “hace mucho tiempo”.
“Me quitaron la máscara para que me asfixie… Entonces me trajeron (a la clínica). En verdad que no podía respirar”, aseguró el mandatario. “Me tuvieron que ingresar al hospital… ¡Es impresionante nuestra fuerza pública: atacaron al Presidente!”, añadió.
El ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, informó que se declaró el estado de excepción y que las fuerzas armadas y las unidades de la policía garantizan el orden público.
“No toda la policía está en una situación de insubordinación. Este tema de la insubordinación de la policía es de algunos sectores, y nosotros estamos tomando las medidas para garantizar la seguridad pública”, agregó.
El canciller Ricardo Patiño dijo tener información que “hay gente que está intentando meterse por los techos (del hospital) para atentar contra su integridad personal (de Correa)”.
“Están tratando de consolidar un golpe de Estado”, denunció Patiño desde un balcón del palacio de gobierno, ante cientos de seguidores del gobierno. Los instó a marchar hasta el hospital para “rescatar” al mandatario.
El jefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas, general Ernesto González, dijo ella son “una institución organizada, jerarquizada, subordinada al interés nacional, y también subordinada a la autoridad legal, legítimamente constituida …”. “El motivo que origina esta crisis … es la probable promulgación de la Ley Orgánica de servicio público, para la cual solicitamos sea revisada o dejada sin efecto para que el personal de servidores públicos, militares y policías no se vean afectados en sus derechos”, afirmó en rueda de prensa.
La mayor parte de los comercios cerraron o atendieron parcialmente en Quito, escenario de dos manifestaciones callejeras, de unas 3.000 personas cada una, a favor de Correa, frente al Palacio de Gobierno, y otra frente al hospital de la policía, donde se encuentra el mandatario.
Ante la ausencia de policías en algunas ciudades, se reportaron saqueos de comercios.
El ejecutivo del aeropuerto, Philippe Baril, dijo que alrededor de 300 militares cerraron las pistas del lugar, y que unos 700 pasajeros se han visto afectados por dicha medida, añadió. Tropas militares mantienen cerrado el aeropuerto para proteger las instalaciones.
Los policías rebelados rechazan la nueva Ley de Servicios Públicos que les extiende de 5 a 7 años el tiempo para ser ascendidos y les quita algunos beneficios económicos.
Antes ingresar al hospital, Correa calificó a los rebelados de “unos ingratos, bandidos, nadie ha apoyado tanto a la policía como este gobierno”.
“Si quieren matar al presidente, mátenme… pero este presidente seguirá haciendo lo que tiene que hacer”, gritó exhibiendo su pecho a los manifestantes.
Los sublevados se tomaron cuarteles policiales en Quito, Guayaquil y otras ciudades, quemaron llantas, lanzaron gases lacrimógenos y cerraron las carreteras de acceso a la capital, según reportes de las radios y canales de televisión, que mostraron imágenes de los incidentes.
El Coronel Joel Loaiza, jefe del comando de Guayas, al sur de Quito, afirmó que “acá estamos en un caos… a pesar de que ya no hay mando ni control … los policías están tratando de dar seguridad a la ciudadanía” .