En la mañana de ayer se desarrolló el conversatorio ‘Valledupar Distrito Naranja’ iniciativa desarrollada por el comunicador social e investigador, Nicolás Stornelli con el respaldo de EL PILÓN y que se llevó acabo en el Auditorio Pablo Oliveros Marmolejo de la Fundación Universitaria del Área Andina, con la participación de funcionarios públicos de la ciudad así como otros expertos en este tema.

Durante la actividad se debatieron diversos puntos con relación a la posibilidad de que la capital del Cesar, gracias a su desarrollo creativo y cultural producido sobre todo a partir de la oferta musical que condensa actualmente, pueda ser un distrito naranja que cuente con recursos y facilidades para fomentar mucho más su progreso.

“Me parece una iniciativa muy importante, implica una decisión de las autoridades locales pero también que refleja el sentir de la ciudadanía en darle una potencialidad al municipio de Valledupar y su área metropolitana en convertirse en una potencia en temas culturales. No solo a nivel de región Caribe sino de todo el país, inclusive de Latinoamérica”, expresó Miguel Cardozo, director de empleo del Ministerio del Trabajo y delegado de dicha cartera para la actividad en la que estaba prevista la presencia del viceministro del Trabajo, Fredys Socarrás y quien por cuestiones de agenda finalmente no pudo asistir.

Uno de los enfoques en torno a los cuales se realizó el panel estuvo relacionado con las necesidades existentes en la ciudad para lograr este propósito, entre las cuales se expuso el requerimiento de que haya un entorno propicio necesario para mitigar algunos efectos y que debe componerse por dotaciones adecuadas para el desarrollo; como un sector hotelero, comercial y de amenidades con los que se complemente esta proyección.

Se precisó en la importancia de generar ese entorno a través de la forma, el acceso y la habilidad de la ciudad enfocado sobre todo en el acondicionamiento estructural que hace falta a nivel local sabiendo que no se cuenta con un aeropuerto internacional, además que faltan alrededor de 600 metros para lograr ese cometido y que valen alrededor de 39 mil millones de pesos según manifestó Alfredo Saade Vergel, director del Área Metropolitana de Valledupar.

Además, coincidieron en que lo principal es la formalización a través de una ley, en palabras de Antonio Sanguino, senador electo, expresó: “Lo primero por supuesto, que haya una declaratoria formal y eso implicaría unas iniciativas en el Congreso de la República, yo estoy proponiendo incorporar en el Plan Nacional de Desarrollo del próximo gobierno un artículo o dos que definan a Valledupar como distrito creativo o distrito naranja”.

Esto, por tanto, se vería reflejado en incentivos tributarios, recursos de inversión del orden nacional, en un plan que debe estar acompañado de inversiones públicas que prometan que la ciudad y su área metropolitana transiten por esa apuesta de distrito creativo según mencionó Sanguino, quien además consideró que se tienen que sustituir las regalías provenientes del carbón por otro tipo de participaciones de la nación y de incentivos que permitan que se construya una senda sostenible de desarrollo.

Por su parte, el representante a la Cámara, Cristian Moreno además de reconocer las acciones que ejecuta el alcalde de la ciudad, Augusto Ramírez Uhía, también presente en el evento, enfocadas al turismo y las inversiones en materia de infraestructura encaminadas al propósito que se tiene de distrito naranja manifestó que “es necesario un estudio que permita identificar no solamente las potencialidades que tenemos y ya conocemos como música, cultura, el vallenato, las riquezas naturales sino lo que hay hoy consolidado en materia de economía naranja; las industrias y empresas que se vienen desarrollando sobre eso y las potencialidades de otras más que se podrían crear al tiempo”.

También aseguró que hace falta organizar todas esas expresiones culturales que se están dando en la ciudad y buscar la manera de darle a eso una serie de entidad rectora que pueda permitir organizar y tener claro no solo el tipo de desarrollo creativo sino también las condiciones para incentivarlo y proteger el patrimonio cultural y la infraestructura que se vaya a desarrollar sobre la región.

Otro factor visto con importancia es que más allá del factor musical sean exploradas otras posibilidades como los talentos con relación a la innovación, con la ciencia, con la tecnología, toda la industria editorial que también puede ser materia de promoción y de acción productiva, que permitirían incluso posicionar a la ciudad como un centro de formación, de aprendizaje y de educación. Esto teniendo en cuenta según Sanguino que “tenemos la Universidad Popular del Cesar, vamos a tener la sede caribe de la Universidad Nacional y podemos desarrollar toda una oferta educativa que también consolide esta economía naranja desde la oferta educativa que se puede generar en esta región del país y todo lo de turismo de naturaleza”.

Por: Daniela Rincones Julio
[email protected]