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Informe - 25 octubre, 2017

Estudiantes de la Universidad Nacional fueron pieza clave para aprobar sede de La Paz

La Universidad Nacional sede La Paz, en primera fase, se realizó en un término de cuatro años y cuatro meses, aunque estaba proyectada para culminarse en 18 meses.

La ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, firma el Acta 10 del 24 de octubre de 2017, para la constitución y creación de la sede de la Paz de la Universidad Nacional de Colombia. Fotos / Carlos Mario Jiménez 
La ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, firma el Acta 10 del 24 de octubre de 2017, para la constitución y creación de la sede de la Paz de la Universidad Nacional de Colombia. Fotos / Carlos Mario Jiménez 
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Entre $85.000 y $350.000 por semestre pagarán los estudiantes que ingresen a la Universidad Nacional Colombia sede de La Paz, al ser aprobada su creación por unanimidad del Consejo Superior Universitario.

“Un sueño de los todos cesarenses”, dijo el rector Ignacio Mantilla Prada, quien junto a la ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar; el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita; políticos; veedores ciudadanos y exestudiantes del centro universitario más importante del país, firmó el acta de constitución y de creación de la seccional número nueve, uniéndose así a las ya establecidas en Bogotá, Amazonía, Caribe (San Andrés), Manizales, Medellín, Orinoquía (Arauca), Palmira y Tumaco.

Por considerarla estratégica para contribuir a resolver la demanda educativa de la región Caribe, los nueve miembros del Consejo Superior Universitario (CSU) aprobaron la creación de esta nueva Sede, que quedará ubicada en el municipio de La Paz, norte del departamento del Cesar.

De igual manera se aprobó la estructura académico-administrativa de la nueva Sede, cuyo plan de acción se desarrollará en los próximos meses. La presencia de la Universidad Nacional en la región se constituye en una gran oportunidad para formar las nuevas generaciones que serán las encargadas de liderar la construcción de una nueva sociedad.

En conclusión, el CSU que sesionó ayer en el Hotel Sonesta de Valledupar, indicó que uno de los aspectos considerados para aprobar este proyecto que inició en el mandato de Cristian Moreno Panezo, fue el bajo porcentaje de bachilleres que accedió inmediatamente a la educación superior en la región en 2016, el cual fue del 33 % mientras la media nacional está en el 38 %.

El Gobierno Nacional ya aprobó una partida de $20.000 millones para el sostenimiento durante el 2018, sin embargo, en el rector Ignacio Mantilla explicó que el primer semestre serviría como un preuniversitario, especialmente para iniciar actividades de formación de los bachilleres que se gradúen en los colegios de la región, con el fin de que se presenten al examen de admisión con mejores posibilidades de aprobarlo.

También se proyecta ofrecer programas académicos de pregrado pertinentes -incluyendo la modalidad de Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama)-, programas curriculares de posgrado y actividades de educación continua. En esta primera fase se contempla albergar unos 2.500 educandos.

Encuesta para aprobar

Los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia son un aporte importante en la creación de la Sede de La Paz, así lo confirmó Ignacio Mantilla Prada.

Su representante ante el Consejo Superior, Natalia Ruiz Rodgers, realizó una encuesta con los 54.000 estudiantes inscritos en todas las sedes y de esos, la mayoría aprobó crearla.

“El representante estudiantil se había opuesto por las razones de financiación, decidió hacer una encuesta entre los estudiantes de todas las sedes para poder sustentar su voto en el Consejo Superior y la encuesta arrojó que la mayoría votaron que querían la sede, que se creara”, manifestó el rector, advirtiendo además que pocas veces la aprobación por unanimidad se logra dentro del Consejo Superior y la del Cesar es una de las excepciones.

“Mi sueño es que tengamos el área de la Salud de manera permanente y que ojalá, en unos cinco o seis años cuando la sede se haya consolidado, logremos escuelas de posgrados sumamente fuertes”, declaró Matilla Prada.
Indicó que la estructura aprobada por el Consejo Superior “es audaz, muy interesante, que no existe en la Universidad Nacional, para evitar que no haya burocracia se ha autorizado que tengamos dos grandes escuelas; una de pregrado y una de posgrado, de tal manera que al comienzo vamos a tener programas curriculares de diferentes áreas, pero bajo la dirección de la cabeza de un comité asesor, un consejo directivo, y no por cada facultad tener que nombrar personas que la dirijan”.

Habló de los inconvenientes del proyecto, aceptando que han tratado de cumplir y el resultado final será la puesta en marcha de los programas, que se basan especialmente en la Facultad de la Salud. Los aspirantes podrían cursar carreras como Medicina, Nutrición y Dietética, Odontología y Farmacia, o posgrados en Enfermería.

De igual manera se ofrecería admisión a otros programas académicos de pregrado que los estudiantes podrían cursar en las sedes andinas de la institución (Bogotá, Medellín o Manizales) después de tomar los cursos del núcleo básico. Esto se daría a través del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) que se ofrece actualmente en todas las sedes de frontera.

Los profesores se escogerán no solamente a nivel nacional, sino de talla internacional, porque la Universidad Nacional hará una convocatoria global para escogerlos.

De la angustia a la felicidad

El Consejo Superior Universitario, por medio del acuerdo 250 de 2017, acta 10 del 24 de octubre, aprobó la creación de la sede de La Paz, proyecto que estuvo a punto de perderse y que le causó grandes dolores de cabeza al

Ministerio de Educación.

La ministra Yaneth Giha Tovar recalcó que hace unos meses “estaba con el rector Mantilla en la angustia y preocupación de conseguir los recursos para el financiamiento de esta universidad, sede de la Paz, y logramos por aval del presidente Juan Manuel Santos los recursos para el funcionamiento del próximo año. Todo lo que uno hace en equipo sale bien”, declaró Giha Tovar.

Para la jefa de la cartera educativa, los dos puntos más importantes para que el país salga adelante son: si las regiones avanzan y segundo, la educación es la fuente real de la paz.

“Esta sede hace que conjugue esas dos cosas, la posibilidad de generar sueños, oportunidades, pero además de hacerlo con la universidad más importante de Colombia. Estamos cumpliendo los sueños de esta región, porque hace unos tres meses un grupo de esta región fue a pedirme apoyo para que la universidad saliera adelante y hoy puedo decirles que lo logramos”, dijo la ministra Giha.

Ese grupo estuvo integrado por Alonso Sánchez Baute, Jaime Bonet, Antonio Celia y Rodolfo Quintero.

“Estuvimos motivando a la ministra de Educación para motivar al Gobierno Nacional, que había estado de espectador en este proyecto, se involucrara más teniendo en cuenta que este es un programa de posconflicto, de paz estable y duradera”, explicó Rodolfo Quintero a EL PILÓN.

Dura tarea de Ovalle

El gobernador Francisco Ovalle Angarita encontró el proyecto de la Universidad Nacional con un 17 % de avance, pero hoy las obras de infraestructura tienen alrededor del 94 %, a falta de terminar el área de laboratorios, biblioteca y espacios urbanos.

De la mano con una veeduría ciudadana, liderada por el contralor Edgardo Maya Villazón, el mandatario de los cesarenses culminó en su primera fase el proyecto iniciado por Cristian Moreno Panezo y contratado por Luis Alberto Monsalvo Gnecco.

“La intención es darle apertura, abrir las puertas de esta universidad, en enero con la iniciación de una formación académica preparatoria a los exámenes de admisión, para garantizar el ingreso a los 12.500 jóvenes que se están graduando de bachillerato en el Cesar, pero solo el 30 % accede a la educación superior”, manifestó Francisco Ovalle.

Según Ovalle Angarita, la inversión superior de los $50.000 millones deberá asociarse a los cerca de $150.000 que se necesitan para darle trámite a la segunda fase, por eso invitó a la gobernadora (e) de La Guajira, Emilse Sánchez, y que sea un proyecto conjunto con la Gobernación departamental.

“Las matrículas en esta sede irán desde $85.000 hasta $350.000, dependiendo de la situación socioeconómica del estudiante, es algo supremamente módico para las personas de escasos recursos”, puntualizó Francisco Ovalle.

El proyecto

La Asamblea del Cesar autorizó el 7 de abril de 2010, a través de la Ordenanza No. 000002, al gobernador Cristian Moreno Panezo adquirir el lote de terreno con las mejores especificaciones técnicas de acuerdo con lo señalado en un informe de visita de Estudio Técnico para adquirir un bien inmueble para sede de la Universidad Nacional de Colombia.

El predio está ubicado en el kilómetro 13.5, en la vía Valledupar – La Paz, y fue recomendado por los arquitectos Guillermo Restrepo Valencia y Julieta Trujillos Cortes, entonces asesor de la vicerrectoría sede Bogotá y jefe de sección vicerrectoría general de la Universidad Nacional de Colombia.

Finalmente, la Gobernación del Cesar adquirió los terrenos con una dimensión de 50 hectáreas por $1.400 millones, que pertenecían a Alcides Manuel Morón Mieles. El sitio era conocido como ‘El Mamón de Callejas’.

El 6 de septiembre de 2010, el gobernador Cristian Moreno Panezo, con su firma ante el notario Único del Círculo de La Paz, Jorge Oñate Mieles, protocolizó la compra del lote, adquirido mediante escritura pública 196.

El 30 de noviembre del mismo año, la Asamblea aprobó en Ordenanza No. 019 “por medio del cual se autoriza al Gobernador del departamento del Cesar, para hacer enajenación de bien inmueble a la Universidad Nacional de Colombia”.

El 28 de mayo de 2011, Moreno Panezo y la rectora encargada de la Universidad, Beatriz Sánchez Herrera, firmaron oficialmente las escrituras del lote de la nueva sede, luego de que el mandatario departamental entregara en octubre del 2010 al rector de la UN, Moisés Wasserman, el lote para la construcción del nuevo campus. La escritura fue radicada en la Notaría Segunda de Valledupar. En esa ocasión la administración departamental denominó la actividad como “la primera piedra del saber”.

El 26 de junio de 2013, el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco adjudicó el contrato de construcción de la Universidad Nacional, sede de La Paz. El inicio de la obra se proyectó con la aprobación de $41.163.766.705 millones por parte del OCAD Departamental. El monto fue cofinanciado por los departamentos del Cesar y La Guajira, en un 75 y 25 %, respectivamente.

El contrato se entregó a la Unión Temporal Uninal Cesar, integrada por JV Ingenieria Ltda, Vera Construcciones Sucursal Colombia y Benjamín Tomás Herrera Amaya, que tiene como representante legal a Javier Bernardo Varela De Ávila.

Sin embargo, para el proyecto que arrancó con una inversión de $38.388.365.865, más $1.900.000.000 de interventoría, a finales de 2015, a través del Órgano Colegiado Administrativo y de Decisión, OCAD, se le adicionaron recursos por el orden de los $14.000 millones.

El contrato alcanzó a tener seis prórrogas, teniendo en cuenta que la sede de la Universidad debía ser entregada, en primera medida, en febrero de 2015. A mediados de junio de este año el contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, formalizó la veeduría ciudadana para que hiciera seguimiento y así terminar las obras de infraestructura en el campus.

¿Qué tendrá la sede?

La Universidad Nacional sede de la Paz en primera fase se llevó a cabo en cuatro años y cuatro meses (estaba proyectada para 18 meses) y contempla 8.693 metros cuadrados de construcción y 86.000 metros cuadrados de obras de urbanismo. Tiene como propósito beneficiar a 2.040 estudiantes.

El proyecto contempla 26 aulas especializadas en Tecnología de la Información y Comunicaciones, las cuales tendrán capacidad para 40 personas; ocho laboratorios con capacidad para 20 personas cada uno; biblioteca que permitirá la estadía 130 personas; área administrativa para 60 puestos de trabajo.

La primera fase la edificación comprende 26 aulas, una cafetería y una biblioteca, además de zonas verdes, parqueaderos y área administrativa.

Este proyecto inició con una inversión de $38.000 millones, a finales del 2015 a través del Órgano Colegiado Administrativo y de Decisión (Ocad) le asignaron $14.000 millones para su terminación en la primera fase, que debía ser entregada a finales de diciembre de 2016.

“El representante estudiantil se había opuesto por las razones de financiación, decidió hacer una encuesta entre los estudiantes para poder sustentar su voto en el Consejo Superior y la encuesta arrojó que la mayoría votaron que querían la sede, que se creara”: Ignacio Mantilla Prada.

 

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

 

Informe
25 octubre, 2017

Estudiantes de la Universidad Nacional fueron pieza clave para aprobar sede de La Paz

La Universidad Nacional sede La Paz, en primera fase, se realizó en un término de cuatro años y cuatro meses, aunque estaba proyectada para culminarse en 18 meses.


La ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, firma el Acta 10 del 24 de octubre de 2017, para la constitución y creación de la sede de la Paz de la Universidad Nacional de Colombia. Fotos / Carlos Mario Jiménez 
La ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, firma el Acta 10 del 24 de octubre de 2017, para la constitución y creación de la sede de la Paz de la Universidad Nacional de Colombia. Fotos / Carlos Mario Jiménez 
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Entre $85.000 y $350.000 por semestre pagarán los estudiantes que ingresen a la Universidad Nacional Colombia sede de La Paz, al ser aprobada su creación por unanimidad del Consejo Superior Universitario.

“Un sueño de los todos cesarenses”, dijo el rector Ignacio Mantilla Prada, quien junto a la ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar; el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita; políticos; veedores ciudadanos y exestudiantes del centro universitario más importante del país, firmó el acta de constitución y de creación de la seccional número nueve, uniéndose así a las ya establecidas en Bogotá, Amazonía, Caribe (San Andrés), Manizales, Medellín, Orinoquía (Arauca), Palmira y Tumaco.

Por considerarla estratégica para contribuir a resolver la demanda educativa de la región Caribe, los nueve miembros del Consejo Superior Universitario (CSU) aprobaron la creación de esta nueva Sede, que quedará ubicada en el municipio de La Paz, norte del departamento del Cesar.

De igual manera se aprobó la estructura académico-administrativa de la nueva Sede, cuyo plan de acción se desarrollará en los próximos meses. La presencia de la Universidad Nacional en la región se constituye en una gran oportunidad para formar las nuevas generaciones que serán las encargadas de liderar la construcción de una nueva sociedad.

En conclusión, el CSU que sesionó ayer en el Hotel Sonesta de Valledupar, indicó que uno de los aspectos considerados para aprobar este proyecto que inició en el mandato de Cristian Moreno Panezo, fue el bajo porcentaje de bachilleres que accedió inmediatamente a la educación superior en la región en 2016, el cual fue del 33 % mientras la media nacional está en el 38 %.

El Gobierno Nacional ya aprobó una partida de $20.000 millones para el sostenimiento durante el 2018, sin embargo, en el rector Ignacio Mantilla explicó que el primer semestre serviría como un preuniversitario, especialmente para iniciar actividades de formación de los bachilleres que se gradúen en los colegios de la región, con el fin de que se presenten al examen de admisión con mejores posibilidades de aprobarlo.

También se proyecta ofrecer programas académicos de pregrado pertinentes -incluyendo la modalidad de Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama)-, programas curriculares de posgrado y actividades de educación continua. En esta primera fase se contempla albergar unos 2.500 educandos.

Encuesta para aprobar

Los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia son un aporte importante en la creación de la Sede de La Paz, así lo confirmó Ignacio Mantilla Prada.

Su representante ante el Consejo Superior, Natalia Ruiz Rodgers, realizó una encuesta con los 54.000 estudiantes inscritos en todas las sedes y de esos, la mayoría aprobó crearla.

“El representante estudiantil se había opuesto por las razones de financiación, decidió hacer una encuesta entre los estudiantes de todas las sedes para poder sustentar su voto en el Consejo Superior y la encuesta arrojó que la mayoría votaron que querían la sede, que se creara”, manifestó el rector, advirtiendo además que pocas veces la aprobación por unanimidad se logra dentro del Consejo Superior y la del Cesar es una de las excepciones.

“Mi sueño es que tengamos el área de la Salud de manera permanente y que ojalá, en unos cinco o seis años cuando la sede se haya consolidado, logremos escuelas de posgrados sumamente fuertes”, declaró Matilla Prada.
Indicó que la estructura aprobada por el Consejo Superior “es audaz, muy interesante, que no existe en la Universidad Nacional, para evitar que no haya burocracia se ha autorizado que tengamos dos grandes escuelas; una de pregrado y una de posgrado, de tal manera que al comienzo vamos a tener programas curriculares de diferentes áreas, pero bajo la dirección de la cabeza de un comité asesor, un consejo directivo, y no por cada facultad tener que nombrar personas que la dirijan”.

Habló de los inconvenientes del proyecto, aceptando que han tratado de cumplir y el resultado final será la puesta en marcha de los programas, que se basan especialmente en la Facultad de la Salud. Los aspirantes podrían cursar carreras como Medicina, Nutrición y Dietética, Odontología y Farmacia, o posgrados en Enfermería.

De igual manera se ofrecería admisión a otros programas académicos de pregrado que los estudiantes podrían cursar en las sedes andinas de la institución (Bogotá, Medellín o Manizales) después de tomar los cursos del núcleo básico. Esto se daría a través del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) que se ofrece actualmente en todas las sedes de frontera.

Los profesores se escogerán no solamente a nivel nacional, sino de talla internacional, porque la Universidad Nacional hará una convocatoria global para escogerlos.

De la angustia a la felicidad

El Consejo Superior Universitario, por medio del acuerdo 250 de 2017, acta 10 del 24 de octubre, aprobó la creación de la sede de La Paz, proyecto que estuvo a punto de perderse y que le causó grandes dolores de cabeza al

Ministerio de Educación.

La ministra Yaneth Giha Tovar recalcó que hace unos meses “estaba con el rector Mantilla en la angustia y preocupación de conseguir los recursos para el financiamiento de esta universidad, sede de la Paz, y logramos por aval del presidente Juan Manuel Santos los recursos para el funcionamiento del próximo año. Todo lo que uno hace en equipo sale bien”, declaró Giha Tovar.

Para la jefa de la cartera educativa, los dos puntos más importantes para que el país salga adelante son: si las regiones avanzan y segundo, la educación es la fuente real de la paz.

“Esta sede hace que conjugue esas dos cosas, la posibilidad de generar sueños, oportunidades, pero además de hacerlo con la universidad más importante de Colombia. Estamos cumpliendo los sueños de esta región, porque hace unos tres meses un grupo de esta región fue a pedirme apoyo para que la universidad saliera adelante y hoy puedo decirles que lo logramos”, dijo la ministra Giha.

Ese grupo estuvo integrado por Alonso Sánchez Baute, Jaime Bonet, Antonio Celia y Rodolfo Quintero.

“Estuvimos motivando a la ministra de Educación para motivar al Gobierno Nacional, que había estado de espectador en este proyecto, se involucrara más teniendo en cuenta que este es un programa de posconflicto, de paz estable y duradera”, explicó Rodolfo Quintero a EL PILÓN.

Dura tarea de Ovalle

El gobernador Francisco Ovalle Angarita encontró el proyecto de la Universidad Nacional con un 17 % de avance, pero hoy las obras de infraestructura tienen alrededor del 94 %, a falta de terminar el área de laboratorios, biblioteca y espacios urbanos.

De la mano con una veeduría ciudadana, liderada por el contralor Edgardo Maya Villazón, el mandatario de los cesarenses culminó en su primera fase el proyecto iniciado por Cristian Moreno Panezo y contratado por Luis Alberto Monsalvo Gnecco.

“La intención es darle apertura, abrir las puertas de esta universidad, en enero con la iniciación de una formación académica preparatoria a los exámenes de admisión, para garantizar el ingreso a los 12.500 jóvenes que se están graduando de bachillerato en el Cesar, pero solo el 30 % accede a la educación superior”, manifestó Francisco Ovalle.

Según Ovalle Angarita, la inversión superior de los $50.000 millones deberá asociarse a los cerca de $150.000 que se necesitan para darle trámite a la segunda fase, por eso invitó a la gobernadora (e) de La Guajira, Emilse Sánchez, y que sea un proyecto conjunto con la Gobernación departamental.

“Las matrículas en esta sede irán desde $85.000 hasta $350.000, dependiendo de la situación socioeconómica del estudiante, es algo supremamente módico para las personas de escasos recursos”, puntualizó Francisco Ovalle.

El proyecto

La Asamblea del Cesar autorizó el 7 de abril de 2010, a través de la Ordenanza No. 000002, al gobernador Cristian Moreno Panezo adquirir el lote de terreno con las mejores especificaciones técnicas de acuerdo con lo señalado en un informe de visita de Estudio Técnico para adquirir un bien inmueble para sede de la Universidad Nacional de Colombia.

El predio está ubicado en el kilómetro 13.5, en la vía Valledupar – La Paz, y fue recomendado por los arquitectos Guillermo Restrepo Valencia y Julieta Trujillos Cortes, entonces asesor de la vicerrectoría sede Bogotá y jefe de sección vicerrectoría general de la Universidad Nacional de Colombia.

Finalmente, la Gobernación del Cesar adquirió los terrenos con una dimensión de 50 hectáreas por $1.400 millones, que pertenecían a Alcides Manuel Morón Mieles. El sitio era conocido como ‘El Mamón de Callejas’.

El 6 de septiembre de 2010, el gobernador Cristian Moreno Panezo, con su firma ante el notario Único del Círculo de La Paz, Jorge Oñate Mieles, protocolizó la compra del lote, adquirido mediante escritura pública 196.

El 30 de noviembre del mismo año, la Asamblea aprobó en Ordenanza No. 019 “por medio del cual se autoriza al Gobernador del departamento del Cesar, para hacer enajenación de bien inmueble a la Universidad Nacional de Colombia”.

El 28 de mayo de 2011, Moreno Panezo y la rectora encargada de la Universidad, Beatriz Sánchez Herrera, firmaron oficialmente las escrituras del lote de la nueva sede, luego de que el mandatario departamental entregara en octubre del 2010 al rector de la UN, Moisés Wasserman, el lote para la construcción del nuevo campus. La escritura fue radicada en la Notaría Segunda de Valledupar. En esa ocasión la administración departamental denominó la actividad como “la primera piedra del saber”.

El 26 de junio de 2013, el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco adjudicó el contrato de construcción de la Universidad Nacional, sede de La Paz. El inicio de la obra se proyectó con la aprobación de $41.163.766.705 millones por parte del OCAD Departamental. El monto fue cofinanciado por los departamentos del Cesar y La Guajira, en un 75 y 25 %, respectivamente.

El contrato se entregó a la Unión Temporal Uninal Cesar, integrada por JV Ingenieria Ltda, Vera Construcciones Sucursal Colombia y Benjamín Tomás Herrera Amaya, que tiene como representante legal a Javier Bernardo Varela De Ávila.

Sin embargo, para el proyecto que arrancó con una inversión de $38.388.365.865, más $1.900.000.000 de interventoría, a finales de 2015, a través del Órgano Colegiado Administrativo y de Decisión, OCAD, se le adicionaron recursos por el orden de los $14.000 millones.

El contrato alcanzó a tener seis prórrogas, teniendo en cuenta que la sede de la Universidad debía ser entregada, en primera medida, en febrero de 2015. A mediados de junio de este año el contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, formalizó la veeduría ciudadana para que hiciera seguimiento y así terminar las obras de infraestructura en el campus.

¿Qué tendrá la sede?

La Universidad Nacional sede de la Paz en primera fase se llevó a cabo en cuatro años y cuatro meses (estaba proyectada para 18 meses) y contempla 8.693 metros cuadrados de construcción y 86.000 metros cuadrados de obras de urbanismo. Tiene como propósito beneficiar a 2.040 estudiantes.

El proyecto contempla 26 aulas especializadas en Tecnología de la Información y Comunicaciones, las cuales tendrán capacidad para 40 personas; ocho laboratorios con capacidad para 20 personas cada uno; biblioteca que permitirá la estadía 130 personas; área administrativa para 60 puestos de trabajo.

La primera fase la edificación comprende 26 aulas, una cafetería y una biblioteca, además de zonas verdes, parqueaderos y área administrativa.

Este proyecto inició con una inversión de $38.000 millones, a finales del 2015 a través del Órgano Colegiado Administrativo y de Decisión (Ocad) le asignaron $14.000 millones para su terminación en la primera fase, que debía ser entregada a finales de diciembre de 2016.

“El representante estudiantil se había opuesto por las razones de financiación, decidió hacer una encuesta entre los estudiantes para poder sustentar su voto en el Consejo Superior y la encuesta arrojó que la mayoría votaron que querían la sede, que se creara”: Ignacio Mantilla Prada.

 

Por Carlos Mario Jiménez
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