Detalles de la destacable vida artística de los actores William Morón Muegues, Boris Serrano Gómez y Rosa Cárdenas Rodríguez fueron dados a conocer en un conversatorio realizado en la plaza Alfonso López.
William Morón Muegues, Boris Serrano Gómez y Rosa Cárdenas Rodríguez fueron los actores invitados al conversatorio de teatro ‘Rescatando Nuestra Cultura’, desarrollado en la plaza Alfonso López, el marco del Mes del Artista Colombiano, a cargo de la oficina de Cultura Municipal.
“Estos personajes fueron escogidos teniendo en cuenta su trayectoria artística. Serrano ha tenido un recorrido más nacional y profesional; Morón representa la tradición e historia vallenata, y Cárdenas ha trabajado en las zonas vulnerables del Cesar, gestando semilleros de teatro“, manifestó el director de la oficina de Cultura de Valledupar, Tomás Darío Gutiérrez.
El inicio y desarrollo del teatro en las vidas de Morón, Serrano y Cárdenas fue el hilo conductor de la actividad moderada por el folclorista Jaime Pérez Parodi, que fue amenizada por la Banda Municipal, la agrupación Son Cubano, Son Tananeo y Las Glorias del Vallenato; y que también contó con la puesta en escena de la obra teatral
El reconocido cuentero William Morón, quien se caracteriza por utilizar la lexicología vallenata y la tradición oral de los pueblos para realizar sus personajes, contó que se inició en el mundo de las artes escénicas en el año 1970.
“Fue un grupo de teatro que nació del coro Voces del Cesar. Esta agrupación teatral denominada ‘Luis Vargas Tejada’ era dirigida por el extinto profesor Dagoberto Fuentes Zuleta y estaba conformada por empleados y estudiantes”, relató.
Como en el anterior grupo no contaban con profesor de técnica vocal y expresión corporal, en 1971, cuando se inauguró la Casa de la Cultura ‘Cecilia Caballero de López’, ingresó como alumno al grupo de teatro de esta entidad, motivado por los profesores que venían de diferentes partes del país, que le ayudaban a perfeccionar esa pasión que se avivaba en su ser.
“Las personas que no habían terminado su bachillerato, como era mi caso, la Casa de la Cultura, bajo la dirección de Álvaro Castro Socarrás, se empeñaba porque tuvieran un conocimiento profundo del arte, lo cual me gustó mucho”, rememoró.
En 1980 la Casa de la Cultura vio la necesidad de un nuevo director de Teatro y Profesor de Dramaturgia, siendo escogido William Morón. Para esa época adaptó al teatro las piezas musicales ‘La Custodia de Badillo’ y ‘La Patillalera’, del maestro Rafael Escalona, la obra ‘El Coronel no Tiene quien le Escriba’, de Gabriel García Márquez, y los cuentos de ‘Tío Conejo’, ‘Tu Tigre’, entre otras historias que contaban las abuelas, bajo la dirección musical de Rita Fernández Padilla.
Más adelante dio a conocer sus monólogos que son sustraídos de la vida real como: ‘La rezandera’, inspirado en su madre; ‘La llamada telefónica’, inspirado en María Uhía de Meza; y ‘El velorio’, basada en los velorios de primera clase de los pueblos que se realizaban en las casas.
El actor, gestor cultural, director y maestro en arte dramático, Boris Serrano, aseguró que ser un artista es una manera de comunicarse, teniendo en cuenta que se nace con ese espíritu y con esa alma expresiva para poder comunicar.
“La clave para la actuación, según mi criterio, es observar y ser sensible a todo lo que está pasando para captar detalles de otras personas y del medio; esta es la materia prima para hacer catarsis en la sociedad. Un actor también debe tener disciplina para proyectar ese talento”, subrayó.
Contó que en bachillerato, producto de un grupo literario, tuvo sus primeras manifestaciones artísticas en obras de teatro y recitales, donde la gente le insistía en que tenía talento; fue allí (en 1987) donde ingresó a la Casa de la Cultura y emprendió un camino que se convirtió en su estilo de vida con el grupo de teatro Tabla Rota, donde durante cinco años realizó varios montajes de teatro y talleres de formación actoral.
En 1990 participó por primera vez como extra en la serie de televisión Escalona, donde también colaboró en el área de producción, adquiriendo una experiencia que más tarde le significó en su desempeño artístico. Motivado por esta experiencia viaja a la ciudad de Bogotá con el deseo de continuar sus estudios de teatro en su carrera actoral.
“Nuestro principal reto es tener buenos productos para que la gente que llegue a ver teatro reflexione en torno a la obra; que se diviertan, pero salgan con ideas particulares en su mente; el artista debe generar revoluciones internas en el espectador. Tenemos competencias con la tecnología y otras expresiones, que no han permitido fidelidad en el público. En nuestro contexto la gente no creció viendo teatro, sino haciendo parrandas, por lo que les cuesta pagar por lo primero; son comportamientos culturales”, enfatizó.
Por su parte, la instructora de teatro con más de 20 años de experiencia, Rosa Cárdenas, enfatizó que cuando un trabajador cultural, desde cualquier perspectiva: la danza, el teatro y la música, no puede estar aislado de la investigación y el conocimiento. “No podemos estar improvisando para enriquecer a los personajes, construir una escena, reproducir o desvirtuar una realidad para trasmitirla en una escena, por lo que es muy importante el factor lectura”, concluyó.
-William Morón: reconocido cuentero nacido en Urumita, La Guajira, residente en Valledupar desde hace 58 años, con 43 años de experiencia en el campo teatral, y considerado uno de los juglares de mayor trayectoria del Caribe colombiano. Los personajes de sus monólogos causan carcajadas en su público, los cuales exhibió en diferentes lugares de Colombia, Panamá, Venezuela y Costa Rica.
Fue llamado a participar en seriados para la televisión nacional como: El Siete Mujeres y Corralejas y la telenovela Escalona. En diferentes oportunidades ha sido invitado especial en Festivales Internacionales de Cuenteros El Caribe Cuenta, en Barranquilla; Encentrémonos, en Sahagún, Córdoba, y en el Festival entre Cuentos y Flores, en Medellín. En su trabajo se caracteriza por narrar las costumbres y tradiciones del centro y sur de La Guajira y el norte del Cesar.
-Boris Serrano: egresado de la Escuela de Bellas Artes Universidad del Atlántico, actual representante legal y director artístico de la Fundación Teatro Estudio De Actores (TEA), y creador e intérprete del mimo clown Pochorito. Fue: director de la Oficina de Asuntos Culturales del Departamento del Cesar, docente catedrático en Teatro de la Escuela De Bellas Artes, actor y proveedor de actores extras y figurantes de la novela ‘Rafael Orozco’ del canal Caracol, asistente del casting regional y proveedor de los extras de la novela ‘Diomedes Díaz’ del canal RCN, asistente del casting regional y proveedor de los extras de la novela ‘La Cacica’ del canal Caracol, asistente de ambientación de la serie ‘Momposina’ del canal RCN, y actor de la película ‘Los Viajes del Viento’.
-Rosa Cárdenas: actualmente dirige el grupo de teatro Quinto Elemento. De manera independiente, orienta talleres de teatro particulares, resultado de diferentes procesos de investigación. Ha trabajado en el campo teatral en la Fundación Cultural La Sabrosasa, la Casa de la Cultura Municipal de Valledupar y la Fundación Popular Las Mujeres.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Detalles de la destacable vida artística de los actores William Morón Muegues, Boris Serrano Gómez y Rosa Cárdenas Rodríguez fueron dados a conocer en un conversatorio realizado en la plaza Alfonso López.
William Morón Muegues, Boris Serrano Gómez y Rosa Cárdenas Rodríguez fueron los actores invitados al conversatorio de teatro ‘Rescatando Nuestra Cultura’, desarrollado en la plaza Alfonso López, el marco del Mes del Artista Colombiano, a cargo de la oficina de Cultura Municipal.
“Estos personajes fueron escogidos teniendo en cuenta su trayectoria artística. Serrano ha tenido un recorrido más nacional y profesional; Morón representa la tradición e historia vallenata, y Cárdenas ha trabajado en las zonas vulnerables del Cesar, gestando semilleros de teatro“, manifestó el director de la oficina de Cultura de Valledupar, Tomás Darío Gutiérrez.
El inicio y desarrollo del teatro en las vidas de Morón, Serrano y Cárdenas fue el hilo conductor de la actividad moderada por el folclorista Jaime Pérez Parodi, que fue amenizada por la Banda Municipal, la agrupación Son Cubano, Son Tananeo y Las Glorias del Vallenato; y que también contó con la puesta en escena de la obra teatral
El reconocido cuentero William Morón, quien se caracteriza por utilizar la lexicología vallenata y la tradición oral de los pueblos para realizar sus personajes, contó que se inició en el mundo de las artes escénicas en el año 1970.
“Fue un grupo de teatro que nació del coro Voces del Cesar. Esta agrupación teatral denominada ‘Luis Vargas Tejada’ era dirigida por el extinto profesor Dagoberto Fuentes Zuleta y estaba conformada por empleados y estudiantes”, relató.
Como en el anterior grupo no contaban con profesor de técnica vocal y expresión corporal, en 1971, cuando se inauguró la Casa de la Cultura ‘Cecilia Caballero de López’, ingresó como alumno al grupo de teatro de esta entidad, motivado por los profesores que venían de diferentes partes del país, que le ayudaban a perfeccionar esa pasión que se avivaba en su ser.
“Las personas que no habían terminado su bachillerato, como era mi caso, la Casa de la Cultura, bajo la dirección de Álvaro Castro Socarrás, se empeñaba porque tuvieran un conocimiento profundo del arte, lo cual me gustó mucho”, rememoró.
En 1980 la Casa de la Cultura vio la necesidad de un nuevo director de Teatro y Profesor de Dramaturgia, siendo escogido William Morón. Para esa época adaptó al teatro las piezas musicales ‘La Custodia de Badillo’ y ‘La Patillalera’, del maestro Rafael Escalona, la obra ‘El Coronel no Tiene quien le Escriba’, de Gabriel García Márquez, y los cuentos de ‘Tío Conejo’, ‘Tu Tigre’, entre otras historias que contaban las abuelas, bajo la dirección musical de Rita Fernández Padilla.
Más adelante dio a conocer sus monólogos que son sustraídos de la vida real como: ‘La rezandera’, inspirado en su madre; ‘La llamada telefónica’, inspirado en María Uhía de Meza; y ‘El velorio’, basada en los velorios de primera clase de los pueblos que se realizaban en las casas.
El actor, gestor cultural, director y maestro en arte dramático, Boris Serrano, aseguró que ser un artista es una manera de comunicarse, teniendo en cuenta que se nace con ese espíritu y con esa alma expresiva para poder comunicar.
“La clave para la actuación, según mi criterio, es observar y ser sensible a todo lo que está pasando para captar detalles de otras personas y del medio; esta es la materia prima para hacer catarsis en la sociedad. Un actor también debe tener disciplina para proyectar ese talento”, subrayó.
Contó que en bachillerato, producto de un grupo literario, tuvo sus primeras manifestaciones artísticas en obras de teatro y recitales, donde la gente le insistía en que tenía talento; fue allí (en 1987) donde ingresó a la Casa de la Cultura y emprendió un camino que se convirtió en su estilo de vida con el grupo de teatro Tabla Rota, donde durante cinco años realizó varios montajes de teatro y talleres de formación actoral.
En 1990 participó por primera vez como extra en la serie de televisión Escalona, donde también colaboró en el área de producción, adquiriendo una experiencia que más tarde le significó en su desempeño artístico. Motivado por esta experiencia viaja a la ciudad de Bogotá con el deseo de continuar sus estudios de teatro en su carrera actoral.
“Nuestro principal reto es tener buenos productos para que la gente que llegue a ver teatro reflexione en torno a la obra; que se diviertan, pero salgan con ideas particulares en su mente; el artista debe generar revoluciones internas en el espectador. Tenemos competencias con la tecnología y otras expresiones, que no han permitido fidelidad en el público. En nuestro contexto la gente no creció viendo teatro, sino haciendo parrandas, por lo que les cuesta pagar por lo primero; son comportamientos culturales”, enfatizó.
Por su parte, la instructora de teatro con más de 20 años de experiencia, Rosa Cárdenas, enfatizó que cuando un trabajador cultural, desde cualquier perspectiva: la danza, el teatro y la música, no puede estar aislado de la investigación y el conocimiento. “No podemos estar improvisando para enriquecer a los personajes, construir una escena, reproducir o desvirtuar una realidad para trasmitirla en una escena, por lo que es muy importante el factor lectura”, concluyó.
-William Morón: reconocido cuentero nacido en Urumita, La Guajira, residente en Valledupar desde hace 58 años, con 43 años de experiencia en el campo teatral, y considerado uno de los juglares de mayor trayectoria del Caribe colombiano. Los personajes de sus monólogos causan carcajadas en su público, los cuales exhibió en diferentes lugares de Colombia, Panamá, Venezuela y Costa Rica.
Fue llamado a participar en seriados para la televisión nacional como: El Siete Mujeres y Corralejas y la telenovela Escalona. En diferentes oportunidades ha sido invitado especial en Festivales Internacionales de Cuenteros El Caribe Cuenta, en Barranquilla; Encentrémonos, en Sahagún, Córdoba, y en el Festival entre Cuentos y Flores, en Medellín. En su trabajo se caracteriza por narrar las costumbres y tradiciones del centro y sur de La Guajira y el norte del Cesar.
-Boris Serrano: egresado de la Escuela de Bellas Artes Universidad del Atlántico, actual representante legal y director artístico de la Fundación Teatro Estudio De Actores (TEA), y creador e intérprete del mimo clown Pochorito. Fue: director de la Oficina de Asuntos Culturales del Departamento del Cesar, docente catedrático en Teatro de la Escuela De Bellas Artes, actor y proveedor de actores extras y figurantes de la novela ‘Rafael Orozco’ del canal Caracol, asistente del casting regional y proveedor de los extras de la novela ‘Diomedes Díaz’ del canal RCN, asistente del casting regional y proveedor de los extras de la novela ‘La Cacica’ del canal Caracol, asistente de ambientación de la serie ‘Momposina’ del canal RCN, y actor de la película ‘Los Viajes del Viento’.
-Rosa Cárdenas: actualmente dirige el grupo de teatro Quinto Elemento. De manera independiente, orienta talleres de teatro particulares, resultado de diferentes procesos de investigación. Ha trabajado en el campo teatral en la Fundación Cultural La Sabrosasa, la Casa de la Cultura Municipal de Valledupar y la Fundación Popular Las Mujeres.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN