Solo hasta la próxima semana la Oficina Asesora de Planeación Municipal tiene pensado hacer un recorrido por la zona norte de la capital del Cesar, para verificar cuántos predios están ubicados sobre la ronda del río Guatapurí.
En una encrucijada está el municipio de Valledupar con la sustracción de un área de 17 hectáreas en la zona de reserva forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta, aprobada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en noviembre de 2016.
Primero se buscó un espaldarazo para la edificación del Mirador de Santo Ecce Homo en el cerro de Las Antenas, pero finalmente se terminó favoreciendo a unos privados a través de la figura de expansión urbana del municipio.
La solicitud fue presentada en 2007, por el exalcalde Ciro Pupo Castro, con la asesoría del jefe de Planeación, Carlos José Vidal Luque. Esta administración lideró el proyecto, gestionado a través del sistema leasing con el Banco de Occidente, por un valor de $9.500 millones, que incluía el parque Lineal de Hurtado y la escultura del Ecce Homo.
Pupo Castro no terminó la iniciativa que pasó a manos de Rubén Carvajal Riveira y Luis Fabián Fernández, quienes continuaron los trámites sin alcanzar el éxito. Fue Fredys Socarrás Reales el que finalmente realizó la solicitud y recibió la aprobación del Ministerio de Ambiente.
Aníbal Quiroz, jefe de la Oficina de Planeación para la época, explicó que dejó contratado los estudios hasta su salida en octubre de 2013, “pero en el camino incluyeron 17 hectáreas; el cerro del Ecce Homo y el Club Campestre, además Colinas de Hurtado y otras tierras ubicadas en el sector”.
Esas modificaciones fueron incluidas en el Plan de Ordenamiento Territorial, aprobado por el Concejo de Valledupar en 2015.
“En el POT Corpocesar nunca lo objetó, el Ministerio de Ambiente avaló la sustracción y le obligó al municipio a compensar esas 17 hectáreas, es decir, el municipio debe comprar tierras o establecer una zona donde haya arborización y dejarlas como zonas de preservación”, así explicó Quiroz Monsalvo las herramientas establecidas por el Ministerio de Ambiente, que el 9 de noviembre de 2016 decretó “se aprueba el registro del área urbana y de expansión urbana del Municipio de Valledupar, sustraída mediante Resolución 0763 de 2004 de la Reserva Forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta, establecida mediante la Ley 2 de 1959”.
Aníbal Quiroz advirtió además que cuando se autorizó por la Curaduría Urbana número uno de Valledupar la licencia para Parcelación Unidad Cerrada Colinas de Hurtado, fue con base a los “vacíos normativos en los POT de 1999 y el de 2011”.
Pero no solamente la ‘pista’ está abierta para que Colinas de Hurtado sea una realidad. El POT dejó el camino libre para que otros proyectos lleguen a feliz término y prueba de eso es que la Oficina Asesora de Planeación Municipal, solo hasta la próxima semana, tiene programado realizar un barrido por la zona norte, especialmente en cercanías del río Guatapurí, para inventariar qué tipo de estructuras están siendo edificadas o en proyección.
La Urbanizadora Colindas de Hurtado S.A. es un proyecto de 22 hectáreas, que contempla la construcción de 42 viviendas tipo campestre.
Colinas de Hurtado no es un proyecto nuevo, tiene 44 años de estar en organización. Así lo destacó su representante legal, Iván Castro Maya, quien precisó que surgió como un espacio para disfrutar el área campestre en lo que hace algún tiempo era solo selva y montañas.
“En el 2010, la Curaduría expidió la resolución 1588, esa licencia nos autorizaba a parcelar porque era un terreno que compramos 42 personas en 1973, pero ya en 1991 resolvimos hacer una sociedad para darle una forma legal al proyecto”, dijo Castro Maya.
El abogado además argumenta que la licencia de la Curaduría se basa, simplemente, en “parcelar en 42 pedazos, pero también a dar una zona de cesión, zonas verdes, hacer las vías internas e incluso, nos autorizó para la provisión de servicios públicos, es decir ponerle infraestructura para los servicios públicos”.
Castro manifestó que solo recibieron una licencia que nunca se renovó, “porque no tenía sentido, era única y exclusivamente para eso, que cuando hicimos la parcelación y las vías se paró todo. No se renovó la licencia. En ese momento consideramos y seguimos considerando, que el curador tenía razón en darnos esos permisos y este es nuestra defensa: artículo 315 del POT (acuerdo 064 de 1999), basado en la actividad forestal, un uso principal, que además se complementa con vivienda unifamiliar forestal, que fue para lo que nosotros solicitamos”.
Se refirió también a la sanción de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, que levantó desde su Oficina Jurídica la medida preventiva impuesta a través de las resoluciones 037 de 2012 y 001 de 2014, consistente en la suspensión de todas las actividades en Colinas de Hurtado, ubicada en la vía de acceso al cementerio Jardines de Ecce Homo.
“Corpocesar nos sancionó, no por estar haciendo daño al medio ambiente, sino porque estábamos construyendo en zona de reserva forestal. Pero el artículo 064 de 1999 del POT hablaba de zona forestal especial, que es esa y con base en esa, el curador podía y así lo hizo, para dividir eso en las 42 parcelas”.
Asimismo, Castro Maya indicó que no solamente la parte norte de Valledupar fue aprobada como expansión urbana, sino que existen otras dos.
“En el 2014 el Ministerio de Ambiente emitió una resolución diciendo que todos los territorios declarados zonas de expansión urbana, como es ese nuestro, otro ubicado al sur de Valledupar buscando la laguna El Tarullal y otro en el oeste cerca de La Nevada o el Divino Niño, son tres las zonas de expansión. Entonces no se puede decir que los de la Unidad Cerrada Colinas de Hurtado buscamos que nos sacaran de la zona de reserva forestal porque ahí está el Club Campestre, Ricardo Gutiérrez y otras personas. ¿Por qué no metieron a Jardines del Ecce Homo, el Seminario Juan Pablo Segundo, el Batallón de Ingenieros y el mirador de Santo Ecce Homo? porque ya estaban por fuera de la expansión”, aseguró.
En su conversación con EL PILÓN, este abogado mostró el plano diseñado para Colinas de Hurtado, argumentando que son otros quienes quieren hacerle daño al río Guatapurí.
“Todo el que quiera que supervise, pero objetivamente, porque al río no lo está matando Colinas de Hurtado, lo único que hemos hecho es una casita prefabricada. Estamos condenados por una cosa que no hemos hecho. Al río lo está matando la indolencia y la hipocresía vallenata. Dónde vierten las aguas del Seminario, el cementerio, hay o no riesgo de que un aguacero lave la tierra y arrastre sustancias derivadas de los cadáveres al río, los restaurantes que están a la orilla, el Pueblito Vallenato que está encima del Balneario Hurtado”.
Y habló del Plan Parcial de Urbanización, el cual deben presentar ante Corpocesar y la Oficina Asesora de Planeación, encargadas de dar aprobar o no su estructura.
“En el POT del 2015, el acuerdo 011, se le impone a esa zona (norte de Valledupar) la obligación de que no pueda cometer una obra hasta que no se haya aprobado un Plan Parcial de Urbanización, que es un POT chiquito, al momento de presentarlo tenemos que hacer unos estudios juiciosos sobre qué tipo de construcción se hará, cómo manejaremos el medio ambiente, a pesar de que ya tenemos un plan de manejo ambiental desde hace años. También tenemos que mostrar cómo serán las vías, cómo se tratarán las aguas residuales, no se las vamos a echar al río, eso es una irresponsabilidad mayúscula. Nosotros no somos antiambientalistas”, calificó Iván Castro.
Ya el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos, dijo en diálogo con este medio que la corporación tiene dos puntos específicos basados en el Plan Parcial de Urbanización para aprobar la viabilidad del proyecto, a nivel ambiental.
“Primero no pueden existir vertimientos de aguas residuales sobre el río Guatapurí y que se respete la distancia, los 60 metros, reglamentados por la ley, desde la cota máxima de inundación. Obviamente revisaremos el Plan Parcial de Urbanización en su integralidad, para imponer algunas obligaciones que favorezcan la protección del río como tal”, aclaró Villalobos.
Colinas de Hurtado quedó en área de expansión urbana, según el Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, luego de la sustracción del área de la reserva de Ley 2 de 1959. Corpocesar aclaró que debido a esta sustracción desaparecen las causales por las cuales se les había interpuesto la medida preventiva consistente en la suspensión de actividades.
“Antes de poner un ladrillo tenemos que pasar dos filtros. El primero es la parte ambiental de Corpocesar, como lo dijo el director en la entrevista a EL PILÓN. En el plano tenemos que Colinas de Hurtado no está metido en la ronda del río, el lindero de nosotros va a 60 metros del río, es falso que todo el barrio pega con el río, son cinco lotes, el resto no”, dijo Castro Maya.
Iván Castro Maya aseveró que las aguas negras serán tratadas de tal manera que no contaminen el río Guatapurí, algo que no ha sido fácil ni para la empresa Emdupar que vierte las aguas residuales de Valledupar al río Cesar.
“Cómo trataremos las aguas negras, yo soy abogado y no ingeniero, pero en un solo día me puse a buscar la forma de tratarlas y encontré ocho ejemplos de que es posible descontaminar los ríos urbanos: río Sena en París, río Támesis, Londres, y río Tajo en Lisboa, todo está en que todos nos propongamos de veras a descontaminar el río”, indicó.
Por ahora Colinas de Hurtado debe trabajar en la estructuración del Plan Parcial y después acercarse a la Oficina de Planeación para presentarlo.
Finalmente, declaró que desde 2010 cuando hicieron el trámite de la Curaduría, han pasado seis años y lo único que tienen es la división de lotes. “Hay el imaginario de que unos multimillonarios están haciendo el proyecto, pero somos ciudadanos común y corriente. Desde 1973 ahorrando en este proyecto, pero como esto desata envidia, quien quiera que se asocie y compre un terreno, para que en 44 años sus hijos lo tengan. Aquí no hay nada de nada, de nada, puro bla, bla, bla”, concluyó.
El Ministerio de Ambiente, a través de la resolución 1865 de 2016, registró el área hoy blanco de críticas como expansión urbana, por lo tanto ya no hace parte de la Reserva Forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Es una orden del orden nacional y el municipio debe cumplirlo, especialmente porque la solicitud salió de Valledupar.
Al jefe de la oficina Asesora de Planeación, Franklin Daza Suárez, le preocupan dos proyectos ubicados en esta zona.
“Las dos preocupaciones de la Oficina Asesora de Planeación son Colinas de Hurtado y las construcciones cercanas a la Universidad Popular del Cesar, sede Hurtado. No sabemos cuál será el rumbo de Colinas de Hurtado, no tenemos conocimiento de eso, pero además las construcciones que están en el globo o la curva de la UPC en Hurtado, a esos proyectos queremos ponerles la lupa a partir de la semana entrante: miraremos la legalidad y qué situaciones presentan frente a las licencias”, sostuvo Daza Suárez.
Explicó que la Secretaría de Gobierno Municipal ejerce el control a nivel de aplicación de la ley, son los que toman la determinación de cerrar, suspender y verificar las obras. “Nosotros hacemos el acompañamiento técnico. Desde Talento Humano se tomó la decisión de armar tres equipos, que administrativamente están haciendo los movimientos de personal permanente, operarán desde la inspección de Policía que está en la Alcaldía y serán distribuidos en la ciudad, eso debe quedar conformado esta semana. Se tendrá un arquitecto de Planeación, una secretaria, un abogado, el inspector y la logística para que comencemos a hacer como un barrido de toda la ciudad”, confirmó el Jefe de la Oficina Asesora de Planeación.
El funcionario recalcó que la próxima semana comenzará la verificación de ciertas obras, “porque el Seminario tiene de estar funcionando más de 15 años, el mismo Jardines del Ecce Homo más de 30 años y queremos dar por lo menos parte de tranquilidad o saber a la fecha cómo están haciendo todo el tema ambiental y de servicio. Un equipo de los tres será delegado para que estudie todo lo que pasa cerca del río Guatapurí”.
EL PILÓN visitó las oficinas de la Curaduría Urbana número uno de Valledupar, Augusto Enrique Orozco Sánchez es el encargado de la misma, pero se encuentra fuera de la ciudad, sin embargo este medio encontró el oficio que aprobó la licencia de parcelación a Colinas de Hurtado S.A.
El documento fue emitido el 18 de enero de 2010, con vigencia de 24 meses, que tenía una prórroga de 12 meses más, pero que los líderes del proyecto no acogieron.
Es el instrumento por el cual se desarrollan y se complementan las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), para áreas determinadas del suelo urbano o de expansión. El POT define los delineamientos generales de planificación para la ciudad, y el Plan Parcial los particulariza según las necesidades del sector en que se está actuando.
El Plan Parcial busca una buena planificación en detalle, que no se puede lograr con el POT, para obtener un espacio urbano construido y habitado.
La Alcaldía de Valledupar solicitó ante el Ministerio de Ambiente Sostenible la sustracción del área de reserva forestal declarada mediante la Ley 2 de 1959.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
Solo hasta la próxima semana la Oficina Asesora de Planeación Municipal tiene pensado hacer un recorrido por la zona norte de la capital del Cesar, para verificar cuántos predios están ubicados sobre la ronda del río Guatapurí.
En una encrucijada está el municipio de Valledupar con la sustracción de un área de 17 hectáreas en la zona de reserva forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta, aprobada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en noviembre de 2016.
Primero se buscó un espaldarazo para la edificación del Mirador de Santo Ecce Homo en el cerro de Las Antenas, pero finalmente se terminó favoreciendo a unos privados a través de la figura de expansión urbana del municipio.
La solicitud fue presentada en 2007, por el exalcalde Ciro Pupo Castro, con la asesoría del jefe de Planeación, Carlos José Vidal Luque. Esta administración lideró el proyecto, gestionado a través del sistema leasing con el Banco de Occidente, por un valor de $9.500 millones, que incluía el parque Lineal de Hurtado y la escultura del Ecce Homo.
Pupo Castro no terminó la iniciativa que pasó a manos de Rubén Carvajal Riveira y Luis Fabián Fernández, quienes continuaron los trámites sin alcanzar el éxito. Fue Fredys Socarrás Reales el que finalmente realizó la solicitud y recibió la aprobación del Ministerio de Ambiente.
Aníbal Quiroz, jefe de la Oficina de Planeación para la época, explicó que dejó contratado los estudios hasta su salida en octubre de 2013, “pero en el camino incluyeron 17 hectáreas; el cerro del Ecce Homo y el Club Campestre, además Colinas de Hurtado y otras tierras ubicadas en el sector”.
Esas modificaciones fueron incluidas en el Plan de Ordenamiento Territorial, aprobado por el Concejo de Valledupar en 2015.
“En el POT Corpocesar nunca lo objetó, el Ministerio de Ambiente avaló la sustracción y le obligó al municipio a compensar esas 17 hectáreas, es decir, el municipio debe comprar tierras o establecer una zona donde haya arborización y dejarlas como zonas de preservación”, así explicó Quiroz Monsalvo las herramientas establecidas por el Ministerio de Ambiente, que el 9 de noviembre de 2016 decretó “se aprueba el registro del área urbana y de expansión urbana del Municipio de Valledupar, sustraída mediante Resolución 0763 de 2004 de la Reserva Forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta, establecida mediante la Ley 2 de 1959”.
Aníbal Quiroz advirtió además que cuando se autorizó por la Curaduría Urbana número uno de Valledupar la licencia para Parcelación Unidad Cerrada Colinas de Hurtado, fue con base a los “vacíos normativos en los POT de 1999 y el de 2011”.
Pero no solamente la ‘pista’ está abierta para que Colinas de Hurtado sea una realidad. El POT dejó el camino libre para que otros proyectos lleguen a feliz término y prueba de eso es que la Oficina Asesora de Planeación Municipal, solo hasta la próxima semana, tiene programado realizar un barrido por la zona norte, especialmente en cercanías del río Guatapurí, para inventariar qué tipo de estructuras están siendo edificadas o en proyección.
La Urbanizadora Colindas de Hurtado S.A. es un proyecto de 22 hectáreas, que contempla la construcción de 42 viviendas tipo campestre.
Colinas de Hurtado no es un proyecto nuevo, tiene 44 años de estar en organización. Así lo destacó su representante legal, Iván Castro Maya, quien precisó que surgió como un espacio para disfrutar el área campestre en lo que hace algún tiempo era solo selva y montañas.
“En el 2010, la Curaduría expidió la resolución 1588, esa licencia nos autorizaba a parcelar porque era un terreno que compramos 42 personas en 1973, pero ya en 1991 resolvimos hacer una sociedad para darle una forma legal al proyecto”, dijo Castro Maya.
El abogado además argumenta que la licencia de la Curaduría se basa, simplemente, en “parcelar en 42 pedazos, pero también a dar una zona de cesión, zonas verdes, hacer las vías internas e incluso, nos autorizó para la provisión de servicios públicos, es decir ponerle infraestructura para los servicios públicos”.
Castro manifestó que solo recibieron una licencia que nunca se renovó, “porque no tenía sentido, era única y exclusivamente para eso, que cuando hicimos la parcelación y las vías se paró todo. No se renovó la licencia. En ese momento consideramos y seguimos considerando, que el curador tenía razón en darnos esos permisos y este es nuestra defensa: artículo 315 del POT (acuerdo 064 de 1999), basado en la actividad forestal, un uso principal, que además se complementa con vivienda unifamiliar forestal, que fue para lo que nosotros solicitamos”.
Se refirió también a la sanción de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, que levantó desde su Oficina Jurídica la medida preventiva impuesta a través de las resoluciones 037 de 2012 y 001 de 2014, consistente en la suspensión de todas las actividades en Colinas de Hurtado, ubicada en la vía de acceso al cementerio Jardines de Ecce Homo.
“Corpocesar nos sancionó, no por estar haciendo daño al medio ambiente, sino porque estábamos construyendo en zona de reserva forestal. Pero el artículo 064 de 1999 del POT hablaba de zona forestal especial, que es esa y con base en esa, el curador podía y así lo hizo, para dividir eso en las 42 parcelas”.
Asimismo, Castro Maya indicó que no solamente la parte norte de Valledupar fue aprobada como expansión urbana, sino que existen otras dos.
“En el 2014 el Ministerio de Ambiente emitió una resolución diciendo que todos los territorios declarados zonas de expansión urbana, como es ese nuestro, otro ubicado al sur de Valledupar buscando la laguna El Tarullal y otro en el oeste cerca de La Nevada o el Divino Niño, son tres las zonas de expansión. Entonces no se puede decir que los de la Unidad Cerrada Colinas de Hurtado buscamos que nos sacaran de la zona de reserva forestal porque ahí está el Club Campestre, Ricardo Gutiérrez y otras personas. ¿Por qué no metieron a Jardines del Ecce Homo, el Seminario Juan Pablo Segundo, el Batallón de Ingenieros y el mirador de Santo Ecce Homo? porque ya estaban por fuera de la expansión”, aseguró.
En su conversación con EL PILÓN, este abogado mostró el plano diseñado para Colinas de Hurtado, argumentando que son otros quienes quieren hacerle daño al río Guatapurí.
“Todo el que quiera que supervise, pero objetivamente, porque al río no lo está matando Colinas de Hurtado, lo único que hemos hecho es una casita prefabricada. Estamos condenados por una cosa que no hemos hecho. Al río lo está matando la indolencia y la hipocresía vallenata. Dónde vierten las aguas del Seminario, el cementerio, hay o no riesgo de que un aguacero lave la tierra y arrastre sustancias derivadas de los cadáveres al río, los restaurantes que están a la orilla, el Pueblito Vallenato que está encima del Balneario Hurtado”.
Y habló del Plan Parcial de Urbanización, el cual deben presentar ante Corpocesar y la Oficina Asesora de Planeación, encargadas de dar aprobar o no su estructura.
“En el POT del 2015, el acuerdo 011, se le impone a esa zona (norte de Valledupar) la obligación de que no pueda cometer una obra hasta que no se haya aprobado un Plan Parcial de Urbanización, que es un POT chiquito, al momento de presentarlo tenemos que hacer unos estudios juiciosos sobre qué tipo de construcción se hará, cómo manejaremos el medio ambiente, a pesar de que ya tenemos un plan de manejo ambiental desde hace años. También tenemos que mostrar cómo serán las vías, cómo se tratarán las aguas residuales, no se las vamos a echar al río, eso es una irresponsabilidad mayúscula. Nosotros no somos antiambientalistas”, calificó Iván Castro.
Ya el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos, dijo en diálogo con este medio que la corporación tiene dos puntos específicos basados en el Plan Parcial de Urbanización para aprobar la viabilidad del proyecto, a nivel ambiental.
“Primero no pueden existir vertimientos de aguas residuales sobre el río Guatapurí y que se respete la distancia, los 60 metros, reglamentados por la ley, desde la cota máxima de inundación. Obviamente revisaremos el Plan Parcial de Urbanización en su integralidad, para imponer algunas obligaciones que favorezcan la protección del río como tal”, aclaró Villalobos.
Colinas de Hurtado quedó en área de expansión urbana, según el Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, luego de la sustracción del área de la reserva de Ley 2 de 1959. Corpocesar aclaró que debido a esta sustracción desaparecen las causales por las cuales se les había interpuesto la medida preventiva consistente en la suspensión de actividades.
“Antes de poner un ladrillo tenemos que pasar dos filtros. El primero es la parte ambiental de Corpocesar, como lo dijo el director en la entrevista a EL PILÓN. En el plano tenemos que Colinas de Hurtado no está metido en la ronda del río, el lindero de nosotros va a 60 metros del río, es falso que todo el barrio pega con el río, son cinco lotes, el resto no”, dijo Castro Maya.
Iván Castro Maya aseveró que las aguas negras serán tratadas de tal manera que no contaminen el río Guatapurí, algo que no ha sido fácil ni para la empresa Emdupar que vierte las aguas residuales de Valledupar al río Cesar.
“Cómo trataremos las aguas negras, yo soy abogado y no ingeniero, pero en un solo día me puse a buscar la forma de tratarlas y encontré ocho ejemplos de que es posible descontaminar los ríos urbanos: río Sena en París, río Támesis, Londres, y río Tajo en Lisboa, todo está en que todos nos propongamos de veras a descontaminar el río”, indicó.
Por ahora Colinas de Hurtado debe trabajar en la estructuración del Plan Parcial y después acercarse a la Oficina de Planeación para presentarlo.
Finalmente, declaró que desde 2010 cuando hicieron el trámite de la Curaduría, han pasado seis años y lo único que tienen es la división de lotes. “Hay el imaginario de que unos multimillonarios están haciendo el proyecto, pero somos ciudadanos común y corriente. Desde 1973 ahorrando en este proyecto, pero como esto desata envidia, quien quiera que se asocie y compre un terreno, para que en 44 años sus hijos lo tengan. Aquí no hay nada de nada, de nada, puro bla, bla, bla”, concluyó.
El Ministerio de Ambiente, a través de la resolución 1865 de 2016, registró el área hoy blanco de críticas como expansión urbana, por lo tanto ya no hace parte de la Reserva Forestal de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Es una orden del orden nacional y el municipio debe cumplirlo, especialmente porque la solicitud salió de Valledupar.
Al jefe de la oficina Asesora de Planeación, Franklin Daza Suárez, le preocupan dos proyectos ubicados en esta zona.
“Las dos preocupaciones de la Oficina Asesora de Planeación son Colinas de Hurtado y las construcciones cercanas a la Universidad Popular del Cesar, sede Hurtado. No sabemos cuál será el rumbo de Colinas de Hurtado, no tenemos conocimiento de eso, pero además las construcciones que están en el globo o la curva de la UPC en Hurtado, a esos proyectos queremos ponerles la lupa a partir de la semana entrante: miraremos la legalidad y qué situaciones presentan frente a las licencias”, sostuvo Daza Suárez.
Explicó que la Secretaría de Gobierno Municipal ejerce el control a nivel de aplicación de la ley, son los que toman la determinación de cerrar, suspender y verificar las obras. “Nosotros hacemos el acompañamiento técnico. Desde Talento Humano se tomó la decisión de armar tres equipos, que administrativamente están haciendo los movimientos de personal permanente, operarán desde la inspección de Policía que está en la Alcaldía y serán distribuidos en la ciudad, eso debe quedar conformado esta semana. Se tendrá un arquitecto de Planeación, una secretaria, un abogado, el inspector y la logística para que comencemos a hacer como un barrido de toda la ciudad”, confirmó el Jefe de la Oficina Asesora de Planeación.
El funcionario recalcó que la próxima semana comenzará la verificación de ciertas obras, “porque el Seminario tiene de estar funcionando más de 15 años, el mismo Jardines del Ecce Homo más de 30 años y queremos dar por lo menos parte de tranquilidad o saber a la fecha cómo están haciendo todo el tema ambiental y de servicio. Un equipo de los tres será delegado para que estudie todo lo que pasa cerca del río Guatapurí”.
EL PILÓN visitó las oficinas de la Curaduría Urbana número uno de Valledupar, Augusto Enrique Orozco Sánchez es el encargado de la misma, pero se encuentra fuera de la ciudad, sin embargo este medio encontró el oficio que aprobó la licencia de parcelación a Colinas de Hurtado S.A.
El documento fue emitido el 18 de enero de 2010, con vigencia de 24 meses, que tenía una prórroga de 12 meses más, pero que los líderes del proyecto no acogieron.
Es el instrumento por el cual se desarrollan y se complementan las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), para áreas determinadas del suelo urbano o de expansión. El POT define los delineamientos generales de planificación para la ciudad, y el Plan Parcial los particulariza según las necesidades del sector en que se está actuando.
El Plan Parcial busca una buena planificación en detalle, que no se puede lograr con el POT, para obtener un espacio urbano construido y habitado.
La Alcaldía de Valledupar solicitó ante el Ministerio de Ambiente Sostenible la sustracción del área de reserva forestal declarada mediante la Ley 2 de 1959.
Por Carlos Mario Jiménez
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