La joven es bachiller del Gimnasito del Norte y desde su infancia mostró interés por la literatura. El Ministerio de Educación hoy la pone de ejemplo a los estudiantes colombianos para que se animen a escribir y a participar en la nueva versión del Concurso Nacional de Cuento.
“El hombre de la gabardina negra, que nunca había sido visto divagando por las solitarias calles de aquel barrio, metió cautelosamente un sobre de manila en el buzón de la casa más hermosa, colorida y agradable de la acera, la casa de Samantha Grace”. Estas son las primeras líneas de la historia ‘El abrazo del destino’ que en el 2014 hizo ganadora a Shakén Mazaya en el Concurso Nacional de Cuento, organizado por el Ministerio de Educación y RCN.
El nombre mitológico, Shakén Mazaya, que sus padres designaron por un dios muisca que permitía que sus linderos se extendieran como tierras fértiles y por un volcán nicaragüense cuyo mito reza que es una montaña de oro, destinaron su vida desde antes de su nacimiento a ser un fantástico cuento.
La esencia de Shaken es una construcción que nace de la confabulación entre su madre Ana Jackeline Fajardo Rengifo y su esposo Óscar Asdrúbal Moreno Castro, quienes no perdieron momento para leerle narraciones fantásticas, cartas que ellos mismos escribían plasmándole durante el tiempo en que la pequeña crecía en el vientre.
“Creo que ese contacto permanente con las historias y los cuentos, incluso desde el vientre de mi madre, y el ambiente académico en mi casa, influyeron mucho en mí para que empezara a narrar y a escribir” expresa con efusividad Shakén.
Pero este galopante viaje por el maravilloso mundo de las letras y de la imaginación continuó con Shakén Mazaya recién nacida. Su papá, con actitud de juglar y paciencia de orfebre, se sentaba a contarle historias cotidianas y otras que inventaba al compás que articulaba las palabras.
Cuando tenía 10 calendarios de vida, Shakén, como la llaman, participó por primera vez en un concurso de oratoria en Valledupar (Cesar), a orillas del inspirador río Guatapurí, ciudad a donde se mudó la familia cuando ella cumplió tres años. Su pasión por este arte la llevó a estar siempre en los primeros lugares y a ganar en una ocasión la competencia regional.
Pero sus logros no quedaron en las orillas del río Guatapurí, pues en el año 2014 el interés por las letras la motivó a leer 15 libros, que pusieron a volar su imaginación junto a la materia Creación Literaria que dictaban en su colegio Gimnasio del Norte en Valledupar, y escribió su primer cuento: ‘El abrazo del destino’, la narración que la hace victoriosa en el Concurso de Cuento Nacional.
El cuento relata la historia de una bella mujer asediada por decenas de pretendientes, quienes la llenaban de regalos; un día recibió un sobre que nunca abrió y lo dejó entre papeles en un mueble. Años después, ya casada y con una hija de 15 años, la niña presentó una enfermedad que hace que la persona no sienta dolor y la vuelve propensa a lastimarse.
El reconocimiento fue de suma alegría no solo para Shakén y su familia, sino para sus compañeros de clases y para el rector de su institución, quien viajó a Cartagena al ‘Hay Festival’ para presenciar, con lágrimas de alegría, la premiación de una de sus mejores estudiantes
Al igual que en otros episodios de la vida de Mazaya, esa no sería la única competencia literaria en que participaría. En 2016, al enterarse de que el Concurso Nacional de Cuentos cumplía 10 años y que se realizaría una edición especial denominada ‘Ganador de ganadores’, decidió inscribirse con el apoyo permanente de su mamá, licenciada en educación preescolar y actualmente profesora de español.
Y con un segundo abrazo del destino la pequeña literata se convirtió nuevamente en ganadora de la versión ‘Ganador de ganadores’ con su cuento que ahora forma parte de la más reciente edición del libro ‘Colombia Cuenta’. De paso, obtuvo el derecho de participar en el campamento literario del CNC.
Un naufragio literario que según Shaken le costó esta vez más trabajo: “No encontraba cómo avanzar hasta después de que colgué una llamada con mi papá y se desenredó todo en el cuento ‘Metamorfosis’ de un escritor, que relata la historia de una joven que amaba escribir, pero cada vez que digitaba una palabra, su cuerpo empezaba a enfermarse y por ello nunca ponía el punto final a sus escritos. En una ocasión, sin importar el dolor, la fiebre y la caída del pelo, terminó un texto con un alto costo”.
Desafiliada del mundo ordinario, la joven escritora asegura que “No todos los días es fácil escribir, dice, pero con paciencia y cariño por lo que se hace se facilita la narración de historias”.
El Concurso Nacional de Cuento, una oportunidad para que todos los jóvenes escritores del país despierten su imaginación, abrió las inscripciones el pasado miércoles las cuales estarán dispuestas hasta el 24 de julio.
Por Tatiana Guerrero/EL PILÓN
La joven es bachiller del Gimnasito del Norte y desde su infancia mostró interés por la literatura. El Ministerio de Educación hoy la pone de ejemplo a los estudiantes colombianos para que se animen a escribir y a participar en la nueva versión del Concurso Nacional de Cuento.
“El hombre de la gabardina negra, que nunca había sido visto divagando por las solitarias calles de aquel barrio, metió cautelosamente un sobre de manila en el buzón de la casa más hermosa, colorida y agradable de la acera, la casa de Samantha Grace”. Estas son las primeras líneas de la historia ‘El abrazo del destino’ que en el 2014 hizo ganadora a Shakén Mazaya en el Concurso Nacional de Cuento, organizado por el Ministerio de Educación y RCN.
El nombre mitológico, Shakén Mazaya, que sus padres designaron por un dios muisca que permitía que sus linderos se extendieran como tierras fértiles y por un volcán nicaragüense cuyo mito reza que es una montaña de oro, destinaron su vida desde antes de su nacimiento a ser un fantástico cuento.
La esencia de Shaken es una construcción que nace de la confabulación entre su madre Ana Jackeline Fajardo Rengifo y su esposo Óscar Asdrúbal Moreno Castro, quienes no perdieron momento para leerle narraciones fantásticas, cartas que ellos mismos escribían plasmándole durante el tiempo en que la pequeña crecía en el vientre.
“Creo que ese contacto permanente con las historias y los cuentos, incluso desde el vientre de mi madre, y el ambiente académico en mi casa, influyeron mucho en mí para que empezara a narrar y a escribir” expresa con efusividad Shakén.
Pero este galopante viaje por el maravilloso mundo de las letras y de la imaginación continuó con Shakén Mazaya recién nacida. Su papá, con actitud de juglar y paciencia de orfebre, se sentaba a contarle historias cotidianas y otras que inventaba al compás que articulaba las palabras.
Cuando tenía 10 calendarios de vida, Shakén, como la llaman, participó por primera vez en un concurso de oratoria en Valledupar (Cesar), a orillas del inspirador río Guatapurí, ciudad a donde se mudó la familia cuando ella cumplió tres años. Su pasión por este arte la llevó a estar siempre en los primeros lugares y a ganar en una ocasión la competencia regional.
Pero sus logros no quedaron en las orillas del río Guatapurí, pues en el año 2014 el interés por las letras la motivó a leer 15 libros, que pusieron a volar su imaginación junto a la materia Creación Literaria que dictaban en su colegio Gimnasio del Norte en Valledupar, y escribió su primer cuento: ‘El abrazo del destino’, la narración que la hace victoriosa en el Concurso de Cuento Nacional.
El cuento relata la historia de una bella mujer asediada por decenas de pretendientes, quienes la llenaban de regalos; un día recibió un sobre que nunca abrió y lo dejó entre papeles en un mueble. Años después, ya casada y con una hija de 15 años, la niña presentó una enfermedad que hace que la persona no sienta dolor y la vuelve propensa a lastimarse.
El reconocimiento fue de suma alegría no solo para Shakén y su familia, sino para sus compañeros de clases y para el rector de su institución, quien viajó a Cartagena al ‘Hay Festival’ para presenciar, con lágrimas de alegría, la premiación de una de sus mejores estudiantes
Al igual que en otros episodios de la vida de Mazaya, esa no sería la única competencia literaria en que participaría. En 2016, al enterarse de que el Concurso Nacional de Cuentos cumplía 10 años y que se realizaría una edición especial denominada ‘Ganador de ganadores’, decidió inscribirse con el apoyo permanente de su mamá, licenciada en educación preescolar y actualmente profesora de español.
Y con un segundo abrazo del destino la pequeña literata se convirtió nuevamente en ganadora de la versión ‘Ganador de ganadores’ con su cuento que ahora forma parte de la más reciente edición del libro ‘Colombia Cuenta’. De paso, obtuvo el derecho de participar en el campamento literario del CNC.
Un naufragio literario que según Shaken le costó esta vez más trabajo: “No encontraba cómo avanzar hasta después de que colgué una llamada con mi papá y se desenredó todo en el cuento ‘Metamorfosis’ de un escritor, que relata la historia de una joven que amaba escribir, pero cada vez que digitaba una palabra, su cuerpo empezaba a enfermarse y por ello nunca ponía el punto final a sus escritos. En una ocasión, sin importar el dolor, la fiebre y la caída del pelo, terminó un texto con un alto costo”.
Desafiliada del mundo ordinario, la joven escritora asegura que “No todos los días es fácil escribir, dice, pero con paciencia y cariño por lo que se hace se facilita la narración de historias”.
El Concurso Nacional de Cuento, una oportunidad para que todos los jóvenes escritores del país despierten su imaginación, abrió las inscripciones el pasado miércoles las cuales estarán dispuestas hasta el 24 de julio.
Por Tatiana Guerrero/EL PILÓN