El Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó ayer que los fallecimientos de seis adultos y cinco niños presentados en las dos primeras semanas de marzo en el asentamiento Sinkaka-Kogui, de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron causados por influenza asociada a desnutrición. Los expertos, que contaron con el acompañamiento de la autoridad indígena y […]
El Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó ayer que los fallecimientos de seis adultos y cinco niños presentados en las dos primeras semanas de marzo en el asentamiento Sinkaka-Kogui, de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron causados por influenza asociada a desnutrición.
Los expertos, que contaron con el acompañamiento de la autoridad indígena y la Secretaría de Salud del Cesar, descartaron que se tratara de tosferina y fiebre amarilla, ya que en ninguno de los casos se presentaron síntomas asociados a estas enfermedades.
Por el contrario, encontraron síntomas de infección respiratoria en 52 indígenas del asentamiento, además de que el análisis de la historia natural de la enfermedad y el nexo epidemiológico fueron concluyentes para influenza. De hecho, la misma afección afectó a la comunidad Wiwa, por lo que se pudo comprobar el mecanismo de transmisión.
Los resultados se producen luego de seis días de investigaciones epidemiológicas en el asentamiento, y tras vencer los obstáculos climáticos que impidieron en los primeros días llegar a la zona. Allí se encontraron con una población indígena de aproximadamente 300 personas de la comunidad kogui, establecidos en un páramo cuya temperatura oscila entre los 4 y 14 grados centígrados, y donde predomina el cultivo de tubérculos, que son la base de su dieta. El equipo constató las difíciles condiciones nutricionales de una comunidad cuya alimentación está compuesta principalmente por carbohidratos.
Así como se ha informado previamente, la emergencia de salud está controlada. Al regreso de la misión fueron trasladados a Valledupar cuatro personas que requerían de atención hospitalaria. Así mismo, se brindaron antibióticos, terapias respiratorias y atención médica a algunos indígenas que presentaban tos, fiebre y dificultad respiratoria.
El Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó ayer que los fallecimientos de seis adultos y cinco niños presentados en las dos primeras semanas de marzo en el asentamiento Sinkaka-Kogui, de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron causados por influenza asociada a desnutrición. Los expertos, que contaron con el acompañamiento de la autoridad indígena y […]
El Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó ayer que los fallecimientos de seis adultos y cinco niños presentados en las dos primeras semanas de marzo en el asentamiento Sinkaka-Kogui, de la Sierra Nevada de Santa Marta, fueron causados por influenza asociada a desnutrición.
Los expertos, que contaron con el acompañamiento de la autoridad indígena y la Secretaría de Salud del Cesar, descartaron que se tratara de tosferina y fiebre amarilla, ya que en ninguno de los casos se presentaron síntomas asociados a estas enfermedades.
Por el contrario, encontraron síntomas de infección respiratoria en 52 indígenas del asentamiento, además de que el análisis de la historia natural de la enfermedad y el nexo epidemiológico fueron concluyentes para influenza. De hecho, la misma afección afectó a la comunidad Wiwa, por lo que se pudo comprobar el mecanismo de transmisión.
Los resultados se producen luego de seis días de investigaciones epidemiológicas en el asentamiento, y tras vencer los obstáculos climáticos que impidieron en los primeros días llegar a la zona. Allí se encontraron con una población indígena de aproximadamente 300 personas de la comunidad kogui, establecidos en un páramo cuya temperatura oscila entre los 4 y 14 grados centígrados, y donde predomina el cultivo de tubérculos, que son la base de su dieta. El equipo constató las difíciles condiciones nutricionales de una comunidad cuya alimentación está compuesta principalmente por carbohidratos.
Así como se ha informado previamente, la emergencia de salud está controlada. Al regreso de la misión fueron trasladados a Valledupar cuatro personas que requerían de atención hospitalaria. Así mismo, se brindaron antibióticos, terapias respiratorias y atención médica a algunos indígenas que presentaban tos, fiebre y dificultad respiratoria.