Valledupar es una ciudad de tradición, cuando evocamos la memoria histórica es inevitable no pensar en sus famosas parrandas vallenatas, los cañaguates florecidos, el típico bollo de yuca y las apetecidas arepas de queque, las cuales complementan la mística de la capital mundial del vallenato.

De las tradicionales fiestas y comidas típicas se encuentran también los barrios insignias de la ciudad, como lo es el barrio Gaitán, ubicado en la comuna uno, con 45 años de historia.

Las casas de este barrio antiguo son de una planta, pero el amplio terreno con el que cuentan les permite gozar de frescos patios rodeados de árboles de mango y enormes corredores sociales, característicos de las viviendas que conforman a este sector que poco a poco se ha convertido en zona comercial.

De las pocas las familias que aún lo conforman se exalta su espíritu trabajador, honradez y con un amor por el barrio que los vio crecer; de ese mismo que a pesar del tiempo no han abandonado.

“Yo vivo en el barrio hace 30 años, me gusta de mi comunidad y la familiaridad con la que nos tratamos; este es un sector tranquilo a pesar de los robos que nunca faltan en la ciudad”, dijo Luis Alfredo Pumarejo.

El Gaitán colinda al norte con la zona bancaria, al este con la Galería Popular, al oeste con la Ceiba y al sur con el Mercado Público, una ubicación estratégica en la ciudad.

El barrio lo conforma, además, la Institución Educativa Prudencia Daza, la Secretaría de Educación Municipal y más de 100 locales comerciales de ebanistería, mecánica, ferreterías y compraventas.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN