No hay quién ejerza control en los alrededores del Pabellón del Pescado del Mercado de Valledupar, según denuncian los transeúntes y vecinos del barrio La Granja.
No hay quién ejerza control en los alrededores del Pabellón del Pescado del Mercado de Valledupar, según denuncian los transeúntes y vecinos del barrio La Granja.
Las basuras son el ‘pan de cada día’ en el lote ubicado en la calle 20B con carrera 13, también cercano sitio donde fueron reubicados los vendedores de frutas, por lo que los comerciantes son unos de los más perjudicados.
En varias ocasiones EL PILÓN ha dado a conocer este problema que además de afear las vías de la ciudad, genera contaminación, a pesar de estar a pocos metros de ventas de alimentos como pescados, frutas, verduras, desayunos y almuerzos.
Los carromuleros son quienes más arrojan escombros, partes dañadas de carros y toda clase de desechos, por lo que durante el presente año la empresa de aseo limpió el lote en dos oportunidades, pero a 22 días del mes de diciembre el basurero volvió.
“Los carromuleros y consumidores de vicio nos tienen amenazados, que si reclamamos nos harán daño”, dijo Jhonny Pimienta, morador del sector.
En varias ocasiones EL PILÓN ha dado a conocer este problema que además de afear las vías de la ciudad, genera contaminación.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN
No hay quién ejerza control en los alrededores del Pabellón del Pescado del Mercado de Valledupar, según denuncian los transeúntes y vecinos del barrio La Granja.
No hay quién ejerza control en los alrededores del Pabellón del Pescado del Mercado de Valledupar, según denuncian los transeúntes y vecinos del barrio La Granja.
Las basuras son el ‘pan de cada día’ en el lote ubicado en la calle 20B con carrera 13, también cercano sitio donde fueron reubicados los vendedores de frutas, por lo que los comerciantes son unos de los más perjudicados.
En varias ocasiones EL PILÓN ha dado a conocer este problema que además de afear las vías de la ciudad, genera contaminación, a pesar de estar a pocos metros de ventas de alimentos como pescados, frutas, verduras, desayunos y almuerzos.
Los carromuleros son quienes más arrojan escombros, partes dañadas de carros y toda clase de desechos, por lo que durante el presente año la empresa de aseo limpió el lote en dos oportunidades, pero a 22 días del mes de diciembre el basurero volvió.
“Los carromuleros y consumidores de vicio nos tienen amenazados, que si reclamamos nos harán daño”, dijo Jhonny Pimienta, morador del sector.
En varias ocasiones EL PILÓN ha dado a conocer este problema que además de afear las vías de la ciudad, genera contaminación.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN