Aunque en 2014 fue aprobado el plan de manejo ambiental del complejo cenagoso, la Corporación Autónoma Regional del Cesar no tiene los recursos suficientes para ejecutarlo en su totalidad.
La ciénaga de Zapatosa es considerada el espejo de agua dulce más grande del país, ubicada entre los municipios de Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní y Tamalameque, en el departamento del Cesar; también se extiende hacia parte de El Banco, Magdalena, y constituye el eje de la economía piscícola de las poblaciones aledañas. Sin embargo desde hace varios años su aspecto ha cambiado y cada día se deteriora por la contaminación y la sobreexplotación de su riqueza natural.
En búsqueda de una solución a los problemas de la Zapatosa han surgido estudios que diagnostican la real situación de este complejo cenagoso y las autoridades ambientales anuncias proyectos de recuperación y conservación, pero ninguna de las propuestas al ser llevadas al terreno han dado resultados perdurables.
En junio fue publicado el más reciente estudio realizado por el Instituto Von Humboldt y Ecopetrol, en el que se aseguró que la ciénaga de Zapatosa es el ecosistema “más crítico” de las unidades territoriales analizadas en el Caribe, donde la intervención del cuerpo de agua tiene su impacto en el deterioro de la actividad pesquera.
Sólo en el municipio de Chimichagua hay alrededor cuatro mil familias pesqueras que derivan su sustento de la ciénaga y que han visto afectada su economía por los problemas que padece la Zapatosa.
“Normalmente los pescadores realizan su actividad cinco días a la semana, y oscilan en sacar entre los cinco y seis kilos diarios, cuando anteriormente eran hasta dos arrobas porque había abundancia de peces”, expresó Henry Guillen, presidente de la Asociación de Pescadores de la Zapatosa.
Este líder aseguró que la situación “cada día va de mal en peor” ya que las redes ilícitas o trasmallos están suplantando a la licitas y hay un desorden total”.
La Zapatosa ha sido definida como un refugio para especies de peces endémicos y migratorios, como el bagre rayado, junto al bocachico y la doncella, calificados como vulnerables. Las especies han reducido la talla, ha modificado la subsistencia de la región, el recurso pesquero y ecosistémico.
“La ciénaga cada día se va deteriorando debido al cambio climático y al mal manejo que se le está dando. Nosotros tratamos de conservarla y por eso le hemos solicitado a la Autoridad Nacional de Pesca una inspección en lo relacionado con la actividad y hemos tomado la iniciativa de reforestar con especies nativas la ribera de los ríos. A las autoridades le pedimos que centren su vista en el complejo cenagoso más grande del país y que busquemos soluciones prontas para que no llegue a su colapso”, dijo el representante de los pescadores.
Contaminación por al vertimiento de aguas residuales y residuos sólidos son algunas de los problemas ambientales que afectan a la ciénaga de Zapatosa. Los municipios que están sobre el espejo de agua tienen problemas de saneamiento básico, poblaciones que todavía no tienen alcantarillado ni plantas de tratamiento de aguas residuales, como tampoco rellenos sanitarios óptimos, por lo que la basura se tira a cielo abierto y va a parar al gigantesco cuerpo de agua.
También presenta un alto grado de sedimentación producto de todos los procesos erosivos que tienen los principales afluentes que descargan sus aguas al complejo cenagoso.
El problema no es solo ambiental, hay conflictos entre pescadores y ganaderos, porque estos últimos en época de verano llevan sus reses a la Zapatosa y la utilizan como abrevadero.
En 2014 Corpocesar logró la aprobación del Plan de Manejo Ambiental de la ciénaga de Zapatosa que es el principal instrumento de gestión y planificación. Desde entonces la corporación ha socializado con los alcaldes, gobernación del Cesar, Ministerio de Ambiente y Cormagdalena, además de trabajar en el repoblamiento con la siembra de alevinos, pero no han podido ejecutar otras acciones que se necesitan por la falta de presupuesto.
“Trabajamos en optimización del tratamiento de aguas residuales en algunas poblaciones que vierten al complejo, además de un proceso de reforestación y cocinas ecológicas que se han venido entregando, pero la implementación de este plan no es responsabilidad única de Corpocesar”, dijo Kaleb Villalobos, director de la principal autoridad del Cesar.
El funcionario indicó que se necesitan alrededor de 300 mil millones de pesos, un presupuesto que supera unas 300 veces el de la corporación, por eso hacen un llamado además a las empresas mineras y Ruta del Sol por la importancia de esta ciénaga para la región Caribe en cuanto al cambio climático y la seguridad alimentaria.
Recientemente, el director de Corpocesar aprovechó la visita que la embajadora de la Unión Europea, Ana Paula Zacarías, hizo al Cesar, para socializar el plan de manejo ambiental de la Zapatosa y así es gestionar recursos de cooperación internacional que permitan complementar el trabajo que se viene haciendo en la zona.
Este complejo cenagoso necesita una intervención urgente que permita hacerle frente a los problemas que presenta, relacionados con aguas residuales, sedimentación, taponamiento y explotación de material de arrastre, por lo que las diferentes asociaciones de pescadores han reclamado la posibilidad de realizar un dragado dentro de la ciénaga para realizar de manera idónea esta actividad piscícola.
Esta estrategia, según Kaleb Villalobos, ayudaría, pero las acciones de manera integral para solucionar los problemas de este espejo de agua “son muchísimas” y todas están contempladas en el plan de manejo ambiental y “aquí deben interactuar entidades del orden nacional, regional y local, así como el sector privado”.
Por su parte, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, quien visitó esta zona del departamento junto a la embajadora de la Unión Europea, anunció que se implementarán proyectos de desarrollo rural, ambientales y orientados al turismo, con el fin de potencializar el complejo cenagoso y generar una actividad económica dinámica alrededor del mismo.
El dragado es una estrategia de ingeniería para quitarle el sedimento a la ciénaga, por lo que Corpocesar está actualizando los estudios que determinan en qué lugares específicos se encuentran esos sedimentos para posteriormente formular el proyecto y presentarlo ante el gobierno departamental y nacional, mientras la Gobernación asegura que se trabaja en una alianza entre varias entidades y organismos de cooperación internacional para hacer una bolsa común para que los recursos rindan y hacer un dragado idóneo en los puntos donde se requiera.
El secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo, explicó que con la visita de la embajadora de la Unión Europea, lo que se busca es inversión y capital para el territorio, por lo que quieren mostrar las potencialidades del departamento.
“Estuvimos en la ciénaga de Zapatosa mirando el potencial de este espejo de agua y también la problemática de la misma. La falta de población piscícola, la degradación de algunas partes pero también la posibilidad de darle un mejor entorno, de entregarle todo el potencial que puede llegar a tener también en el plano turístico. Si esta ciénaga no le buscamos también una salida turística además de la productiva va a ser muy difícil la sostenibilidad como tal”, dijo el funcionario.
Campo aseguró que se busca además recuperar los valores de la pesca como se hacía antiguamente. Para esto se tiene proyectado sembrar en un lapso de dos años 2,5 millones de alevinos de bocachico y dorada; sin embargo se necesitan otras estrategias, pues lo que hoy en pasa en la Zapatosa influye varios temas.
“Miramos el plan de manejo ambiental con Corpocesar para ver cómo podemos aportarle a esta ciénaga y a recuperar con educación y por supuesto generar productos turísticos aprovechando el muelle que se construyó en Chimichagua y que realmente tenemos que buscar la forma de explotarlo mejor”, acotó.
Por último recalcó que la embajadora escuchó atenta las solicitudes de inversión, las cuales socializará con los miembros de la Unión Europea para que definan cómo será el apoyo para ayudar a la preservación de la ciénaga.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]
Aunque en 2014 fue aprobado el plan de manejo ambiental del complejo cenagoso, la Corporación Autónoma Regional del Cesar no tiene los recursos suficientes para ejecutarlo en su totalidad.
La ciénaga de Zapatosa es considerada el espejo de agua dulce más grande del país, ubicada entre los municipios de Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní y Tamalameque, en el departamento del Cesar; también se extiende hacia parte de El Banco, Magdalena, y constituye el eje de la economía piscícola de las poblaciones aledañas. Sin embargo desde hace varios años su aspecto ha cambiado y cada día se deteriora por la contaminación y la sobreexplotación de su riqueza natural.
En búsqueda de una solución a los problemas de la Zapatosa han surgido estudios que diagnostican la real situación de este complejo cenagoso y las autoridades ambientales anuncias proyectos de recuperación y conservación, pero ninguna de las propuestas al ser llevadas al terreno han dado resultados perdurables.
En junio fue publicado el más reciente estudio realizado por el Instituto Von Humboldt y Ecopetrol, en el que se aseguró que la ciénaga de Zapatosa es el ecosistema “más crítico” de las unidades territoriales analizadas en el Caribe, donde la intervención del cuerpo de agua tiene su impacto en el deterioro de la actividad pesquera.
Sólo en el municipio de Chimichagua hay alrededor cuatro mil familias pesqueras que derivan su sustento de la ciénaga y que han visto afectada su economía por los problemas que padece la Zapatosa.
“Normalmente los pescadores realizan su actividad cinco días a la semana, y oscilan en sacar entre los cinco y seis kilos diarios, cuando anteriormente eran hasta dos arrobas porque había abundancia de peces”, expresó Henry Guillen, presidente de la Asociación de Pescadores de la Zapatosa.
Este líder aseguró que la situación “cada día va de mal en peor” ya que las redes ilícitas o trasmallos están suplantando a la licitas y hay un desorden total”.
La Zapatosa ha sido definida como un refugio para especies de peces endémicos y migratorios, como el bagre rayado, junto al bocachico y la doncella, calificados como vulnerables. Las especies han reducido la talla, ha modificado la subsistencia de la región, el recurso pesquero y ecosistémico.
“La ciénaga cada día se va deteriorando debido al cambio climático y al mal manejo que se le está dando. Nosotros tratamos de conservarla y por eso le hemos solicitado a la Autoridad Nacional de Pesca una inspección en lo relacionado con la actividad y hemos tomado la iniciativa de reforestar con especies nativas la ribera de los ríos. A las autoridades le pedimos que centren su vista en el complejo cenagoso más grande del país y que busquemos soluciones prontas para que no llegue a su colapso”, dijo el representante de los pescadores.
Contaminación por al vertimiento de aguas residuales y residuos sólidos son algunas de los problemas ambientales que afectan a la ciénaga de Zapatosa. Los municipios que están sobre el espejo de agua tienen problemas de saneamiento básico, poblaciones que todavía no tienen alcantarillado ni plantas de tratamiento de aguas residuales, como tampoco rellenos sanitarios óptimos, por lo que la basura se tira a cielo abierto y va a parar al gigantesco cuerpo de agua.
También presenta un alto grado de sedimentación producto de todos los procesos erosivos que tienen los principales afluentes que descargan sus aguas al complejo cenagoso.
El problema no es solo ambiental, hay conflictos entre pescadores y ganaderos, porque estos últimos en época de verano llevan sus reses a la Zapatosa y la utilizan como abrevadero.
En 2014 Corpocesar logró la aprobación del Plan de Manejo Ambiental de la ciénaga de Zapatosa que es el principal instrumento de gestión y planificación. Desde entonces la corporación ha socializado con los alcaldes, gobernación del Cesar, Ministerio de Ambiente y Cormagdalena, además de trabajar en el repoblamiento con la siembra de alevinos, pero no han podido ejecutar otras acciones que se necesitan por la falta de presupuesto.
“Trabajamos en optimización del tratamiento de aguas residuales en algunas poblaciones que vierten al complejo, además de un proceso de reforestación y cocinas ecológicas que se han venido entregando, pero la implementación de este plan no es responsabilidad única de Corpocesar”, dijo Kaleb Villalobos, director de la principal autoridad del Cesar.
El funcionario indicó que se necesitan alrededor de 300 mil millones de pesos, un presupuesto que supera unas 300 veces el de la corporación, por eso hacen un llamado además a las empresas mineras y Ruta del Sol por la importancia de esta ciénaga para la región Caribe en cuanto al cambio climático y la seguridad alimentaria.
Recientemente, el director de Corpocesar aprovechó la visita que la embajadora de la Unión Europea, Ana Paula Zacarías, hizo al Cesar, para socializar el plan de manejo ambiental de la Zapatosa y así es gestionar recursos de cooperación internacional que permitan complementar el trabajo que se viene haciendo en la zona.
Este complejo cenagoso necesita una intervención urgente que permita hacerle frente a los problemas que presenta, relacionados con aguas residuales, sedimentación, taponamiento y explotación de material de arrastre, por lo que las diferentes asociaciones de pescadores han reclamado la posibilidad de realizar un dragado dentro de la ciénaga para realizar de manera idónea esta actividad piscícola.
Esta estrategia, según Kaleb Villalobos, ayudaría, pero las acciones de manera integral para solucionar los problemas de este espejo de agua “son muchísimas” y todas están contempladas en el plan de manejo ambiental y “aquí deben interactuar entidades del orden nacional, regional y local, así como el sector privado”.
Por su parte, el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, quien visitó esta zona del departamento junto a la embajadora de la Unión Europea, anunció que se implementarán proyectos de desarrollo rural, ambientales y orientados al turismo, con el fin de potencializar el complejo cenagoso y generar una actividad económica dinámica alrededor del mismo.
El dragado es una estrategia de ingeniería para quitarle el sedimento a la ciénaga, por lo que Corpocesar está actualizando los estudios que determinan en qué lugares específicos se encuentran esos sedimentos para posteriormente formular el proyecto y presentarlo ante el gobierno departamental y nacional, mientras la Gobernación asegura que se trabaja en una alianza entre varias entidades y organismos de cooperación internacional para hacer una bolsa común para que los recursos rindan y hacer un dragado idóneo en los puntos donde se requiera.
El secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo, explicó que con la visita de la embajadora de la Unión Europea, lo que se busca es inversión y capital para el territorio, por lo que quieren mostrar las potencialidades del departamento.
“Estuvimos en la ciénaga de Zapatosa mirando el potencial de este espejo de agua y también la problemática de la misma. La falta de población piscícola, la degradación de algunas partes pero también la posibilidad de darle un mejor entorno, de entregarle todo el potencial que puede llegar a tener también en el plano turístico. Si esta ciénaga no le buscamos también una salida turística además de la productiva va a ser muy difícil la sostenibilidad como tal”, dijo el funcionario.
Campo aseguró que se busca además recuperar los valores de la pesca como se hacía antiguamente. Para esto se tiene proyectado sembrar en un lapso de dos años 2,5 millones de alevinos de bocachico y dorada; sin embargo se necesitan otras estrategias, pues lo que hoy en pasa en la Zapatosa influye varios temas.
“Miramos el plan de manejo ambiental con Corpocesar para ver cómo podemos aportarle a esta ciénaga y a recuperar con educación y por supuesto generar productos turísticos aprovechando el muelle que se construyó en Chimichagua y que realmente tenemos que buscar la forma de explotarlo mejor”, acotó.
Por último recalcó que la embajadora escuchó atenta las solicitudes de inversión, las cuales socializará con los miembros de la Unión Europea para que definan cómo será el apoyo para ayudar a la preservación de la ciénaga.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]