Según la Secretaría de Obras Públicas de Valledupar, en la sede de la Institución Educativa San Isidro Labrador se evidencian problemas en cuanto a la calidad y la estabilidad de la obra.
En una visita de inspección realizada por la Secretaría de Obras de Valledupar a la Institución Educativa San Isidro Labrador, obra que fue recibida el año anterior por la administración municipal, ubicada en el corregimiento de Atánquez, se detectaron problemas de calidad y estabilidad de las instalaciones.
Una de las primeras fallas detectadas está en el sistema hidrosanitario e inestabilidad de la obra, sobre todo en los acabados de los cielos rasos y la cubierta por filtraciones de agua, irregularidades que venían siendo denunciadas por la comunidad desde el año pasado.
Según el secretario de obras, Juan Pablo Morón Riveira, en la inspección realizada esta semana se reconfirmó el agravante, por lo que desde esta sectorial se le exigió al contratista y al interventor que se pongan al día porque a pesar de que las obras que estaban liquidadas al inicio del presente gobierno, ya se venían presentando fallas técnicas.
“Se presentaron inconvenientes con la disposición de aguas residuales del colegio que está produciendo malos olores en todas las aulas escolares y en el comedor. Nuestro deber como administración es velar porque los recursos invertidos sean sostenibles en el tiempo y por ello se puso en conocimiento a la Contraloría y Procuraduría porque la firma contratista ni el interventor han respondido”, indicó el funcionario.
Morón recalcó que próximamente se convocará a un comité de obras para llegar a un acuerdo sobre un plan de acción que permita solucionar todos los problemas técnicos de manera definitiva.
En la visita, Morón Riveira también presentó la topografía de obras públicas realizada para iniciar el levantamiento del área principal de la plaza principal de Atánquez y sus calles aledañas, compromiso adquirido hace un mes por la administración municipal a petición del cabildo menor de la comunidad indígena kankuama.
Por Daniela Marbello / EL PILÓN
[email protected]
Según la Secretaría de Obras Públicas de Valledupar, en la sede de la Institución Educativa San Isidro Labrador se evidencian problemas en cuanto a la calidad y la estabilidad de la obra.
En una visita de inspección realizada por la Secretaría de Obras de Valledupar a la Institución Educativa San Isidro Labrador, obra que fue recibida el año anterior por la administración municipal, ubicada en el corregimiento de Atánquez, se detectaron problemas de calidad y estabilidad de las instalaciones.
Una de las primeras fallas detectadas está en el sistema hidrosanitario e inestabilidad de la obra, sobre todo en los acabados de los cielos rasos y la cubierta por filtraciones de agua, irregularidades que venían siendo denunciadas por la comunidad desde el año pasado.
Según el secretario de obras, Juan Pablo Morón Riveira, en la inspección realizada esta semana se reconfirmó el agravante, por lo que desde esta sectorial se le exigió al contratista y al interventor que se pongan al día porque a pesar de que las obras que estaban liquidadas al inicio del presente gobierno, ya se venían presentando fallas técnicas.
“Se presentaron inconvenientes con la disposición de aguas residuales del colegio que está produciendo malos olores en todas las aulas escolares y en el comedor. Nuestro deber como administración es velar porque los recursos invertidos sean sostenibles en el tiempo y por ello se puso en conocimiento a la Contraloría y Procuraduría porque la firma contratista ni el interventor han respondido”, indicó el funcionario.
Morón recalcó que próximamente se convocará a un comité de obras para llegar a un acuerdo sobre un plan de acción que permita solucionar todos los problemas técnicos de manera definitiva.
En la visita, Morón Riveira también presentó la topografía de obras públicas realizada para iniciar el levantamiento del área principal de la plaza principal de Atánquez y sus calles aledañas, compromiso adquirido hace un mes por la administración municipal a petición del cabildo menor de la comunidad indígena kankuama.
Por Daniela Marbello / EL PILÓN
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