En Colombia cada año las cifras de abuso sexual en infantes aumentan. Valledupar no es la excepción; mientras que en el 2014 se presentaron 150 casos, en el 2015 fueron reportados 259 casos, donde las niñas constituyeron la población más vulnerable.

Así se evidencia en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud Municipal, Sivigila, que da cuenta que las pequeñas son las principales víctimas de los agresores sexuales.

En el 2014 resultaron afectadas 126 niñas y el año siguiente 217. El grupo más afectado por este tipo de violencia se encuentra entre los cinco a 14 años, seguidos por los niños entre los 15 a 18 años, y entre los dos a cuatro años.

Este panorama parece mantenerse en el presente año, puesto que desde el primero de enero hasta el 31 de mayo se reportaron 87 casos de abuso sexual: 73 en niñas y 14 en niños.

La coordinadora del área de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud Municipal, Rossana Sabatino Cantillo, aseveró que los casos ahora son más visibles porque las personas se atreven a denunciar, situación que en el pasado se mantenía en reserva por vergüenza o temor al abusador. “Las diferentes campañas y la movilización en colegios y en barrios ha surtido efecto en el sentido de que la familia ya no calla y ha tomado conciencia frente a la corresponsabilidad de la denuncia”, enfatizó.

“Antes las familias no estaban denunciando estos eventos, los dejaban pasar, por lo que no se le daba la atención integral ni a las víctimas ni a las familias, que es donde más se presentan los casos de abusos. Cada vez más las personas están siendo sensibilizadas en la promoción de la denuncia”, agregó la funcionaria.

Cuando se identifica un caso, explicó Sabatino Cantillo, lo prioritario es activar la Ruta de Atención a través de las entidades de salud, IPS y EPS, para garantizarle el servicio de salud a la víctima. Después se hacen los demás trámites legales para la judicialización o captura del agresor.

“El trabajo principal de Secretaría de Salud Municipal es sensibilizar a las instituciones educativas, padres de familia, jóvenes y comunidad en general con el propósito que conozcan cuáles son los trámites que se deberían hacer cuando se identifique o se conozca un caso, ya sea que se presente en el momento o que se venga presentando desde hace tiempo”, acotó la Coordinadora del área de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud Municipal.

Frente a este tema, voceros de la Policía de Infancia y Adolescencia manifestaron que de los programas preventivos que tiene la Policía Nacional está ‘Abre tus ojos’, donde a través de juegos lúdicos, campañas preventivas y visitas a colegios, concientizan a los pequeños y padres de familia que las prácticas sexuales indebidas pueden llevar a una conducta delictuosa.

De acuerdo con datos estadísticos de las autoridades, es muy común que los abusadores sean personas cercanas, como padrastros, padres, tíos, abuelos o vecinos, especialmente si son consumidores de alcohol o de sustancias psicoactivas.

Entre tanto, la directora encargada del Instituto de Bienestar Familiar, ICBF, Elizabeth Castellar, afirmó que “si las familia o menor denuncia el caso al Centro de Atención e Investigación Integral a las Víctimas de Delitos Sexuales, Caivas, allí tenemos un equipo de Defensoría de Familia, una Trabajadora Social y una Psicóloga y se activa toda la ruta o el ‘código verde’, donde se realiza el restablecimiento de derechos, remiten al niño o adolescente a una valoración con Medicina Legal, y dependiendo si el abusador es un menor, se manda al Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, si no lo toma la justicia ordinaria”.

Signos de alarma
Según los expertos, existen ciertos cambios de conducta en el menor que son señales que el menor de edad es víctima de abuso sexual como: explorar las partes íntimas de su cuerpo de una forma diferente a su cotidianidad, jugar con énfasis en temas sexuales, el aislamiento, el silencio en extremo, si es apático a jugar. “Son diferentes conductas que solo los padres pueden analizar e identificar”, anotó Rossana Sabatino Cantillo.

Por su parte, el psiquiatra Alex Sandro Mindiola Romero, aseguró que los niños suelen dar indicios de sus sucesos en sus dibujos. “Si un menor fue abusado por un hombre trata de no tener contacto en lo posible con el profesor o compañero. Se torna temeroso, suspicaz o agresivo de la figura masculina”, explicó.

Consecuencias
De acuerdo con Mindiola Romero, un menor de edad que sea abusado sexualmente puede desarrollar un trastorno de conducta o posición desafiante, argumentado que “usualmente cuando un niño es abusado sexualmente, de alguna forma trata de descargar ese acto, y si no se le practica un tratamiento terapéutico a tiempo empieza a desarrollar otras complicaciones como:

consumo de sustancias psicoactivas o puede iniciar un historial delincuencial. Cuando se hacen mayores, si no modifican esos patrones de conducta pasa a ser un trastorno sociopático de la personalidad, convirtiéndose en personas que empiezan a hacerles daño a sus semejantes y ven esa situación como placenteras. Esas son de las múltiples causas o consecuencias que le pueden generar un abuso a los niños y niñas”.

El experto recomienda en estos casos llevar a los infantes en el menor tiempo posible a un profesional de salud, llámese psicólogo o psiquiatra. “Se debe iniciar un proceso psicoterapéutico, donde se involucre no solo a la víctima sino a la Red de Apoyo (familiares o aquellas personas dolientes del abusado)”, acotó.

Existen consecuencias de la vivencia que permanecen o, incluso, pueden agudizarse con el tiempo, hasta llegar a configurar patologías definidas. Por ejemplo: dolores crónicos generales, hipocondría o trastornos psicosomáticos, alteraciones del sueño y pesadillas constantes, problemas gastrointestinales y desorden alimentario.

Rutas de atención
El Comité Interinstitucional Consultivo para atender estos casos está conformado por la Secretaría de Salud Local, Fiscalía, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF; Policía de Infancia y Adolescencia, Hospital Eduardo Arredondo Daza, entre otras instituciones del Estado, todos aunados para prevenir los abusos en los menores de edad y hacer respetar sus derechos.
En el Municipio de Valledupar se cuenta con el acompañamiento de la Fiscalía a través del Caivas (Centros de Atención e Investigación Integral a las Víctimas de Delitos Sexuales) dirigido por la fiscal Lucy Vidal.

¿Dónde denunciar?
-En el caso de las personas que son abusadas sexualmente y si el acto fue descubierto en flagrancia, se debe llamar a la línea 123 de la Policía o al Cuadrante de la Policía.

-Cuando son casos que ocurren a puerta cerrada o bajo intimidación, se debe denunciar ante la Fiscalía Nacional de la Nación, a través del CAIVAS, que queda ubicada detrás de la Olímpica Central de Valledupar, para comenzar un proceso donde no sea revictimazada la persona que denuncie. Así como en la Policía de Infancia y Adolescencia, ubicado en el Comando de la Policía.

Las mujeres – son más vulnerable al abuso sexual. Sin embargo, en los últimos años está aumentando el número de abusos en el sexo masculino.

Los padres deben tener precaución con quién dejan a los pequeños, porque los casos de abusos suelen presentarse por un familiar o persona cercana, siendo los padrastros, padres, tíos y tías los que representan los más altos índices de agresión sexual.

“Los niños deben tener claro que sus partes íntimas solo lo pueden tocar ellos, no permitan que otros toquen partes de su cuerpo. Si hay alguna persona que esté vulnerando sus partes o le esté induciendo a tener una conducta sexual inadecuada deben informar a sus padres o cuidadores”: Rossana Sabatino Cantillo, coordinadora del área de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud Municipal.

“Es importante que los familiares identifiquen los signos de alarma de abuso sexual como cambio de comportamiento del niño, cuando se vea aislado, deprimido o se vuelva agresivo sin justa causa”: Alex Sandro Mindiola, psiquiatra.

¿Sabía usted que…
Las cifras reportadas de violencia sexual están ligadas al número de denuncias recibidas por las autoridades competentes, lo que podría no coincidir con su número real, debido a que por diversos factores no se denuncia esta clase de delitos, según los informes de Forensis?

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN