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Comunidad - 17 junio, 2016

La curva peligrosa de Callejas

Trabajadores y habitantes de este sector de Valledupar aseguran que diariamente se presentan accidentes en este lugar ante la falta de reductores de velocidad y la imprudencia de los conductores.

En la curva de la transversal 23 con calle 5 de Callejas se presentan casi a diario accidentes de tránsito por la falta de reductores de velocidad e imprudencia de los conductores, según asegura la comunidad.
Fotos: Joaquín Ramírez/ El PILÓN.
En la curva de la transversal 23 con calle 5 de Callejas se presentan casi a diario accidentes de tránsito por la falta de reductores de velocidad e imprudencia de los conductores, según asegura la comunidad. Fotos: Joaquín Ramírez/ El PILÓN.
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La transversal 23 con calle 5, en la curva de Callejas de Valledupar, se ha convertido en una ‘trampa’ mortal para los conductores que transitan a diario por allí debido a los constantes accidentes de tránsito que se registran.

Según trabajadores y habitantes de la zona, urgente la instalación de reductores de velocidad y señales de tránsito para evitar que se presenten tantas colisiones en esa vía.

Andrés Charry y Jamés Manjárrez, ambos trabajadores de una ferretería que se encuentra sobre la transitada vía, coinciden en que casi todos los días tienen que presenciar diferentes choques, debido a la imprudencia de los conductores sumado a la ausencia de reductores de velocidad.

“Uno ve a los conductores pasar a gran velocidad y la curva es muy peligrosa, hay que saberla maniobrar bien cuando se maneja de esa manera”, dijeron los hombres quienes en los tres años que llevan laborando en el sitio han sido testigos en más de una oportunidad de percance de este tipo.

La comunidad del sector expresó que las autoridades competentes deberían apersonarse lo antes posible de la situación y atender la solicitud de la instalación de los reductores de velocidad, porque en la zona, aparte de una universidad, hay colegios y escuelas cercanos, los cuales se perjudican con la ausencia de señales de tránsito porque los estudiantes tienen dificultad para atravesar la calle de manera segura.

Además los vecinos también pidieron más operativos de tránsito en el sector porque, según ellos, muchos niños se están colgando en la parte de atrás de los camiones arriesgando sus vidas.

Cabe recordar que el pasado 27 de mayo se presentó en este lugar un grave accidente en donde perdió la vida la joven Wendy Vanesa Montoya Andrade de 18 años, quien se dirigía como copiloto en el vehículo de su novio. Debido al aparente exceso de velocidad en que se movilizaba la pareja, perdieron el control y fueron a parar contra el poste que se encuentra en la esquina.

Las autoridades
Al respecto, Darío Zalabata, secretario de tránsito municipal, le recomendó a la comunidad hacer llegar una solicitud de instalación de reductores de velocidad porque de esta manera es como se maneja el tema.

“El protocolo es ese, que la comunidad envíe una solitud a la Secretaría de Tránsito. Una vez este la petición la incorporamos en los planes operativos de inversión para atender todo lo que tiene que ver con seguridad vial”, explicó Zalabata.

Inngry Jácome Serrano/ EL PILÓN

 

Comunidad
17 junio, 2016

La curva peligrosa de Callejas

Trabajadores y habitantes de este sector de Valledupar aseguran que diariamente se presentan accidentes en este lugar ante la falta de reductores de velocidad y la imprudencia de los conductores.


En la curva de la transversal 23 con calle 5 de Callejas se presentan casi a diario accidentes de tránsito por la falta de reductores de velocidad e imprudencia de los conductores, según asegura la comunidad.
Fotos: Joaquín Ramírez/ El PILÓN.
En la curva de la transversal 23 con calle 5 de Callejas se presentan casi a diario accidentes de tránsito por la falta de reductores de velocidad e imprudencia de los conductores, según asegura la comunidad. Fotos: Joaquín Ramírez/ El PILÓN.
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La transversal 23 con calle 5, en la curva de Callejas de Valledupar, se ha convertido en una ‘trampa’ mortal para los conductores que transitan a diario por allí debido a los constantes accidentes de tránsito que se registran.

Según trabajadores y habitantes de la zona, urgente la instalación de reductores de velocidad y señales de tránsito para evitar que se presenten tantas colisiones en esa vía.

Andrés Charry y Jamés Manjárrez, ambos trabajadores de una ferretería que se encuentra sobre la transitada vía, coinciden en que casi todos los días tienen que presenciar diferentes choques, debido a la imprudencia de los conductores sumado a la ausencia de reductores de velocidad.

“Uno ve a los conductores pasar a gran velocidad y la curva es muy peligrosa, hay que saberla maniobrar bien cuando se maneja de esa manera”, dijeron los hombres quienes en los tres años que llevan laborando en el sitio han sido testigos en más de una oportunidad de percance de este tipo.

La comunidad del sector expresó que las autoridades competentes deberían apersonarse lo antes posible de la situación y atender la solicitud de la instalación de los reductores de velocidad, porque en la zona, aparte de una universidad, hay colegios y escuelas cercanos, los cuales se perjudican con la ausencia de señales de tránsito porque los estudiantes tienen dificultad para atravesar la calle de manera segura.

Además los vecinos también pidieron más operativos de tránsito en el sector porque, según ellos, muchos niños se están colgando en la parte de atrás de los camiones arriesgando sus vidas.

Cabe recordar que el pasado 27 de mayo se presentó en este lugar un grave accidente en donde perdió la vida la joven Wendy Vanesa Montoya Andrade de 18 años, quien se dirigía como copiloto en el vehículo de su novio. Debido al aparente exceso de velocidad en que se movilizaba la pareja, perdieron el control y fueron a parar contra el poste que se encuentra en la esquina.

Las autoridades
Al respecto, Darío Zalabata, secretario de tránsito municipal, le recomendó a la comunidad hacer llegar una solicitud de instalación de reductores de velocidad porque de esta manera es como se maneja el tema.

“El protocolo es ese, que la comunidad envíe una solitud a la Secretaría de Tránsito. Una vez este la petición la incorporamos en los planes operativos de inversión para atender todo lo que tiene que ver con seguridad vial”, explicó Zalabata.

Inngry Jácome Serrano/ EL PILÓN