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Informe - 7 junio, 2016

Llantas usadas, un problema sin frenos

En Valledupar no existe un centro de acopio, lo que puede generar un problema ambiental y de salud de grandes proporciones. La Alcaldía y la Gobernación del Cesar formulan proyectos para que estos elementos contaminantes no sean arrojados a las calles.

Este es un pequeño 'cementerio' de llantas, ubicado en la calle 34 con carrera 5, entre los barrios Panamá y Amaneceres del Valle. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Este es un pequeño 'cementerio' de llantas, ubicado en la calle 34 con carrera 5, entre los barrios Panamá y Amaneceres del Valle. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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El crecimiento del parque automotor en Valledupar ha conllevado a la acumulación indebida de las llantas usadas, un problema que ni el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ni los entes territoriales han logrado frenar.

El problema no es solo con las llantas, no existe control en la recepción y erradicación para muchos de los residuos sólidos en esta ciudad y los otros 24 municipios del departamento. Por ejemplo, las llantas en desuso de los automóviles, bicicletas, carretillas, motocicletas, entre otros vehículos, simplemente son tiradas a las calles o quemadas en un lote baldío.

Sobre el manejo de estos desechos, la ley 2811 obliga a ensambladoras e importadoras de autos y llantas a demostrar que el 25 % de estas se destruyan de manera técnica al final de su vida útil.

¿Sé cumple esta norma?
Para la capital del Cesar se estima que hay alrededor de 40 mil carros y unas 100 mil motocicletas rodando por las calles. Aunque no hay un kilometraje exacto, se estima que dependiendo el uso, cada 20 mil kilómetros las llantas deben cambiarse. Se calcula que, al año, se consume un promedio de entre 4.5 y 5.5 millones de llantas en el país, de las que se recicla por incineración y en rellenos sanitarios un 72 %, se reencaucha un 17 %, el 6% tiene un destino artesanal y a un 5% se le da otros usos, según las cifras que maneja Mundo Limpio, empresa recicladora de neumáticos.

En Valledupar hay barrios como Panamá, San Fernando, Dangond y Amaneceres del Valle, con lotes que inapropiadamente son utilizados para arrojar llantas y en los peores casos para quemarlas, generando una enorme contaminación y por ende afectación a la salud de los vecinos de esto sectores.

“Es necesario que la Alcaldía tome medidas de control para que no se agrande esta problemática en la ciudad, se debe corregir y mejorar la recolección, que haya control en las llanterías que son las principales en darles uso a este tipo de residuo”, explicó Duver Vides Avendaño, ingeniero sanitario consultado por EL PILÓN.

Agregó que la quema de llantas causa impactos adversos al medio ambiente con la emisión de 38 compuestos identificados en la combustión de estos elementos. Las emisiones son tóxicas e incluso, mutagénicas; pueden causar cáncer, malformaciones congénitas, efectos adversos en los sistemas hormonal, inmunológico y nervioso central, generan problemas en los pulmones, y otros trastornos en la salud.

TRASLADO DE PROYECTO
El jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo, advierte que ha encontrado un problema con los residuos sólidos, por eso se incorporaron en el Plan de Desarrollo Municipal, en el eje número dos donde aparece Equidad e Infraestructura Social, la implementación de la Escombrera Municipal que servirá además como centro de acopio de las podas que se hacen en Valledupar y las llantas.

En la anterior administración municipal se hizo un estudio para la ubicación de la Escombrera Municipal en la vía que de Valledupar conduce al corregimiento de La Mesa- Azucarbuena, cerca de la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar. Sin embargo, Quiroz Monsalvo explicó que por temas logísticos, el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía cambiaría el lugar.

“Hicimos un estudio de microlocalización, lo revisamos y encontramos información interesante, aspiramos que el sitio (escombrera) se construya en la salida al municipio de La Paz; tiene mayor facilidad de acceso y no necesitaríamos concertar con los pueblos indígenas porque allí no atraviesa la Línea Negra como ocurría en el lugar que se tenía planteado”, aseguró el jefe de la Oficina de Planeación.

Para este proyecto, antes del 30 de junio los prepliegos del contrato estarían publicados en la página web de la Alcaldía y en julio se adjudicaría la operación de la escombrera, que además podría ayudar a mitigar el problema de los depósitos de llantas.

TRES CENTROS DE ACOPIO
La Secretaría de Ambiente del Cesar lidera un proyecto para acopiar las llantas usadas y que contempla la construcción de puntos de recolección en el norte, centro y sur del departamento: el primero ubicado en Valledupar, el segundo en el corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso, y el tercero en Aguachica.

“Beneficiará a cerca de 6.000 recicladores y cerca de 3.000 cabezas de hogar. Las llantas que se logren recibir van a servir para obtener el material con el que se realiza el mantenimiento a las canchas sintéticas que últimamente se han construido en el departamento, además de eso caucho, acero y fibras textiles”, manifestó el secretario de Ambiente, Andrés Arturo Fernández Cerchiaro.

El proyecto tiene un costo cercano a los 1.700 millones de pesos, cuya viabilidad fue priorizada y los recursos serían aportados de manera directa por la Gobernación del Cesar.

Cifra
100 años es el tiempo de degradación de una llanta, sin hablar de las enfermedades que acumulan el almacenamiento inadecuado de estas en patios o potreros.

La Secretaría de Ambiente del Cesar establecerá tres centros de acopio de llantas en Valledupar, La Loma y Aguachica.

De acuerdo con estudios realizados por MinAmbiente, la generación de residuos de llantas se estiman en 61 mil toneladas al año.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

Informe
7 junio, 2016

Llantas usadas, un problema sin frenos

En Valledupar no existe un centro de acopio, lo que puede generar un problema ambiental y de salud de grandes proporciones. La Alcaldía y la Gobernación del Cesar formulan proyectos para que estos elementos contaminantes no sean arrojados a las calles.


Este es un pequeño 'cementerio' de llantas, ubicado en la calle 34 con carrera 5, entre los barrios Panamá y Amaneceres del Valle. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Este es un pequeño 'cementerio' de llantas, ubicado en la calle 34 con carrera 5, entre los barrios Panamá y Amaneceres del Valle. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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El crecimiento del parque automotor en Valledupar ha conllevado a la acumulación indebida de las llantas usadas, un problema que ni el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ni los entes territoriales han logrado frenar.

El problema no es solo con las llantas, no existe control en la recepción y erradicación para muchos de los residuos sólidos en esta ciudad y los otros 24 municipios del departamento. Por ejemplo, las llantas en desuso de los automóviles, bicicletas, carretillas, motocicletas, entre otros vehículos, simplemente son tiradas a las calles o quemadas en un lote baldío.

Sobre el manejo de estos desechos, la ley 2811 obliga a ensambladoras e importadoras de autos y llantas a demostrar que el 25 % de estas se destruyan de manera técnica al final de su vida útil.

¿Sé cumple esta norma?
Para la capital del Cesar se estima que hay alrededor de 40 mil carros y unas 100 mil motocicletas rodando por las calles. Aunque no hay un kilometraje exacto, se estima que dependiendo el uso, cada 20 mil kilómetros las llantas deben cambiarse. Se calcula que, al año, se consume un promedio de entre 4.5 y 5.5 millones de llantas en el país, de las que se recicla por incineración y en rellenos sanitarios un 72 %, se reencaucha un 17 %, el 6% tiene un destino artesanal y a un 5% se le da otros usos, según las cifras que maneja Mundo Limpio, empresa recicladora de neumáticos.

En Valledupar hay barrios como Panamá, San Fernando, Dangond y Amaneceres del Valle, con lotes que inapropiadamente son utilizados para arrojar llantas y en los peores casos para quemarlas, generando una enorme contaminación y por ende afectación a la salud de los vecinos de esto sectores.

“Es necesario que la Alcaldía tome medidas de control para que no se agrande esta problemática en la ciudad, se debe corregir y mejorar la recolección, que haya control en las llanterías que son las principales en darles uso a este tipo de residuo”, explicó Duver Vides Avendaño, ingeniero sanitario consultado por EL PILÓN.

Agregó que la quema de llantas causa impactos adversos al medio ambiente con la emisión de 38 compuestos identificados en la combustión de estos elementos. Las emisiones son tóxicas e incluso, mutagénicas; pueden causar cáncer, malformaciones congénitas, efectos adversos en los sistemas hormonal, inmunológico y nervioso central, generan problemas en los pulmones, y otros trastornos en la salud.

TRASLADO DE PROYECTO
El jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo, advierte que ha encontrado un problema con los residuos sólidos, por eso se incorporaron en el Plan de Desarrollo Municipal, en el eje número dos donde aparece Equidad e Infraestructura Social, la implementación de la Escombrera Municipal que servirá además como centro de acopio de las podas que se hacen en Valledupar y las llantas.

En la anterior administración municipal se hizo un estudio para la ubicación de la Escombrera Municipal en la vía que de Valledupar conduce al corregimiento de La Mesa- Azucarbuena, cerca de la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar. Sin embargo, Quiroz Monsalvo explicó que por temas logísticos, el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía cambiaría el lugar.

“Hicimos un estudio de microlocalización, lo revisamos y encontramos información interesante, aspiramos que el sitio (escombrera) se construya en la salida al municipio de La Paz; tiene mayor facilidad de acceso y no necesitaríamos concertar con los pueblos indígenas porque allí no atraviesa la Línea Negra como ocurría en el lugar que se tenía planteado”, aseguró el jefe de la Oficina de Planeación.

Para este proyecto, antes del 30 de junio los prepliegos del contrato estarían publicados en la página web de la Alcaldía y en julio se adjudicaría la operación de la escombrera, que además podría ayudar a mitigar el problema de los depósitos de llantas.

TRES CENTROS DE ACOPIO
La Secretaría de Ambiente del Cesar lidera un proyecto para acopiar las llantas usadas y que contempla la construcción de puntos de recolección en el norte, centro y sur del departamento: el primero ubicado en Valledupar, el segundo en el corregimiento de La Loma, jurisdicción de El Paso, y el tercero en Aguachica.

“Beneficiará a cerca de 6.000 recicladores y cerca de 3.000 cabezas de hogar. Las llantas que se logren recibir van a servir para obtener el material con el que se realiza el mantenimiento a las canchas sintéticas que últimamente se han construido en el departamento, además de eso caucho, acero y fibras textiles”, manifestó el secretario de Ambiente, Andrés Arturo Fernández Cerchiaro.

El proyecto tiene un costo cercano a los 1.700 millones de pesos, cuya viabilidad fue priorizada y los recursos serían aportados de manera directa por la Gobernación del Cesar.

Cifra
100 años es el tiempo de degradación de una llanta, sin hablar de las enfermedades que acumulan el almacenamiento inadecuado de estas en patios o potreros.

La Secretaría de Ambiente del Cesar establecerá tres centros de acopio de llantas en Valledupar, La Loma y Aguachica.

De acuerdo con estudios realizados por MinAmbiente, la generación de residuos de llantas se estiman en 61 mil toneladas al año.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]