Digitando de forma cadenciosa el acordeonero sandiegano conquistó al jurado calificador del 49 Festival de la Leyenda Vallenata.
Luego de intentar ocho veces coronarse como rey profesional del Festival de la Leyenda Vallenata, Jaime Dangond Daza logró su cometido al demostrar destreza, agilidad y cadencia en la interpretación de los cuatro aires del vallenato.
El soberano del acordeón 2016 es un joven de 34 años que nació en Valledupar en el hogar de Luciano Dangond y Palmina Daza, se crió en San Diego y tiene sangre patillalera por sus ancestros. Sus estudios secundarios los realizó en Valledupar, los universitarios en Bucaramanga y sus maestrías en España y Francia. Es ingeniero químico, magister en ingeniería ambiental y producción sostenible. Trabaja en la Contraloría Distrital en Bogotá, en la parte de medio ambiente, donde pidió vacaciones para aclimatarse antes del concurso.
Jaime es hermano de Lucas Dangond, el acordeonero de Silvestre Dangond. Al analizar sus caminos artísticos admite que mientras que su hermano menor decidió tomar el camino de lo comercial, él se siente más a gusto en la interpretación tradicional. “Lucas y yo nos movemos en corrientes distintas. Él está en la tarima y yo estoy en el patio parrandeando; por ende, los consejos de tarima como mirar al público, moverme, transmitir y disfrutar, son todos de él. Siempre estuvo conmigo y sus acordeones me los prestó, hay una relación especial entre nosotros”, recalcó.
Dangond Daza dialogó con EL PILÓN sobre esta nueva experiencia en su vida.
Le dedico este triunfo al vallenato tradicional, a mis padres que siempre me apoyaron, y a todos los amigos que me acompañaron en este proceso.
Yo me dediqué a parrandear, a sentir el vallenato en su máxima expresión. Me reuní con muchos folcloristas, que me aconsejaron temas, cadencias y arreglos. Fue un trabajo de varios meses, que hicimos con mucha calma. Afortunadamente el resultado fue positivo.
El ‘Turco’ Pavajeau fue uno de los principales consejeros en este proceso.
Mirando a los que ya sabían. Desde muy niño me llamó la atención ese instrumento bonito de botones que son los acordeones; hacía acordeones de papel y en cualquier momento tocaba los de juguete. Cada vez que veía uno tenía la inquietud de tocarlo y así empecé con melodías sencillas. Estuve un tiempo en la Academia de Andrés ‘El Turco’ Gil, pero con él dure poco porque habían muchos alumnos, yo no tenía acordeón y allá me lo prestaban; yo me la pasaba molestando con acordeones y con los otros compañeros que sabían más que yo, de quienes aprendí una cosita de cada uno. ‘El Turco’ en ese momento me dijo que tenía futuro en el acordeón”.
Para mí todos tienen la misma importancia y a todos les dedico el mismo tiempo de práctica, pero pensaría que la puya fue mi fuerte en este Festival, lo traté de hacer más que con rapidez con mucha cadencia. La puya vallenata es el aire más sabroso y movido del vallenato.
El Festival de la Leyenda Vallenata es el principal festival del país en música vallenata tradicional y pienso que ganarse este título significa en convertirse en una autoridad de este género.
Siento que puedo representar el folclor vallenato porque aunque tiene unas nuevas tendencias que aplaudo y respeto, pienso que hay que preservar las raíces autóctonas, para lo cual el Festival Vallenato ha trabajado mucho.
Seguir la tradición, tocando, cantando y haciendo versos para que las personas tengan como ver hoy lo que hace muchos años se veía con Alejo Durán, Luis Enrique, Colacho Mendoza y todos esos maestros que son pilares de esta música.
Acordeoneros como ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Israel Romero, a mi hermano Lucas, que se entrega en los escenarios y que se atreve a mostrar nuevos pases. Para mí todos los acordeoneros son importantes y de todos aprendo.
No. En categoría profesional solo me he presentado en el Festival de la Leyenda Vallenata porque los festivales me parecen estresantes y solo me permito estresarme en el de Valledupar. Ahora que conseguí el título, me prepararé intensamente para presentarme en el Rey de Reyes.
Participé tres veces en la categoría infantil y una en piqueria. Aunque no obtuve puestos destacados, me sirvieron para perder el miedo a los escenarios y para ver cómo era el nivel del Festival. En la infantil me enfrenté con muchachos que son grandes hoy en día como Sergio Luis Rodríguez, Cristian Camilo Peña, Manuel Julián Martínez, entre otros.
La verdad no. Creo que debo centrarme en seguir difundiendo el vallenato tradicional. No tengo nada en contra de los cantantes, pero pienso que ellos deben tener sus agrupaciones y darle el puesto que se merece a los acordeoneros, el cual se ha ido perdiendo a través de los años.
Que se guíen por las escuelas tradicionales como la de Alejo Durán y Luis Enrique Martínez, puesto que dan la base para aprender bien el acordeón; además que estudien, que se profesionalicen, bien sea como músicos o en otra disciplina, porque eso le da cierta integralidad que solo la música empírica no da.
Jaime Dangond Daza venció al boyacense Julián Mójica Galvis, que quedó de segundo lugar; y al vallenato Omar Alberto ‘El Zorro’ Hernández, que ocupó el tercer puesto.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Digitando de forma cadenciosa el acordeonero sandiegano conquistó al jurado calificador del 49 Festival de la Leyenda Vallenata.
Luego de intentar ocho veces coronarse como rey profesional del Festival de la Leyenda Vallenata, Jaime Dangond Daza logró su cometido al demostrar destreza, agilidad y cadencia en la interpretación de los cuatro aires del vallenato.
El soberano del acordeón 2016 es un joven de 34 años que nació en Valledupar en el hogar de Luciano Dangond y Palmina Daza, se crió en San Diego y tiene sangre patillalera por sus ancestros. Sus estudios secundarios los realizó en Valledupar, los universitarios en Bucaramanga y sus maestrías en España y Francia. Es ingeniero químico, magister en ingeniería ambiental y producción sostenible. Trabaja en la Contraloría Distrital en Bogotá, en la parte de medio ambiente, donde pidió vacaciones para aclimatarse antes del concurso.
Jaime es hermano de Lucas Dangond, el acordeonero de Silvestre Dangond. Al analizar sus caminos artísticos admite que mientras que su hermano menor decidió tomar el camino de lo comercial, él se siente más a gusto en la interpretación tradicional. “Lucas y yo nos movemos en corrientes distintas. Él está en la tarima y yo estoy en el patio parrandeando; por ende, los consejos de tarima como mirar al público, moverme, transmitir y disfrutar, son todos de él. Siempre estuvo conmigo y sus acordeones me los prestó, hay una relación especial entre nosotros”, recalcó.
Dangond Daza dialogó con EL PILÓN sobre esta nueva experiencia en su vida.
Le dedico este triunfo al vallenato tradicional, a mis padres que siempre me apoyaron, y a todos los amigos que me acompañaron en este proceso.
Yo me dediqué a parrandear, a sentir el vallenato en su máxima expresión. Me reuní con muchos folcloristas, que me aconsejaron temas, cadencias y arreglos. Fue un trabajo de varios meses, que hicimos con mucha calma. Afortunadamente el resultado fue positivo.
El ‘Turco’ Pavajeau fue uno de los principales consejeros en este proceso.
Mirando a los que ya sabían. Desde muy niño me llamó la atención ese instrumento bonito de botones que son los acordeones; hacía acordeones de papel y en cualquier momento tocaba los de juguete. Cada vez que veía uno tenía la inquietud de tocarlo y así empecé con melodías sencillas. Estuve un tiempo en la Academia de Andrés ‘El Turco’ Gil, pero con él dure poco porque habían muchos alumnos, yo no tenía acordeón y allá me lo prestaban; yo me la pasaba molestando con acordeones y con los otros compañeros que sabían más que yo, de quienes aprendí una cosita de cada uno. ‘El Turco’ en ese momento me dijo que tenía futuro en el acordeón”.
Para mí todos tienen la misma importancia y a todos les dedico el mismo tiempo de práctica, pero pensaría que la puya fue mi fuerte en este Festival, lo traté de hacer más que con rapidez con mucha cadencia. La puya vallenata es el aire más sabroso y movido del vallenato.
El Festival de la Leyenda Vallenata es el principal festival del país en música vallenata tradicional y pienso que ganarse este título significa en convertirse en una autoridad de este género.
Siento que puedo representar el folclor vallenato porque aunque tiene unas nuevas tendencias que aplaudo y respeto, pienso que hay que preservar las raíces autóctonas, para lo cual el Festival Vallenato ha trabajado mucho.
Seguir la tradición, tocando, cantando y haciendo versos para que las personas tengan como ver hoy lo que hace muchos años se veía con Alejo Durán, Luis Enrique, Colacho Mendoza y todos esos maestros que son pilares de esta música.
Acordeoneros como ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Israel Romero, a mi hermano Lucas, que se entrega en los escenarios y que se atreve a mostrar nuevos pases. Para mí todos los acordeoneros son importantes y de todos aprendo.
No. En categoría profesional solo me he presentado en el Festival de la Leyenda Vallenata porque los festivales me parecen estresantes y solo me permito estresarme en el de Valledupar. Ahora que conseguí el título, me prepararé intensamente para presentarme en el Rey de Reyes.
Participé tres veces en la categoría infantil y una en piqueria. Aunque no obtuve puestos destacados, me sirvieron para perder el miedo a los escenarios y para ver cómo era el nivel del Festival. En la infantil me enfrenté con muchachos que son grandes hoy en día como Sergio Luis Rodríguez, Cristian Camilo Peña, Manuel Julián Martínez, entre otros.
La verdad no. Creo que debo centrarme en seguir difundiendo el vallenato tradicional. No tengo nada en contra de los cantantes, pero pienso que ellos deben tener sus agrupaciones y darle el puesto que se merece a los acordeoneros, el cual se ha ido perdiendo a través de los años.
Que se guíen por las escuelas tradicionales como la de Alejo Durán y Luis Enrique Martínez, puesto que dan la base para aprender bien el acordeón; además que estudien, que se profesionalicen, bien sea como músicos o en otra disciplina, porque eso le da cierta integralidad que solo la música empírica no da.
Jaime Dangond Daza venció al boyacense Julián Mójica Galvis, que quedó de segundo lugar; y al vallenato Omar Alberto ‘El Zorro’ Hernández, que ocupó el tercer puesto.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN