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Informes Especiales - 29 marzo, 2016

Aumenta generación Nini en Valledupar

La llamada generación nini (ni estudian ni trabajan) representa un alto porcentaje de la población joven en la capital del Cesar, en su mayoría por falta de oportunidades y otros por falta de motivación.

Boton Wpp

Miguel* tiene 19 años de edad, vive en el barrio Primero de Mayo de Valledupar y dejó de ir al colegio en el 2011 porque perdió algunas materias y terminó repitiendo el año. Hoy pasa sus días viendo televisión y en las tardes sale a reunirse con algunos amigos en la plaza del sector, cuando necesita dinero se lo pide a su abuela con quien vive o busca la manera de conseguirlo en la calle.

“Me cansé de estudiar cosas que después no me sirven para nada. Igual, si termino de estudiar después es muy difícil conseguir un trabajo”, expresó.

Así como Miguel* son muchos los casos de adolescentes que ni estudian ni trabajan en la capital del Cesar y la problemática se ha extendido desde hace algunos años en todo el territorio nacional y otros países donde ya se les conoce como ‘Generación Nini’.

Este es un término acuñado mundialmente para referirse a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Son normalmente adolescentes que han terminados sus estudios de secundaria o que ni siquiera los han culminado y que a partir de allí se quedan sin oportunidades de estudiar o trabajar, porque obviamente es más fácil emplearse si se tiene algún nivel académico.

El tema es que estos son jóvenes buscando oportunidades y necesitan espacios para seguir estudiando o para trabajar pero no tienen ni lo uno ni lo otro.

De acuerdo con Fernando Herrera Araújo, quien trabajó como coordinador del área de pobreza y desarrollo sostenible del PNUD Colombia, es mayor el número de Ninis en la población pobre que de estratos altos.
“Eso tiene unas consecuencias desde el punto de vista social enorme porque ¿qué hacen estos Ninis?, se dejan influenciar por el tema del ocio, del vandalismo, de las pandillas, del vicio, pueden ser fácilmente atrapados”, expresó.

También aseguró que la pobreza es causa y consecuencia de los Ninis, “ese círculo vicioso que se muerde la cola”. Tiene que ver también con el tema de acceso a la educación, “si no hay cupos para estudiar y si los jóvenes no tienen la disposición para hacerlo, porque en muchos casos esto sucede debido a que no hay educación pertinente, porque lo que te ofrecen no es lo que necesita el mercado, porque tú ves a otras personas que estudiaron y están desempleadas”, acotó Herrera Araújo.

El experto en pobreza, autor del libro ‘La pobreza y el posconflicto en Valledupar’, explicó que también un factor cultural y de valoración de la educación.
“Muchos pensarán que para qué estudiar si las personas que estudiaron también están sin empleo. El retorno de la educación tiene que ser alto y valorado por la sociedad, por una economía, si no es valorado la gente no estudia”, indicó.

Los jóvenes de la generación Nini son un grupo social con edades entre los 17 y los 30 años, que viven mantenidos en la casa de sus padres, con un futuro incierto, entre la pereza y el conformismo. Este tema es absolutamente de alto riesgo para una sociedad porque es el tema también del crimen, del microtráfico, de muchachos que deberían tener oportunidades y no las tienen.

Los jóvenes Nini son presa fácil de pandillas, narcotraficantes y demás grupos delincuenciales, porque esta población tiene mucho tiempo libre y necesitan dinero para mantener el ocio. Según los expertos, estos jóvenes son una generación encaminada a caer en el mundo de las drogas, el sexo prematuro y el dinero fácil.

“A nivel latinoamericano, el Banco Mundial, el BID, las Naciones Unidas, todo el mundo está enfrentando el tema de los Ninis, ¿Qué hay que hacer con los Ninis?, ¿qué posibilidades tienen?, y lo primero que se debe hacer con estos jóvenes es darle oportunidades de estudio. Ellos tienen que seguir estudiando, preparándose”, acotó Fernando Herrera.

Explicó además que los Ninis no se van a acabar de un día para otro. Existe un estudio de envejecimiento en Colombia y Valledupar junto a Riohacha son de las ciudades más jóvenes en este tema, específicamente en la pirámide poblacional porque todavía están naciendo muchos niños, mientras que en otras ciudades como Bogotá y Medellín los nacimientos se han disminuido. Eso quiere decir que va a haber más jóvenes que van a salir a buscar empleo y esa va a ser la problemática.

Herrera en su análisis sobre la pobreza en la capital del Cesar deja ver que el 13,3% de los jóvenes de la ciudad no estudia ni tampoco trabaja, cifra que se divide en 5% para los hombres y 20% para las mujeres; pero el problema es mucho más serio en las familias de escasos recursos donde el 37% de los jóvenes son Ninis, superando el promedio a nivel nacional que está en un 22%.

El Coordinador del área de pobreza y desarrollo sostenible del PNUD Colombia expresa que la atención sobre esta población toma relevancia en el sentido que encierra el inicio de la vida laboral de las personas en la ciudad e ilustra la transición de la escuela al trabajo.

De acuerdo con el estudio realizado por el autor del libro ‘La pobreza y el posconflicto en Valledupar’, al averiguar las razones por las cuales los jóvenes entre los 16 y 29 años no estudian casi todas las respuestas están relacionadas con las condiciones de pobreza o falta de recursos. La segunda razón principal tiene que ver con los costos educativos o falta de dinero para el estudio que se relaciona con las condiciones de pobreza junto a la necesidad de trabajar.

Hoy en Valledupar es normal ver en los parques o esquinas, grupos de jóvenes que se reúnen para llevar a cabo actividades nada productivas como el consumo de sustancias alucinógenas y riñas callejeras, lo que perturba la tranquilidad de la comunidad.

La pobreza no es excusa
Aunque la Generación Nini está directamente relacionada con la pobreza y falta de oportunidades, existen también jóvenes con los medios para estudiar y no lo hacen. Esto según la sicóloga María Eugenia Sarmiento, está relacionado con la infancia donde los padres le dieron todo al niño y él fue creciendo en un mundo lleno de lujos donde cree que se lo merece y que todo el tiempo los padres lo van a mantener. Puede ser porque estos tengan solvencia económica o porque el joven no tenga motivación para salir adelante.

“Muchos padres fracasan en ese aspecto porque al niño desde pequeños debemos darle todas las herramientas para que en el día de mañana se puedan superar y ser independientes, de que estudien y trabajen”, expresó la profesional.

Sarmiento explicó que en muchos casos han surgido los Nini por la ausencia de la enseñanza de los padres, de las virtudes y valores humanos, que promueven el sacrificio que supone el trabajo, el estudio y la vida ordenada.

“Los padres influimos muchos sobre los hijos, somos ejemplo para ellos y cuando a un niño le damos todo desde pequeños a, él no le importa nada seguir en el día de mañana con la misma actitud. Muchachos que no tienen espíritu de superación, que no tienen un proyecto de vida, que sus padres no los han enseñado, no piensan más allá”, acotó.

La sicóloga asegura que es importante motivar al niño desde pequeños a ser alguien en la vida, enseñarles que deben tener un conocimiento de algo para poder defenderse.
“No todo mundo puede llegar a una universidad pero si debemos tener un conocimiento de un arte o un oficio que nos permita en el día de mañana vivir de eso, porque todo en la vida no es el estudio sino las ganas de trabajar. La motivación que el ser humano necesita, sin ella no podemos hacer nada”, indicó María Eugenia.

Así mismo expresó que la pobreza no es una excusa para salir adelante, pues hay muchos jóvenes que les toca trabajar de día y estudiar de noche para salir adelante, todo depende de las ganas que se tengan de superarse.

“El muchacho que quiera salir adelante después que quiera y que tenga la motivación lo hace. La pobreza no es una excusa, el que quiera estudiar lo hace. En la vida nada es fácil, se necesita hacer sacrificios para valorar las cosas, pero hay jóvenes que no les interesa nada y muchos se dedican a la delincuencia para vivir de eso”, puntualizó.

El papel de las administraciones
Un informe publicado por el Banco Mundial confirma que Colombia es el segundo país de Latinoamérica con mayor población de Nini, Valledupar ha ganado protagonismo en esta problemática que cada vez se agrava más por lo que es necesario que las administraciones públicas se apersonen de la situación.

Fernando Herrera dijo que es necesario que los gobernantes analicen, estudien e identifiquen a los Ninis. “¿Por qué siguen siendo Nini?, ¿por problemas de estudio?, y si es así investigar si es por falta de cupos o porque la familia no tiene ingresos para mantenerlos o porque ellos no tienen vocación”.

Dijo que lo primero que se debe hacer es brindar estudio a estos jóvenes, y hablar con ellos, conocer lo que piensan ellos, por qué no quieren seguir estudiando, y a partir de ahí construir estrategias. “Esto debe ser ya. Yo creo que invertir en los jóvenes en el mediano plazo es muy rentable por lo que ellos pueden aportar al futuro y porque un joven de estos en mal camino va a hacerle daño a la sociedad”, expresó.

Al tiempo Herrera Araújo dijo que es necesario aumentar las oportunidades de estudio. A los Ninis hay que prepararlos con lo que se llama educación pertinente, “no los pongan a estudiar lo que no necesita el mercado para eso se debe hacer lo que se llama estudios de perfiles ocupacionales, en Valledupar existe el ORMET (Observatorio Regional del Mercado del Trabajo),que sabe hacer eso, y eso no es otra cosa que preguntarle a los inversionistas qué tipo de personas van a necesitar, qué tipo de trabajo, y a partir de allí preparar a la gente para ese tipo de trabajo”, puntualizó.

Valledupar es una de las ciudades con mayor población joven del país, por lo que el fenómeno de los Ninis, no será fácil de erradicar y con el pasar de los años serán más jóvenes que van a salir a buscar empleo.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]

 

Informes Especiales
29 marzo, 2016

Aumenta generación Nini en Valledupar

La llamada generación nini (ni estudian ni trabajan) representa un alto porcentaje de la población joven en la capital del Cesar, en su mayoría por falta de oportunidades y otros por falta de motivación.


Boton Wpp

Miguel* tiene 19 años de edad, vive en el barrio Primero de Mayo de Valledupar y dejó de ir al colegio en el 2011 porque perdió algunas materias y terminó repitiendo el año. Hoy pasa sus días viendo televisión y en las tardes sale a reunirse con algunos amigos en la plaza del sector, cuando necesita dinero se lo pide a su abuela con quien vive o busca la manera de conseguirlo en la calle.

“Me cansé de estudiar cosas que después no me sirven para nada. Igual, si termino de estudiar después es muy difícil conseguir un trabajo”, expresó.

Así como Miguel* son muchos los casos de adolescentes que ni estudian ni trabajan en la capital del Cesar y la problemática se ha extendido desde hace algunos años en todo el territorio nacional y otros países donde ya se les conoce como ‘Generación Nini’.

Este es un término acuñado mundialmente para referirse a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Son normalmente adolescentes que han terminados sus estudios de secundaria o que ni siquiera los han culminado y que a partir de allí se quedan sin oportunidades de estudiar o trabajar, porque obviamente es más fácil emplearse si se tiene algún nivel académico.

El tema es que estos son jóvenes buscando oportunidades y necesitan espacios para seguir estudiando o para trabajar pero no tienen ni lo uno ni lo otro.

De acuerdo con Fernando Herrera Araújo, quien trabajó como coordinador del área de pobreza y desarrollo sostenible del PNUD Colombia, es mayor el número de Ninis en la población pobre que de estratos altos.
“Eso tiene unas consecuencias desde el punto de vista social enorme porque ¿qué hacen estos Ninis?, se dejan influenciar por el tema del ocio, del vandalismo, de las pandillas, del vicio, pueden ser fácilmente atrapados”, expresó.

También aseguró que la pobreza es causa y consecuencia de los Ninis, “ese círculo vicioso que se muerde la cola”. Tiene que ver también con el tema de acceso a la educación, “si no hay cupos para estudiar y si los jóvenes no tienen la disposición para hacerlo, porque en muchos casos esto sucede debido a que no hay educación pertinente, porque lo que te ofrecen no es lo que necesita el mercado, porque tú ves a otras personas que estudiaron y están desempleadas”, acotó Herrera Araújo.

El experto en pobreza, autor del libro ‘La pobreza y el posconflicto en Valledupar’, explicó que también un factor cultural y de valoración de la educación.
“Muchos pensarán que para qué estudiar si las personas que estudiaron también están sin empleo. El retorno de la educación tiene que ser alto y valorado por la sociedad, por una economía, si no es valorado la gente no estudia”, indicó.

Los jóvenes de la generación Nini son un grupo social con edades entre los 17 y los 30 años, que viven mantenidos en la casa de sus padres, con un futuro incierto, entre la pereza y el conformismo. Este tema es absolutamente de alto riesgo para una sociedad porque es el tema también del crimen, del microtráfico, de muchachos que deberían tener oportunidades y no las tienen.

Los jóvenes Nini son presa fácil de pandillas, narcotraficantes y demás grupos delincuenciales, porque esta población tiene mucho tiempo libre y necesitan dinero para mantener el ocio. Según los expertos, estos jóvenes son una generación encaminada a caer en el mundo de las drogas, el sexo prematuro y el dinero fácil.

“A nivel latinoamericano, el Banco Mundial, el BID, las Naciones Unidas, todo el mundo está enfrentando el tema de los Ninis, ¿Qué hay que hacer con los Ninis?, ¿qué posibilidades tienen?, y lo primero que se debe hacer con estos jóvenes es darle oportunidades de estudio. Ellos tienen que seguir estudiando, preparándose”, acotó Fernando Herrera.

Explicó además que los Ninis no se van a acabar de un día para otro. Existe un estudio de envejecimiento en Colombia y Valledupar junto a Riohacha son de las ciudades más jóvenes en este tema, específicamente en la pirámide poblacional porque todavía están naciendo muchos niños, mientras que en otras ciudades como Bogotá y Medellín los nacimientos se han disminuido. Eso quiere decir que va a haber más jóvenes que van a salir a buscar empleo y esa va a ser la problemática.

Herrera en su análisis sobre la pobreza en la capital del Cesar deja ver que el 13,3% de los jóvenes de la ciudad no estudia ni tampoco trabaja, cifra que se divide en 5% para los hombres y 20% para las mujeres; pero el problema es mucho más serio en las familias de escasos recursos donde el 37% de los jóvenes son Ninis, superando el promedio a nivel nacional que está en un 22%.

El Coordinador del área de pobreza y desarrollo sostenible del PNUD Colombia expresa que la atención sobre esta población toma relevancia en el sentido que encierra el inicio de la vida laboral de las personas en la ciudad e ilustra la transición de la escuela al trabajo.

De acuerdo con el estudio realizado por el autor del libro ‘La pobreza y el posconflicto en Valledupar’, al averiguar las razones por las cuales los jóvenes entre los 16 y 29 años no estudian casi todas las respuestas están relacionadas con las condiciones de pobreza o falta de recursos. La segunda razón principal tiene que ver con los costos educativos o falta de dinero para el estudio que se relaciona con las condiciones de pobreza junto a la necesidad de trabajar.

Hoy en Valledupar es normal ver en los parques o esquinas, grupos de jóvenes que se reúnen para llevar a cabo actividades nada productivas como el consumo de sustancias alucinógenas y riñas callejeras, lo que perturba la tranquilidad de la comunidad.

La pobreza no es excusa
Aunque la Generación Nini está directamente relacionada con la pobreza y falta de oportunidades, existen también jóvenes con los medios para estudiar y no lo hacen. Esto según la sicóloga María Eugenia Sarmiento, está relacionado con la infancia donde los padres le dieron todo al niño y él fue creciendo en un mundo lleno de lujos donde cree que se lo merece y que todo el tiempo los padres lo van a mantener. Puede ser porque estos tengan solvencia económica o porque el joven no tenga motivación para salir adelante.

“Muchos padres fracasan en ese aspecto porque al niño desde pequeños debemos darle todas las herramientas para que en el día de mañana se puedan superar y ser independientes, de que estudien y trabajen”, expresó la profesional.

Sarmiento explicó que en muchos casos han surgido los Nini por la ausencia de la enseñanza de los padres, de las virtudes y valores humanos, que promueven el sacrificio que supone el trabajo, el estudio y la vida ordenada.

“Los padres influimos muchos sobre los hijos, somos ejemplo para ellos y cuando a un niño le damos todo desde pequeños a, él no le importa nada seguir en el día de mañana con la misma actitud. Muchachos que no tienen espíritu de superación, que no tienen un proyecto de vida, que sus padres no los han enseñado, no piensan más allá”, acotó.

La sicóloga asegura que es importante motivar al niño desde pequeños a ser alguien en la vida, enseñarles que deben tener un conocimiento de algo para poder defenderse.
“No todo mundo puede llegar a una universidad pero si debemos tener un conocimiento de un arte o un oficio que nos permita en el día de mañana vivir de eso, porque todo en la vida no es el estudio sino las ganas de trabajar. La motivación que el ser humano necesita, sin ella no podemos hacer nada”, indicó María Eugenia.

Así mismo expresó que la pobreza no es una excusa para salir adelante, pues hay muchos jóvenes que les toca trabajar de día y estudiar de noche para salir adelante, todo depende de las ganas que se tengan de superarse.

“El muchacho que quiera salir adelante después que quiera y que tenga la motivación lo hace. La pobreza no es una excusa, el que quiera estudiar lo hace. En la vida nada es fácil, se necesita hacer sacrificios para valorar las cosas, pero hay jóvenes que no les interesa nada y muchos se dedican a la delincuencia para vivir de eso”, puntualizó.

El papel de las administraciones
Un informe publicado por el Banco Mundial confirma que Colombia es el segundo país de Latinoamérica con mayor población de Nini, Valledupar ha ganado protagonismo en esta problemática que cada vez se agrava más por lo que es necesario que las administraciones públicas se apersonen de la situación.

Fernando Herrera dijo que es necesario que los gobernantes analicen, estudien e identifiquen a los Ninis. “¿Por qué siguen siendo Nini?, ¿por problemas de estudio?, y si es así investigar si es por falta de cupos o porque la familia no tiene ingresos para mantenerlos o porque ellos no tienen vocación”.

Dijo que lo primero que se debe hacer es brindar estudio a estos jóvenes, y hablar con ellos, conocer lo que piensan ellos, por qué no quieren seguir estudiando, y a partir de ahí construir estrategias. “Esto debe ser ya. Yo creo que invertir en los jóvenes en el mediano plazo es muy rentable por lo que ellos pueden aportar al futuro y porque un joven de estos en mal camino va a hacerle daño a la sociedad”, expresó.

Al tiempo Herrera Araújo dijo que es necesario aumentar las oportunidades de estudio. A los Ninis hay que prepararlos con lo que se llama educación pertinente, “no los pongan a estudiar lo que no necesita el mercado para eso se debe hacer lo que se llama estudios de perfiles ocupacionales, en Valledupar existe el ORMET (Observatorio Regional del Mercado del Trabajo),que sabe hacer eso, y eso no es otra cosa que preguntarle a los inversionistas qué tipo de personas van a necesitar, qué tipo de trabajo, y a partir de allí preparar a la gente para ese tipo de trabajo”, puntualizó.

Valledupar es una de las ciudades con mayor población joven del país, por lo que el fenómeno de los Ninis, no será fácil de erradicar y con el pasar de los años serán más jóvenes que van a salir a buscar empleo.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]