La expectativa de los habitantes del barrio Obrero es que con la realización del sexto Acuerdo para Avanzar, la inseguridad que se vive a diario en sus calles termine. Así se lo manifestaron ayer al alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía.
La expectativa de los habitantes del barrio Obrero es que con la realización del sexto Acuerdo para Avanzar, la inseguridad que se vive a diario en sus calles termine. Así se lo manifestaron ayer al alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía.
Una de las líderes del sector, Luz Marina Díaz, contó a este diario que la convocatoria que hicieron los residentes a la Policía Cesar para hablar sobre la inseguridad, no ha surtido los efectos esperados, pues “le hice la consulta sobre por qué no han hecho rondas policiales por acá y me dijo que están arreglando los carros y que los policías están en capacitación”.
Tal es el temor que se ha arraigado en la comunidad, que poco se ve ya que salgan a las terrazas de sus hogares. Relataron que durante esta semana hubo tres hechos que reforzaron la inseguridad en el barrio: el atraco que hicieron a una niña que se dirigía hacia su colegio; el robo de una motocicleta que estaba estacionada sobre un andén y; el ataque a bala que presuntos delincuentes le hicieron a un hombre que conducía otra motocicleta sobre la carrera 14 entre calles 12 y 14.
Nelsy Vargas dijo que notaron un compromiso del burgomaestre con la seguridad, por ello esperan que se convierta en realidad la propuesta que hizo sobre el aumento de cámaras de seguridad y las podas de los árboles, que por su frondosidad obstaculizan el alumbrado público. “En el momento solo tenemos una cámara cerca de la tienda, pero los árboles no permiten que haya mucha visibilización de esa parte del barrio. El alcalde no nos especificó la cantidad de cámaras pero le pidió al mayor José Neira un refuerzo con rondas policiales”, explicó la mujer.
Durante el encuentro con la comunidad, Ramírez Uhía también planteó la posibilidad de establecer una casa comunal donde las madres cabeza de familia puedan realizar estudios técnicos.
Por Jennifer Del Río Coronell
[email protected]
La expectativa de los habitantes del barrio Obrero es que con la realización del sexto Acuerdo para Avanzar, la inseguridad que se vive a diario en sus calles termine. Así se lo manifestaron ayer al alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía.
La expectativa de los habitantes del barrio Obrero es que con la realización del sexto Acuerdo para Avanzar, la inseguridad que se vive a diario en sus calles termine. Así se lo manifestaron ayer al alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía.
Una de las líderes del sector, Luz Marina Díaz, contó a este diario que la convocatoria que hicieron los residentes a la Policía Cesar para hablar sobre la inseguridad, no ha surtido los efectos esperados, pues “le hice la consulta sobre por qué no han hecho rondas policiales por acá y me dijo que están arreglando los carros y que los policías están en capacitación”.
Tal es el temor que se ha arraigado en la comunidad, que poco se ve ya que salgan a las terrazas de sus hogares. Relataron que durante esta semana hubo tres hechos que reforzaron la inseguridad en el barrio: el atraco que hicieron a una niña que se dirigía hacia su colegio; el robo de una motocicleta que estaba estacionada sobre un andén y; el ataque a bala que presuntos delincuentes le hicieron a un hombre que conducía otra motocicleta sobre la carrera 14 entre calles 12 y 14.
Nelsy Vargas dijo que notaron un compromiso del burgomaestre con la seguridad, por ello esperan que se convierta en realidad la propuesta que hizo sobre el aumento de cámaras de seguridad y las podas de los árboles, que por su frondosidad obstaculizan el alumbrado público. “En el momento solo tenemos una cámara cerca de la tienda, pero los árboles no permiten que haya mucha visibilización de esa parte del barrio. El alcalde no nos especificó la cantidad de cámaras pero le pidió al mayor José Neira un refuerzo con rondas policiales”, explicó la mujer.
Durante el encuentro con la comunidad, Ramírez Uhía también planteó la posibilidad de establecer una casa comunal donde las madres cabeza de familia puedan realizar estudios técnicos.
Por Jennifer Del Río Coronell
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