Hay tres colegios en el sector Con gran preocupación, los habitantes del barrio Villa del Rosario son testigos del riesgo a que se ven abocados los estudiantes de tres instituciones educativas del sector y la población adulta mayor cada vez que deben atravesar las calles, ante la alta velocidad con la que circulan vehículos particulares […]
Hay tres colegios en el sector
Con gran preocupación, los habitantes del barrio Villa del Rosario son testigos del riesgo a que se ven abocados los estudiantes de tres instituciones educativas del sector y la población adulta mayor cada vez que deben atravesar las calles, ante la alta velocidad con la que circulan vehículos particulares y de servicio público, así como los que transportan escombros, y las motocicletas que deben compartir la calle 31 como doble sentido en un sólo carril que se encuentra pavimentado, toda vez que los conductores se resisten a transitar por el que se encuentra sin pavimentar.
En la vía se encuentran ubicados sitios de gran congestión como el colegio “Francisco Molina Sánchez”, la Casa Taller de la Adolescente Embarazada, la escuela de música de Andrés “El Turco” Gil y una sede del hospital “Eduardo Arredondo Daza”, así como las instituciones educativas “José María Vargas Vila” y “Jaime Molina”, lo que genera un gran flujo vehicular y peatonal que debería ser regulado con señales de tránsito o reductores de velocidad que son solicitados por los moradores del barrio.
Los vecinos del barrio Villa del Rosario llamaron la atención de la Administración Municipal para que ubique reductores de velocidad lo mismo que señales de tránsito, y anunciaron que de no recibir respuesta positiva están dispuestos a unirse para adelantar esta actividad y contribuir con las condiciones de movilidad de los moradores del sector que ya no aguanta más el peligro al que se ven sometidos cada vez que tienen que atravesar la calle 31.
Gabriel Gutiérrez
“Es un peligro inminente porque esa intersección de la calle 31 con 4H es de una sola calzada, y es el acceso a muchos barrios como Los Mayales, Los Milagros, Amaneceres del Valle, “Luis Carlos Galán”, Los Cocos, entre otros, ya que la carrera quinta es intransitable. El momento más difícil es en las horas pico cuando los estudiantes de los tres colegios salen de clases porque la vía se convierte en una trampa mortal. Hemos sido testigos de varios accidentes y de eso tiene conocimiento la Secretaría de Tránsito”.
Hugo Galván
“Yo soy rector del colegio “José María Vargas Vila”, y me toca estar al cuidado de los niños en la salida porque hay mucho riesgo de accidentalidad; además hay paso de muchos volteos que están contaminando el ambiente, lo que produce enfermedades respiratorias entre los estudiantes. Definitivamente hace falta señalización y reductores de velocidad para evitar accidentes porque tanto motocicletas como vehículos pasan a altas velocidades. También tenemos otros problemas como el hecho de que los vecinos depositan las basuras en el separador y no tenemos claro el horario de los vehículos recolectores de basura de bolsas blancas, lo que genera mucho desorden”.
Alfredo Pulido
“Mi madre fue víctima de un accidente de tránsito porque por este sector los vehículos transitan a altas velocidades ya que no hay reductores de velocidad. Los estudiantes de todos estos colegios también han resultado atropellados porque están cruzando permanentemente por esta vía que realmente se convirtió en un peligro, sin que las autoridades hagan algo para evitarlo”.
Hay tres colegios en el sector Con gran preocupación, los habitantes del barrio Villa del Rosario son testigos del riesgo a que se ven abocados los estudiantes de tres instituciones educativas del sector y la población adulta mayor cada vez que deben atravesar las calles, ante la alta velocidad con la que circulan vehículos particulares […]
Hay tres colegios en el sector
Con gran preocupación, los habitantes del barrio Villa del Rosario son testigos del riesgo a que se ven abocados los estudiantes de tres instituciones educativas del sector y la población adulta mayor cada vez que deben atravesar las calles, ante la alta velocidad con la que circulan vehículos particulares y de servicio público, así como los que transportan escombros, y las motocicletas que deben compartir la calle 31 como doble sentido en un sólo carril que se encuentra pavimentado, toda vez que los conductores se resisten a transitar por el que se encuentra sin pavimentar.
En la vía se encuentran ubicados sitios de gran congestión como el colegio “Francisco Molina Sánchez”, la Casa Taller de la Adolescente Embarazada, la escuela de música de Andrés “El Turco” Gil y una sede del hospital “Eduardo Arredondo Daza”, así como las instituciones educativas “José María Vargas Vila” y “Jaime Molina”, lo que genera un gran flujo vehicular y peatonal que debería ser regulado con señales de tránsito o reductores de velocidad que son solicitados por los moradores del barrio.
Los vecinos del barrio Villa del Rosario llamaron la atención de la Administración Municipal para que ubique reductores de velocidad lo mismo que señales de tránsito, y anunciaron que de no recibir respuesta positiva están dispuestos a unirse para adelantar esta actividad y contribuir con las condiciones de movilidad de los moradores del sector que ya no aguanta más el peligro al que se ven sometidos cada vez que tienen que atravesar la calle 31.
Gabriel Gutiérrez
“Es un peligro inminente porque esa intersección de la calle 31 con 4H es de una sola calzada, y es el acceso a muchos barrios como Los Mayales, Los Milagros, Amaneceres del Valle, “Luis Carlos Galán”, Los Cocos, entre otros, ya que la carrera quinta es intransitable. El momento más difícil es en las horas pico cuando los estudiantes de los tres colegios salen de clases porque la vía se convierte en una trampa mortal. Hemos sido testigos de varios accidentes y de eso tiene conocimiento la Secretaría de Tránsito”.
Hugo Galván
“Yo soy rector del colegio “José María Vargas Vila”, y me toca estar al cuidado de los niños en la salida porque hay mucho riesgo de accidentalidad; además hay paso de muchos volteos que están contaminando el ambiente, lo que produce enfermedades respiratorias entre los estudiantes. Definitivamente hace falta señalización y reductores de velocidad para evitar accidentes porque tanto motocicletas como vehículos pasan a altas velocidades. También tenemos otros problemas como el hecho de que los vecinos depositan las basuras en el separador y no tenemos claro el horario de los vehículos recolectores de basura de bolsas blancas, lo que genera mucho desorden”.
Alfredo Pulido
“Mi madre fue víctima de un accidente de tránsito porque por este sector los vehículos transitan a altas velocidades ya que no hay reductores de velocidad. Los estudiantes de todos estos colegios también han resultado atropellados porque están cruzando permanentemente por esta vía que realmente se convirtió en un peligro, sin que las autoridades hagan algo para evitarlo”.