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Cultura - 29 octubre, 2015

La felicidad simbolizada en una panela

Con un cortometraje, los directores Nina Marín y Rigoberto Mendoza, dan enseñanza para la vida a través de la historia de un niño de 11 años.

‘Manuel, un pedazo de felicidad’ se estrenó en Valledupar ayer en el auditorio de la Universidad Udes.
‘Manuel, un pedazo de felicidad’ se estrenó en Valledupar ayer en el auditorio de la Universidad Udes.
Boton Wpp

El corregimiento de El Jabo, al oriente de Valledupar fue escenario del cortometraje ‘Manuel, un pedazo de felicidad’, una producción cargada de situaciones reales y de enseñanzas para la vida.

Nina Paola Marín Díaz, guionista, directora y productora del cortometraje, explicó que Manuel es un niño de 11 años que va al pueblo con dos objetivos importantes, jugar con sus amigos y ver a la niña de los ojos marrón y sin pretenderlo en el camino les resolverá la vida a algunos adultos dándoles un pedazo de felicidad.

“Manuel es la historia de un niño malcriado para su familia, que lo mandan hacer mandados al pueblo y él en ese trayecto se tropieza con la gente y sin pretenderlo, él no sabe, les va dado a todos un pedacito de felicidad resolviéndoles su problema”, dijo Nina Marín.

Arnoldo Guerra es el niño que personifica en la película a Manuel y a pesar de que no tiene formación actoral dice Nina Marín que es su pedazo de felicidad.

“Lo más bonito de Manuel es que era un niño que no sabía leer y quien le ayuda aprenderse los libretos era su hermanito de seis años que si sabía leer. Él decía que no iba ir más al colegio porque le parecía aburridor, siempre salía peleando, era un niño bastante conflictivo. El niño ya había actuado en un cortometraje para la Universidad del Magdalena. El premio para nosotros es que cuando terminamos de rodar, él le dice a la madre que quiere volver a estudiar porque quiere ser director de cine. Esa es la gran enseñanza de Manuel y ese es mi pedazo de felicidad”, dijo Nina Marín.

Los personajes de la vida
‘Manuel un pedazo de felicidad’, nació hace un año de un ejercicio cinematográfico y ha gustado en países como Berlín, México, Ecuador, Canadá, Argentina y festivales en Colombia, ganando premios nacionales e internaciones y se estrenó ayer en Valledupar en el auditorio de la Universidad Udes.

“La historia de Manuel simboliza la felicidad en un pedazo de panela, es la que le da al otro personaje que también es muy importante que es su bisabuela ‘Tita’ que es diabética”, manifestó Nina.

Este trabajo contó con la participación del diseñador gráfico, fotógrafo y director Rigoberto Mendoza, quien junto a Nina Marín, grabó durante un mes el filme que ha ganado tres premios de 16 festivales en los que ha participado.

Marín Díaz, contó que Manuel nació y se crio con tres mujeres fundamentales en su vida, “Él vive en medio de su mamá, su abuela Dominga y su bisabuela Tita, se supone que está rodeado de un matriarcal. Es un niño que ve una situación de una mujer en estado de indefensión que están maltratando y le tira a la piedra al tipo y defiende a la mujer de ese maltrato. El niño también se tropieza con Don Pedro, un hombre mezquino que no quiere ayudar a una viuda con sus hijos que tienen hambre y vende carne, el niño le ayuda a vender la carne y le da de su dinero a la señora y le da la lección a Don Pedro, de que tiene que ayudar”, explicó Nina Marín la trama de la historia que termina con una enseñanza muy triste para Manuel.

“La lección final que es la más importante, ayuda a su bisabuela Tita a una eutanasia de cierta manera. Ella dice que no se va morir hasta que no se coma un pedazo de panela. El niño se roba la panela de la cocina para llevar a su bisabuela al cielo”, indicó Nina Marín.

Cada personaje del cortometraje “es como una colcha de retazos de vivencias mías o de personas cercanas a mí. Manuel surge de mi hijo básicamente, mi hijo es travieso pero tiene el corazón más noble, él se quita lo que tiene en la boca para dárselo a los demás, pero todo el mundo lo tiene estigmatizado que es el necio de la casa, así es Manuel”, contó Nina Marín.

Una de los personajes centrales de la historia es Tita, la bisabuela de Manuel que es diabética a quien su bisnieto le concede el deseo de morir dulcemente.

“Tita es también la representación del esposo de mi madre que es diabético, porque Tita es diabética entre otras cosas, he de allí el agravante de la panela, es diabética pero el niño le da panela, pero es lo que ella quiere antes de morir y el niño le da esa felicidad. Mi abuela también era diabética, el papá de mi mamá también era diabético y todo el diálogo que se generaba entorno a la diabetes yo le escuchaba a mi padre y también lo agregue en el guion. Nace también mezquindad de Don Pedro, al ver una sociedad que muchas veces no es solidaria. Surge de allí, aparentemente es una historia de situaciones que se terminó compactando de una manera muy bonita.

En la producción ayudaron familiares y amigos de los directores, que hicieron de las veces de personajes del cortometraje, pero además contó con actores reconocidos en la pantalla chica.

El cortometraje ha ganado los festivales de Festicinekids Ganador de Colombia en short, Festival de Cine al carrete.
Mohamed Osman Díaz
[email protected]

Cultura
29 octubre, 2015

La felicidad simbolizada en una panela

Con un cortometraje, los directores Nina Marín y Rigoberto Mendoza, dan enseñanza para la vida a través de la historia de un niño de 11 años.


‘Manuel, un pedazo de felicidad’ se estrenó en Valledupar ayer en el auditorio de la Universidad Udes.
‘Manuel, un pedazo de felicidad’ se estrenó en Valledupar ayer en el auditorio de la Universidad Udes.
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El corregimiento de El Jabo, al oriente de Valledupar fue escenario del cortometraje ‘Manuel, un pedazo de felicidad’, una producción cargada de situaciones reales y de enseñanzas para la vida.

Nina Paola Marín Díaz, guionista, directora y productora del cortometraje, explicó que Manuel es un niño de 11 años que va al pueblo con dos objetivos importantes, jugar con sus amigos y ver a la niña de los ojos marrón y sin pretenderlo en el camino les resolverá la vida a algunos adultos dándoles un pedazo de felicidad.

“Manuel es la historia de un niño malcriado para su familia, que lo mandan hacer mandados al pueblo y él en ese trayecto se tropieza con la gente y sin pretenderlo, él no sabe, les va dado a todos un pedacito de felicidad resolviéndoles su problema”, dijo Nina Marín.

Arnoldo Guerra es el niño que personifica en la película a Manuel y a pesar de que no tiene formación actoral dice Nina Marín que es su pedazo de felicidad.

“Lo más bonito de Manuel es que era un niño que no sabía leer y quien le ayuda aprenderse los libretos era su hermanito de seis años que si sabía leer. Él decía que no iba ir más al colegio porque le parecía aburridor, siempre salía peleando, era un niño bastante conflictivo. El niño ya había actuado en un cortometraje para la Universidad del Magdalena. El premio para nosotros es que cuando terminamos de rodar, él le dice a la madre que quiere volver a estudiar porque quiere ser director de cine. Esa es la gran enseñanza de Manuel y ese es mi pedazo de felicidad”, dijo Nina Marín.

Los personajes de la vida
‘Manuel un pedazo de felicidad’, nació hace un año de un ejercicio cinematográfico y ha gustado en países como Berlín, México, Ecuador, Canadá, Argentina y festivales en Colombia, ganando premios nacionales e internaciones y se estrenó ayer en Valledupar en el auditorio de la Universidad Udes.

“La historia de Manuel simboliza la felicidad en un pedazo de panela, es la que le da al otro personaje que también es muy importante que es su bisabuela ‘Tita’ que es diabética”, manifestó Nina.

Este trabajo contó con la participación del diseñador gráfico, fotógrafo y director Rigoberto Mendoza, quien junto a Nina Marín, grabó durante un mes el filme que ha ganado tres premios de 16 festivales en los que ha participado.

Marín Díaz, contó que Manuel nació y se crio con tres mujeres fundamentales en su vida, “Él vive en medio de su mamá, su abuela Dominga y su bisabuela Tita, se supone que está rodeado de un matriarcal. Es un niño que ve una situación de una mujer en estado de indefensión que están maltratando y le tira a la piedra al tipo y defiende a la mujer de ese maltrato. El niño también se tropieza con Don Pedro, un hombre mezquino que no quiere ayudar a una viuda con sus hijos que tienen hambre y vende carne, el niño le ayuda a vender la carne y le da de su dinero a la señora y le da la lección a Don Pedro, de que tiene que ayudar”, explicó Nina Marín la trama de la historia que termina con una enseñanza muy triste para Manuel.

“La lección final que es la más importante, ayuda a su bisabuela Tita a una eutanasia de cierta manera. Ella dice que no se va morir hasta que no se coma un pedazo de panela. El niño se roba la panela de la cocina para llevar a su bisabuela al cielo”, indicó Nina Marín.

Cada personaje del cortometraje “es como una colcha de retazos de vivencias mías o de personas cercanas a mí. Manuel surge de mi hijo básicamente, mi hijo es travieso pero tiene el corazón más noble, él se quita lo que tiene en la boca para dárselo a los demás, pero todo el mundo lo tiene estigmatizado que es el necio de la casa, así es Manuel”, contó Nina Marín.

Una de los personajes centrales de la historia es Tita, la bisabuela de Manuel que es diabética a quien su bisnieto le concede el deseo de morir dulcemente.

“Tita es también la representación del esposo de mi madre que es diabético, porque Tita es diabética entre otras cosas, he de allí el agravante de la panela, es diabética pero el niño le da panela, pero es lo que ella quiere antes de morir y el niño le da esa felicidad. Mi abuela también era diabética, el papá de mi mamá también era diabético y todo el diálogo que se generaba entorno a la diabetes yo le escuchaba a mi padre y también lo agregue en el guion. Nace también mezquindad de Don Pedro, al ver una sociedad que muchas veces no es solidaria. Surge de allí, aparentemente es una historia de situaciones que se terminó compactando de una manera muy bonita.

En la producción ayudaron familiares y amigos de los directores, que hicieron de las veces de personajes del cortometraje, pero además contó con actores reconocidos en la pantalla chica.

El cortometraje ha ganado los festivales de Festicinekids Ganador de Colombia en short, Festival de Cine al carrete.
Mohamed Osman Díaz
[email protected]