Aunque el invierno podría significar calma ante las altas temperaturas que se han presentado en la capital del Cesar en los últimos días, su presencia ha causado efectos negativos en algunos sectores.
Las lluvias que por estos días han caídos sobre Valledupar han aquejado a varios ciudadanos, no por el fenómeno natural como tal sino por las consecuencias del mismo al impedir la libre movilización de vehículos ante inundaciones de las calles.
La falta en un 80 % del alcantarillado pluvial en la ciudad, que según el ingeniero Álvaro Yaguna, jefe del Departamento Técnico y Operativo de la empresa Emdupar, sería el gran motivo de las corrientes y pozos de agua que se forman en época invernal, hace ineficiente al transporte público, debido a que tanto busetas como taxis suspenden el servicio para evitar daños a los vehículos.
La temporada invernal también causa contrastes emocionales, mientras que el gremio productor del municipio de Valledupar se encuentra contento por las lluvias que rocían sus cosechas y permiten el mejoramiento de tierras, otros sufren las consecuencias de este fenómeno atmosférico.
Aunque algunas familias solo se vean afectadas por pequeños pozos que se forman en sus viviendas a raíz de las lluvias, otras en cambio temen que sus residencias sean arrastradas por las fuertes corrientes que se forman en las diferentes acequias de la ciudad que provienen del característico río Guatapurí.
Se trata de las improvisadas viviendas de las invasiones ubicadas en los alrededores de dichos afluentes, como por ejemplo, Las Mercedes en el noroccidente de Valledupar, a orillas de la acequia que lleva el mismo nombre del lugar.
Pese a que cientos de familias han sido reubicadas de esta zona de alto riesgo, allí continúan personas que dicen ser vulnerables y desplazadas y por ello deben buscar un sitio para refugiarse.
Sin embargo, la situación no se ha tornado crítica, al parecer hasta el momento no se han presentados reportes de daños o alarmas en la ciudad, según el comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, capitán Óscar Lúquez.
En otro escenario, la época de lluvias significa para muchas comunidades la suspensión de los servicios de energía eléctrica y agua.
“En Valledupar no puede ‘tronar’ porque de inmediato se va la luz y el agua, por eso cuando se forma el tiempo de lluvia toca recoger agua y tener la velita disponible para los apagones”, dijo Emira Gutiérrez, habitante del barrio Garupal.
Según el gerente de Emdupar, Gustavo Morales, las turbulencias sobre la parte alta del río Guatapurí impiden que se preste el servicio de agua de forma regular.
Reportes de la empresa Electricaribe dejan claro que los inconvenientes en el servicio de energía se presentan, en su mayoría por vendavales y fallas en la redes, pero que de inmediato brigadas técnicas atienden la emergencia.
A las consecuencias por efecto de las lluvias se suma la proliferación de enfermedades que afectan a las poblaciones más vulnerables que son menores de edad y adultos mayores.
Por estos días es de notar un aumento en el ingreso de pacientes en las diferentes clínicas y hospitales de la capital del Cesar. Según la Secretaría de Salud Municipal los mayores reportes de consulta son por síntomas de gripas y enfermedades respiratorias.
Puntos críticos
En la ciudad pese a que existen colectores de aguas lluvias que hacen parte del alcantarillado pluvial, no son suficientes y después de cada aguacero se hace imposible transitar ante la cantidad de agua en las calles, lo que hace que los taxistas no presten servicio y por ende se paralice el transporte.
Algunos de los puntos críticos por los arroyos que se forman con las aguas lluvias son: en la calle 16 con carreras 15 y 16 (zona hospitalaria), sector del parque Los Algarrobillos, glorieta La Ceiba, la entrada a las urbanizaciones Don Alberto, Bellavista y Ciudad Tayrona; la avenida Fundación en el tramo desde la transversal 19 hasta la 21; calle 21 desde la carrera 7 hasta la avenida Simón Bolívar; calle 28 desde la carrera 4 hasta la avenida Pastrana; la calle 44 desde la avenida Simón Bolívar hasta la carrera 21 (Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín).
En la calle 44, se pensaba que se mejoraría la situación con la construcción del colector, pero la situación sigue igual o quizá peor, indicaron algunos conductores que la noche del miércoles anterior utilizaron esa vía y les tocó estacionar sus vehículos a un lado de la avenida para evitar quedar varados al enfrentarse a la fuerte corriente.
Se intensifica el calentamiento
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, (Ideam), informó que el comportamiento de la precipitación en Colombia se debe no solo a los fenómenos de variedad climática como El Niño y La Niña, sino que también existen otros factores que condicionan las características climáticas a la escala nacional tales como los fenómenos meteorológicos como las ondas del este, las intraestacionales, entre otras.
A esta variedad climática se suma el calentamiento que se mantuvo en la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en agosto en la cuenta del océano Pacífico Tropical.
Según el Ideam, en el mes de septiembre se registra un notorio aumento de las precipitaciones en la alta y baja Guajira, en el Sector noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta y cuenca del río Cesar, en el Litoral Central y en el Bajo Magdalena.
Para octubre, según la predicción climática y alertas del Ideam, habrá más lluvias en el archipiélago de San Andrés y Providencia, en la Alta Guajira, en el noreste de la Sierra Nevada de Santa Marta y cuenca del Cesar, en el del litoral Central y en la mayor parte del Bajo Magdalena. Mientras que durante noviembre se observará una significativa disminución de las precipitaciones.
Por otra parte, el Sistema de Información Ambiental no descarta la ocurrencia de incendios forestales en la región Caribe debido al incremento de la radiación solar y de altas temperaturas.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
Aunque el invierno podría significar calma ante las altas temperaturas que se han presentado en la capital del Cesar en los últimos días, su presencia ha causado efectos negativos en algunos sectores.
Las lluvias que por estos días han caídos sobre Valledupar han aquejado a varios ciudadanos, no por el fenómeno natural como tal sino por las consecuencias del mismo al impedir la libre movilización de vehículos ante inundaciones de las calles.
La falta en un 80 % del alcantarillado pluvial en la ciudad, que según el ingeniero Álvaro Yaguna, jefe del Departamento Técnico y Operativo de la empresa Emdupar, sería el gran motivo de las corrientes y pozos de agua que se forman en época invernal, hace ineficiente al transporte público, debido a que tanto busetas como taxis suspenden el servicio para evitar daños a los vehículos.
La temporada invernal también causa contrastes emocionales, mientras que el gremio productor del municipio de Valledupar se encuentra contento por las lluvias que rocían sus cosechas y permiten el mejoramiento de tierras, otros sufren las consecuencias de este fenómeno atmosférico.
Aunque algunas familias solo se vean afectadas por pequeños pozos que se forman en sus viviendas a raíz de las lluvias, otras en cambio temen que sus residencias sean arrastradas por las fuertes corrientes que se forman en las diferentes acequias de la ciudad que provienen del característico río Guatapurí.
Se trata de las improvisadas viviendas de las invasiones ubicadas en los alrededores de dichos afluentes, como por ejemplo, Las Mercedes en el noroccidente de Valledupar, a orillas de la acequia que lleva el mismo nombre del lugar.
Pese a que cientos de familias han sido reubicadas de esta zona de alto riesgo, allí continúan personas que dicen ser vulnerables y desplazadas y por ello deben buscar un sitio para refugiarse.
Sin embargo, la situación no se ha tornado crítica, al parecer hasta el momento no se han presentados reportes de daños o alarmas en la ciudad, según el comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, capitán Óscar Lúquez.
En otro escenario, la época de lluvias significa para muchas comunidades la suspensión de los servicios de energía eléctrica y agua.
“En Valledupar no puede ‘tronar’ porque de inmediato se va la luz y el agua, por eso cuando se forma el tiempo de lluvia toca recoger agua y tener la velita disponible para los apagones”, dijo Emira Gutiérrez, habitante del barrio Garupal.
Según el gerente de Emdupar, Gustavo Morales, las turbulencias sobre la parte alta del río Guatapurí impiden que se preste el servicio de agua de forma regular.
Reportes de la empresa Electricaribe dejan claro que los inconvenientes en el servicio de energía se presentan, en su mayoría por vendavales y fallas en la redes, pero que de inmediato brigadas técnicas atienden la emergencia.
A las consecuencias por efecto de las lluvias se suma la proliferación de enfermedades que afectan a las poblaciones más vulnerables que son menores de edad y adultos mayores.
Por estos días es de notar un aumento en el ingreso de pacientes en las diferentes clínicas y hospitales de la capital del Cesar. Según la Secretaría de Salud Municipal los mayores reportes de consulta son por síntomas de gripas y enfermedades respiratorias.
Puntos críticos
En la ciudad pese a que existen colectores de aguas lluvias que hacen parte del alcantarillado pluvial, no son suficientes y después de cada aguacero se hace imposible transitar ante la cantidad de agua en las calles, lo que hace que los taxistas no presten servicio y por ende se paralice el transporte.
Algunos de los puntos críticos por los arroyos que se forman con las aguas lluvias son: en la calle 16 con carreras 15 y 16 (zona hospitalaria), sector del parque Los Algarrobillos, glorieta La Ceiba, la entrada a las urbanizaciones Don Alberto, Bellavista y Ciudad Tayrona; la avenida Fundación en el tramo desde la transversal 19 hasta la 21; calle 21 desde la carrera 7 hasta la avenida Simón Bolívar; calle 28 desde la carrera 4 hasta la avenida Pastrana; la calle 44 desde la avenida Simón Bolívar hasta la carrera 21 (Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín).
En la calle 44, se pensaba que se mejoraría la situación con la construcción del colector, pero la situación sigue igual o quizá peor, indicaron algunos conductores que la noche del miércoles anterior utilizaron esa vía y les tocó estacionar sus vehículos a un lado de la avenida para evitar quedar varados al enfrentarse a la fuerte corriente.
Se intensifica el calentamiento
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, (Ideam), informó que el comportamiento de la precipitación en Colombia se debe no solo a los fenómenos de variedad climática como El Niño y La Niña, sino que también existen otros factores que condicionan las características climáticas a la escala nacional tales como los fenómenos meteorológicos como las ondas del este, las intraestacionales, entre otras.
A esta variedad climática se suma el calentamiento que se mantuvo en la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en agosto en la cuenta del océano Pacífico Tropical.
Según el Ideam, en el mes de septiembre se registra un notorio aumento de las precipitaciones en la alta y baja Guajira, en el Sector noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta y cuenca del río Cesar, en el Litoral Central y en el Bajo Magdalena.
Para octubre, según la predicción climática y alertas del Ideam, habrá más lluvias en el archipiélago de San Andrés y Providencia, en la Alta Guajira, en el noreste de la Sierra Nevada de Santa Marta y cuenca del Cesar, en el del litoral Central y en la mayor parte del Bajo Magdalena. Mientras que durante noviembre se observará una significativa disminución de las precipitaciones.
Por otra parte, el Sistema de Información Ambiental no descarta la ocurrencia de incendios forestales en la región Caribe debido al incremento de la radiación solar y de altas temperaturas.
Por Merlin Duarte García/El Pilón