Según la administración municipal: Terminada la fiesta más grande que se realiza en Valledupar, la administración municipal calificó como bueno el comportamiento de los vallenatos especialmente en lo relacionado con la atención a los turistas y el acatamiento de algunos de los decretos que se expidieron con motivo de las fiestas. Pero reconocieron que se […]
Según la administración municipal:
Terminada la fiesta más grande que se realiza en Valledupar, la administración municipal calificó como bueno el comportamiento de los vallenatos especialmente en lo relacionado con la atención a los turistas y el acatamiento de algunos de los decretos que se expidieron con motivo de las fiestas.
Pero reconocieron que se generaron algunos “lunares” como la proliferación de vendedores ambulantes sin permiso en la plaza Alfonso López, la entrada de menores a espectáculos masivos donde se expendió licor, la especulación con las tarifas de taxis que no fueron autorizadas por la administración municipal entre otros.
Las primeras dificultades se presentaron en la plaza Alfonso López y estuvieron relacionadas con la invasión del espacio público por parte de vendedores ambulantes foráneos que no contaban con el permiso de la administración municipal. “Hubo dificultad en el tema de espacio público, fue muy complicado para manejarlo, no por los vallenatos sino por los vendedores foráneos que generaron desorden y estuvieron reacios a atender los requerimientos de la autoridad, por eso en algún momento se nos presentaron algunas situaciones no planeadas en el tema de invasión de espacio público”, dijo Robert Romero Ramírez, Secretario de Gobierno Municipal.
El funcionario advirtió además que llegaron muchos vendedores de afuera que aprovecharon los días cívicos en el que cesaron las actividades de la administración municipal y sin el debido permiso se ubicaron en el marco de la plaza Alfonso López a pesar de los estrictos controles que ejerció la Policía.
En lo relacionado con el cumplimiento de los decretos expedidos para la semana del Festival, el funcionario destacó que la prohibición del baño en el río Guatapurí y la prohibición de circulación de motocicletas en determinados horarios fue cumplida aunque se presentaron algunas excepciones de personas desprevenidas que fueron requeridas por la Policía mediante los controles que se ejercieron en toda la ciudad.
Tal vez la queja más reiterativa de parte de quienes disfrutaron del festival vallenato fue la práctica del examen de alcoholemia por parte de la Policía a los conductores, lo que generó malestar por las inmovilizaciones de vehículos en algunos casos de turistas.
Sobre el tema, el secretario de gobierno advirtió que la Policía estaba cumpliendo con su deber ante una ley que deben acatar los conductores como la de no conducir en estado de embriaguez, sin embargo, reconoció que hubo falta de tolerancia y hasta flexibilidad por parte de la fuerza pública, “debo reconocer que yo también me quejé ante esta situación, por eso, me comuniqué con el Comandante de la Policía y le solicité tolerancia y flexibilidad, dado que con motivo del festival vallenato la gente quiere disfrutar consumiendo licor, por eso, la Policía debía entender que en algunas ocasiones, incluso la gente que no consume alcohol lo hace en estas fiestas y de manera social, una o dos copas de vino o wisky para complacer a los amigos, lo grave es que en estos exámenes de alcoholemia, sin estar embriagado, el registro te va a marcar positivo porque te has tomado una cerveza o una copa de licor”.
Otro de los decretos incumplidos por los participantes en el festival vallenato fue la prohibición de la entrada de menores a los espectáculos públicos donde se expendió licor y en algunos casos como en la plaza Alfonso López se presentaron casos de menores expendiendo bebidas alcohólicas.
El tema será revisado para establecer en qué se falló y cuáles serán los correctivos que se aplicarán para próximos eventos, dijo Robert Romero. “Lo importante es que los padres de familia entiendan que no es una prohibición de la administración, que es una ley, la de Infancia y Adolescencia la que indica que estos menores no pueden asistir a este tipo de eventos, nos dimos cuenta además que en algunos escenarios los niños debieron ser subidos a la tarima de la mano de un agente de policía para encontrar a sus padres lo que nos parece irresponsable y eso era precisamente lo que queríamos evitar”.
Sin lugar a dudas entre los “lunares” se destaca la contaminación visual a la que tuvo que someterse Valledupar durante el festival vallenato no solo por parte de los aspirantes a la corona de rey en sus diferentes categorías sino por parte de algunas campañas políticas que aprovecharon la fiesta para empapelar la ciudad.
Por ello, el secretario de gobierno hizo un llamado de atención no solo a estos artistas sino a los candidatos de las diferentes campañas a la Presidencia de la República sobre todo a la de Juan Manuel Santos que fue una de las que más contaminó el centro de la ciudad con afiches, para que retiren la publicidad a más tardar en tres días, “hacemos este llamado porque realmente la administración municipal hizo un trabajo intenso durante los días previos cuando los funcionarios y empleados adoptaron calles y avenidas para limpiar los postes y vemos que nuestro esfuerzo fue en vano, ya los afiches de los concursantes cumplieron su objetivo, solo esperamos que en un acto de patriotismo nos limpien la ciudad porque no queremos adoptar procedimientos sancionatorios por el incumplimiento de normas vigentes como la de ubicar afiches en postes y señales de tránsito”, reiteró el funcionario.
El llamado de atención de la administración municipal también fue para los taxistas quienes, a pesar de no existir decreto reglamentario de aumento de tarifas durante el festival, especularon y cobraron 5 mil pesos por las carreras en el casco urbano cuando la tarifa vigente seguía siendo de 3 mil 500 pesos.
“Los taxistas no estaban autorizados por la administración municipal a cobrar más de lo establecido; sin embargo se nos presenta el caso de que algunos pasajeros preferían pagar el exceso y por eso, es posible que no hayan denunciado”, dijo el secretario de gobierno quien señaló que este caso hay que analizarlo y tomar correctivos porque se conoció extraoficialmente que no solo hubo especulación de tarifas sino mal trato a los pasajeros.
Según la administración municipal: Terminada la fiesta más grande que se realiza en Valledupar, la administración municipal calificó como bueno el comportamiento de los vallenatos especialmente en lo relacionado con la atención a los turistas y el acatamiento de algunos de los decretos que se expidieron con motivo de las fiestas. Pero reconocieron que se […]
Según la administración municipal:
Terminada la fiesta más grande que se realiza en Valledupar, la administración municipal calificó como bueno el comportamiento de los vallenatos especialmente en lo relacionado con la atención a los turistas y el acatamiento de algunos de los decretos que se expidieron con motivo de las fiestas.
Pero reconocieron que se generaron algunos “lunares” como la proliferación de vendedores ambulantes sin permiso en la plaza Alfonso López, la entrada de menores a espectáculos masivos donde se expendió licor, la especulación con las tarifas de taxis que no fueron autorizadas por la administración municipal entre otros.
Las primeras dificultades se presentaron en la plaza Alfonso López y estuvieron relacionadas con la invasión del espacio público por parte de vendedores ambulantes foráneos que no contaban con el permiso de la administración municipal. “Hubo dificultad en el tema de espacio público, fue muy complicado para manejarlo, no por los vallenatos sino por los vendedores foráneos que generaron desorden y estuvieron reacios a atender los requerimientos de la autoridad, por eso en algún momento se nos presentaron algunas situaciones no planeadas en el tema de invasión de espacio público”, dijo Robert Romero Ramírez, Secretario de Gobierno Municipal.
El funcionario advirtió además que llegaron muchos vendedores de afuera que aprovecharon los días cívicos en el que cesaron las actividades de la administración municipal y sin el debido permiso se ubicaron en el marco de la plaza Alfonso López a pesar de los estrictos controles que ejerció la Policía.
En lo relacionado con el cumplimiento de los decretos expedidos para la semana del Festival, el funcionario destacó que la prohibición del baño en el río Guatapurí y la prohibición de circulación de motocicletas en determinados horarios fue cumplida aunque se presentaron algunas excepciones de personas desprevenidas que fueron requeridas por la Policía mediante los controles que se ejercieron en toda la ciudad.
Tal vez la queja más reiterativa de parte de quienes disfrutaron del festival vallenato fue la práctica del examen de alcoholemia por parte de la Policía a los conductores, lo que generó malestar por las inmovilizaciones de vehículos en algunos casos de turistas.
Sobre el tema, el secretario de gobierno advirtió que la Policía estaba cumpliendo con su deber ante una ley que deben acatar los conductores como la de no conducir en estado de embriaguez, sin embargo, reconoció que hubo falta de tolerancia y hasta flexibilidad por parte de la fuerza pública, “debo reconocer que yo también me quejé ante esta situación, por eso, me comuniqué con el Comandante de la Policía y le solicité tolerancia y flexibilidad, dado que con motivo del festival vallenato la gente quiere disfrutar consumiendo licor, por eso, la Policía debía entender que en algunas ocasiones, incluso la gente que no consume alcohol lo hace en estas fiestas y de manera social, una o dos copas de vino o wisky para complacer a los amigos, lo grave es que en estos exámenes de alcoholemia, sin estar embriagado, el registro te va a marcar positivo porque te has tomado una cerveza o una copa de licor”.
Otro de los decretos incumplidos por los participantes en el festival vallenato fue la prohibición de la entrada de menores a los espectáculos públicos donde se expendió licor y en algunos casos como en la plaza Alfonso López se presentaron casos de menores expendiendo bebidas alcohólicas.
El tema será revisado para establecer en qué se falló y cuáles serán los correctivos que se aplicarán para próximos eventos, dijo Robert Romero. “Lo importante es que los padres de familia entiendan que no es una prohibición de la administración, que es una ley, la de Infancia y Adolescencia la que indica que estos menores no pueden asistir a este tipo de eventos, nos dimos cuenta además que en algunos escenarios los niños debieron ser subidos a la tarima de la mano de un agente de policía para encontrar a sus padres lo que nos parece irresponsable y eso era precisamente lo que queríamos evitar”.
Sin lugar a dudas entre los “lunares” se destaca la contaminación visual a la que tuvo que someterse Valledupar durante el festival vallenato no solo por parte de los aspirantes a la corona de rey en sus diferentes categorías sino por parte de algunas campañas políticas que aprovecharon la fiesta para empapelar la ciudad.
Por ello, el secretario de gobierno hizo un llamado de atención no solo a estos artistas sino a los candidatos de las diferentes campañas a la Presidencia de la República sobre todo a la de Juan Manuel Santos que fue una de las que más contaminó el centro de la ciudad con afiches, para que retiren la publicidad a más tardar en tres días, “hacemos este llamado porque realmente la administración municipal hizo un trabajo intenso durante los días previos cuando los funcionarios y empleados adoptaron calles y avenidas para limpiar los postes y vemos que nuestro esfuerzo fue en vano, ya los afiches de los concursantes cumplieron su objetivo, solo esperamos que en un acto de patriotismo nos limpien la ciudad porque no queremos adoptar procedimientos sancionatorios por el incumplimiento de normas vigentes como la de ubicar afiches en postes y señales de tránsito”, reiteró el funcionario.
El llamado de atención de la administración municipal también fue para los taxistas quienes, a pesar de no existir decreto reglamentario de aumento de tarifas durante el festival, especularon y cobraron 5 mil pesos por las carreras en el casco urbano cuando la tarifa vigente seguía siendo de 3 mil 500 pesos.
“Los taxistas no estaban autorizados por la administración municipal a cobrar más de lo establecido; sin embargo se nos presenta el caso de que algunos pasajeros preferían pagar el exceso y por eso, es posible que no hayan denunciado”, dijo el secretario de gobierno quien señaló que este caso hay que analizarlo y tomar correctivos porque se conoció extraoficialmente que no solo hubo especulación de tarifas sino mal trato a los pasajeros.