El acto protocolario de inauguración de la Cuadragésima Tercera edición del Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje al maestro Rafael Escalona, culminó con la intervención del presidente de la República Álvaro Uribe Vélez, quien le hizo a los vallenatos una propuesta para convertir a Valledupar en la Ciudad Universitaria del Folclor y de la Música, proyecto que,  según él, hará realidad en los cien días que le restan a su segundo Mandato.
“Necesitamos inundar a Valledupar de música. Tenemos que lograr que esta sea la Ciudad Universitaria del Folclor. Que en estos cien días que nos quedan, con el apoyo de las autoridades, de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, de los ministerios de Educación y Cultura, y de todos los centros universitarios de la ciudad, se organice un documento para que jóvenes de todo el país vengan a Valledupar a estudiar música y folclor en los períodos de vacaciones de mitad de año y de finales del año.  Y más allá, debemos empezar el próximo mes de julio”, afirmó el primer mandatario.
La propuesta del Presidente Uribe caló bien entre público, que aplaudió con emoción al Mandatario en aprobación a la iniciativa, que generaría desarrollo económico para la región.

Argumentando que esta es la hora de la música, Uribe Vélez recordó las veces que tuvo que venir a Valledupar a despedir con dolor a algún ilustre vallenato y habló también sobre la reciente noticia de la firma del documento CONPES que garantiza el compromiso del Estado de financiar el Sistema Estratégico de Transporte Público Colectivo de Valledupar, asegurando que espera que este proyecto mejore la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

¿Cómo llamarlo?.

“Piensen en estos días cómo se va a llamar ese sistema de transporte.  Qué bueno sería que los creativos de Valledupar nos ayuden con el nombre”, afirmó.
Por supuesto, el Mandatario no desaprovechó la oportunidad para recalcar el tema de la seguridad democrática, el que “empezamos a trabajar el ocho de agosto de 2002, cuando llegamos a Valledupar antes de que despuntara el sol”.
Finalmente, el Presidente pidió perdón a los cesarenses por todo aquello en lo que hubiera fallado, y pidió disculpas por lo que no se alcanzó a hacer, y pidió que los vallenatos lo dejen venir a compartir un pedacito del río Guatapurí, cada vez que sea posible.

El homenaje al Maestro

Por su parte, el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo, reiteró que el homenaje al maestro Rafael Escalona Martínez “es un tributo de cariño al más grande de todos”, quien fue el hermano que nunca tuvo su padre, don Hernando Molina Céspedes”, y el tío alcahueta que amorosamente les patrocinaba y aprobaba sus ‘pilatunas’.
A su turno, el gobernador del Cesar Cristian Moreno Panezo, hizo el reconocimiento al Maestro de Maestros, pero enfocó su discurso en la promoción de la Rueda de Negocios ‘Invierte en el Cesar’, estrategia y apuesta que tiene el Gobierno Seccional con el ánimo de fortalecer la economía, a través de las cadenas productivas, con la cual se busca fomentar capacidades, potencialidades e iniciativas desde la región.

Finalmente, el alcalde Luis Fabián Fernández Maestre recordó la obra inmortal del Maestro Escalona: “Sin duda, ¡Escalona, es Escalona!, su obra costumbrista incorpora aspectos sociológicos, autóctonos y etnológicos, llenos  de figuras literarias, lo que le da a sus creaciones fuerza propia y grandeza inconfundible, que lo convierten en un personaje singular, y lo eleva a la categoría de leyenda del mundo poético: fue arquitecto sin igual de la casa en el aire, pintor de pirañas de bellos colores, consejero político del país, admirador confeso de las mujeres y enamorado eterno de La Maye. Larga tarea y abundante material para los estudiosos  de la vallenatología y de las letras”.
Al acto inaugural asistieron además del presidente Álvaro Uribe Vélez y las autoridades locales, las ministras de Educación, Cecilia María Vélez, y de Cultura, Paula Marcela Moreno, así como el Viceministro de Desarrollo Empresarial y algunos mandos militares y de Policía.