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Entrevista - 5 mayo, 2014

Antonio Daza Orozco, vallenato en las redes sociales

Es un personaje en las redes sociales, es importante en la defensa y difusión del folclor vallenato, es un coleccionista de viejas parrandas y canciones, pero es sumamente sencillo, hijo de José Francisco “Chico” Daza, es mi hermano.

Antonio Daza en el estudio donde escribe vallenato para todo el mundo.
Antonio Daza en el estudio donde escribe vallenato para todo el mundo.
Boton Wpp

Antonio Daza Orozco tiene más de diez mil videos de parrandas con viejos juglares del vallenato, grabaciones de sus voces, letras de antiquísimas canciones por centenares, cuarenta y dos festivales vividos, su amor por la música vallenata no tiene medida, y la difunde en charlas, en las redes sociales en donde más de doce mil seguidores lo leen y le reclaman cuando no sale su escrito diario. Vive en Bogotá, pero desde el veintiséis de abril llega a mi casa armado de grabadora, cámaras y otros aparatos a gozar de lo que más le gusta y a dejar registro de todo lo vivido.

No quería que escribiera sobre él, pero en la madrugada de ayer, cuando preparaba su nota sobre los reyes ganadores en infantil y aficionados, tomando café, tuvimos una charla de esas que solo los dos conocemos: llena de raticos de tristeza, risas, carcajadas y la nostalgia profunda (la que en mi vida y en la de él no puede faltar)

El Pilón: Recuérdame cuando comenzó tu afición por la música vallenata.

Antonio Daza: Herencia de papá. En principio me gustaban las rancheras, pero después como a los dieciséis años me despertaron unos golpes en la puerta de la casa de Villanueva, era Poncho Cotes que llevaba a Emiliano Zuleta derrotado en el primer festival. Formaron una parrandita entre ellos y el Viejo Mile compuso una canción de protesta por el fallo, algo así como El Chanchullo, decía “…me desclasificaron” y Poncho le corregía: “ ..me descalificaron”: ese momento me marcó y comencé a buscar parrandas y a escuchar viejas composiciones.

EP: ¿Dónde buscabas las parrandas?

AD: En el Cafetal, San Luis, La Placita, en Villanueva toda, con Rafa Romero, Quique Murgas y el más extraordinario de los acordeoneros: Julio Escobar, no reuníamos y veíamos los amaneceres escuchando el vallenato genuino, sin aditamentos, ese que no era, ni será para bailes.

EP: Pero casi te ganan los gallos.

AD: Sí, me iba con “Llerita” Rumbo (le decían así porque tenía los dientes como Lleras Camargo), y El Cuba a la gallería de mi tío Enriquito Orozco, y llegué a tener un gallo, pero los estudios dieron al traste con la afición gallística.

En Manaure

(En el patio de Juan Manuel Mueguez participó en varias ocasiones, junto con su compadre Rafael Salas, rey fallecido, enmuchas parrandas, con Toño Salas, Leandro Díaz, Simón Salas, el Debe López y muchos más. En la casa de los Aguirre conoció a Juancho Polo Valencia y parrandeó una noche, no ha podido olvidar las gafas oscuras del maestro Polo y su sombrerón, pero sobre todo sus cantos extraordinarios y se ríe cuando recuerda y canta uno de sus verso: “… con tanta democracia que yo te enamoraba”)

EP: ¿Cómo fue la amistad con Juan Manuel Mueguez?

AD: A pesar de la diferencia de edad vivimos momentos inolvidables como la vez que nos fuimos en un campero, con el compadre Rafa, para El Plan, allá parrandeamos con Emiliano y Toño Salas; pero Juan Manuel y yo teníamos que regresar a Manaure y lo hicimos a pie, de noche, espantando sombras con la luz de una linterna y con los versos improvisados de Mueguez.

EP: ¿Por qué te fuiste para Bogotá, si quieres tanto el mundo vallenato?

AD: Por el trabajo. Allí me quedé por la educación de mis hijos, pero eso no me aleja de todo esto. Tenemos un grupo para difundir y defender el folclor, entre ellos Adrián Villamizar, Álvaro Roca, Efraín Montero, Jaime Fuentes, entre otros.

EP: ¿De qué países te escriben?

AD: Tengo muchos amigos de varios países que me felicitan,consultan. Ayer me encontré en la Plaza Alfonso López con Mario Lara, presidente del festival de Monterrey y con Raquel Salazar; ah y con Mino Villazón, ese no es su apellido, él es mejicano, pero se lo puso para sentirse más vallenato, todos los de allá son mis buenos amigos. Tengo amigos, amantes del vallenato, de Canadá, Venezuela, España, de las Islas Canarias y de toda Colombia.

EP: ¿Qué es lo que más escribes?

AD: Historia de juglares, de canciones, subo videos, hago las crónicas delos festivales, en fin, escribo de todo esto que es infinito, de esta música asombrosa.

EP: ¿Has pensado en escribir un libro, así como muchos folclorólogos, Julio Oñate, por ejemplo?

AD: No, pero es posible.

EP: ¿Parrandeaste con mi papá?

AD: Parrandear con nuestro papá era interesante, dentro de su gran humildad, le daba entidad a una parranda, fue grande nuestro viejo. Poncho Cotes no concebía una parranda sin Chico Daza; Leandro Díaz, lo menciona en su canto ‘Los tres amigos’: “Poncho Cotes, Chico Daza y Escalona, son tres amigos que saben de la vida de Emiliano… los tres se han esfumado como perfume en el aire”. Emiliano Zuleta, canta en ‘Mis pocos días’: “Poncho Cotes, Chico Daza y Escalona, tienen la seguridad que a mí no me pasa el tiempo, son tres amigos que conocen mi talento y en todos mis movimientos nunca han visto falsedad”.

EP: ¿ Tú eres un bohemio?

AD: Tengo alma de bohemio, de los de antes.

EP: Ellos parrandeaban y declamaban clásicos poemas.

AD: Nosotros no, sólo escuchamos los cantos que son poemasvallenatos.

(Hablar de vallenato con Toño Daza es una delicia, el espacio me limita y solo se me ocurrieron estas preguntas, ahora, cuando escribo debe estar en la plaza, acumulando anécdotas, vaticinando quien será el rey profesional, buscando una nota que lo encante y luego se llevará todos eso para Bogotá, para escribirlo y regarlo por el mundo, siempre rodeado de su esposa maría Paulina, de sus hijos Marcela, Antonio José, Julián y Arianna, y sus cuatro nietos que ahora hacen parte de su bella, sana y romántica vida.)

Por Mary Daza Orozco

Entrevista
5 mayo, 2014

Antonio Daza Orozco, vallenato en las redes sociales

Es un personaje en las redes sociales, es importante en la defensa y difusión del folclor vallenato, es un coleccionista de viejas parrandas y canciones, pero es sumamente sencillo, hijo de José Francisco “Chico” Daza, es mi hermano.


Antonio Daza en el estudio donde escribe vallenato para todo el mundo.
Antonio Daza en el estudio donde escribe vallenato para todo el mundo.
Boton Wpp

Antonio Daza Orozco tiene más de diez mil videos de parrandas con viejos juglares del vallenato, grabaciones de sus voces, letras de antiquísimas canciones por centenares, cuarenta y dos festivales vividos, su amor por la música vallenata no tiene medida, y la difunde en charlas, en las redes sociales en donde más de doce mil seguidores lo leen y le reclaman cuando no sale su escrito diario. Vive en Bogotá, pero desde el veintiséis de abril llega a mi casa armado de grabadora, cámaras y otros aparatos a gozar de lo que más le gusta y a dejar registro de todo lo vivido.

No quería que escribiera sobre él, pero en la madrugada de ayer, cuando preparaba su nota sobre los reyes ganadores en infantil y aficionados, tomando café, tuvimos una charla de esas que solo los dos conocemos: llena de raticos de tristeza, risas, carcajadas y la nostalgia profunda (la que en mi vida y en la de él no puede faltar)

El Pilón: Recuérdame cuando comenzó tu afición por la música vallenata.

Antonio Daza: Herencia de papá. En principio me gustaban las rancheras, pero después como a los dieciséis años me despertaron unos golpes en la puerta de la casa de Villanueva, era Poncho Cotes que llevaba a Emiliano Zuleta derrotado en el primer festival. Formaron una parrandita entre ellos y el Viejo Mile compuso una canción de protesta por el fallo, algo así como El Chanchullo, decía “…me desclasificaron” y Poncho le corregía: “ ..me descalificaron”: ese momento me marcó y comencé a buscar parrandas y a escuchar viejas composiciones.

EP: ¿Dónde buscabas las parrandas?

AD: En el Cafetal, San Luis, La Placita, en Villanueva toda, con Rafa Romero, Quique Murgas y el más extraordinario de los acordeoneros: Julio Escobar, no reuníamos y veíamos los amaneceres escuchando el vallenato genuino, sin aditamentos, ese que no era, ni será para bailes.

EP: Pero casi te ganan los gallos.

AD: Sí, me iba con “Llerita” Rumbo (le decían así porque tenía los dientes como Lleras Camargo), y El Cuba a la gallería de mi tío Enriquito Orozco, y llegué a tener un gallo, pero los estudios dieron al traste con la afición gallística.

En Manaure

(En el patio de Juan Manuel Mueguez participó en varias ocasiones, junto con su compadre Rafael Salas, rey fallecido, enmuchas parrandas, con Toño Salas, Leandro Díaz, Simón Salas, el Debe López y muchos más. En la casa de los Aguirre conoció a Juancho Polo Valencia y parrandeó una noche, no ha podido olvidar las gafas oscuras del maestro Polo y su sombrerón, pero sobre todo sus cantos extraordinarios y se ríe cuando recuerda y canta uno de sus verso: “… con tanta democracia que yo te enamoraba”)

EP: ¿Cómo fue la amistad con Juan Manuel Mueguez?

AD: A pesar de la diferencia de edad vivimos momentos inolvidables como la vez que nos fuimos en un campero, con el compadre Rafa, para El Plan, allá parrandeamos con Emiliano y Toño Salas; pero Juan Manuel y yo teníamos que regresar a Manaure y lo hicimos a pie, de noche, espantando sombras con la luz de una linterna y con los versos improvisados de Mueguez.

EP: ¿Por qué te fuiste para Bogotá, si quieres tanto el mundo vallenato?

AD: Por el trabajo. Allí me quedé por la educación de mis hijos, pero eso no me aleja de todo esto. Tenemos un grupo para difundir y defender el folclor, entre ellos Adrián Villamizar, Álvaro Roca, Efraín Montero, Jaime Fuentes, entre otros.

EP: ¿De qué países te escriben?

AD: Tengo muchos amigos de varios países que me felicitan,consultan. Ayer me encontré en la Plaza Alfonso López con Mario Lara, presidente del festival de Monterrey y con Raquel Salazar; ah y con Mino Villazón, ese no es su apellido, él es mejicano, pero se lo puso para sentirse más vallenato, todos los de allá son mis buenos amigos. Tengo amigos, amantes del vallenato, de Canadá, Venezuela, España, de las Islas Canarias y de toda Colombia.

EP: ¿Qué es lo que más escribes?

AD: Historia de juglares, de canciones, subo videos, hago las crónicas delos festivales, en fin, escribo de todo esto que es infinito, de esta música asombrosa.

EP: ¿Has pensado en escribir un libro, así como muchos folclorólogos, Julio Oñate, por ejemplo?

AD: No, pero es posible.

EP: ¿Parrandeaste con mi papá?

AD: Parrandear con nuestro papá era interesante, dentro de su gran humildad, le daba entidad a una parranda, fue grande nuestro viejo. Poncho Cotes no concebía una parranda sin Chico Daza; Leandro Díaz, lo menciona en su canto ‘Los tres amigos’: “Poncho Cotes, Chico Daza y Escalona, son tres amigos que saben de la vida de Emiliano… los tres se han esfumado como perfume en el aire”. Emiliano Zuleta, canta en ‘Mis pocos días’: “Poncho Cotes, Chico Daza y Escalona, tienen la seguridad que a mí no me pasa el tiempo, son tres amigos que conocen mi talento y en todos mis movimientos nunca han visto falsedad”.

EP: ¿ Tú eres un bohemio?

AD: Tengo alma de bohemio, de los de antes.

EP: Ellos parrandeaban y declamaban clásicos poemas.

AD: Nosotros no, sólo escuchamos los cantos que son poemasvallenatos.

(Hablar de vallenato con Toño Daza es una delicia, el espacio me limita y solo se me ocurrieron estas preguntas, ahora, cuando escribo debe estar en la plaza, acumulando anécdotas, vaticinando quien será el rey profesional, buscando una nota que lo encante y luego se llevará todos eso para Bogotá, para escribirlo y regarlo por el mundo, siempre rodeado de su esposa maría Paulina, de sus hijos Marcela, Antonio José, Julián y Arianna, y sus cuatro nietos que ahora hacen parte de su bella, sana y romántica vida.)

Por Mary Daza Orozco