Dolor en el pecho, respiración dificultosa y sangrado ocasional por la nariz de su hija de 12 años, alertó a Célida Rojas a llevarla a un médico, quien le diagnosticó hace un año falencias en su corazón y le recomendó una operación, pero ante sus escasos recursos veía complicado hacerlo.

Una luz de esperanza surgió al conocer sobre la segunda brigada gratuita que adelantó la Fundación Cardioinfantil para niños de 0 a 18 años con problemas cardiacos o sospecha de ellos en el hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, por lo que la inscribió en cuanto pudo, con la ilusión de que especialistas mejorarán la salud de su pequeña.

Así como ella, decenas de madres acudieron el viernes y ayer a la actividad, donde realizaron toma de signos vitales (peso, talla, oximetría y tensión arterial), consulta diagnóstica con pediatra, consulta especializada con cardiólogo pediatra y exámenes como ecocardiograma y electrocardiograma.

El médico pediatra Miguel Rondero aseveró que normalmente en este tipo de campañas encuentran pacientes con ruido en el corazón o soplo cardiaco. “Si es anormal hay que determinar si necesita tratamiento quirúrgico o no. La gran mayoría de veces son soplos normales, como un 30% son anormales, de allí un 10% o 15% requieren tratamiento quirúrgico para solucionar el problema y de un 15% a un 20% requieren tratamiento médico”, explicó.

El especialista indicó que dentro de los problemas más frecuentes que requieren operación se encuentran “las comunicaciones entre los dos ventrículos o comunicación interventricular, comunicaciones entre las dos aurículas, ductos arteriosos persistentes, comunicación entre la aorta y la pulmonar que existe desde que se está en el útero y se cierra al nacer, pero a algunos niños no lo logran; o estrechez de alguna válvula”, subrayó.

Dentro de las recomendaciones que da Rondero a los padres es llevar a los niños a un especialista si observan que se cansan tomando el tetero o comiendo, sudan de forma excesiva, no ganan peso en forma adecuada y/o tienen problemas pulmonares repetidos como bronconeumonías para descartar problemas del corazón.

“Una vez que se sabe de la enfermedad hay que ir donde un cardiólogo pediatra para determinar cuál es el mejor tratamiento. Afortunadamente el 96% de los problemas de corazón tienen solución; pueden ser personas sanas y llevar una vida normal. Si no se detectan a tiempo muchos pueden morir o empeorar el proceso”, enfatizó.

Por su parte, el jefe de Comunicaciones de la Fundación Cardioinfantil, Edisson Enrique Bustos, aseguró que los niños que califiquen para una operación de corazón serán enviados a la capital del país con todos los gastos pagos.

“La Fundación lleva a cabo el programa durante todo el año y vamos a 10 departamentos del país en búsqueda de estos niños para darles una nueva oportunidad de vida dentro del programa Regala una Vida. Algunas de las ciudades visitadas son: Pasto, Cúcuta, Montería, Yopal, Duitama, Leticia, Cartagena y Villavicencio, donde no existe servicio de cardiología pediátrica o se necesita apoyo adicional para lograr que los niños tengan un diagnóstico exacto”, aseguró.

Esta brigada es la segunda que realiza la Fundación Cardioinfantil en Valledupar; la primera fue en el 2011 donde se diagnosticaron a 280 infantes, de los cuales 42 fueron clasificados como prioritarios para recibir atención en Bogotá.

150 niños y niñas fueron atendidos en esta jornada hasta el cierre de esta edición, de los cuales 25 quedaron programados para cirugías.

“La idea de la actividad fue ofrecer un plan gratuito a los menores de escasos recursos o que no tienen ningún tipo de seguridad social y no tienen cómo acceder a un tratamiento de cardiología pediátrico especializado”: Rubén Sierra Rodríguez, gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López.

ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
[email protected]