Con el Miércoles de Ceniza, la Iglesia Católica inició la tradicional Cuaresma y con ella la apertura de la época de los alimentos más apetecidos durante dicho periodo, en el que los creyentes dejan a un lado las carnes rojas, como símbolo de respeto a Dios, para reemplazarlas por pescados y enlatados.

Esta práctica cuaresmal se ha venido realizando durante siglos, tiempo en el cual los católicos utilizan cada viernes para alimentarse con los productos antes mencionados.

Por este motivo, los comerciantes de pescados, situados en diferentes plazas públicas de Valledupar, comenzaron a incrementar sus productos desde ayer. Tanto en el Mercado Público, Mercabastos y el Pabellón del Pescado.

Los pescados los hay para toda clase de gustos y de ‘bolsillos’, desde cinco mil hasta 12 mil pesos se pueden encontrar en los diferentes puntos de venta. Anastasio Antonio Ulloa, vendedor de pescado, aseguró que dependiendo del día, los precios varían, sin embargo afirmó que antes de la Semana Santa el valor de algunos de estos alimentos por kilogramos está de la siguiente manera:

• Bagre: a 16 mil pesos el kilo y a 20 mil el kilo con la cabeza.
• Bocachico: 5.000 a 6.000 el kilo.
• Mojarra Roja: 8.000 el kilo.
• Pacora: 12 mil el kilo.
• Blanquillo: de 10 a 12 mil el kilo.
• Cachama: 8.000 el kilo.

Sin embargo, el producto parece escasear con sólo el comienzo de la Cuaresma, pero no precisamente por la solicitud de los mismos sino por la falta de pescado, que llegan en pequeñas cantidades a la localidad y que provienen de lugares como Venezuela, La Guajira, Chocó y zona rural de Valledupar.

En cuanto a los enlatados estos se mantienen en precios que van desde los 6 mil en adelante, dependiendo del tamaño y el alimento, tales como las sardinas y atunes, los que son más vendidos en supermercados y mercados públicos.

Una ‘dulce’ semana

A las costumbres culinarias de la Cuaresma también se le suma la venta de dulces, alimento permitido durante el periodo sagrado del cristianismo, para saciarse y dedicarle tiempo a la reflexión y meditación.

Una semana antes de cumplirse con la Pascua, en Valledupar se realizan actividades relacionadas con la venta de manjares exquisitos de toda clase de frutas y verduras, que en años anteriores era tradicional intercambiar en las casas.

La actividad se desarrolla en la Plaza Alfonso López, donde mujeres dedicadas a este oficio se agrupan para que turistas y visitantes degusten de sus productos y lo puedan comprar en la ración que deseen, debido a que el precio también es elevado.

Tradición que se desvanece.

Con el paso del tiempo las costumbres de los católicos han pasado a otro plano, cuando las presentes generaciones han dejado a un lado los ritos tradicionales, donde inicialmente el Viernes de Cuaresma y el Miércoles de Ceniza debían regir el ayuno y la abstinencia de cualquier tipo de alimento durante todo el día.

Posteriormente, los viernes de cada semana, durante los 40 días antes de la Pascua, las personas debían comer pescados y dulces para evitar la tentación del consumo de carne.

No obstante, con el pasar de los años la tradición se ha ido desvaneciendo, algunos hogares vallenatos permanecen con la tradición, mientras que otros perciben igual la fecha.

“La tradición se ha perdido, porque a los niños ya no se les inculca, lo dejan a un lado” especificó Nelson Acosta, habitante de la capital del Cesar, quien asegura que “hay que rescatar esa costumbre”.

Preparados para la Pascua

Las parroquias de Valledupar recibieron a cientos de personas en la misa de imposición de la cruz durante el día de ayer, donde padres de familia, alumnos de diferentes colegios públicos y privados, así como la comunidad en general se acercaron a los templos para cumplir con uno de los ritos más importantes de la religión católica, la imposición de la ceniza, en señal de contrición.

Este tiempo le da inicio a la Cuaresma -período de 40 días que precede a la Semana Santa-, donde los cristianos reciben una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos del año anterior.

En la imposición de ceniza, el sacerdote pronuncia las palabras “recuerda, hombre, que eres polvo y al polvo volverás”, con el fin de recordar que la vida es pasajera.

Este momento, que se refiere al ayuno y abstinencia fue celebrado en diferentes iglesias de Valledupar, en donde hubo multitudinaria asistencia.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]