En una selva dicen vivir los habitantes de la urbanización Los Cocos; debido a que está llena de monte y basuras.
Un panorama desolador se divisa en la urbanización Los Cocos, ubicada al suroriente de Valledupar, en donde el acceso es casi que imposible, debido a la dificultad de sus calles por los inmensos lotes enmontados y llenos de basuras.
El deprimente paisaje lo conforman grandes predios, que permanecen en la inmundicia con llantas, animales muertos y demás residuos que causan olores pestilentes, que ocasionan contaminación ambiental y que en época de lluvias se convierten en un foco de proliferación de dengue.
Como si fuera poco, los habitantes deben soportar el humo que es producido por la quema de desechos, situación que ha puesto en peligro la vida de varios pequeños, entre esos la de una menor, que habita cerca de los predios y que adquirió bronconeumonía.
Otro factor que genera constante preocupación de los residentes es la invasión de animales como serpientes, cucarachas, mosquitos y ratones en las viviendas, lo que no han podido ser controlado por los residentes, porque según ellos, “sólo se terminará cuando construyan en el sitio, porque los ‘carromuleros’ han agarrado eso de escombrera”, mencionó Jessica Lenus, habitante de la zona.
Miguel Álvarez, otro residente de Los Cocos, expresó que debe haber mayor control a los propietarios de vehículos de tracción animal que son los que ocasionan los inconvenientes.
“A ellos no se les puede decir nada, porque nos salen con groserías y nos amenazan” afirmó.
Por esta misma razón, los habitantes prefirieron evitar ser fotografiados para evitar ser atacados por los conductores de vehículos de tracción animal.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
En una selva dicen vivir los habitantes de la urbanización Los Cocos; debido a que está llena de monte y basuras.
Un panorama desolador se divisa en la urbanización Los Cocos, ubicada al suroriente de Valledupar, en donde el acceso es casi que imposible, debido a la dificultad de sus calles por los inmensos lotes enmontados y llenos de basuras.
El deprimente paisaje lo conforman grandes predios, que permanecen en la inmundicia con llantas, animales muertos y demás residuos que causan olores pestilentes, que ocasionan contaminación ambiental y que en época de lluvias se convierten en un foco de proliferación de dengue.
Como si fuera poco, los habitantes deben soportar el humo que es producido por la quema de desechos, situación que ha puesto en peligro la vida de varios pequeños, entre esos la de una menor, que habita cerca de los predios y que adquirió bronconeumonía.
Otro factor que genera constante preocupación de los residentes es la invasión de animales como serpientes, cucarachas, mosquitos y ratones en las viviendas, lo que no han podido ser controlado por los residentes, porque según ellos, “sólo se terminará cuando construyan en el sitio, porque los ‘carromuleros’ han agarrado eso de escombrera”, mencionó Jessica Lenus, habitante de la zona.
Miguel Álvarez, otro residente de Los Cocos, expresó que debe haber mayor control a los propietarios de vehículos de tracción animal que son los que ocasionan los inconvenientes.
“A ellos no se les puede decir nada, porque nos salen con groserías y nos amenazan” afirmó.
Por esta misma razón, los habitantes prefirieron evitar ser fotografiados para evitar ser atacados por los conductores de vehículos de tracción animal.
Por Merlin Duarte García/El Pilón