Las medidas antihigiénicas y las condiciones infrahumanas en las que están sumidos los reclusos del Centro Carcelario y Penitenciario de Valledupar, han prendido las alarmas de nuevo en la capital del Cesar. 

El Alcalde de la ciudad, Fredys Socarrás Reales, dijo que está de acuerdo con la Defensoría del Pueblo. 

El informe presentado por el Defensor del Pueblo, Omar Contreras Socarrás, comprobó que el hacinamiento de la Cárcel Judicial llega a un 350%; esto quiere decir, que en los siete patios está albergada tres veces más de la población pactada para recibir.  (Ver nota anterior: Hasta en el techo duermen internos de la Cárcel Judicial)

“La política carcelaria es del resorte nacional, y es un llamado oportuno de tipo humanitario”, resaltó el mandatario. 

Dentro del centro hay cinco reclusos portadores de VIH; este es uno de los focos denunciados por la Defensoría. También alerta sobre el hecho de que estos enfermos son atendidos por la EPS Caprecom, que hoy presenta deuda con el Hospital Rosario Pumarejo de López.

La inspección a la atención médica reveló que en la Cárcel Judicial se atienden 15 pacientes por día, equivalentes a 300 al mes; por lo que  advierte que, si son 1.135 los reclusos, no se logra atender a toda la población que necesita el servicio de salud; a sala de urgencias son intervenidos entre 40 y 50 por día, auxilio odontológico 15 por día y, dentro del centro ubicado en el barrio El Dangond, hay dos pacientes con problemas mentales, que según el documento de la Defensoría, “no tienen atención especializada”.

Un balance publicado por la Revista Semana, anuncia que actualmente hay alrededor de 115.000 personas detenidas en las prisiones colombianas. De éstas, aproximadamente el 94% son hombres y el 6% mujeres; el 70% está condenado, mientras que el 30% restante corresponde a sindicados. El 35% de los sindicados del país, quienes son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, llevan más de un año presos, y el 15% más de dos años. El 45% de los condenados pasan entre 1 y 5 años tras las rejas; el 39% entre 6 y 20 años, y el 16% restante más de 20 años.  

En Valledupar, deberían estar presos entre 235 y 250 reclusos en esta prisión, pero a la fecha presenta 1.135; lo que es considerado, por los defensores, como “violación” de los Derechos Humanos; un patio puede tener 35 a 40 prisioneros y los únicos que cumplen con la norma son el patio 1 con 33 internos y el patio de Reclusión Especial (E.R.E) que cuenta con 34. En el resto hay sobre cupo de casi el 300%; pasan de 40 a 295 internos. 

Quien llegue a prisión por cualquier motivo, debe estar prevenido por que en la mayoría de los casos, se llevará una experiencia dolorosa e inhumana, teniendo en cuenta las precarias condiciones de vida que los centros de reclusión a cargo del Estado ofrecen a los presos. 

De otro lado, el alcalde Fredys Socarrás anotó que los recursos para el mantenimiento están a cargo del Inpec y el Gobierno Nacional; en el caso de Valledupar, la alcaldía fue encargada con la Cárcel de Alta y Mediana seguridad.  

Por ahora, el Gobierno Nacional prepara nuevas prisiones (está planeada la construcción de cinco, para dentro de los próximos tres años) y penas más largas, de acuerdo a la política de la justicia actual.  

Las mujeres y su 'crueldad' 

El espacio en el que las sindicadas comparten y hacen sus necesidades fisiológicas es lamentable; el estudio de la Defensoría del Pueblo Regional Cesar revela que el pabellón, donde están recluidas 89 mujeres, cuenta con dos baterías sanitarias, y además en estado de deterioro. 

El dormir representa un 'viacrucis', porque hasta cinco mujeres deben dormir en una colchoneta y 'hospedarse' en los baños con el fin de descansar. 

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN 
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