Después de ocho años de vivir en condiciones infrahumanas en el Coliseo Patricia Dangond Dangond, doce personas abrigan la esperanza de que el gobierno local les regale una casa para mejorar su calidad de vida.
Por Abdel Martínez Pérez
Tres familias desplazadas por la violencia del municipio de Fundación, Magdalena, de donde fueron desarraigadas por grupos armados al margen de la ley, vinieron a parar a Valledupar donde consiguieron un albergue para vivir: el coliseo boxístico 'Patricia Dangónd Dangónd', localizado en los alrededores del Estadio de fútbol Armando Maestre Pavajeauv.
En este lugar desde hace ocho años, viven hacinadas diez personas, entre ellos cinco menores de edad.
En los dos camerinos del escenario deportivo de 3×2 metros, que estaba abandonado y era cueva de los ladrones y viciosos, residen en condiciones infrahumanas Francisco García Narváez con sus tres hijos; Rosa Narváez Mendoza con uno de sus nietos y Euclides carrillo Martínez con su esposa Liliana García Narváez y dos hijos de dos y ocho años, quienes nacieron en ese lugar.
Por orden del entrenador de esa rama deportiva, Manuel Prescot, fueron autorizadas para que vivieran allí, a cambio de cuidar lo poco que queda del coliseo, para que lo mantengan aseado y no permitir que los delincuentes y personas dedicadas al consumo de sustancias alucinógenas se apropiaran del lugar, por cuanto hace más de una década que este coliseo no se utiliza para presentaciones de esa rama deportiva.
Historia del desplazamiento
Francisco García relata que el frente 19 de las Farc, nos hizo salir de nuestras parcelas ubicadas en las estribaciones de la sierra nevada de Santa Marta, vereda Santa Clara, luego que asesinaran a mis tres hermanos, Héctor, Alirio y Carlos Paba Casadiego, quienes fueron fusilados en presencia nuestra, sindicándolos de colaborar con las Auc, pero ellos no tenían nada, ni ninguna relación con esos grupos armados. Nosotros quedamos vivos de esa violenta incursión subversiva hace nueve años y nos obligaron a huir. Llegamos a Valledupar aventurar después de que nos diera chance el conductor de un camión. Nos hospedamos en un Hotel cercano al Mercado Público, donde pagamos 8 mil pesos diarios por una habitación, los que teníamos que ganarnos cargando bultos, limpiando cebollín, como ayudante de albañilería o realizando otras actividades en el Mercado, pero a veces se ponía la cosa dura que no alcanzábamos a reunir ese dinero. Gracias a Dios, el señor Manuel Prescot, nos dijo que nos metiéramos aquí, mientras el gobierno nos daba un techo, pero han pasado tantos años y no nos han tendido la mano.
No les dieron casa
Preocupado por su situación, Francisco dice que “Teníamos la esperanza que nos darían la buena nueva con la entrega de las casas gratis del gobierno nacional, en la urbanización Nando Marín, pero no fuimos favorecidos. Esperamos que en la próxima, ya nos miren con otros ojos y podamos disfrutar de un techo digno”.
DESTACADO
Hace ocho años, que el 19 frente de las Farc nos hizo salir de nuestras tierras. El mismo tiempo que llevamos viviendo en condiciones infrahumanas.
Puntos de vista
Francisco García Narváez, desplazado. Yo jamás volveré por mi parcela, porque fui sentenciado a muerte. Me vine solo con la ropa que tenía puesta.
Rosa Narváez Mendoza , desplazada. Solo le pido a Dios que me ayude a conseguir una casa, para poder vivir dignamente con el resto de mi familia.
Después de ocho años de vivir en condiciones infrahumanas en el Coliseo Patricia Dangond Dangond, doce personas abrigan la esperanza de que el gobierno local les regale una casa para mejorar su calidad de vida.
Por Abdel Martínez Pérez
Tres familias desplazadas por la violencia del municipio de Fundación, Magdalena, de donde fueron desarraigadas por grupos armados al margen de la ley, vinieron a parar a Valledupar donde consiguieron un albergue para vivir: el coliseo boxístico 'Patricia Dangónd Dangónd', localizado en los alrededores del Estadio de fútbol Armando Maestre Pavajeauv.
En este lugar desde hace ocho años, viven hacinadas diez personas, entre ellos cinco menores de edad.
En los dos camerinos del escenario deportivo de 3×2 metros, que estaba abandonado y era cueva de los ladrones y viciosos, residen en condiciones infrahumanas Francisco García Narváez con sus tres hijos; Rosa Narváez Mendoza con uno de sus nietos y Euclides carrillo Martínez con su esposa Liliana García Narváez y dos hijos de dos y ocho años, quienes nacieron en ese lugar.
Por orden del entrenador de esa rama deportiva, Manuel Prescot, fueron autorizadas para que vivieran allí, a cambio de cuidar lo poco que queda del coliseo, para que lo mantengan aseado y no permitir que los delincuentes y personas dedicadas al consumo de sustancias alucinógenas se apropiaran del lugar, por cuanto hace más de una década que este coliseo no se utiliza para presentaciones de esa rama deportiva.
Historia del desplazamiento
Francisco García relata que el frente 19 de las Farc, nos hizo salir de nuestras parcelas ubicadas en las estribaciones de la sierra nevada de Santa Marta, vereda Santa Clara, luego que asesinaran a mis tres hermanos, Héctor, Alirio y Carlos Paba Casadiego, quienes fueron fusilados en presencia nuestra, sindicándolos de colaborar con las Auc, pero ellos no tenían nada, ni ninguna relación con esos grupos armados. Nosotros quedamos vivos de esa violenta incursión subversiva hace nueve años y nos obligaron a huir. Llegamos a Valledupar aventurar después de que nos diera chance el conductor de un camión. Nos hospedamos en un Hotel cercano al Mercado Público, donde pagamos 8 mil pesos diarios por una habitación, los que teníamos que ganarnos cargando bultos, limpiando cebollín, como ayudante de albañilería o realizando otras actividades en el Mercado, pero a veces se ponía la cosa dura que no alcanzábamos a reunir ese dinero. Gracias a Dios, el señor Manuel Prescot, nos dijo que nos metiéramos aquí, mientras el gobierno nos daba un techo, pero han pasado tantos años y no nos han tendido la mano.
No les dieron casa
Preocupado por su situación, Francisco dice que “Teníamos la esperanza que nos darían la buena nueva con la entrega de las casas gratis del gobierno nacional, en la urbanización Nando Marín, pero no fuimos favorecidos. Esperamos que en la próxima, ya nos miren con otros ojos y podamos disfrutar de un techo digno”.
DESTACADO
Hace ocho años, que el 19 frente de las Farc nos hizo salir de nuestras tierras. El mismo tiempo que llevamos viviendo en condiciones infrahumanas.
Puntos de vista
Francisco García Narváez, desplazado. Yo jamás volveré por mi parcela, porque fui sentenciado a muerte. Me vine solo con la ropa que tenía puesta.
Rosa Narváez Mendoza , desplazada. Solo le pido a Dios que me ayude a conseguir una casa, para poder vivir dignamente con el resto de mi familia.