Por: Freddy Oñate Acevedo/EL PILÓN

La gasolina en el mes de mayo, bajó 144 pesos, sin embargo, las personas sigue prefiriendo los establecimientos no autorizados para abastecerse del combustible.

Si bien el Ministerio de Minas y Energía, estableció una baja en el costo de nafta, siguen llegando a las centrales de abastecimiento de combustible ilegales porque el valor sigue siendo más barato que en las estaciones de servicios.

Aún con la disminución realizada, hoy en día el galón de gasolina alcanza un valor de 8.607 pesos, que es un costo alto en comparación al valor de las pimpinas que se venden en las calles, tanto de Valledupar como en el pueblo de La Paz.

Una pimpina de gasolina, puede llegar a costar hasta 35 mil pesos en Valledupar, en el municipio de La Paz, se consigue en 26 mil pesos y el reciente tiene capacidad de almacenar entre 5 y 6 galones de combustible.

Con lo anterior, es posible determinar que mientras una persona compra una pimpina de 6 galones por 26 mil pesos, alguien que ‘tanquea’ su vehículo en una Estación de Servicio ordinaria, paga 51.642 pesos.

Es por eso, que se ha visto tan beneficiado el comercio de combustible de contrabando en la localidad, hoy quienes tienen carro prefieren desplazarse hasta la población que está ubicada a 13 kilómetros de la capital del Cesar.

Personas como María Carolina Muñoz, quien se desplaza a este municipio a comprar combustible, aseguran que “sale más rentable ir a abastecerse de combustible a La Paz, la gasolina está muy cara, el gobierno le baja el precio en cantidades que uno no siente que esté ahorrando”

Como María, son muchos los vallenatos que se movilizan hacia los distintos puestos de distribución que hay en la población, pues se hace un ahorro al momento de abastecerse de combustible “si quieren que uno no acuda a la gasolina de contrabando, deben bajar el precio de la gasolina satisfactoriamente” afirma José Gregorio Daza, que también hace uso de estas bombas.

Sin embargo, hay personas que prefieren invertir un poco más de dinero, como Eduardo Ramírez, que puntualiza “no me gusta tanquear en puntos de abastecimiento pirata por una mala experiencia que tuve; le dejaron ir al tanque una toalla y me terminó saliendo más caro mandar a lavar el tanque”.

No obstante, y a pesar de las posibles dificultades que puedan presentarse, el bajo costo del combustible en el municipio de La Paz, atrae a los vallenatos que en su mayoría se desplazan en horas de la noche, después de salir de sus trabajos.