Las conocidas compraventas, que hace más de cinco años llenaban la calle 17 entre carrera 6 hasta la 12, punto oficial, por ser la vía que más tenía de estos almacenes, aunque había muchos regados por la ciudad, se acabaron, según los afectados por la Ley Uribe
Por Sandra Santiago / EL PILÓN
[email protected]
Las conocidas compraventas, que hace más de cinco años llenaban la calle 17 entre carrera 6 hasta la 12, punto oficial, por ser la vía que más tenía de estos almacenes, aunque había muchos regados por la ciudad, se acabaron, según los afectados por la Ley Uribe (expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez) refiriéndose al decreto 4450 de noviembre de 2008, que le puso freno a los pactos de retroventa o los cobros diarios o periódicos).
Por este decreto también conocido como Ley de Usura, en Valledupar se acabaron alrededor de 113 compraventas. Rafael Leal, un comerciante que dedicó 25 años de su vida a este negocio, cerró 11 de los 13 que tenía.
Las sanciones que conlleva el decreto, obligaron a que los propietarios de los prósperos negocios cambiaran su objeto comercial.
Es así como hoy los locales que una vez estuvieron llenos de neveras, televisores, planchas, ventiladores, todos usados, pero sobre todo prendas en oro, hoy sean almacenes de ropa, restaurantes, oficinas o pequeños hoteles.
“El negocio se acabó y lo acabó Uribe; yo voté por él y si se vuelve a lanzar, vuelvo a votar por él, me gusta su política; pero alguien le dañó el oído y le dijo que las compraventas debían cobrar intereses del 2,3%; porque después se convertía en usura. Pero un negocio de estos en donde la plata se entrega de inmediato, prestar a ese interés es perder plata”, afirmó Leal.
Con el cierre de los negocios, también se acabaron muchos puestos de trabajo; según Leal, cada establecimiento tenía un promedio de tres empleados, que quedaron en la calle con la medida que decretó que quienes utilicen la figura de pacto de retroventa tendrán penas de 48 a 126 meses y multas de 133 salarios mínimos legales vigentes.
Pero los propietarios de los prósperos negocios no fueron los únicos afectados con la medida, también lo han sido con el paso de los años, los más pobres, los de escasos recursos que ante cualquier emergencia salían a ‘empeñar’ sus electrodomésticos más valiosos.
Hoy estas personas ya no ‘empeñan’, y son los ‘pudientes’ que tienen joyas, prendas finas los que aún salen a las compraventas a dejarlas a cambio de cierto valor.
Los intereses son bajos y ya no le cobran el ‘dulce 10′, sino que según Leal negocian con el cliente, “uno le dice que si le paga puntual, le cobra los intereses más baratos”.
Las conocidas compraventas, que hace más de cinco años llenaban la calle 17 entre carrera 6 hasta la 12, punto oficial, por ser la vía que más tenía de estos almacenes, aunque había muchos regados por la ciudad, se acabaron, según los afectados por la Ley Uribe
Por Sandra Santiago / EL PILÓN
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Las conocidas compraventas, que hace más de cinco años llenaban la calle 17 entre carrera 6 hasta la 12, punto oficial, por ser la vía que más tenía de estos almacenes, aunque había muchos regados por la ciudad, se acabaron, según los afectados por la Ley Uribe (expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez) refiriéndose al decreto 4450 de noviembre de 2008, que le puso freno a los pactos de retroventa o los cobros diarios o periódicos).
Por este decreto también conocido como Ley de Usura, en Valledupar se acabaron alrededor de 113 compraventas. Rafael Leal, un comerciante que dedicó 25 años de su vida a este negocio, cerró 11 de los 13 que tenía.
Las sanciones que conlleva el decreto, obligaron a que los propietarios de los prósperos negocios cambiaran su objeto comercial.
Es así como hoy los locales que una vez estuvieron llenos de neveras, televisores, planchas, ventiladores, todos usados, pero sobre todo prendas en oro, hoy sean almacenes de ropa, restaurantes, oficinas o pequeños hoteles.
“El negocio se acabó y lo acabó Uribe; yo voté por él y si se vuelve a lanzar, vuelvo a votar por él, me gusta su política; pero alguien le dañó el oído y le dijo que las compraventas debían cobrar intereses del 2,3%; porque después se convertía en usura. Pero un negocio de estos en donde la plata se entrega de inmediato, prestar a ese interés es perder plata”, afirmó Leal.
Con el cierre de los negocios, también se acabaron muchos puestos de trabajo; según Leal, cada establecimiento tenía un promedio de tres empleados, que quedaron en la calle con la medida que decretó que quienes utilicen la figura de pacto de retroventa tendrán penas de 48 a 126 meses y multas de 133 salarios mínimos legales vigentes.
Pero los propietarios de los prósperos negocios no fueron los únicos afectados con la medida, también lo han sido con el paso de los años, los más pobres, los de escasos recursos que ante cualquier emergencia salían a ‘empeñar’ sus electrodomésticos más valiosos.
Hoy estas personas ya no ‘empeñan’, y son los ‘pudientes’ que tienen joyas, prendas finas los que aún salen a las compraventas a dejarlas a cambio de cierto valor.
Los intereses son bajos y ya no le cobran el ‘dulce 10′, sino que según Leal negocian con el cliente, “uno le dice que si le paga puntual, le cobra los intereses más baratos”.