Un hueco en donde predominó el hacinamiento, así calificaron los vendedores de libros el lugar a donde fueron ubicados durante la temporada escolar
Este gremio refutó la decisión del gobierno local de no haberles permitido que se ubicaran en el parque de Las Madres o la plaza Alfonso López, lugares donde en años anteriores la venta de libros y demás elementos escolares era mayor por lo que dejaba buenos dividendos y denunciaron que además de estar en un lugar inadecuado, debieron alquilar el lote por la suma de 18 millones de pesos la temporada que culmina a finales de la presente semana.
Un hueco en donde predominó el hacinamiento, así calificaron los vendedores de libros el lugar a donde fueron ubicados durante la temporada escolar, situación por la que se declararon en la ‘quiebra’ debido a que esta feria no les colmó las expectativas y en vez de obtener ganancias, lo que les quedó fue deudas, porque se les quedaron la mayoría de los libros y ahora no tienen cómo responderles a sus acreedores.
“Aquí venimos fue a sufrir, no a vender libros, porque este no es el lugar adecuado, no reúne las condiciones mínimas para una atención esmerada a sus potenciales clientes, para la próxima, es mejor que nos dejen en la calle y no nos metan en una especie de corral, porque eso fue lo que vivimos en carne propia, la gente no quería entrar aquí y quienes se decidían hacerlo, no se sentían a gusto”, manifestaron los afectados, quienes atribuyen el escalabro económico a la administración municipal.
Los comerciantes de la Feria Escolar argumentaron que funcionarios de la Alcaldía les había dicho que si se ponían en los sitios que querían, estaban invadiendo el espacio público.
Señalaron que esperan que el actual Alcalde construya un pabellón para albergar a quienes se dedicamos a vender libros y demás útiles escolares.
Holfa Molina, vendedora. Quedamos en la ruina, nosotros no vendimos nada, razón por la cual lo que tuvimos fue pérdida. Ojalá que nos recompensen con la construcción de un pabellón para nosotros.
María Jiménez, vendedora. Nos fue muy mal. A mí se quedaron todos los libros, es mejor que el año entrante nos ubiquen en las calles, porque aquí, nada que ver.
Hugo Carvajal, vendedor. Contrario a la mayoría de mis compañeros, sí estuve bien visitado por los compradores y la temporada colmó mis expectativas y las atribuyo a que tenía bien surtido el local con todos los elementos escolares.
Un hueco en donde predominó el hacinamiento, así calificaron los vendedores de libros el lugar a donde fueron ubicados durante la temporada escolar
Este gremio refutó la decisión del gobierno local de no haberles permitido que se ubicaran en el parque de Las Madres o la plaza Alfonso López, lugares donde en años anteriores la venta de libros y demás elementos escolares era mayor por lo que dejaba buenos dividendos y denunciaron que además de estar en un lugar inadecuado, debieron alquilar el lote por la suma de 18 millones de pesos la temporada que culmina a finales de la presente semana.
Un hueco en donde predominó el hacinamiento, así calificaron los vendedores de libros el lugar a donde fueron ubicados durante la temporada escolar, situación por la que se declararon en la ‘quiebra’ debido a que esta feria no les colmó las expectativas y en vez de obtener ganancias, lo que les quedó fue deudas, porque se les quedaron la mayoría de los libros y ahora no tienen cómo responderles a sus acreedores.
“Aquí venimos fue a sufrir, no a vender libros, porque este no es el lugar adecuado, no reúne las condiciones mínimas para una atención esmerada a sus potenciales clientes, para la próxima, es mejor que nos dejen en la calle y no nos metan en una especie de corral, porque eso fue lo que vivimos en carne propia, la gente no quería entrar aquí y quienes se decidían hacerlo, no se sentían a gusto”, manifestaron los afectados, quienes atribuyen el escalabro económico a la administración municipal.
Los comerciantes de la Feria Escolar argumentaron que funcionarios de la Alcaldía les había dicho que si se ponían en los sitios que querían, estaban invadiendo el espacio público.
Señalaron que esperan que el actual Alcalde construya un pabellón para albergar a quienes se dedicamos a vender libros y demás útiles escolares.
Holfa Molina, vendedora. Quedamos en la ruina, nosotros no vendimos nada, razón por la cual lo que tuvimos fue pérdida. Ojalá que nos recompensen con la construcción de un pabellón para nosotros.
María Jiménez, vendedora. Nos fue muy mal. A mí se quedaron todos los libros, es mejor que el año entrante nos ubiquen en las calles, porque aquí, nada que ver.
Hugo Carvajal, vendedor. Contrario a la mayoría de mis compañeros, sí estuve bien visitado por los compradores y la temporada colmó mis expectativas y las atribuyo a que tenía bien surtido el local con todos los elementos escolares.