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Comunidad - 20 marzo, 2013

La Concha Acústica quedó sin eco

Este escenario, único en la ciudad por su estilo arquitectónico se destacó por su capacidad para albergar miles de espectadores y por su entorno, que se asemeja a la media torta de Bogotá.

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  • La legendaria Concha Acústica del barrio Doce de Octubre, que años atrás fue lugar predilecto y solicitado para cualquier actividad cultural, cívica, recreativa, musical y hasta política, está en completo abandono. 

Este escenario, único en la ciudad por su estilo arquitectónico se destacó por su capacidad para albergar miles de espectadores y por su entorno, que se asemeja a la media torta de Bogotá.

Desde hace mucho tiempo que los gobernantes de turno no se han acercado a la cancha de fútbol de este importante sector de la ciudad, considerado como uno de los escenarios deportivos de mayor importancia, para hacerle inversión y mejorar sus instalaciones locativas, que en poco tiempo quedará convertida en una mole de concreto donde nadie se acercará ni siquiera para sentarse en las viejas gradas que no son utilizadas por los espectadores.

El escenario deportivo, que además de servir para presentaciones de conjuntos, eventos culturales y otras actividades artísticas según sus moradores no tiene dolientes, nadie se esmera por su recuperación y solo una familia que habita en el sótano de la tarima desde hace más de diez años, es la única que vela por su cuidado, toda vez que lo mantiene encerrado con reja, le hace aseo y está pendiente a que no ingresen los vándalos y drogadictos.

La comunidad expresó que existe un proyecto de remodelación del escenario sin demoler la Concha Acústica, que está incluida dentro del plan de mejoramiento y recuperación de parques de la ciudad, pero que la iniciativa requiere de celeridad para mejorar las condiciones de este sitio.

Pese a que los baños de los vestieres son nuevos, la tubería se encuentra obstruida, los lavamanos fueron destruidos casi que en su totalidad por vándalos que al no permitirles su ingreso, les tiran piedras y palos a la ventana, las gradas están debilitadas al igual que la estructura de concreto que le da la figura de la concha, sitio que está averiado y le falta la cultura.

La cancha de fútbol por consiguiente que es una de las mejores de Valledupar pero carece de grama. Así mismo, por la acción de los vándalos, las canecas, las sillas y otros elementos para el sano esparcimiento de quienes la visitan, están destruidos y requieren de la intervención inmediata del gobernante de turno. 

Puntos de vista

Luz Helena Cantillo Mendoza, residente. Esa Concha Acústica está acabada, la gente del barrio no se preocupa por su mejoramiento, para evitar que los drogadictos continúen allí.

Eduardo Sanabria Manjarrés, vecino. Esto aquí parece que no tuviera dolientes. Tengo muchos años de vivir aquí y yo no he visto a ningún alcalde que se preocupe por meterle la mano.

Yadira Calderón Borrego, residente en el sótano. Si yo no viviera aquí, esto estuviera más acabado, porque yo me preocupo todos los días de hacer el aseo y estar pendiente que no se metan los viciosos. De mi bolsillo saco plata para mandar a botar la basura.

 

 

Comunidad
20 marzo, 2013

La Concha Acústica quedó sin eco

Este escenario, único en la ciudad por su estilo arquitectónico se destacó por su capacidad para albergar miles de espectadores y por su entorno, que se asemeja a la media torta de Bogotá.


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  • La legendaria Concha Acústica del barrio Doce de Octubre, que años atrás fue lugar predilecto y solicitado para cualquier actividad cultural, cívica, recreativa, musical y hasta política, está en completo abandono. 

Este escenario, único en la ciudad por su estilo arquitectónico se destacó por su capacidad para albergar miles de espectadores y por su entorno, que se asemeja a la media torta de Bogotá.

Desde hace mucho tiempo que los gobernantes de turno no se han acercado a la cancha de fútbol de este importante sector de la ciudad, considerado como uno de los escenarios deportivos de mayor importancia, para hacerle inversión y mejorar sus instalaciones locativas, que en poco tiempo quedará convertida en una mole de concreto donde nadie se acercará ni siquiera para sentarse en las viejas gradas que no son utilizadas por los espectadores.

El escenario deportivo, que además de servir para presentaciones de conjuntos, eventos culturales y otras actividades artísticas según sus moradores no tiene dolientes, nadie se esmera por su recuperación y solo una familia que habita en el sótano de la tarima desde hace más de diez años, es la única que vela por su cuidado, toda vez que lo mantiene encerrado con reja, le hace aseo y está pendiente a que no ingresen los vándalos y drogadictos.

La comunidad expresó que existe un proyecto de remodelación del escenario sin demoler la Concha Acústica, que está incluida dentro del plan de mejoramiento y recuperación de parques de la ciudad, pero que la iniciativa requiere de celeridad para mejorar las condiciones de este sitio.

Pese a que los baños de los vestieres son nuevos, la tubería se encuentra obstruida, los lavamanos fueron destruidos casi que en su totalidad por vándalos que al no permitirles su ingreso, les tiran piedras y palos a la ventana, las gradas están debilitadas al igual que la estructura de concreto que le da la figura de la concha, sitio que está averiado y le falta la cultura.

La cancha de fútbol por consiguiente que es una de las mejores de Valledupar pero carece de grama. Así mismo, por la acción de los vándalos, las canecas, las sillas y otros elementos para el sano esparcimiento de quienes la visitan, están destruidos y requieren de la intervención inmediata del gobernante de turno. 

Puntos de vista

Luz Helena Cantillo Mendoza, residente. Esa Concha Acústica está acabada, la gente del barrio no se preocupa por su mejoramiento, para evitar que los drogadictos continúen allí.

Eduardo Sanabria Manjarrés, vecino. Esto aquí parece que no tuviera dolientes. Tengo muchos años de vivir aquí y yo no he visto a ningún alcalde que se preocupe por meterle la mano.

Yadira Calderón Borrego, residente en el sótano. Si yo no viviera aquí, esto estuviera más acabado, porque yo me preocupo todos los días de hacer el aseo y estar pendiente que no se metan los viciosos. De mi bolsillo saco plata para mandar a botar la basura.