La Academia Historia de Valledupar se está deteriorando. El celador, la secretaria y la aseadora, no reciben sueldo hace 8 meses, Francisco Valle Cuello
La Academia Historia de Valledupar se está deteriorando. El celador, la secretaria y la aseadora, no reciben sueldo hace 8 meses, Francisco Valle Cuello, encargado del sitio, le contó al El Pilón qué hay preocupación por la supervivencia de los archivos históricos que allí se guardan, teniendo en cuenta que uno de los problemas, son las goteras que tiene el techo.
Archivos notariales, memorias de la historia de Valledupar, libros en los que se encuentran registradas compras y ventas de esclavos, escrituras de casas, y todo tipo de negocios realizados entre los años 1727 hasta 1980, tienden a desaparecer por el estado de deterioro en que se encuentra la planta física de la Academia de Historia del Cesar, ubicada al lado de la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
El presidente encargado de la Academia, Francisco Valle Cuello, solicitó ayuda y apoyo del Estado para que se conserven los libros, y se continúen los talleres educativos en la biblioteca. Personas afectadas, señalaron que es necesario hacer un mantenimiento al interior de la casa para poder conservar los objetos históricos que se encuentran almacenados allí.
Otra de las preocupaciones de los miembros de la Academia de Historia, es que han pasado ocho meses y no se ha podido hacer un convenio con el Municipio de Valledupar para que le paguen a la secretaria, el celador y la aseadora.
Francisco Valle dijo que a la institución le urge un lector de microfilmes que tiene custodiado y que no le han dado el uso adecuado por la falta del equipo, que les facilitaría la búsqueda de los documentos que le solicitan a diario y recalcó que en los microfilmes se encuentran registrados todos los datos históricos que fueron extraídos por una entidad de Estados Unidos.
Agregó que, los libros no pueden hojearse, porque son una reliquia conservada casi por 200 años, en los que se puede buscar parte de la historia de Valledupar cuando pertenecía al Magdalena.
Hace pocos días falleció el director del Centro Bibliotecario, que hace parte de esta Academia, Manuel Palencia Caratt, quien dirigía el centro de estudios, allí orientaba las investigaciones e inquietudes académicas de estudiantes y particulares. Don Manuel trabajó durante 30 años sin devengar sueldo. También son miembros de la academia, Aníbal Martínez Zuleta, Álvaro Castro Socarrás, Pepe Castro, entre otros.
En la Academia de Historia también está la sala de Fototeca, dónde se encontraron fotos de representantes de la región que hicieron labores destacadas, como lo fueron, Rafael Carrillo, Armando Maestre Pavajeau, el primer monseñor Vicente Roig Villalba y Alfonso López Michelsen, primer gobernador del Cesar, entre otros que dejaron huellas.
En ese entonces se creó una sala llamada Pinatoteca, allí se encuentran pinturas donadas por estudiantes y especialistas en el tema. Se observan diferentes retratos de personajes y las caricaturas hechas por el pintor Jaime Molina, en las que plasmó en imágenes, la política de la época.
La Academia Historia de Valledupar se está deteriorando. El celador, la secretaria y la aseadora, no reciben sueldo hace 8 meses, Francisco Valle Cuello
La Academia Historia de Valledupar se está deteriorando. El celador, la secretaria y la aseadora, no reciben sueldo hace 8 meses, Francisco Valle Cuello, encargado del sitio, le contó al El Pilón qué hay preocupación por la supervivencia de los archivos históricos que allí se guardan, teniendo en cuenta que uno de los problemas, son las goteras que tiene el techo.
Archivos notariales, memorias de la historia de Valledupar, libros en los que se encuentran registradas compras y ventas de esclavos, escrituras de casas, y todo tipo de negocios realizados entre los años 1727 hasta 1980, tienden a desaparecer por el estado de deterioro en que se encuentra la planta física de la Academia de Historia del Cesar, ubicada al lado de la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
El presidente encargado de la Academia, Francisco Valle Cuello, solicitó ayuda y apoyo del Estado para que se conserven los libros, y se continúen los talleres educativos en la biblioteca. Personas afectadas, señalaron que es necesario hacer un mantenimiento al interior de la casa para poder conservar los objetos históricos que se encuentran almacenados allí.
Otra de las preocupaciones de los miembros de la Academia de Historia, es que han pasado ocho meses y no se ha podido hacer un convenio con el Municipio de Valledupar para que le paguen a la secretaria, el celador y la aseadora.
Francisco Valle dijo que a la institución le urge un lector de microfilmes que tiene custodiado y que no le han dado el uso adecuado por la falta del equipo, que les facilitaría la búsqueda de los documentos que le solicitan a diario y recalcó que en los microfilmes se encuentran registrados todos los datos históricos que fueron extraídos por una entidad de Estados Unidos.
Agregó que, los libros no pueden hojearse, porque son una reliquia conservada casi por 200 años, en los que se puede buscar parte de la historia de Valledupar cuando pertenecía al Magdalena.
Hace pocos días falleció el director del Centro Bibliotecario, que hace parte de esta Academia, Manuel Palencia Caratt, quien dirigía el centro de estudios, allí orientaba las investigaciones e inquietudes académicas de estudiantes y particulares. Don Manuel trabajó durante 30 años sin devengar sueldo. También son miembros de la academia, Aníbal Martínez Zuleta, Álvaro Castro Socarrás, Pepe Castro, entre otros.
En la Academia de Historia también está la sala de Fototeca, dónde se encontraron fotos de representantes de la región que hicieron labores destacadas, como lo fueron, Rafael Carrillo, Armando Maestre Pavajeau, el primer monseñor Vicente Roig Villalba y Alfonso López Michelsen, primer gobernador del Cesar, entre otros que dejaron huellas.
En ese entonces se creó una sala llamada Pinatoteca, allí se encuentran pinturas donadas por estudiantes y especialistas en el tema. Se observan diferentes retratos de personajes y las caricaturas hechas por el pintor Jaime Molina, en las que plasmó en imágenes, la política de la época.