Este 10 de junio se celebra el aniversario número 87 de la organización mundial ‘Alcohólicos anónimos’, la cual tiene presencia en Valledupar en donde funciona bajo el nombre de ‘Grupo renacer’, y completa 31 años de servicio.
“Hola, mi nombre es Andrés y soy alcohólico”, con esta frase empezó el cambió en la vida de uno de los ‘sobrevivientes’ de este vicio que cada vez más afecta no solo la salud de las personas sino que también altera sus entornos sociales. A sus 46 años, Andrés (como anónimamente se hace llamar) conversó con EL PILÓN sobre su paso por el ‘Grupo renacer’, en donde, hasta la fecha, aún se encuentra después de 20 años.
En su relato, contó que ingresó a Alcohólicos Anónimos el 15 de febrero de 2002. “Llegué con una familia destrozada, con un hogar en el que no sabía dónde estaban mis 4 hijos y mi esposa. Tomaba todos los fines de semana. Para mí beber era jolgorio, pero hubo un momento en el que el alcohol me empezó a ganar la batalla y pasé a convertirme en un alcohólico problema”.
Así, explicó que después de tener un trabajo estable y una familia sólida, por su problema con el alcohol fue perdiendo todos esos ‘privilegios’. Sin embargo, tuvo que pasar un largo tiempo y un episodio fuerte en su vida para que entendiera que necesitaba ayuda.
3 INTENTOS Y EL DEFINITIVO
En conversación con EL PILÓN recordó que la primera vez que estuvo en la organización no fue por su voluntad. “Llegué porque mi jefe se dio cuenta que yo tenía un problema con el licor, mis llegadas tardes al trabajo, y mi forma de actuar las consideraba anormales. Él me llevó, yo escuché la reunión pero seguí bebiendo”.
Seguidamente rememoró que el ‘segundo intento’ estuvo a cargo de su esposa, quien venía identificando que cada vez que él tomaba licor se olvidaba de su familia y el trabajo. “Como yo estaba fallando en mis responsabilidades, decidió demandarme en la Comisaría de Familia y de allá me sugirieron ir a Alcohólicos Anónimos pero no me quedé allí”.
Al ‘tocar fondo’ y perder su familia descubrió que requería acompañamiento profesional, por lo que, por su propio pie, entró a las instalaciones de Alcohólicos Anónimos. “Un día salí de mi casa a llevar a unos amigos y regresé a los 3 días borracho, y no sé dónde estuve esos días. Al regresar me encontré con que me habían despedido del trabajo y que mi esposa me había dejado. Y en un acto de fe me arrodillé y le pedí a Dios ayuda, a mi mente llegó la organización pero no porque me llevó mi esposa ni el jefe, sino porque quise cambiar”, subrayó.
SOBRE LA ORGANIZACIÓN
Cada 10 de junio la organización de Alcohólicos Anónimos cumple un año más de funcionamiento, en Colombia ya se completan 70 años de existencia y en el país cuentan con presencia en más de 300 municipios, con aproximadamente 725 grupos, actualmente se recuperan 10.500 hombres y mujeres.
Andrés mencionó que asistir a una reunión puede ser el principio de la recuperación y que el programa de recuperación no tiene costo.
“Es una comunidad sin ánimo de lucro, se mantiene así misma y protege el anonimato de sus miembros. Gran parte de nuestras actividades se desarrollan en grupos, en ellos comparten experiencias, fortalezas y esperanzas”, concluyó.
Debido a este nuevo aniversario, el Grupo renacer, que lleva 31 años de existencia, realizará una reunión este viernes, en la iglesia del Divino Niño en Garupal a las 7:00 p.m.
Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
Este 10 de junio se celebra el aniversario número 87 de la organización mundial ‘Alcohólicos anónimos’, la cual tiene presencia en Valledupar en donde funciona bajo el nombre de ‘Grupo renacer’, y completa 31 años de servicio.
“Hola, mi nombre es Andrés y soy alcohólico”, con esta frase empezó el cambió en la vida de uno de los ‘sobrevivientes’ de este vicio que cada vez más afecta no solo la salud de las personas sino que también altera sus entornos sociales. A sus 46 años, Andrés (como anónimamente se hace llamar) conversó con EL PILÓN sobre su paso por el ‘Grupo renacer’, en donde, hasta la fecha, aún se encuentra después de 20 años.
En su relato, contó que ingresó a Alcohólicos Anónimos el 15 de febrero de 2002. “Llegué con una familia destrozada, con un hogar en el que no sabía dónde estaban mis 4 hijos y mi esposa. Tomaba todos los fines de semana. Para mí beber era jolgorio, pero hubo un momento en el que el alcohol me empezó a ganar la batalla y pasé a convertirme en un alcohólico problema”.
Así, explicó que después de tener un trabajo estable y una familia sólida, por su problema con el alcohol fue perdiendo todos esos ‘privilegios’. Sin embargo, tuvo que pasar un largo tiempo y un episodio fuerte en su vida para que entendiera que necesitaba ayuda.
3 INTENTOS Y EL DEFINITIVO
En conversación con EL PILÓN recordó que la primera vez que estuvo en la organización no fue por su voluntad. “Llegué porque mi jefe se dio cuenta que yo tenía un problema con el licor, mis llegadas tardes al trabajo, y mi forma de actuar las consideraba anormales. Él me llevó, yo escuché la reunión pero seguí bebiendo”.
Seguidamente rememoró que el ‘segundo intento’ estuvo a cargo de su esposa, quien venía identificando que cada vez que él tomaba licor se olvidaba de su familia y el trabajo. “Como yo estaba fallando en mis responsabilidades, decidió demandarme en la Comisaría de Familia y de allá me sugirieron ir a Alcohólicos Anónimos pero no me quedé allí”.
Al ‘tocar fondo’ y perder su familia descubrió que requería acompañamiento profesional, por lo que, por su propio pie, entró a las instalaciones de Alcohólicos Anónimos. “Un día salí de mi casa a llevar a unos amigos y regresé a los 3 días borracho, y no sé dónde estuve esos días. Al regresar me encontré con que me habían despedido del trabajo y que mi esposa me había dejado. Y en un acto de fe me arrodillé y le pedí a Dios ayuda, a mi mente llegó la organización pero no porque me llevó mi esposa ni el jefe, sino porque quise cambiar”, subrayó.
SOBRE LA ORGANIZACIÓN
Cada 10 de junio la organización de Alcohólicos Anónimos cumple un año más de funcionamiento, en Colombia ya se completan 70 años de existencia y en el país cuentan con presencia en más de 300 municipios, con aproximadamente 725 grupos, actualmente se recuperan 10.500 hombres y mujeres.
Andrés mencionó que asistir a una reunión puede ser el principio de la recuperación y que el programa de recuperación no tiene costo.
“Es una comunidad sin ánimo de lucro, se mantiene así misma y protege el anonimato de sus miembros. Gran parte de nuestras actividades se desarrollan en grupos, en ellos comparten experiencias, fortalezas y esperanzas”, concluyó.
Debido a este nuevo aniversario, el Grupo renacer, que lleva 31 años de existencia, realizará una reunión este viernes, en la iglesia del Divino Niño en Garupal a las 7:00 p.m.
Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN