En la reunión del 13 de agosto convocada por la Procuraduría Regional del Cesar para evaluar el cumplimiento de las sentencias judiciales sobre la protección del río Guatapurí, se congregaron representantes de la Alcaldía de Valledupar, Gobernación del Cesar, Corpocesar, Emdupar, veedores ambientales y otros actores clave. Durante el encuentro, el activista ambiental Gustavo José Cabas Borrego reconoció los avances logrados, pero insistió en la necesidad urgente de implementar un megaproyecto que asegure una solución definitiva para la preservación de este emblemático afluente.
“Ayer se celebró una mesa de trabajo que yo valoro mucho porque antes de esto nadie le daba la importancia que merece el río dentro del esquema de las administraciones departamental y municipal, ni siquiera las entidades relacionadas como Corpocesar o Emdupar. Esto es un avance de la sociedad y de las comunidades que empezamos a ver el río como un recurso vital”, señaló Cabas.
Contexto ciudadano y legal
La acción popular que originó este seguimiento fue presentada por Gustavo José Cabas Borrego junto a Luis Antonio Maestre Orozco y Alfonso Luis Martínez Fuentes contra el departamento del Cesar, el municipio de Valledupar, Emdupar y Corpocesar en el 2020, debido a la contaminación sistemática del río por vertimientos residuales e industriales, así como la permisividad frente a urbanizaciones ilegales y manejo inadecuado de residuos sólidos.
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Los demandantes alertaron sobre el riesgo sanitario para las comunidades, especialmente niños, que se exponen a aguas contaminadas y residuos quemados, además de la drástica pérdida de biodiversidad y el deterioro irreversible del ecosistema, todo lo cual viola el derecho constitucional de la comunidad a un ambiente sano.
Esta acción buscaba amparar el derecho constitucional de la comunidad a disfrutar de un ambiente sano y exigir medidas concretas para la recuperación de este valioso recurso hídrico.
No obstante, el activista advirtió a EL PILÓN que el proceso apenas comienza y “la situación del río es muy compleja. Se requiere la participación mancomunada de los gobiernos nacional, departamental y municipal para que de verdad se haga un megaproyecto que saque al río Guatapurí del estado crítico en que se encuentra”.
Desaparición del río Guatapurí
Cabas mencionó estudios realizados que alertan que “en 20 años podría no haber agua en el río” si continúa la deforestación y el maltrato ambiental. “Esto sería una catástrofe para la ciudad y su gente. Poco a poco estamos remando hacia el mismo lado, y agradezco que la Procuraduría esté haciendo seguimiento y exigiendo respuestas, como lo ordenan los tribunales”.
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Sobre los 38 mil millones de pesos en proyectos anunciados recientemente por Corpocesar, Cabas expresó preocupación por la falta de claridad: “Conozco muy poco de esos recursos. Es necesario que expliquen a la ciudad en qué se han invertido y dónde están las obras concretas, porque sin transparencia, el río seguirá sufriendo”.
Frenar la contaminación
En cuanto a las acciones específicas para frenar la contaminación, destacó la disposición de la Gobernación del Cesar de abordar la problemática en la margen derecha del Guatapurí, “la zona de mayor flujo contaminante” donde se planes para reubicar asentamientos ilegales y construir una vialidad que también contribuiría a reducir el impacto ambiental.
El veedor señaló que el respaldo del procurador es fundamental para dar seguimiento al fallo judicial que ordena proteger este recurso vital. “Esto no se arregla en un par de años; la solución requiere de un gran proyecto con participación de todos los sectores —gobierno nacional, local, academia, organizaciones sociales— para rescatar al río Guatapurí y asegurar el futuro de Valledupar”.
Expertos y la comunidad opinan
Especialistas en gestión ambiental y miembros de la comunidad han coincidido en la necesidad de activar y ejecutar cuanto antes planes integrales, como el Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas (POMCA), y han valorado que las acciones y controles se mantengan firmes para evitar que la crisis ambiental del Guatapurí se agudice.
Ambientalistas y defensores del río hacen un llamado a la ciudadanía en el sentido que el futuro del río no solo depende de reuniones y planes, sino de compromisos reales, gestión transparente y la suma de esfuerzos entre autoridades y sociedad civil para salvar un patrimonio natural irrevocable para los vallenatos.











