EDITORIAL

1.627 nuevos estudiantes en la UPC, pero otros miles esperan

Un total de 1.627 nuevos estudiantes fueron admitidos en la Universidad Popular del Cesar, UPC, para iniciar carrera en el segundo semestre del año 2025. La publicación, este martes 10 de junio, de esa lista de resultados es la apertura de puertas a igual número de jóvenes que ven en esta institución la oportunidad de estudios superiores y una esperanza concreta de alcanzar sus metas profesionales.

1.627 nuevos estudiantes en la UPC, pero otros miles esperan

1.627 nuevos estudiantes en la UPC, pero otros miles esperan

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Un total de 1.627 nuevos estudiantes fueron admitidos en la Universidad Popular del Cesar, UPC, para iniciar carrera en el segundo semestre del año 2025. La publicación, este martes 10 de junio, de esa lista de resultados es la apertura de puertas a igual número de jóvenes que ven en esta institución la oportunidad de estudios superiores y una esperanza concreta de alcanzar sus metas profesionales.

A todos ellos, desde estas líneas, les extendemos una calurosa bienvenida y una felicitación por este logro que marca el inicio de una etapa importante en sus vidas.

La universidad pública, como lo es la UPC, sigue siendo ese espacio de oportunidades en regiones donde las alternativas son limitadas. Cada estudiante admitido representa una historia de esfuerzo, de madrugadas de estudio, de familias que confían en la educación como la vía para un futuro mejor.

Pero, junto a la alegría de quienes ingresan, también debemos mirar de frente la realidad de quienes no pudieron ser admitidos. Muchos de ellos, además de no lograr los porcentajes académicos requeridos para ingresar a la UPC, pese a tener la capacidad y el deseo, no cuentan con los recursos para pagar una matrícula en una universidad privada, ni en Valledupar ni en el resto del país. Para estos jóvenes, el sueño universitario se aplaza sin fecha clara.

Es aquí donde debe resonar un llamado a las instituciones, al Estado y a toda la sociedad. No podemos seguir permitiendo que el acceso a la educación superior esté condicionado por el azar de un cupo o el peso del dinero. Colombia necesita con urgencia políticas más robustas de ampliación de cobertura, de financiación estudiantil sin endeudamiento insostenible y más apoyo a las universidades públicas.

Se hace necesario que la UPC, y las otras instituciones que brindan esas opciones de estudio en Valledupar, sigan creciendo en infraestructura y calidad académica, solo así podrá ampliarse la cobertura que se requiere en la región. Que nadie con el talento y la voluntad de estudiar se quede por fuera de las aulas.

De esos 1.627 nuevos estudiantes admitidos en la UPC el 30 por ciento proviene de los preuniversitarios y algunos de los cupos especiales para jóvenes de la región del Catatumbo, población en condición de discapacidad, miembros de las fuerzas militares y de otro tipo de comunidades que requieren atención diferencial.

Llegan entonces 160 nuevos estudiantes para el programa de Administración de Empresas, 51 de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, 165 de Contaduría Pública, 78 de Economía, 150 de Derecho, 100 de Ingeniería Agroindustrial, 100 de Ingeniería ambiental y Sanitaria, 100 de Ingeniería de Sistemas, 114 de Ingeniería Electrónica, 40 de Instrumentación Quirúrgica, 55 de Bellas Artes, 50 de Licenciatura en Naturales, 100 en Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes, 45 en Licenciatura en Español e Inglés, 45 en Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, 41 para Licenciatura en Matemáticas, 50 de Microbiología, 44 para Programa de Música, 40 de Psicología y 150 nuevos alumnos para Sociología. Aquí vale preguntar: ¿sí son estos los perfiles profesionales que está necesitando la región? Ese es otro aspecto que también se debe analizar en cuanto a la pertinencia de los programas frente a la vocación productiva y las demandas de Valledupar y su entorno territorial.

Es necesario que, mientras celebramos las nuevas ilusiones que llegan con los admitidos del segundo semestre de 2025, no olvidemos los sueños que aún esperan su oportunidad. Que nuestro compromiso como sociedad sea el de abrir más puertas al éxito de nuestra juventud y al progreso de la región.

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